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lunes, 8 de abril de 2013

ENFORCER+BLACKWAY-RAZZMATAZZ3-BCN-4-ABR-2013


Para todos aquellos fans del heavy metal de corte tradicional, el pasado jueves 4 de abril estaba marcado en rojo en sus calendarios, ya que dicha fecha, correspondía con la primera de las tres citas que los suecos Enforcer tenían programadas en nuestro país  como parte de su actual "Death By Fire Tour 2013", una gira que después de recorrer toda Europa continuará por el continente americano.  Con un disco  recién editado, hace  apenas un par de meses, y amparados por la buena acogida  de sus  dos trabajos anteriores que hicieron despertar la vena speed metalera de muchos fans de nuevo cuño, los suecos se presentaban en la Ciudad Condal dispuesto a asolarnos con  unos temas veloces, efectivos y arrolladores, cargados de fuerza y rabia metalera, demostrando que el hábitat natural de la formación es el directo.

Pero antes de la salida de Enforcer los locales Blackway serían los encargados de calentar el ambiente de una sala que registró una buena entrada. Seducidos por el clasicismo del  rock más efectivo y genuino, la joven formación de Pineda de Mar nos regaló 45 minutos de vibrante y marchoso hard rock, influenciado por la electricidad y el dinamismo de unos primerizos Ac Dc. Encabezados por el  adrenalítico guitarrista  Alex Pañero, auténtico motor de la banda en directo,( que no paró durante toda la actuación de mover la cabeza, alentar al público y hacerse cargo  de los coros), fue durante  los primeros compases de la inicial "Evil Woman" cuando  Blackway  dejaron claramente asentadas las bases  de su  sonido,  rock fuerte,  potente y guitarrero , demostrando una gran personalidad, así como  una buena puesta en escena con la que agradar y entretener a la audiencia. Aunque el cuarteto se mostró bastante cómodo y desenvuelto sobre el escenario , curiosamente, el componente más estático de la banda fue el vocalista Arnau Fayos, al que le costó un poco entrar en situación, pero que  finalmente, acabo cuajando una actuación individual solvente, que fue de menos a más, llegando a sonar bastante convincente en la  versión del “Daddy, Brother, Lover, Little Boy” de los americanos Mr. Big,  que fue interpretada durante el tramo inicial de su show  y durante el que Alex, y el bajista Richard Turró, reprodujeron el vertiginoso  duelo entre guitarra y bajo, teniendo el bajista que recurrir al uso de la pua. Tampoco faltaron en su show las pinceladas de rock clásico con sabor bluesy de "Heartbreaker”, en cuya parte intermedia destacó la pegada y contundencia de su batería Francesc López, que además de aporrear de forma potente su kit, también apoyó notablemente a la hora de dar contundencia a los coros.


Aunque en un principio la concurrencia se mostró un tanto expectante, a medida que avanzaba la actuación de Blackway, la gente se fue entonando,  mostrándose más participativa gracias en gran medida,  a los temas frenéticos y contagiosos de la banda catalana, pero sobre todo, a la entrega de su guitarrista que se mostró como un auténtico vendaval en directo, recurriendo a trucos escénicos clásicos  como el paseo entre la audiencia  que se dio durante el tema que presta su  nombre a la banda "Blackway", y que sirvió para  que Arnau nos presentara  a sus compañeros,  para posteriormente hacernos cantar el estribillo, dando color a un show que iba ganado en enteros. Para la recta final de su actuación  se dejaron el potente y pegadizo "Cave Of Rock", que sirvió como preámbulo para el último tema de la noche, otro cover, en esta ocasión sería el " Rock n´ Roll" de Led Zeppelin, que a modo de declaración de intenciones, sirvió  como colofón para una actuación entretenida y dinámica de manos de  una banda muy joven, que apunto muy buenas maneras sobre las tablas, y que si siguen trabajandoduramente  pueden llegar a  convertirse en una banda de referencia para los seguidores del sonido de bandas como Ac Dc, Airbourne, Hardbone,  o mirando más cerca, dentro de nuestras fronteras, sus paisanos '77.



Desde que en 2008 Enforcer editaran su disco debut "Ínto The Night", la popularidad de la formación sueca no ha hecho más que subir como la espuma, haciéndoles crecer vertiginosamente a raíz de  la publicación de " Diamonds" en 2010, lo que les facilitó el fichaje por  una de las compañías más importantes del continente europeo, con la que reciente, y esta vez en formato de cuarteto, han facturado  su trabajo más completo y arrollador el explosivo "Death BY Fire", un álbum de carácter conceptual que les ha situado a la vanguardia de la N.W.O.T.H.M. Con estos antecedentes, la expectación era grande ante la descarga de Enforcer.  Inmersos  en pleno proceso de crecimiento y consolidación de su estatus, los suecos traían, al igual que  en anteriores ocasiones, un telón central   con el logo de la banda, así como un par de telones laterales, situados a ambos lados de la batería, en los que se podían leer las palabras Heavy Metal, junto a  una máquina de humo que no dejo de funcionar durante toda la velada, creando un ambiente denso y pesado, que junto a las predominantes luces de color rojo daban al escenario un ambiente oscuro y demoniaco,  que nos hacía presagiar  lo que la formación sueca venía dispuesta a ofrecernos.


Cualquiera que haya escuchado la discografía de Enforcer, será consciente  del amor de estos chicos por la velocidad endemoniada y los riffs supersónicos, así que tras sonar a través del P.A.  la versión de Judas Priest del "Diamonds And Rust" , la actuación de Enforcer arrancaba con la intro que abre su más reciente entrega,  "Bells Of Hades" mientras  el cuarteto tomaba  posiciones para salir  en tromba dispuesto a convencer a la audiencia con su velocidad y su contundencia, arrancando  su incendiario show con "Death Rides The Night", un torbellino sonoro que servía para certificar el enorme tirón del nuevo material de la banda,  ya que la gente coreó la letra levantando   los puños arduamente,  acompañando el estribillo, mientras la apisonadora sueca,  liderada por un pletórico y descarado Olof Wikstrand, se sumergía de lleno en una sesión de headbanging que se mantuvo constante e incansable durante todo el show. Tras esta primera explosión inicial, la mecha prendida no dejo de arder vivamente, al abordar Enforcer una primeriza y speed metalera "Mistress From Hell", durante la que el sonido, un tanto embarullado en el tema inicial, se fue equilibrando permitiéndonos disfrutar plenamente de esos duelos guitarreros rápidos y precisos, que protagonizaron Olof y Joseph Tholl,  demostrando que la maquinaria sueca está plenamente engrasada y que con el paso de los años, gracias a las continuas giras por el viejo continente y América, la banda ha conseguido una puesta en escena  y madurez a la altura de las más importantes formaciones de la escena europea.



Con el ambiente perfectamente caldeado, llegaba el momento de presentar una oscura y cruda "Mesmerized By  Fire", perteneciente a su más reciente trabajo, con toda la sala sumida en la más absoluta oscuridad a excepción de un único punto lumínico de color rojo que apuntaba, directamente, sobre la diabólica faz del vocalista Olof Wikstrand, dando a la presentación una atmósfera totalmente demoniaca, que se vio reforzada por el uso del rever, lo que enalteció el ánimo de un público totalmente entregado, que correspondió a la banda coreando el tema como un auténtico clásico, haciendo inaudible, en algunos momentos la voz de Olof , mientras se desataba una batalla campal en la pista, con todo el mundo haciendo headbanging,  arrastrados por el huracán de velocidad  y decibelios  que creaban los suecos. Si durante este primer tramo de actuación, Enforcer nos habían obsequiado con una colección de temas directos y letales, la primera mirada a su anterior trabajo, el aclamado "Diamonds", vino de la mano de un melódico y coreadísimo "Katana ", con ambos guitarristas ocupando el centro del escenario dando la entrada a los  coros, levantando los brazos a la vez, consiguiendo que lejos de relajar los ánimos, el show mantuviera toda su nervio e intensidad poniendo nuevamente la sala patas arriba, consiguiendo crear un fantástico ambiente gracias a una conexión total con el  público. También tuvieron tiempo los suecos de dejarnos paladear, aunque sólo fuera de forma fugaz, su buen gusto y destreza  a la hora de facturar temas impregnados del  hard rock típico de la década de los ochenta, así que para ello, se  decidieron a levantar un poco el pie del acelerador para  deleitarnos con los contagiosos estribillos de un efectivo y muy celebrado “On The Loose”.



Resulta curioso, como pese a que la banda a lo largo de su actuación fue  variando de registro , moviéndose con soltura   entre   temas rápidos y  piezas  de corte más tradicional, en ningún momento se resintió  la intensidad del show,  que no decayó en ningún momento, y lo cierto es que durante todo la actuación  de Enforcer, el público pareció plenamente conectado con la banda, siempre atento a los movimientos de los músicos sobre las tablas,  y sin dejar de  corear  incansablemente, cada uno de los estribillos que proponía el cuarteto, dejando claro que  la fidelida es una de las principales cualidades de los fans de este estilo de música. Tampoco podía faltar la inclusión de alguno de los fantásticos temas instrumentales que siempre han incluido Enforcer en cada uno de sus trabajos,  así que cuando empezaron a sonar las primeras  notas del trepidante instrumental “Crystal Suite”, con esas características subidas a cargo del  bajo de Tobias Lindqvist  y la  batería de  Jonas Wikstrand, con ese aroma tan típicamente Maiden, la sala se volvió literalmente loca, convirtiéndose en una pista de baile donde nadie era capaz de permanecer quieto, mientras que desde las tablas los músicos no paraban de intercambiar sus posiciones, alentando y dando ánimos a una incasable audiencia.

 
Una nueva mirada a su primer trabajo “Into The Night”, de la mano del aplastante “Scream Of The Savage”, supuso el retorno a los ritmos más veloces y abrasivos  protagonizados por las afiladas voces agudas, volviendo a demostrar, que cuando el cuarteto sueco  pisa el acelerador se convierte en una maquina letal de hacer autentico heavy metal. Estaba claro que la apisonadora sueca estaba facturando una rotunda y brillante actuación, pero lo cierto es que lo mejor estaba aún por llegar, y para encarar el tramo final de su actuación,  que mejor que una de sus piezas más conocidas y celebradas, el enganchoso “Midnight Vice”, corte que abría “Diamomds”, el que para muchos, es el mejor de sus tres trabajos y que en directo se ha convertido en una pieza clave en las presentaciones de la banda,  con Olof acercándose al borde del escenario para animar a las primeras filas, mientras sus compañeros levantan al aire sus instrumentos ante el delirio del respetable. Otro detalle importante a reseñar del cuarteto sueco, fue que en todo momento, se centraron en la música, no hubo tiempo durante su actuación para grandes  charlas, ni extensos solos. Enforcer son conscientes de  que sus mejores armas de cara al directo, son sus composiciones, por ello, se esforzaron  al máximo en tocar a un ritmo rápido y vertiginoso, consiguiendo que piezas que en un principio pueden sonar hasta comerciales ,como es el caso del single de su último trabajo , “Take Me Out Of This Nightmare”, en directo, cobren una nueva dimensión, llegando a alcanzar altas cuotas épicas, gracias al coro unánime de una sala que coreo al unísono el estribillo, obsequiando posteriormente a la banda  con una cerrada ovación.

 
Durante la descarga de Enforcer, el cuarteto facturó un repertorio muy equilibrado, dando bastante cancha a cada uno de sus trabajos, así que no faltaron durante su actuación, cortes clásicos como “Take Me To Hell”, que cerraba “Diamomds”, y  que fue cálidamente recibido , para posteriormente embarcarnos   en la entrada del virtuoso y guitarrero “Silent Hour/ The Conjugation”, donde ambos guitarrista brillaron con luz propia durante su extensa parte solista, pero donde por encima de su compañero, el extrovertido Joseph Tholl, fue el que se llevó el gato al agua, dejando una buena muestra de su calidad como guitarrista . Con un escenario sumido en la más absoluta oscuridad empezaban a sonar los primeros compases de la speedmatelera y tétrica  “Satan”, uno de los temas más oscuros y furibundos de "Death  By  Fire", interpretado a oscuras durante su parte inicial,   ya que la luz  no retornaría al escenario hasta producirse la tercera invocación del maligno, haciendo crecer la emoción y excitación de un público, que acabó volcado y rendido ante la incendiaria y asesina composición   que los suecos eligieron  para cerrar su actuación.



Sin que la banda llegara a abandonar las tablas, rápidamente y sin ofrecernos ningún tipo de descanso, daban arranque unos bises, que pese a ser relativamente cortos, únicamente un par de temas, lo cierto es que fueron capaces de concentrar toda la magia, la épica y la velocidad, que la formación sueca es capaz de desplegar  sobre las tablas. La primera de las dos piezas que compondrían el “encore” sería la composición que abría su primer trabajo, la vertiginosa “Black Angel”, que volvió a desatar, una vez más, (y es que a lo largo de la noche fueron varias las ocasiones en  que la sala se vino literalmente abajo), la locura más absoluta, con  Olof comandando a sus compañeros, haciendo gala de sus dotes como   frontman, incitándonos a gritar el pegadizo estribillo como si nos  fuera la vida en ello, mientras que la pieza escogida para poner el definitivo punto y final, fue una abrumadora versión del  “Into The Night”, una acertada elección,  que permitió que Enforcer se bajaran del escenario dejando a sus fans con la sensación de haber presenciado  la actuación de una  una de las bandas  con un directo más  letal y abrumador de la actualidad.


Sin duda habrá quien piense que la música del cuarteto es un mero ejercicio de revival, falto de originalidad y que suena totalmente vieja y desfasada, pero lo cierto es que después de ver la descarga de Enforcer es imposible  poner ninguna pega al show de la formación sueca, ya que estos cuatro chicos derrocharon actitud metalera,   dejándose  la piel sobre el escenario, y lo que es más importante, fueron capaces de transmitir esa credibilidad que únicamente saben imprimir aquellas personas que disfrutan plenamente de lo que están haciendo. Tras ver la arrolladora actuación de la apisonadora sueca, no creo equivocarme al afirmar que el cuarteto está plenamente preparado para subir un nivel  más en su carrera, otro asunto totalmente al margen, es si a día de hoy, su propuesta goza  del apoyo mayoritario de un público que parece haberse olvidado de las raíces primigenias del  sonido que popularizaron  las “grandes bandas” de nuestro estilo.




TEXTO: ALFONSO DIAZ
 FOTOS:CARLOS OLIVER

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