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domingo, 6 de abril de 2014

EL FANTASTICO HOMBRE BALA-PLATAFORMA-BCN-5-ABR-2014



Dentro de la escena nacional hay un montón de formaciones que, por una u otra razón, nunca llegaron  a alcanzar el nivel de  éxito y reconocimiento que sin duda se merecían. Durante la convulsa década de los noventa, mientras los grandes dinosaurios del rock caminaban inexorablemente hacia su extinción y con una nueva generación de jóvenes deseosos de nuevos sonidos y héroes, los ojos de medio mundo estaban puestos  en la ciudad de Seattle donde un nuevo movimiento denominado “grunge” conseguía crear un nuevo estilo musical que acabaría transformándose en la banda sonora de la denominada “Generación X”.

Mientras bandas como Pearl Jam, Nirvana o Soundgarden copaban las listas más importantes a ambos lados del océano Atlántico, en nuestro país este nuevo movimiento era tímidamente seguido por un sector muy  minoritario de público. Buena prueba de ello fueron las primeras descargas en  tierras españolas de bandas como Nirvana o  Pearl Jam, que únicamente consiguieron llenar salas de pequeño aforo en sus primeras presentaciones en la capital. Como suele suceder casi siempre en este país, fue cuando estaba empezando a remitir el interés en este “nuevo sonido Seattle” cuando comenzaron a emerger los primeros representantes de esta nueva corriente dentro de nuestras fronteras, formando una escena compuesta por un montón de nuevas bandas que se salían de la norma, aportando un caudal de  ideas que significaron un soplo de aire fresco para una escena que continuaba copada por los mismos nombre de siempre. Fue en esta época cuando aparecieron bandas como Santa Fe, Doctor No, Tribu X, My Criminal Psycholovers o El Fantástico Hombre Bala.

De entre este elenco de bandas que emergieron con fuerza  durante la década de los noventa, sin duda fueron estos  últimos, FHB, los que más repercusión obtuvieron dentro de la escena nacional con la publicación de dos trabajos, su prometedor debut “Tierra de Cerdos”, publicado en 1994  a través de la multinacional EMI, y su posterior “Estigmas” (1996), que les sirvió para abrir el concierto  en Barcelona de unos Kiss “re-maquillados”. Paradójicamente creo que el formar parte del catálogo  de una multinacional como EMI acabó lastrando notablemente la proyección de una banda que era demasiado alternativa para los roqueros más tradicionales, y excesivamente  cañera para los habituales consumidores de las radio fórmulas.

Tras unos años con la banda fuera de circulación y mientras su vocalista, el carismático y polifacético Morti, se embarcaba en diferentes proyectos como Bushido, Skizoo, Exmundus…, la banda fue  alcanzando el estatus  de formación de culto entre todos los seguidores del rock alternativo en nuestro país. Tras una fugaz actuación en la sala Razzmatazz 2 de la Ciudad Condal, a finales del pasado año 2012 , como parte de los actos de conmemoración del vigésimo aniversario de  la mítica Sala Garatge, parece que ahora sí la formación catalana está dispuesta a consolidar su retorno definitivo sobre los escenarios.

Para esta puesta de largo la formación catalana había escogido  el intimismo de la Sala Plataforma de Barcelona, en la que un buen grupo de amigo y antiguos seguidores de la banda serían testigos, en primera persona, del “come back” de la banda. Aunque a la hora prevista para el inicio del show el aspecto en la sala era bastante frío, lo cierto es que poco a poco la afluencia de público se fue animando hasta dar al recinto un aspecto bastante cálido y acogedor.

Para todos los que seguimos la trayectoria de la banda durante su anterior etapa resulta evidente que El Fantástico Hombre Bala nunca fue  una formación típica. Siempre intentaron ir un paso por delante del resto de bandas de su generación, convirtiéndose en auténticos referentes, ya fuera con sus enrevesadas estructuras musicales, rebosantes de ese marchoso y eléctrico funk rock, o por unas letras ingeniosas e introspectivas con las que resultaba muy fácil identificarse. Aunque en las fotos publicadas a través de su perfil en  Facebook la banda formaba como un quinteto, contando con las participación del guitarrista Ricky Frouchtman, ocupando  el puesto del tristemente desaparecido Sebastián Delaware “Munsee”, lo cierto es que  esta noche los barceloneses se presentaron con una alineación de  cuarteto, formando con los clásicos Dani Baraldés a la guitarra, el bajista Sebi Suarez, el batería Charly Sardá y el ya mencionado Morti.

Si alguno de los presentes pensaba que esta nueva actuación de la banda iba a estar centrada únicamente en el recuerdo de épocas pasadas, lo cierto es que estaba totalmente equivocado,  ya que  la banda puso las cartas sobre la mesa desde los primeros compases de su actuación,  apostando en el arranque por una de sus nuevas composiciones “Fuera de Control”, que fue la encargada de romper el hielo con su filo intimista e introspectivo, para rápidamente, y tras la primera ráfaga de aplausos, sumergirnos en las atmósferas más envolventes y cambiantes del  tortuoso “Camino de Espinas”, que conseguía hacer subir  la temperatura en la sala.

Aunque la banda demostró a la hora de interpretar sus composiciones más clásicas que no ha perdido la garra y el “punch” que siempre les caracterizó, lo cierto es que algunas de sus nuevas composiciones como “Chico Malo”, sirvieron para ofrecernos una nueva faceta de la formación, quizás no tan agresiva e incisiva, pero mucho más divertida y contagiosa de cara al directo, con Morti demostrando que sigue conservando su carisma y   magnetismo, vacilando al público con sus bailes, a la vez que nos hacía  cantar el estribillo una vez concluido el tema. La primera pieza rescatada de su debut fue la siempre efectiva “Cruza”, en la que no faltó esa explosiva fusión de funk  y  crossover, ni la aparición del clásico megáfono de Morti.

De entre las nuevas composiciones, personalmente destacaría la agresividad contenida en “El Alma En Otro Lugar”, que pareció gustar bastante a todos los asistentes, convirtiéndose en la antesala perfecta para otra de las piezas de nuevo cuño “Mundo Demencial”, que de entre las nuevas fue quizás la más coreada, ya que la banda ya la tocó en su concierto del Razzmatazz 2,  y de la que ha colgado un video a través de las redes sociales. Una nueva mirada al  pasado nos abalanzaría de lleno sobre la pieza de apertura de su segundo trabajo "Estigmas", el vitalista “Soy” en el que brilló especialmente la guitarra de Dani Baraldés. Aprovechando un pequeño problema con el bombo de la batería de Charly, Morti y Dani protagonizaron el momento emotivo de la noche,  interpretando la  balada “Dar, Dar y Recibir”, que el vocalista dedicó a su compañero fallecido “Munsee” y que fue coreada intensamente  por todos los presentes.

Con el problema del bombo resuelto, llegaba el momento de que el cuarteto retomara su actuación, proponiéndonos otra de sus nuevas composiciones “Árboles”, para la  que el vocalista reclamó nuestra colaboración, haciéndonos levantar los brazos para montar una especie de performance, en la que toda la audiencia simuló ser un árbol agitado por  el viento. “Estigmas”, sería la encargada de volvernos a adentrar en esas envolventes y envenenadas melodías, marca de la casa, del cuarteto barcelonés. Otra de las composiciones que mejor acogida obtuvo por parte de un público que, al igual que la banda, se fue entonando a medida que iba avanzando el show, fue “Al Límite”, que volvió a demostrarnos que la banda sigue experimentando con esos sinuosos y atrayentes ritmos funk, que se vieron rematados por un final a capella a cargo de Morti.

A estas alturas de actuación el ambiente en la sala era ya muy caliente, y estaba claro que la banda no iba a permitir que decayeron los ánimos, así que la siguiente en sonar fue una de las canciones más conocidas y representativas de su carrera, una coreadísima “Sin Filosofía”, que contó con el apoyo de todos los presentes y que el vocalista quiso dedicar a dos personajes ilustres, Layne Stanley y Kurt Cobain, del que precisamente esta noche se conmemoraba el vigésimo aniversario de su muerte. La encargada de echar el cierre a esta primera parte de su actuación fue “Mortal”,  que volvía a poner a todo el mundo a bailar, mientras Morti, sobre el escenario, no dejaba de contornearse.

Aunque, tal y como se encargó de remarcar el vocalista en un par de ocasiones, estábamos prácticamente en familia, lo cierto es que la vuelta de la banda sobre las tablas consiguió crear un ambiente realmente mágico, que se vio culminado con  la llegada de “Desafinado”, extraído de su debut,  con banda y público dándolo todo y botando incansablemente, mientras que la encargada de echar el cierre a su actuación fue la directa y arrolladora “Combustión Espontánea” que nos mostraba que, pese al largo tiempo de letargo, la banda sigue conservando esa flema voraz y salvaje que siempre les caracterizó.

Sin duda el retorno de una de  las bandas más queridas y admiradas dentro del panorama  roquero nacional representa  una excelente noticia para una escena que continúa padeciendo los mismos males que hace dos décadas. Que nadie piense que este concierto fue un mero ejercicio de nostalgia revival, ya que la banda demostró estar en un buen estado de forma. Además para certificar que su vuelta es un retorno con todas las consecuencias la banda presentó un montón de nuevas composiciones, lo que denota que los chicos  están trabajando duramente en el local de ensayo. Ahora solo hay que esperar que puedan encontrar la forma de dar salida a estas nuevas composiciones en forma de un nuevo trabajo de estudio.



TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ

2 comentarios:

  1. Me encantaba esta banda, y su debut supuso una especie de aire fresco a la escena. Sin duda, Morti mola más con los hombres bala que con Skizoo

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  2. Realmente una banda que merece la pena por su música, carisma, calidad, profundidad de sus letras y buenos músicos, se merece un reconocimiento mayor del que tienen ya que ellos dan mucho. Rock!!!! Un crack Moti!!!!

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