lunes, 31 de diciembre de 2012

ATKINS MAY PROJECT-VALLEY OF SHADOWS
















El vocalista ingles Allan John Atkins, más conocido como "Al" Atkins, siempre será recordado por ser uno de los miembros fundadores de una de las bandas más longevas y exitosas de la historia del heavy metal, los maestros Judas Priest. Según cuenta la historia de la mítica formación británica, Atkins fue junto al guitarrista K.K. Downing y el bajista Ian Hill, responsable de la creación de Judas, así como el autor de algunos de los temas que integraban su álbum "Rocka Rolla", que finalmente acabaría cantando Rob Halford, ya que Atkins se vio forzado a dejar la banda, debido a la necesidad de tener un trabajo de diario para mantener a su familia.


A pesar de tener que abandonar Judas Priest, Atkins continuó ligado al mundo de la música, y formó una nueva banda, bajo la denominación Lion.  Más tarde, en la década de los 90, publicó algunos trabajos como artista en solitario. Posteriormente el vocalista decidió embarcarse en una nueva aventura contando con la colaboración del reputado guitarrista y productor Paul May, juntos dieron forma en 2011 a "Serpent Kiss”, y ahora regresan para ofrecernos este nuevo trabajo bajo la denominación de "Valley Of Shadows". 


Después de un primer trabajo como su anterior "Serpent Kiss", y teniendo en cuenta la biografía de Atkins, parece claro que el material de este "Valley Of Shadows", tiene que ser netamente heavymetalero, pero lo cierto, es que el sonido del disco es bastante contundente y contemporáneo, gracias en gran medida a la labor de Paul May que ha sido quien se ha encargado de los controles, aun así, uno de los puntos flacos del disco es el sonido tan frío y mecánico de la base rítmica.



Adentrándonos un poco más en profundidad en el contenido musical de "Valley Of Shadows", el álbum se abre con el potente "Wellcome To My Nightmare", una excelente carta de presentación, donde la pareja Atkins/ May, muestran sus credenciales netamente metaleras, dando forma a un corte rápido y dinámico , respaldado en unos riffs con mucho cuerpo y cargados de contundencia, sobre los que Atkins nos muestra unas tonalidades robustas y poderosas, alejadas de los tonos chillones, en un registro que derrocha fuerza y personalidad, junto a unos desarrollos melódicos a cargo de la guitarra de May, que conducirán el tema hacia un final vertiginoso e intenso salpicado de dibujos y desarrollos solistas. Con un ritmo algo más convencional y bebiendo directamente de las fuentes más clásicas del hard rock, e incluyendo algún pequeño guiño "bluesy", la marchosa "No Ordinary Man", un medio tiempo compacto y rotundo, en el que nos encontramos a un Atkins, que saca el máximo partido a sus tonalidades más graves, imprimiendo garra al tema, antes de que sea la guitarra de May la encargada de arrastrarnos a una virtuosa y extensa parte solista.



"Bitter Watters", pasa por ser uno de los cortes más extensos del álbum, y nos sumerge de lleno en las atmósferas cambiantes, partiendo de un inicio protagonizado por las guitarras acústicas, que nos conducirá a un desarrollo intermedio marcado por un ritmo mecánico y repetitivo a base de riffs cortantes e incisivos que se verán interrumpidos por la aparición esporádica de las acústicas, todo ello enmarcado en la frialdad de una base rítmica carente de emoción y que no llega a transmitir, restando mucho feeling al tema, dando como resultado un tema muy trabajado pero carente naturalidad y emoción. Bastante más inspirada, resulta "Enslaved To Love", un medio tiempo cargado de intensidad con unas guitarras que rezuman densidad y cadencia, dando al corte un aire ambiental, repleto de melodía, en el que Paul May, ha introducido múltiples efectos y pedales a sus guitarras dando al corte un aire muy actual y un enfoque de lo más contemporáneo.



La contundencia y rotundidad de "Stronger Is The Grace", sirve como muestra de que el dúo, Atkins/May, también sabe ponerse duro y potente cuando es necesario, y es aquí, donde podemos ver su faceta más directa y cañera, encarando una composición de ritmo ágil en la que nos muestran su lado más netamente roquero, en un tema en el que dejan de lado los cambios de ritmo, los extensos desarrollos de guitarra y las atmósferas densas,  para centrarse en la inmediatez y sencillez de un trallazo conciso y preciso. El aroma más genuino del metal inglés, conteniendo esas genuínas y pegadizas melodías de guitarra, transpira por los poros de los abrumadores riffs de "Harder They Fall", un marchoso up tempo, que poco a poco va creciendo en intensidad hasta convertirse en uno de los cortes más contundentes y completos del disco, en el que destaca un estribillo muy marcado y pegadizo junto a la contundente y abrasiva parte final conducida por la rotunda batería. 



Las guitarras con un cierto aire festivo y desenfadado son las encargadas de liderar "Not Ready To Die", una pieza que sirve como vitalista declaración de intenciones, destilando  ese hard rock ochenteno y marchoso, cargado de melodía y contundencia, en un medio tiempo con unos estribillos muy logrados y pegadizos, junto a un nuevo ejercicio de virtuosismo de Paul May. Los sonidos más representativos de la N.W.O.B.H.M., se manifiestan durante la interpretación de "Messiah (Prelude)", una acertada pieza instrumental, donde la guitarra de May brilla notablemente, en una sucesión de armonías que te harán recordar instrumentalmente a los primeros Maiden, con esas subidas de intensidad de la base rítmica  que se verán rematadas por esos desarrollos tan característicos dentro del metal ingles de finales de los 70 y principios de los 80.



Aunque dentro de este "Valley Of Shadows", la pareja protagonista demuestra su polivalencia y veteranía a la hora de moverse por diferentes estilos dentro del rock, afrontando de manera más que aceptable, temas con aires metálicos o roqueros, la verdad, es que personalmente uno de los temas que más me ha llamado la atención del disco, es el tema que da título al álbum "Valley Of Shadow", un corte extenso , que supera los ocho minutos de duración, en los que el ambiente relajado, y la guitarra bluesera de May, dan un aire especial y emotivo a una composición´ en la que Atkins canta de manera magistral aprovechando al máximo su rugosa voz para transmitir emoción y feeling. Siguiendo con los ritmos relajados "The Shallowing", es la elegida para cerrar el disco, una pieza lenta y ambiental en donde las guitarras acústicas vuelven a dejarse oír mientras Atkins, opta por un registro más relajado y melódico, que servirá para poner la rúbrica a estos 10 cortes.



Siempre es de agradecer, cuando músicos con la trayectoria y veteranía de Atkins, deciden sacar a la luz material nuevo, mientras algunos de sus compañeros de generación, siguen explotando el filón de sus primeros años, el vocalista inglés  se muestra abierto a la hora de experimentar nuevas sonoridades e influencias, pero sin perder en ningún momento su identidad, es por ello que la unión con Paul May creo que ha sido altamente beneficiosas para ambos. En cualquier caso, simplemente desear que el vocalista se anime a montar una banda para defender estos temas en directo, porque realmente creo que merecería mucho la pena poder ver en vivo a un vocalista que tristemente tuvo que apearse de Judas, antes de que el destino atrajera el éxito sobre la formación de Birmingham.





Lista de Canciones



1. Welcome To The Nightmare

2. No Ordinary Man

3. Bitter Waters

4. Enslaved to Love

5. Stronger Is The Grace

6. Harder They Fall

7. Not Ready to Die

8. Messiah (Prelude)

9. Valley of Shadows

10. The Shallowing (Return)

jueves, 27 de diciembre de 2012

ANGELUS APATRIDA+CRISIX-MUSIC HALL-BCN-22-DIC-2012



Creo que a estas alturas, gustos y preferencias personales aparte, resulta incontestable, que a día de hoy,  Angelus Apatrida, son una de las mejores bandas a nivel nacional, y nuestro grupo con mayor proyección internacional dentro de la escena thrash metalera. La trayectoria del cuarteto liderado por Guillermo Izquierdo es intachable, facturando discos brillantes,  superándose con creces en cada uno de sus lanzamientos, y girando constantemente, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, la  formación ha  adquirido una potencia y  nivel de cohesión extraordinarios, que les hace estar a la altura de cualquier formación foránea. Si hace poco más de un año, Angelus Apatrida  se presentaban en la sala Apolo, para dar por finalizada la gira de  su anterior trabajo "Clockwork", está nueva visita de los albaceteños, enmarcada en la céntrica sala Music Hall, servía como excusa para la presentación de su último trabajo, el celebrado y aclamado "The Call", un trabajo que ha supuesto la consagración definitiva del cuarteto manchego.

Por si no fuera suficiente aliciente la descarga de Angelus Apatrida, para la velada de esta noche, los hermanos Izquierdo y compañía, contaban con la presencia de unos invitados muy especiales, los igualadinos Crisix, una formación que con su primer trabajo "The Menace", ha insuflado un soplo de aire fresco y vitalidad  a la escena thrashera española. Juntas, ambas formaciones  constituían  un cartel de auténtico lujo,  que vaticinaba una velada intensa y  cañera, capaz de poner a prueba las cervicales de los más fieles seguidores del metal  rápido y contundente de la Ciudad Condal.

Al acercarnos a la sala, situada en el centro de la ciudad, llamaba la atención la gran cantidad de gente con camisetas de la formación manchega, que se mezclaba con las familias que paseaban por los alrededores de la   Plaza Catalunya, ultimando las  compras de estas fechas navideñas, era pues evidente, que algo gordo iba a suceder tan solo unos minutos más tarde. Con una sala que registró un lleno absoluto, colgando en la puerta el cartel de entradas agotadas, era obvio  que a ambas bandas  se les presentaba un escenario ideal para triunfar por todo lo alto, así que ahora, la pelota estaba en su tejado.

Con un escenario bañado en humo, y mientras sonaba la introducción que abre "The Menace", "A.S.F.H.", el quinteto catalán Crisix iba tomando posiciones, situándose de espaldas al  público, para darse la vuelta violentamente al empezar a rugir por los altavoces los primeros riffs de guitarra del  crujiente "Flesh- Collector Machine", el primer trallazo de la noche que puso a la gente a botar, haciendo evidente  que el quinteto de Igualada esta noche jugaba en casa, y que ante su público más fiel, tenía mucho ganado de antemano. Si hay algo que caracteriza las descargas de Crisix, es la descomunal energía que el quinteto es capaz de generar sobre  el escenario, ya que dejando a un  lado la crudeza de su propuesta sonora, lo cierto es que los chicos no paran en ningún momento de moverse sobre las tablas,  desprendiendo una energía contagiosa que se vuelca sobre el  público.  Tras el primer impacto directo en la línea de flotación, y después de que Juli nos presentará a sus compañeros, e hiciera referencia a que habíamos sobrevivido al Apocalipsis vaticinado  por las profecías Mayas, la cosa se pondría todavía más caliente al sonar "Dead By The Fistful Of Violence", uno de los trallazos más intensos y salvajes de su primer trabajo "The Menace" en el que los " circle pits" y el jolgorio no se detuvieron.

Con una audiencia totalmente entregada, el vocalista nos informaba, que  la banda se encuentra dando los últimos retoques al que será su segundo disco, es por ello, que la actuación de esta noche se presentaba como una ocasión perfecta para  mostrar a sus seguidores algo del nuevo material que la banda está preparando. Musicalmente hablando, este tema continua la habitual línea thrashera de la formación, pero con las voces de Juli sonando más rasgaras e iracundas, junto a los riffs devastadores de Busi y Requena,  y unos coros potentes y contundentes, que hicieron que el tema en cuestión, del que no dijeron el título, recibiera  una gran acogida, consiguiendo hacer crecer la expectación,  y ponernos los dientes largos de cara a la edición de ese esperado segundo trabajo. Como viene sucediendo en todos los conciertos de Crisix,  algo que se ha convertido en una tradición en las actuaciones del quinteto,  es  el intercambio de instrumentos entre todos sus componentes,  para ofrecernos una doble ración de temas clásicos con Busi ocupándose de la voz, en esta ocasión las elegidas fueron un par  temas de los maestros Metallica el primerizo "HIt The Lights" y el implacable "No Remorse", que consiguieron que no hubiera un momento de tregua en el campo de batalla en el que se había convertido la pista del Music Hall.

Durante los cuarenta minutos que duró la actuación de Crisix, el quinteto se mostró en todo momento muy agradecido con su público, ofreciendo una gran entrega, dándolo todo sobré las tablas , así que para encarar la recta final de su trepidante actuación,  decidieron echar mano de toda la artillería pesada, recurriendo a sus temas más  devastares, el primero en sonar en este tramo final de show,  fue el cachondo y disparatado "Brutal Gadget", que contó con la presencia de "La Máscara", que salió para echar una mano en las voces,  y que acabó surfeando por la sala aupado por la gente,  mientras Juli cerraba el tema tocando sus maracas. Tampoco faltaron los 2 encapuchados que se encargaron de apresar y sentar en la silla eléctrica al vocalista en el inicio de "Electric Possession", para que posteriormente el vocalista resucitara para ofrecernos un derroche de entrega y energía, moviéndose como una bestia sobre el escenario y organizando a la audiencia para un brutal "wall Of death", para posteriormente dar por finalizada su actuación con el tema que se ha convertido en un himno para todos los seguidores de la banda, el violento e iracundo "Ultra Thrash", que desató la euforia de todos los presentes, y que acabó con una masiva invasión del escenario que no pareció incomodar a los músicos que siguieron machacando sus instrumentos hasta completar la última nota de la canción y de su actuación,  siendo despedidos del escenario del Music Hall como  auténticos héroes y como triunfadores absolutos.
Es irreprochable la entrega y actitud de Crisix sobre las tablas, así como el crecimiento y progresión que la banda ha experimentado con el paso del tiempo, es por ello que las expectativas no pueden ser mejores de cara a la edición de su segundo álbum.

Muy alto habían dejado el listón los chicos de Crisix, para cualquier otra banda, resultaría un reto casi imposible el poder superar la incendiaria actuación del quinteto catalán, pero los siguientes en pisar las tablas del Music Hall, eran una de la mejores bandas dentro del circuito europeo, los manchemos Angelus Apatrida, y era evidente que los albaceteños no se iban a dejar intimidar por la calurosa acogida  que habían cosechado sus "hermanos". Es por ello que el cuarteto manchego salió dispuesto a poner toda la carne en el asador desde los primeros instantes de su actuación, y de hecho salieron con el cuchillo entre los dientes desde los primeros compases de la inicial "You Are Next", arrancando su show de la misma forma que arranca su último trabajo, provocando el delirio de las primeras filas, y dejando bien claro, que el tema en cuestión, se ha convertido en todo un clásico dentro del repertorio de la formación. Acto seguido, la siguiente en caer ,al igual que en su último trabajo fue, la  intensa y oscura "At The Gates Of Hell", protagonizado por esa crujiente y rotunda base rítmica, donde destacó la pegada precisa y rotunda  de un inconmensurable Víctor Valera. Tras la cañera dupla inicial, Guillermo se dirigía por primera vez al público para agradecernos nuestra presencia, pedir un aplauso para Crisix, al mismo tiempo que nos informaba que este era su último concierto de este año 2012, para posteriormente embarcarse en un nuevo corte de "The Call", el potente y devastador  "Violent Dawn", un nuevo derroche de rabia thrashera con el que cerraban esta primera ración de material perteneciente a su última entrega.

A pesar de que un disco como “The Call”, ha servido como consagración definitiva del cuarteto, este brillante lanzamiento nunca habría sido posible sin su anterior “Clockwork”, que supuso un importante punto de inflexión en la carrera de la formación, y el disco que les abrió las puertas del circuito europeo, para ratificar esta impresión, una rotunda y veloz “Of Men And Tyrants”, era la elegida para seguir alimentando el motor destructor de los albaceteños , para que acto seguido   Guillermo, nos anunciará con rostro de felicidad y satisfacción,  que era la primera vez, que la formación conseguía un “sold-out” en Barcelona. El ritmo de la actuación iba en aumento,  y  torbellinos sonoros como “Never Forget” o  la irreverente “Fuck You”, en la que destacaron los rotundos coros de David y José,  desataron la locura entre las primeras filas, antes de centrarnos en  temas más recientes como la avasalladora  “Blood On The Snow”, que se enlazó con  el tema que daba título a su anterior trabajo “Clockwork”, que conseguía que la temperatura de la sala siguiera creciendo de forma progresiva, ofreciéndonos el cuarteto una descarga brutal, en la que no había tiempo para la relajación.

Uno de los principales activos, que siempre, ha conservado el cuarteto manchego, ha sido el sentimiento de hermandad y cercanía con su público, y el hecho de que sus fans, les siguen viendo como cuatro amigos, cercanos, humildes y comprometidos, que encima de las tablas sólo buscan divertirse y divertir a sus seguidores , es por ello que cuando los chicos de Angelus atacan temas tan claros y directos como “Corruption”, la respuesta del público es brutal, y más si tenemos en cuenta la dedicatoria por parte de Guillermo, que dirigió el tema a políticos y banqueros, el resultado no podría ser más apabullante, dejándonos a una sala entregada coreando todos a una el rotundo estribillo del tema. Tras un corto impás, durante el que el público volvió a corear el nombre de la banda, llegaba la hora de regalarnos una trepidante y primeriza “Hereditary Genius”, que se vio fundida con los primeros compases del “Ratas” de S.A. ,un simpático guiño que desembocó en la bomba de relojería que prestaba su nombre a su segundo trabajo “Giv´em war”, que como no podía ser de otra forma contó con las voces de mando de Guillermo a la hora de organizar un “Wall Of Death”, que convirtió el centro de la sala en un campo de  batalla, con banda y público dándolo absolutamente todo, creando un ambiente de unión y hermandad que no decaería hasta que se encendieran las luces de manera definitiva.

A pesar de las irónicas  reprimendas de Guillermo al público, reprochándonos nuestra falta de actitud y estancamiento, lo cierto es  que la marea humana no dejó de moverse durante toda la actuación del cuarteto, y puntos álgidos como el que se vivió durante la interpretación del crujiente y afilado “One Side, One War”, extraído de su anterior “Clockwork”, eran la mejor demostración de que después de más de  una hora de show, el público del Music Hall, todavía estaba hambriento y deseoso de dejarse arrastrar por esos riffs asesinos y esos ritmos vertiginosos. Llegaba el momento de ponerse serios para atacar uno de los temas más comprometidos y con una temática más contundente y reflexiva, la brutal “Killer Instinct”, que sirvió como  poderoso alegato contra la violencia de género, un tema  que el vocalista dedicó a todas las mujeres, madres y novias, siendo  contestado con una cerrada ovación.

Sin duda uno de los puntos de unión  entre casi todos los seguidores de cualquiera de las ramificaciones del heavy metal, es la música de Iron Maiden, y precisamente a ello apeló  Guillermo a la hora de presentarnos su versión del clásico de la Doncella, “Be Quick Or Be Dead”, que contó como invitado especial, para la ocasión, con Juli, vocalista de Crisix, que se marcó junto al cuarteto manchego un “cover” realmente alucinante, que nos dejó a todos impactados, consiguiendo crear un ambiente festivo que se vio rematado por la gamberra y acelerada   oda a la cerveza que los albaceteños han incluido en su último trabajo, “Fresh  Pleasure”,  que resultó ser la excusa perfecta  para el descontrol y el jolgorio generalizado de una sala que estaba disfrutando con la música de sus héroes, unos músicos  que estaban ofreciendo un auténtico recital de contundencia y actitud,  y que sin dar un momento de tregua,  nos atacaron  con la potencia arrolladora de una sublime “In The Heart Of Nations”, que fue la encargada de dar  por finalizada la primera parte de su actuación.

El primero de los dos bises de los que disfrutamos esta noche, daba arranque  con el inquietante  sonido pregrabado del reloj  de “The Manhattan Project”, que se fusionaba con el trepidante “Blast Off”, que sirvió de preámbulo para uno de los momentos más calientes e incendiarios de la noche,  el apabullante  “Legally Brainwashed”, en la que se organizó un “Circle pit” impresionante en el que participaron la mayoría de los asistentes al concierto, que no paraban de correr en círculo, mientras sobre las tablas el headbanging era constante  para posteriormente,  toda la banda abalanzarse sobre una implacable recta final.

 Todos los presentes, éramos conscientes de que después de más de una hora y media de concierto, el show estaba llegando a su fin, pero los albaceteños, aun nos tenían preparada alguna sorpresa en forma de trallazo incontestable, muestra de ello fueron la salvaje “Versus The World”, con toda la sala cantando  el estribillo de la canción únicamente acompañados por la batería de Víctor y el bajo de José, la directa y abrasiva “Vomotive”, en una nueva mirada a los ya lejanos tiempos del “Giv´em War”, para posteriormente  poner el broche de oro definitivo con  la fiestera  “Thrash Attack”,en la que reivindicaron la escena thrash nacional  en un fin de fiesta absoluto, con sus “hermanos” de Crisix saliendo a acompañarles sobre las tablas, escenificando el buen rollo y camaradería existente entre ambas bandas, dejando a los manchegos consagrándose como grandes triunfadores de la noche, ante un público que acabo exhausto, agotado, pero sobre todo satisfecho después de la actuación de ambas bandas.

Grandísima  forma de acabar la temporada de conciertos de este año 2012, con dos de las bandas más en forma del panorama nacional, por un lado Angelus Apatrida ,demostrando que a día de hoy, son una apuesta segura de cara al directo, una maquina arrolladora que volvió a certificar  que tienen uno de los directos más compactos e implacables de toda la escena thrashera internacional, y por otro Crisix, que demostraron estar preparados para seguir los pasos de sus "hermanos" en cuanto llegue a las tiendas su esperado segundo disco, que tiene que significar su consagración definitiva. Sin duda lo que vivimos el pasado sábado 22 de diciembre en el Music Hall  de Barcelona fue un auténtico Duelo de Titanes.



ALFONSO DIAZ
FOTOS CARLOS OLIVER


domingo, 23 de diciembre de 2012

VANDERBUYST-FLYING DUTCHMEN

La banda holandesa Vanderbuyst liderada por el virtuoso guitarrista Willem Verbuyst regresa a la carga un año después del lanzamiento de su aclamado "In Dutch", con su nuevo trabajo "Flying Dutchmen", en el que el contundente power-trío, completado por el batería B. Van Esbroch y el bajista y vocalista J. Jonkman, siguen deleitandonos con unas composiciones en las que el hard rock más clásico se funde con las sonoridades más primigenias de la N.W.O.B.H.M., dando como resultado unos temas pegadizos y potentes, repletos de garra roquera, que incluyen unas altas dosis de melodía guitarrera que conseguirán hacer las delicias de los seguidores de bandas clásicas como Thin Lizzy o Rainbown.

Tras un verano cargado de actuaciones, en las que el trío holandés ha compartido escenario con bandas como Grand Magus, Judas Priest o con sus apariciones en festivales como el Hell Fest o el Bang Your Head, Vanderbuyst han conseguido sacar el máximo rendimiento a sus instrumentos a lo largo de los 11 cortes que integran este "Flaying Deutchmen", ratificando que se encuentran en un excelente estado de forma.

Con la punzante guitarra de Willem Verbuyst liderando la roquera "Frivilous Franny", arranca el disco imprimiendo desde los primeros instantes un ritmo contagioso y marchoso que nos arrastrara a través de una pieza pegadiza y melódica que incluye una parte central más lenta y vacilona que desembocará en un vertiginoso solo de guitarra dando forma a un primer trallazo impactante en forma de hard rock básico y efectivo. Con las guitarras dando la réplica a la batería se abre la "Rainbowniana" Waiting In The Wings", una composición en la que los holandeses consiguen plasmar sus influencias más clásicas gracias a una líneas vocales que destilan elegancia junto a una contundente base rítmica en la que toma especial protagonismo las cuatro cuerdas de J.Jonkman, y un estribillo muy logrado y pegadizo ideal para ser coreado en directo, redondeando un corte directo y brillante.

Envuelto en un ambiente más sosegado, gracias a las guitarras acústicas envolviendo la voz de Jonkman arranca la intensa y sentida " Give Me One More Shot", un tema en el que de manera progresiva , las guitarras eléctricas se irán imponiendo, dando al corte un aire bluesero e intimista, con unas logradas subidas durante los estribillos que ayudan a dar rotundidad y consistencia a una composición vibrante y emotiva, que bebe directamente de las fuentes del rock más  clásico y añejo . Con la abrumadora base rítmica formada por el batería B. Van Esbroek y el bajista J. Jonkman, junto a unas armonías pegadizas y contagiosas de guitarra "The Butcher´s Knife" nos propone una pieza que va claramente de menos a más, repleta de detalles guitarristacos que ayudan a conformar un medio tiempo elegante y marchoso, con un estribillo rotundo y muy marcado que dejará paso a un nuevo ejercicio virtuoso de un Willen Verbuyst que se muestra muy inspirado durante todo el álbum.

El rock n´ roll trepidante y contagioso vuelve a aparecer en la movida "Tears Won´t Rinse", con unas líneas vocales muy cuidadas junto a unos coros  concisos, directos muy marcados  y breves,que ayudan a transmitir un aire festivo y desenfadado a un tema ideal para formar parte de la banda sonora de una noche de fiesta y diversión, una composición sencilla, directa y efectiva, alejada de los alardes virtuosos y centrada en el feeling mas puramente roquero y marchoso. Siguiendo unos parámetros similares, pero con una mayor presencia de unas guitarras afiladas y cañeras, dando frescura al tema la contagiosa "Never & Clever", con otro estribillo marca de la casa, donde nuevamente los holandeses vuelven a convertir la sencillez en virtud, abordándonos con otro tema que apenas supera los cuatro minutos pero en el que se reúnen todos los elementos que debe reunir una buena pieza  de hard rock, feeling, gancho una melodía pegadiza y contundencia.

Respirando el aroma genuino  de ese heavyrock clásico que bandas como los Rainbow de Ritchie Blackmore pusieron en boga a finales de los años  70, nos topamos con la vacilona "In Dutch" una invitación a no parar de mover los pies de la mano de un ritmo contagioso junto a  unos magistrales desarrollos guitarrísticos que se alternan con una poderosa y veloz base rítmica, dando una lección de técnica y contundencia, todo ello envuelto en una atmósfera roquera y marchosa, transmitiendo buen rollo  y un espíritu positivista al máximo. Bajando un poco las revoluciones, pero manteniendo intacto ese positivismo que transmite su músico e incluso atreviéndose con unos ritmos cuasi funkies "Johnny Got Lucky", con unos coros pegadizos y una melodía central de lo mas seductora que nos muestra una faceta diferente de la formación holandesa, demostrando que el trio tiene tablas suficientes para moverse a su antojo por los diferentes campos del rock n´roll, acelerando el ritmo en la contundencia recta final marcada por un nuevo alarde virtuoso de Wilem Vanbuyst.

Con un ritmo mas hard roquero, volviendo a ahondar en su vena mas clásica "Lecherous", nos transporta directamente a la década de los 70 de la mano de un medio tiempo rotundo, con unos increscendos en la parte del pegadizo estribillo y un psicodélico solo de guitarra sustentado sobre una magistral base rítmica, dando como resultado un tema ideal para las improvisaciones en directo. Mucho mas contagiosa es la canción que da titulo al álbum "Flying Dutchman", un corte marchoso con mucho gancho, un auténtico pelotazo que los holandeses han elegido de forma muy acertada como single de presentación de este trabajo, y es que en él se resume a la perfección la propuesta del trío holandés, melodías pegadizas, ritmo vibrante y unos estribillos contagiosos y efectivos que se quedan grabados después de la primera escucha. La encargada de poner el broche de oro a "Flying Deutch", es la cachonda y divertida "Wellcome To The Night", un nuevo alegato roquero cargado de feeling en la que han contado con la colaboración de Selim Lemouchi, que se ha encargado del solo de la canción.

A pesar de que este nuevo trabajo no supone una ruptura con sus anteriores lanzamientos, lo cierto es que con este nuevo disco, los holandeses demuestran que se encuentran en un gran estado de forma, consolidando su propuesta, consiguiendo un sonido muy atractivo y original dando contundencia y rotundidad a esa, tan atípica, formación de trío, sin duda, si te gustaron sus anteriores trabajos, este "Flying Dutchmen no te defraudará.

Lista de Temas
  1. Frivolous Franny
  2. Waiting In the Wings
  3. Give Me One More Shot
  4. The Butcher’s Knife
  5. Tears Won’t Rinse
  6. Never Be Clever
  7. In Dutch
  8. Johnny Got Lucky
  9. Lecherous
  10. Flying Dutchman
  11. Welcome to the Night

jueves, 20 de diciembre de 2012

CAULDRON+METRAKILLATOR-ROCKSOUND-BCN-16-DIC-2012





Tras un par de meses con una agenda muy cargada de conciertos, la actuación de Cauldron se presentaba como una de las más atractivas presentaciones a nivel internacional,  dentro de la recta final de este año 2012. Aunque en un principio el nombre de Canadá siempre va asociado, al hockey sobre hielo, el vistoso uniforme de su Policía Montada, o las cataratas del Niagara, lo cierto es que los vecinos norteños de E.E.U.U., siempre se han caracterizado por tener un amplio y nutrido catálogo de bandas que practican  heavy metal en cualquiera de sus vertientes. Si a principios de los 80 bandas como Anvil, Exciter o Helix tuvieron sus momentos de gloria, el posterior relevo generacional recayó en  formaciones que apostaban por un metal más cañero y contundente, destacando entre ellas  nombres como Annihilator o Voivod. Pues bien, es ahora en pleno siglo XXI, cuando una nueva hornada de bandas, parecen dispuestas a rescatar y poner al día el legado de las formaciones más legendarias de nuestro rollo, dando un nuevo empuje y orientación al clásico sonido de la N.W.O.B.H.M. Bandas como Skull Fist, Striker , o los protagonistas de la velada de esta noche  Cauldron, han sabido acercar el metal más tradicional a las nuevas generaciones de metaleros.

En tan solo seis años, el trío procedente de Toronto, ha tenido tiempo de facturar un EP, y nada menos que tres álbumes, una carrera vertiginosa,  y de lo más productiva, que les ha ayudado a colocarse entre los nombres favoritos de todos los amantes de los sonidos más clásicos del heavy metal. Pese a ello,  su último lanzamiento,"Tomorrow´s Lost", parece que no ha acabado de convencer a todos sus seguidores, ya que algunas críticas remarcan el estancamiento estilístico de la banda, y la progresiva pérdida de fuerza y frescura en cada uno de sus trabajos. Para comprobar que tal sonaban estos nuevos temas en directo, y certificar de primera mano el estado de forma de los canadienses, la presentación de esta noche en el  Rocksound de Barcelona, único concierto en España,  enmarcado dentro de su actual gira europea,  se presentaba como una excelente oportunidad de hacer balance con la formación canadiense.

Mientras en la puerta del Rocksound, los más rezagados apuraban sus cigarros o debatían sobre la jornada futbolera, en el interior de la sala las guitarras ya habían comenzado a rugir, los ilerdenses Metrakillator, eran los encargados de abrir la velada, arrancando su set con el explícito "Fuck It", un primer impacto thrashero, plagado de contundencia y mala leche , liderado por  unos riffs poderosos y crujientes   junto a unos coros marcados y potentes que  nos ponían en sobre aviso, de que los de Mollerusa venían dispuestos a aprovechar al máximo su oportunidad, proponiéndonos un metal rotundo, ácido, muy cañero, y en el que destacó la voz cruda y desgarrada de su vocalista Angel Falip. A pesar de tener que lidiar durante toda su actuación con algunos problemas técnicos, el cuarteto demostró una actitud muy positiva y unos temas realmente potentes, buena muestra de ello fue el afilado "The Sky Must Burn", un corte repleto de cambios de ritmo, con un estribillo muy directo, y en el que dieron cabida a esas clásicas harmonías a dos guitarras que le dieron ese aire heavy metalero clásico.
 
Dentro de su show, también tuvieron tiempo para regalarnos un par de versiones, una potente "Peace Sells" de Megadeth, que no se limitó a ser  una reproducción de la original, sino que el cuarteto supo llevar el tema a su terreno, dándole su toque personal, y el clásico "Holy Driver" de Dio, en la recta final de final de su actuación. De su primera maqueta "Fucking Metal", interpretaron el tema que le da título, toda una declaración de intenciones en forma de trallazo directo y sin concesiones, que resume a la perfección la propuesta y filosofía de la banda, y la contundente y maideniana  "Burning Angels", con la que dieron por finalizada su actuación, dejando un muy buen sabor de boca entre los asistentes.

Tras un breve impás de espera,  cuando pasaban algunos minutos de las 22,30 y con una sala, que pese a ser el único concierto de los canadienses en España, no llego a llenarse, saltaban sobre las tablas Cauldron arrancando su actuación con el tema que abre su último trabajo, el marchoso "End Of Time", toda una inyección de adrenalina que contagio a un público que se mostraba deseoso de dejarse arrastrar por la propuesta del poderoso trío, tras un inicio vertiginoso, y sin tiempo para tomar aire, fusionándose con el anterior, llegaba el turno del melódico medio tiempo "Born To Struggle", también extraído de su irregular último lanzamiento "Tomorrow´s Lost", que nos mostraba la faceta más ambiental e intensa de los canadienses. Pese al compacto arranque del concierto, algo no acababa de funcionar en la descarga de los canadienses, que se mostraban excesivamente relajados sobre las tablas y como si fueran con el piloto automático puesto. Después de tan solo dos canciones, y de resolver un pequeño problema con uno de los pedales de la batería, lo que provoco un pequeño parón, el concierto se reanudo con una mirada a sus primeros años, concretamente con "The Striker Strikes" la pieza que abría su primer EP "Into The Cauldron", todo un derroche de técnica y velocidad donde brillo especialmente el guitarrista  Ian Chains que hizo volar las  manos sobre el mástil de su guitarra.


Tras un inicio un poco titubeante, en el que el tanto  público como banda, se habían mostrado un tanto fríos, poco a poco , la actuación fue encauzándose , y el trío pareció entrar definitivamente en calor y entonarse al sonar los primeros acordes de "Summoned To Succumb", en la que mostraron su rotundidad y buenas maneras a la hora de afrontar esos medios tiempos cargados de potencia e intensidad, en la que destacó la pegada de un contundente Myles Deck, mientras Ian Chains apoyaba en los coros, demostrando el nivel de cohesión y complicidad existente con el bajista y vocalista Jason Decay. Con una banda que no paraba de moverse sobre el escenario, y una audiencia  cada vez más entregada y caliente,  llegaba el momento de afrontar uno de los temas culminantes de su última obra, el acelerado y speedmetalero "Nitebreaker", que consiguió poner a todos los presentes en movimiento, gracias a su contagiosa y pegadiza melodía central, consiguiendo arrancar una de las más grandes ovaciones de la velada.
Sobre las tablas, Indiscutiblemente, el protagonismo escénico del trío se lo lleva el vocalista y bajista Jason Decay, ya que mientras Ian Chains permanece en un extremo del escenario, concentrado en sacar el máximo partido de su instrumento, y únicamente toma la zona central del escenario durante sus solos, el vocalista es el foco principal de la banda,  interactuando y pidiendo la complicidad constante del respetable, como durante la interpretación del hímnico y coreado  "Frozen In Fire", extraído de su anterior trabajo "Burning Fortune". Aunque los tres discos de los canadienses han salido en un corto espacio de tiempo, lo cierto es que los cortes más antiguos, son los que mayor entusiasmo consiguieron levantar entre sus seguidores, una muy calurosa recepción se llevó la oscura "Bound To The Stake", perteneciente a su primer disco grande "Chained To The Nite", que nos dejó la imagen de Chains y Decay, compartiendo el centro del escenario apoyados el uno en el otro, siguiendo el ritmo de la canción en una sesión de headbanging intensa y contagiosa. Otra de las piezas que más apoyo recabo durante la actuación de los canadienses, fue la siempre efectiva y dinámica "Miss You To Death", en la que el calor del público se dejó sentir con fuerza, apoyando al máximo a la banda levantando los puños al aire  y acompañando el estribillo.
Con una actuación que conforme iba avanzando, iba mejorando en calidad de sonido y entrega de banda y público, el guitarrista Ian Chains cogió el micro para presentarnos a Jason Decay, que con su bajo se marcó las amenazantes líneas que sirven de arranque para la devastadora  “Rapid City/ Unchained Assault” que se vio enlazada con una veloz y vibrante "Burning Fortune", que volvió a desatar la euforia del público. Aunque los de Toronto no se prodigaron en exceso en las presentaciones de los temas, concentrándose en meter el máximo número de canciones durante la hora y veinte minutos que duró su actuación, Jason si tuvo tiempo para pedir la presencia  de nuestros mecheros durante la interpretación de "Queen Of Fire", con la pareja Chains/ Decay moviéndose de forma sincronizada, sumergiéndonos de lleno en un trallazo enérgico, cargado de melodía, con la que los de Toronto, levantaron un poco el pie del acelerador, para dejarnos recuperar el aliento, antes de encarar una incendiaria recta final protagonizada  por una apabullante "All Or Nothing" tema que abría su anterior trabajo " Burning Fortune", que hizo subir considerablemente la temperatura de la sala, convirtiendo el Rocksound en una auténtica olla a presión, con la banda convenciendo plenamente a sus seguidores, demostrando que cuando atacan su material más rápido y cañero es cuando mejor suenan.
 
 No se hicieron derogar en exceso Cauldron de cara a ofrecernos los inevitables bises, siendo el primero en aparecer sobre las tablas  el batería Myles Deck, que reclamó el grito y el calor de todos los presentes, que al unísono coreamos el nombre de la banda para, que acto seguido sus compañeros se colgaran nuevamente los instrumentos,  para precedidos por un redoble de batería arrollarnos con el ritmo contagioso de la seminal “Fight For A Day”, para posteriormente rematar su notable actuación con su mítico y primerizo “Chained Up In Chains”, desatando el delirio de las primeras filas que se dejaron la garganta cantando el estribillo y el cuello sacudiendo la cabeza, cerrando su actuación por todo lo alto, con Ian Chains acercando su guitarra al público, mientras Jason Decay se fundía con las primeras filas.
 
En resumen, buen concierto de Cauldron, que supieron sobreponerse a un inicio un tanto frío, para acabar venciendo y convenciendo con su música, en un concierto que fue de menos a más, ofreciéndonos una hora y veinte minutos de contundente heavy metal, haciendo las delicias de los que nos congregamos en Rocksound un frío domingo de Diciembre. Pese a la pequeña decepción que supuso su último disco “Tomorrow´s Lost”, parece que los chicos tienen muy claro lo que tienen que hacer de cara al directo, solo falta que hayan tomado buena nota y que consigan plasmar  esa potencia arrolladora y esa magia en su próxima obra de estudio.



ALFONSO DIAZ

FOTOS CARLOS OLIVER