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martes, 24 de marzo de 2015

FINNTROLL+HATESPHERE+PROFANE OMEN-APOLO 2-BCN-18.MAR-2015




Durante los últimos años los finlandeses Finntroll se han convertido en unos habituales de nuestros escenarios. Si hace poco más de un año ya nos visitaron  presentando su última entrega de estudio "Blodsvept", en esta ocasión el motivo de su visita era conmemorar el décimo aniversario de su tercer trabajo "Nattfödd", un álbum que marcó un punto de inflexión en su carrera y que significó el último largo que grabarían junto al vocalista  Tapio Wilska.

El enclave escogido para que los trolls de Helsinki revisitaran su obra de 2004 sería la sala pequeña del Apolo, y para ayudarles a redondear una velada de miércoles verdaderamente atractiva contarían con la participación de sus compatriotas Profane Omen y unos viejos conocidos de la parroquia metálica catalana, Hatesphere. Pese a que la sala no acabó de llenarse completamente, lo cierto es que la afluencia de público fue bastante numerosa, consiguiendo dar a la velada una ambientación desenfadada y divertida, permitiendo que todos los asistentes pudieran abandonarse a esos alocados bailes marca de la casa sin tenerse que preocupar en exceso de molestar a sus "vecinos".

Frente a una audiencia todavía poco numerosa, pero muy animada, los encargados de dar el pistoletazo de salida a la velada serían Profane Omen. No era esta la primera vez que este quinteto de Lahti descargaba en los escenarios españoles, y eso se notó en la excelente acogida que recibieron. Sin duda uno de los principales baluartes de su descarga fue su facilidad para conectar con el sector más joven de la audiencia, gracias en gran medida al excelente trabajo como “frontman” de su vocalista Jules Näveri, quien durante todo el show no dejó de animar al personal mientras lideraba las poderosas acometidas de temas como la inicial "Wastehead". Con su último trabajo “Reset” ya muy rodado la banda quiso que todos fuéramos parte de la fiesta al hacernos participar activamente  en temas como "Sonic Wings". Los finlandeses se mostraron en todo momento como un equipo sólido y compacto, pero lo cierto es que pese a que fraguaron una buena actuación, no me acabaron de convencer los registros menos agresivos de Näveri, ya que acababan sonando excesivamente livianos, restándole intensidad al show.

Tras haber hecho las presentaciones pertinentes y después de agradecernos nuestra presencia el quinteto volvía a centrarse en la faceta más devastadora de su sonido para espetarnos una tremebunda "Bound To Strive", que nos dejaría ese implacable duelo entre las  guitarras de Williami Kurki y Antti Kokkonen. Durante todo su concierto el verdadero protagonista fue su último trabajo "Reset", de modo que no faltarían piezas corrosivas como la inicial  "The Instigator", que fue muy bien recibida y propició la aparición de los primeros  "circle- pits" y la descomunal "Trails", que volvía a recabar el apoyo incondicional de las primeras filas.

Tras volver a solicitar nuestra colaboración para reclamarnos un grito ensordecedor llegaba el momento de centrarse en sus anteriores obras de estudio, siendo las elegidas para cerrar su actuación  dos composiciones de su debut  de 2006 "Beaten Into Submission", la desternillante "God In A Bottle", todo un chute de vitalismo y adrenalina, y  la final “Painbox”.

Finiquitado el paso de la formación finlandesa les llegaba el turno a unos ilustres veteranos dentro de la escena metálica europea, Hatesphere. El quinteto danés a base de publicar trabajos como “The Sickness Within” (2005) o “Serpent Smiles And Killer Eyes”(2007) y de girar intensamente por todo el viejo continente se ha ido labrando una excelente reputación como banda de directo. Su última entrega “Murdelust”, que ya fue presentada por estos lares en su anterior  visita junto a  Hypocrisy, ha supuesto el espaldarazo definitivo a su carrera, consiguiendo aunar en sus sonido tanto las raíces más genuinamente thrash/ death de sus inicios como ese “groove” intenso y poderoso deudor de bandas como Pantera.

Atrás parecen haber quedado los constantes cambios en su alineación, ya que  desde la entrada de su vocalista Esben “Esse” Elmegaard en 2010 el quinteto parece haber alcanzado esa ansiada estabilidad. De forma escalonada, uno a uno, los miembros de la formación fueron tomando posiciones sobre las tablas para arrancar de forma rotunda su actuación con el crujiente sonido de “Lies And Deceit”, que suponía la excusa perfecta para que  el quinteto empezara a fustigarnos sin compasión con la crudeza de sus riffs imparables. Igualmente desternillantes resultaron las caras de poseído que nos ofreció  el barbudo “Esse”, al encarar piezas como “The Coming Of Chaos”, que con esos riffs rocosos y entrecortados se convirtió en la excusa perfecta para que los más animados se entregaran a los “circle-pits” y al “mosh”.

Pese a las excelentes críticas que ha recibido su última obra “Murderlost”, lo cierto es que el álbum al que más recurrieron los daneses  fue “Serpent Smiles And Killer Eyes”, de forma que no faltaron los intensos fraseos thrasheros que dominaron piezas como “Floating”, que caldeaba  todavía más el ambiente entre una audiencia de lo más participativa. Mucho más oscuro y tortuoso  resultó “Resurrect With A Vengeance”, único recuerdo que se permitieron a su penúltima obra “The Great Bludgeoning”, que con esos riffs pétreos e implacables serviría para mostrarnos su faceta  más densa y pantanosa.

El tramo central de su descarga estaría plenamente centrado en el material de su última referencia discográfica, ofreciéndonos de forma consecutiva la pieza que presta su nombre al plástico, “Murderlust”, que fue la responsable de desatar la locura generalizada entre las primeras filas, e “Iconoclast”, para la que el extrovertido vocalista solicitó nuestra colaboración. A estas alturas del show estaba claro que los daneses, una vez más, habían conseguido convencer a todos los presentes, pero para rematar de forma definitiva al personal que mejor que una de sus piezas más clásicas y reconocibles, la iracunda y visceral “Hate”, que con su ritmo intenso y percutor convirtió la sala en una auténtica olla a presión.

Aunque las composiciones de Hatesphere son como golpes letales y certeros, lo cierto es que los daneses  siempre han hecho gala de un afilado sentido del humor, y la mejor prueba  de esa  acidez lírica quedaría plasmada en piezas como “Drinking With The King Of The Dead”, repleta de efluvios etílicos y ramalazos sureños. Sin abandonar el material contenido en su quinto trabajo de 2007, la encargada de proseguir con el show seria la agresiva “Forever War”, que volvería a espolear al máximo a los integrantes de las primeras filas. Mientras que la elegida para  despedir a los daneses sería “Sickness Within”, para la que el quinteto no dudó en organizar al respetable para montar un buen “Wall of Death”, que sirvió como rúbrica para una fantástica actuación.

Tras una larga pausa, amenizada por los ruidos propios de la floresta nórdica y el intenso croar de las ranas de la ciénaga, los trolls de Helsinki se preparaban para tomar el escenario de un Apolo  2 que a estas alturas de la noche presentaba una muy buena entrada. Casi tan importante como su propuesta musical,- a medio camino entre el folk  y  el black-, resultan las letras de sus canciones,- cantadas en sueco, pese a su origen finlandés-, y la puesta en escena de todos sus miembros, luciendo estrambóticos ropajes y esas inconfundibles orejas puntiagudas.  Debido a la asiduidad con la que la formación nos ha visitado en los últimos tiempos resulta evidente que cada vez su legión de seguidores es manifiestamente superior, y más cuando el motivo de esta nueva visita era rememorar una de sus obras más celebradas y aclamadas, el clásico “Nattfödd”.

Teniendo en cuenta semejante perspectiva estaba claro cuál iba a ser el planteamiento de esta noche, de modo que como si de un ceremonial se tratase el ejército de trolls, luciendo sus inseparables sonrisas, tomaba posiciones sobre el escenario para empezar a desgranar,- en el mismo orden y de forma íntegra-, el material de la citada obra de estudio. Acompañados por la introducción “Vindfärd”, el sexteto no tuvo ninguna clase de dificultad para desde los primeros compases del show ganarse la simpatía y la complicidad de una audiencia plenamente conocedora del material de esta noche, y que reaccionaria con total jolgorio y algarabía al reconocer los primeros compases de piezas como “Manniskopesten”, que era la elegida para convertir la sala en una especia de pista de baile, con todo el mundo danzando animadamente  embelesado por las poderosas melodías del sexteto.

Tras el impactante inicio  el ambiente en la sala no haría más que caldearse cuando el afilado bajo de Sami “Tundra” se encargó de introducirnos en la disparatada  “Eliytres”, dejando en el ambiente esas suculentas pinceladas de adictiva “humppa”. Tras recibir las primeras ovaciones de la noche, era el propio vocalista de la banda, Mathias “Vreth”, el encargado de explicarnos cuál sería la estructura del show de esta noche, para posteriormente  atacarnos frontalmente con “Fiskarens Fiende”, que nos dejaría una buena muestra de la polivalencia de los teclados de Henri “Trollhorn”. Pero sin duda una de los momentos más vibrantes de esta primera parte del show y, porque no decirlo, de toda la velada llegaría con ese auténtico himno en que se ha convertido “Trollhammaren”, que aunaría los cánticos de todos los presentes para convertir la sala en un auténtico despiporre.

Siguiendo escrupulosamente el plan de ruta trazado por la formación finlandesa, todos sabíamos que la siguiente en hacer acto de presencia seria la pieza que daba título al álbum “Nattfödd”, y con ella llegarían las atmosferas más agresivas y oscuras, que se vieron potenciadas  por esas luces verdosas que inundaron  todo el escenario. Si durante las actuaciones de las bandas teloneras  la entrega del respetable había sido verdaderamente encomiable, realizando numerosos “circle-pits”, la respuesta fue absolutamente antológica cuando “Vreth”  nos pidió toda nuestra energía y dedicación para dar colorido a piezas como “Ursvamp”, o la más demoniaca “Marknadsvisan”, que fue iniciada con todos los trolls dando la espalda al respetable antes de desplegar  su faceta más visceral y metalera.

Pero evidentemente todos los fans de la banda querían divertirse y abandonarse a esos bailes desenfadados y disparatados que siempre han dominado las descargas del combo finlandés, de modo que la euforia volvería a apoderarse de todos los presentes cuando el sexteto se internó en los sugerentes pasajes de “Det Iskalla Trollblodet”, que fue acompañada con palmas por todo el respetable, para que posteriormente la banda cerrara esta primera parte del show con una nueva versión de su clásico “Grottans Barn”. Tras retirarse acompañados de una gran ovación  el sexteto se tomó  un par de minutos de descanso, para recuperar energías de cara a la segunda parte del espectáculo.

El retorno sobre las tablas estaría marcado por el sonido más potente y expeditivo de la pieza que prestaba título a su última entrega discográfica “Blodsvept”. Sin abandonar el material de ese trabajo la siguiente en hacer acto de presencia seria “Mordminnen”, que les servía para certificar que sus más recientes composiciones han calado muy profundamente entre sus incondicionales. Por si el ambiente de fiesta y celebración no era suficiente en el recinto, con toda la audiencia coreando insistentemente el nombre de la banda,  un seguidor tuvo la valentía de subirse al escenario para pedir la mano de su novia, lo que propició, junto a la respuesta positiva de la muchacha, que en la sala se incrementara el nivel de euforia cuando los músicos empezaron a desgranar las deliciosas melodías contenidas en  “Solsagan”.

Pese a que como era de esperar en esta segunda parte del show fueron las composiciones de su última etapa las que mayor protagonismo tuvieron, los finlandeses no quisieron dejar pasar la ocasión de premiar la fidelidad de sus fans más veteranos, rescatando para la ocasión viejas gemas como la primeriza “Svartberg”. El retorno sobre su material más reciente estaría marcado por “När Jättar Marschera”, que se acabaría convirtiendo en la antesala perfecta para “Nedgäng”, que fue la única mirada que se permitieron hacia el trabajo que representó el debut de “Vreth” con el combo de Helsinki.

Cabe destacar que durante toda la velada tanto el ambiente sobre el escenario como en la pista fue absolutamente demoledor, con una banda impresionante, totalmente entregada y que en todo momento supo conectar y dar a sus seguidores lo que habían ido a buscar, música oscura, una buena puesta en escena y, ante todo, grandes dosis de diversión. Así que con el objetivo totalmente cumplido llegaba el momento de finiquitar esta segunda parte del show y las elegidas para hacerlo fueron dos piezas rescatadas de su “Jaktens Tid” de 2001, “Slaget Vid Blodsälv”  y la pieza homónima del mismo.

Con la gente completamente volcada llegaba el momento de los bises, y las encargadas de dar el pistoletazo de salida al “encore” serían dos piezas de su último trabajo, concretamente la dupla formada por “Skogsdotter” y la tenebrosa “Häxbrygd”, que con el escenario teñido en tonalidades púrpura  se acabaría convirtiendo  en una de las más potentes de toda la noche. Pero sin duda la última gran explosión de júbilo llegaría con la pieza elegida para cerrar la velada “Under Bergets Rot”, que servía para que los finlandeses se retiraran de las tablas tras ofrecernos un magnífico espectáculo y dejándonos con un muy buen sabor de boca.

Tras haber presenciado su descarga resulta evidente que Finntroll no son una banda al uso, todo en ellos es diferente: su vestuario, su puesta en escena, sus letras, y ese espíritu festivo, desenfadado e innovador que les permite colocar en la misma coctelera sonidos tan dispares y antagónicos, dando forma a una propuesta personal y altamente atractiva. Algo que sin duda les ha convertido en una banda referente y de difícil catalogación, y que como suele suceder con las formaciones que tienen un estilo propio y una marcada personalidad: O los amas o los odias. 



TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:CARLOS OLIVER



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