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sábado, 14 de diciembre de 2013

GENERATION KILL-WE´RE ALL GONNA DIE





Ahora que parece que el futuro de los thrashers americanos Exodus está más en aire que nunca, debido a la incorporación definitiva del guitarrista Gary Holt a los maestros Slayer, parece que el vocalista Rob Dukes va a centrar todos sus esfuerzos en este proyecto bautizado con el sugerente nombre de Generation Kill. Coincidiendo con el inicio de la temporada estival,  Dukes y sus secuaces se pasearon por nuestros escenarios acompañando a las leyendas de la Bay Arena Heathen,  en un par de actuaciones en las que el quinteto neoyorquino  dejó una muy grata impresión, descargando los mejores cortes de su debut “Red, Wine And Blood”, y una buena selección  del material contenido en este segundo trabajo.



Para los que todavía no hayan tenido la ocasión de acercarse a la nueva aventura del vocalista americano, hay que remarcar que lo que se van a encontrar en este “We´re All Gonna Die” son ocho composiciones duras y compactas, en las que se mezcla la rabia arrebatadora de ese crossover de corte metálico y corrosivo, con otras piezas en las que la cadencia y la profundidad de las guitarras parecen retrotraernos a unos  tempos más densos y rugosos, casi más propios del sonido pétreo y pantanoso  que practican bandas como Down o Crowbar; todo ello enmarcado dentro de una fantástica producción, y dominado por la agresiva y cortante  voz del carismático Rob Dukes, que es quien se encarga de aportar esa personalidad y carisma que hace que la propuesta de la banda resulte  tan sumamente atractiva tanto para los fans   de Exodus, como para los seguidores del hardcore-punk.


El disco se abre de forma violenta con el abrasivo “Born To Serve”, en el que la banda nos muestra su faceta más directa y combativa, avasallándonos sin piedad con una pieza rápida, cargada de dinamismo y mala leche, protagonizada por  unos coros altamente contagiosos, ideales para el directo, dando forma a  toda una declaración de principios en la que la  banda nos ofrece su lado más corrosivo y guerrero. Al igual que sucediera en su debut de hace un par de años, el quinteto, lejos de dejarse encasillar fácilmente, trata de explorar diferentes vertientes y estilos, de modo que la segunda pieza del álbum es la densa y cambiante “Prophets Of War”, en la que la banda  se sumerge de lleno en unas atmósferas más  oscuras y cadenciosas, lideradas por la tortuosa voz de Dukes durante la primera mitad del tema, para posteriormente pisar el acelerador al máximo en una trepidante y explosiva recta final, redondeando  un trallazo que resultara idóneo para los “circle-pits” en sus conciertos.


La intensidad y las atmósferas pesadumbrosas se convertirán en las protagonistas del tercer corte del álbum  “Death Comes Calling”, un rabioso medio tiempo durante el que Dukes alterna unos registros limpios y melódicos, con otros más desesperados y tortuosos, mientras las guitarras de Jason Trenczer  y Jason Velez dan al corte una orientación  más melódica y contenida, acercándose, durante algunos pasajes, a los Down de Phil Anselmo. Pero indudablemente si hay algo que caracteriza esta nueva entrega de Generation Kill es la velocidad y potencia de temas como “Friendly Fire”, en el que el quinteto nos muestra su faceta más netamente thrashmetalera, respaldándose para ello en la  velocidad endiablada de las guitarras, y unos contagiosos coros, a cargo del bajista Rob Moschetti (ex -M.O.D. y ex -Pro-Pain),  que convierten la pieza en un trallazo demoledor. Rápido, combativo y vertiginoso, sin duda “Friendly Fire”, pasa por ser uno de los cortes  más enérgicos y trepidantes de todo el plástico.


Quizás, el tema más extraño del álbum, y que rompe un poco su dinámica, es “Carny Love” un uptempo que arranca con una introducción tétrica, que nos embarcará  en un seductor viaje a través de diferentes ambientaciones y tesituras, pasando de momentos envolventes e hipnóticos, a fragmentos de más intensidad, en los que la banda suena realmente cruda y cadenciosa empujada por la batería de Jim DeMaria. Ahondando en la línea más agresiva del quinteto nos topamos con los tintes más contemporáneos de “Vegas”, en la que el sonidos de las guitarras vuelve a arrollarnos de forma inexorable, mientras Rob Dukes apuesta por ofrecernos   unos registros más rasgados e incisivos, facturando una pieza que mezcla el thrash metal de toda la vida con  una  sonoridad  totalmente contemporánea y  realmente atractiva.


La vena más netamente thrashmetalera vuelve a bombear con fuerza al ritmo de la aplastante  “There Is No Hope”, una composición que pasa por ser la más cercana al material más reciente de Exodus, convirtiéndose en un descomunal ejercicio thrashero que te hará sumergirte en una alocada sesión de “headbanging”. La encargada de cerrar el álbum, de forma magistral, es la escueta y directa pieza que da nombre al álbum, la profética “We ´re All Gonna Die”, en la que se funden   de forma rotunda la caña thrashera, y una  actitud plenamente hardcore, que nos trae al recuerdo la época dorada de los tejanos Pantera. Sin duda una magnifica elección para cerrar este atractivo y arrollador trabajo.


Aunque su debut “Red, White And Blood” no era un mal trabajo, la verdad es que este nuevo plástico del quinteto neoyorquino está muy por encima de su predecesor. Ahora sólo falta comprobar si Generation Kill tendrán continuidad como banda de cara al futuro, o acabarán convirtiéndose en el pasatiempo de Dukes durante los descansos de Exodus.






Lista de Temas

1. Born To Serve
2.
Prophets Of War
3. Self Destruction
4. Friendly Fire
5. Carny Love
6. Vegas
7. There Is No Hope
8. We're All Gonna Die

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