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viernes, 21 de agosto de 2015

SONIC BLAST-MOLEDO-14-AGO-2015

Enclavado en la bonita población de Moledo do Minho el festival portugués Sonic Blast se ha consagrado en menos de cinco ediciones como una cita ineludible para todos los amantes del stoner, el psych, el classick  rock y las propuestas más psicodélicas, aunque en sus dos últimas ediciones la organización ha ampliado sus  miras y está dejando espacio a propuestas más metálicas. Sin duda la proximidad con la frontera gallega ha sido decisiva para que la afluencia de público se haya convertido en una mezcla casi equitativa entre público luso y español, creando un ambiente de compañerismo y camaradería que ha propiciado el auge del festival durante los últimos años.

Y es que hablar del Sonic Blast no es hacer referencia a uno de los múltiples festivales que se celebran a lo largo del verano en cualquier rincón del Viejo Continente, ya que la particularidad del festival portugués es que además de su oferta musical la organización dispone de espacios para que los más atrevidos e intrépidos puedan ejercitarse en disciplinas como el surf o el skate. Otro de los atractivos que cuenta este  Sonic Blast es disponer de dos zonas de conciertos. Una enclavada dentro del recinto de una piscina, así que mientras va cayendo la tarde y los asistentes descubren nuevas propuestas de manos de jóvenes valores, la gente puede darse un refrescante chapuzón. Y el recinto donde esta ubicado el escenario principal, situados a escasos 50 metros de la piscina, que es donde tienen lugar  las actuaciones más destacadas.

En cuanto a la zona de acampada nuevamente volvería a situarse a unos 300 metros de donde se realizarían los conciertos, concretamente en un pequeño bosque, repleto de sombras  y muy cerca de la playa del municipio. A diferencia de lo que sucediera en anteriores ediciones, de cara a la de este año la organización había preparado una fiesta de bienvenida para los primeros que llegaron a la zona de acampada proponiéndoles una triple cita en un local denominado Ruivo´s Bar, contando con la participación de Galactic Superlords, Astrodome y The Dead Academy.

MANTRA

Pero el festival propiamente dicho arrancaba a primera hora de la tarde del viernes  con el concurso de Mantra, un potente power-trio procedente de la cercana población de Viana Do Castelo que ante una audiencia muy relajada, -todavía sentada en sus toallas de playa-, dio buena cuenta de su portentoso stoner rock salpicado de algunas pinceladas doom y psicodélicas. El grueso de su actuación estuvo centrado en las composiciones de su reciente EP “I: Hell Or High Water”, publicado a principios de este mismo año, y aunque no llegaron a movilizar a los presentes, si que fueron seguidos con atención por una audiencia deseosa de emociones fuertes que acompañó desde la distancia la rugosidad contenida en  piezas como “Catcher In The Rye” o los aires más introspectivos y envolventes de “Dusty Road”.

THE BLACK WIZARDS

Los encargados de recoger el testigo serían los chicos de The Black Wizards. Liderados por la vocalista Joana Brito, -todo un torbellino sobre las tablas-, este cuarteto con pintas de Hippies de la década de los setenta animaron considerablemente la tarde con esa personal fusión entre el estilo ácido del maestro Hendrix y la oscuridad riffera de los primeros Sabbath, todo ello convenientemente aderezado con unas rotundas dosis de improvisación y psicodelia.

Y es que la banda se mostró a lo largo de todo su show como un colectivo sólido, compacto y perfectamente conjuntado, haciendo que temas “Back In The Town”, fueran el mejor antídoto para desprenderse de la morriña propia de media tarde. Además de mostrar su apuesta decidida por ese rock de estirpe clásica y setentera , The Black Wizards también nos mostraron su faceta más espiritual e intimista en temas de ambientación más relajada como “I Don´t Belong Here”, dejando claro que el material contenido en su primer Ep “Fuzzadelic”, -que fue publicado un viernes 13 febrero-, resulta ideal para los directos.

BIG RED PANDA

Pese a que el tiempo no acabó de acompañar todo lo que nos hubiera gustado, de hecho durante esta primera jornada hizo  tímido acto de presencia alguna pequeña precipitación, lo cierto es que los más atrevidos no quisieron dejar pasar la ocasión para darse un buen chapuzón en la piscina mientras Big Red Panda tomaba posiciones sobre el escenario. El quinteto de Ponte Lima destacó por su formación de tres guitarristas, lo que les permitió dar a composiciones como su nuevo single “High Ride” un toque vitalista y marchoso.

Tampoco faltaría a lo largo de su descarga algunos pasajes más elegantes y setenteros como los contenidos en la explosiva y camaleónica “Centopide”. Pero sin duda los momentos más destacados de su descarga llegarían al abordar la extensa “Miles Davis”, en la que el quinteto dio rienda suelta a algunas de sus inquietudes musicales en un extenso ejercicio instrumental en el que hubo espacio para potentes andanadas roqueras, algunos pasajes más introspectivos, e incluso algunos momentos de esencia funk.


THE ATTACK OF THE BRAIN EATERS

Los primeros representantes españoles en hacer acto de presencia en esta quinta edición del Sonic Blast eran los asturianos The Attack Of The Brain Eaters. Este veterano trío natural de Oviedo llegaba dispuesto a revolucionar la tarde con sus composiciones directas y contundentes, desmarcándose de los parámetros más puristas del clásico rock n´roll para dejarnos alguna pincelada de su contundencia de esencia stoner y espíritu punk  gracias al dinamismo de piezas como “Titan”.

Y es que pese a formar como power-trio la formación asturiana se mostró sólida y compacta, sabiendo conectar con una cada vez más numerosa audiencia, haciendo que la gente se dejara arrastrar por las suntuosas melodías contenidas en piezas como la vibrante “Facts”. Tampoco dejarían de lado esas guitarras más incisivas junto a unas líneas vocales más agresivas a lo largo de temas como “Daydream”, que les servían para dejar una magnifica tarjeta de presentación entre el publico portugués.

CUCHILLO DE FUEGO

Sin duda dentro de  esta primera jornada en el escenario de la piscina una de las formaciones que más expectación había levantado eran Cuchillo de Fuego. Los gallegos ejercieron de perfectos embajadores en tierras lusas, y se despacharon a gusto con un concierto vibrante y explosivo, que no dejó indiferente absolutamente a  nadie. Con su agudizada crítica y con ese sentido del humor negro y cargado de ironía el cuarteto fue disparando algunos de los temas más destacados de su último trabajo “Triple España”, consiguiendo que temas como “Electrónica Martínez” o “Bouquet (Fuego y Mierda)”, sirvieran para cambiar la tendencia de una tarde que hasta su llegada había sido bucólica.

Pese a intercalar durante las presentaciones de algunos de sus temas el castellano y el gallego, lo cierto es que dio la sensación de que los discursos de su vocalista no acabaron de conectar con muchos de los presentes, en cualquier caso, cuando si que conectaron los gallegos con todos los presentes fue a la hora de descargar piezas corrosivas y letales como “Barrido”, “Estrella Park” o la disparatada “Forforcio”.

NERVOUS

Tras el vendaval gallego los encargados de clausurar esta primera jornada dentro del recinto de la piscina fueron los americanos Nervous.  Con muchas ganas y dispuestos a dejar una magnifica impresión este trío de Oakland no tuvo ninguna clase de problemas para conectar con una animada audiencia, y mas cuando antes de empezar su show su vocalista se dedicó a regalar algunas copias de su último trabajo “Duration And Delusion” entre los presentes. Pese a no disponer de mucho tiempo Nervous nos dejaron una buena muestra de un rock ácido y sucio, con algunas suculentas pinceladas punk.


Muy ágiles en escena sus composiciones directas, corrosivas y rabiosas fueron el pretexto perfecto para que la gente abandonara sus toallas y se aproximara hacia el escenario para seguir de cerca las evoluciones de la banda al atacar temas como la inicial “The Future” o  la vitalista “Breathing And Choking”. Las guitarras saturadas y rugosas, casi más propias del sonido grunge de la década de los noventa se erigirían como las protagonista de piezas como “Cog In The Machine” o “Lapse”.

HIGH FIGHTER

Tras haber disfrutado de  una intensa y agradable sobremesa en el marco incomparable del recinto de la piscina llegaba el momento de peregrinar hacia el escenario principal para seguir disfrutando de la música en directo. Lo primero que llamó mi atención nada más acceder al recinto fue que en esta ocasión el escenario estaría presidido por una enorme pantalla sobre la que se proyectarían imágenes de corte psicodélico que acompañarían a muchas de las actuaciones de esta primera jornada.

Los encargados de abrir fuego fueron los alemanes High Fighter. Debo admitir que no tenía ninguna referencia previa de este quinteto proveniente de Hamburgo, pero lo cierto es que me acabaron convenciendo. Capitaneados por la vocalista Mona Miluski, los teutones nos ofrecieron un show potente e impactante, consiguiendo que muchos de los que no les conocían  acabaran acercándose al escenario para caer rendidos a sus pies. Y es que la banda derrochó potencia y personalidad presentándonos de forma más que convincente los temas contenidos en su EP  debut “The Goat Ritual”.

Precisamente sería la puesta en escena de su vocalista uno de los mayores alicientes de la actuación de  High Fighter, ya que Mona se mostró absolutamente intratable en temas como “Scorpionica”, o la más rabiosa y corrosiva “2Steps Blueskill”, en la que la contundencia y pesadez de unas estructuras típicamente stoner se fusionaron con unos registros descarnados e incisivos. Con la gente cada vez más metida en su descarga,  también tendríamos ocasión de deleitarnos con algunos pasajes más oscuros y sabbathicos  como los contenidos en “Black Watters”.

Mucho más marchoso y hard roquero resultaría el atractivo y camaleónico  “Fire In The Sun”, mientras que el encargado de mostrarnos nuevamente su faceta más agresiva sería la pertinaz y machacona “In Veins”. En resumen, una fantástica descarga de una banda original e interesante a la que no habrá que perder la pista de cara a los próximos meses.
               

BELZEBONG

Con los últimos rayos de sol bañando el recinto y mientras la brisa empezaba a refrescar el ambiente llegaba el turno de los polacos Belzebong, quienes arribaban a Moledo dispuestos a hacernos sucumbir ante su aplastante sucesión de riffs pétreos y mastodónticos, convirtiéndose así en los primeros representantes de los sonidos más oscuros y doom metaleros.

Su propuesta arriesgada y muy personal se basó en la rotundidad y contundencia instrumental de unas composiciones extensas y  muy elaboradas, en las que se fueron alternando de forma progresiva diferentes ambientaciones y atmósferas. Aunque obviamente los polacos no conectaron con tanta facilidad con el público como lo habían hecho anteriormente los chicos de High Fighters, lo cierto es que dejaron unas buenas sensaciones al abordar temas densos y correosos como “Dungeon Vultures” o “Diabolical Dopenosis”.

Como no podía ser de otra forma el grueso de su repertorio estuvo centrado en el material de su más reciente entrega discográfica “Greenferno”, del que no faltaron la humeante “Goat Smokin´Blues” y la devastadora “Inhale In Hell”.

No puede decirse  que los polacos se  mostraran excesivamente comunicativos en escena, de hecho se dedicaron únicamente a castigar sus instrumentos mientras una densa frialdad se apoderaba de todo el recinto, dejándonos la estampa de la formación castigando sus instrumentos mientras la gente se dejaba arrastrar por ese insaciable torrente de fiera intensidad doom metalera.


PLUS ULTRA

Mucho más animada y eléctrica  resultó la descarga de Plus Ultra, que era uno de los platos fuertes para la audiencia lusa. Con la noche ya bien entrada y con un poco de frío en el cuerpo la actuación de este trío procedente de Oporto se presentaba como la excusa perfecta para agitar el cuerpo siguiendo esas composiciones repletas de percusión y ciertos aromas tribales. Derrochando fuerza y entrega Plus Ultra plantearon un repertorio animado  y bizarro, en el que su vocalista acabó surfeando entre la audiencia.

Como era de esperar Plus Ultra no tuvieron ninguna clase de dificultad para conectar con un público entregado y muy animoso que respondió a la perfección ante la hipnótica atmosfera que crearon con piezas como “Blood In Veins”, que fue la elegida para romper el hielo. Irreverentes y cercanos los portugueses encandilaron a la audiencia gracias a la contundencia de sus composiciones y a la extrovertida personalidad de su vocalista, que durante todo el show no paró de contonearse provocativamente invitando al descontrol al personal.

Y es que durante su hora sobre las tablas Plus Ultra no nos ofrecieron ni un segundo de tregua, concediendo un protagonismo destacado a esa gruesa y saturada guitarra que sería la encargada de conducir temas como “Trust Is For The Weak”, una pieza clásica dentro de su repertorio que fue de las que mejor acogida obtuvo.

Para poner el broche definitivo a su brillante descarga optarían por uno de sus temas más rudos y afilados “Scream 37”, que nos dejaría a modo de despedida con la imagen de su guitarrista destrozando su instrumento al estamparlo violentamente contra el suelo.

GREENLEAF

Un nuevo cambio estilístico nos conduciría sobre la densa y humeante propuesta de Greenleaf. Los suecos salieron a escena sin su habitual introducción,  derrochando simpatía y luciendo unas largas y frondosas barbas se presentaron diciendo que eran Z.Z.Top, para acto seguido atacar  un enérgico “I´m Going Down”, que provocaba el desparrame entre una audiencia muy animada y participativa. Debo admitir que me llamó muchísimo la atención el vivo contraste escénico que provocaban su hiperactivo vocalista, Arvid Jonsson,  y la sobriedad que transmitía su bajista, Johan Rockner, quien atacó casi sin inmutarse piezas como la que abre su ultimo trabajo “Trails And Passes”, “Our Mother Ash”.

Tras proponernos un arranque verdaderamente fulgurante con el que los suecos se metieron a toda la audiencia en el bolsillo llegaba el momento de concedernos un pequeño respiro, y la elegida para hacernos recuperar el aliento fue “Ocean Deep”, encandilándonos con esas ambientaciones más sugerentes y envolventes. Pero rápidamente el cuarteto recuperaría el pulso de la descarga con su genuina invitación al baile contenida en esa adictiva y desternillante “The Drum”, que crearía el clima adecuado para que la banda estrenara una nueva composición que formara parte de su nuevo trabajo  y que llevará  por titulo “A Million Fire Flags”.

Tampoco quisieron dejarse en el tintero esos suculentos aromas blueseros contenidos en “Stray Bullit Woman”, que sería una de las piezas escogidas para representar el material contenido en su trabajo de 2007 “Agents Of Ahriman” y que se convertiría en la excusa perfecta para   aunar nuestras gargantas a la hora de  corear sus fantásticos estribillos.

El retorno sobre su último obra estaría marcado por la vuelta a terrenos más psicodélicos y ambientales de manos de “With Eyes Wide Open”,  mientras que la elegida para finiquitar su actuación seria la vibrante “Alishan Mountain”, tras la que los suecos saludaban desde el centro del escenario dejando tras de si a una audiencia totalmente satisfecha.

MY SLEEPING KARMA

Los encargados de echar el cierre a esta primera jornada del festival eran My Sleeping Karma. Tras las buenas críticas cosechadas en su actuación del pasado año los de Aschaffenburg retornaban a tierras lusas para salir victoriosos una vez más. Tremendamente motivados ante la cita, la formación germana hizo piña en el centro del escenario para conjurarse antes de dar el pistoletazo de salida a su descarga.

Avalados por una propuesta tan personal y diferenciadora, los germanos nos propusieron un rotundo viaje a través de su cascada de intensidad y emociones trasladándonos a través de las ambientaciones etéreas y envolventes contenidas en piezas como “In TEnsion” o “Prithvi”, con las que el cuarteto daba rienda suelta a su vertiente más  progresiva y psicodélica. Y es que para cualquiera que haya seguido la trayectoria de My Sleeping Karma resulta evidente que lo menos importante en sus presentaciones es el nombre de las composiciones interpretadas, ya que simplemente hay que cerrar los ojos y dejarse imbuir por esos grandiosos duelos que nos proponen los teclados de Norman y las guitarras de Seppi.

Pero dejando a un lado los desarrollos solistas de la formación germana, lo cierto es que los cimientos sobre los que se sustenta su propuesta vienen dados por la aplastante base rítmica que forman Matte y un inconmensurable Steffan, dejando su impronta personal en piezas como “Enigma 23” o la bipolar “Glow 11”, que nos llevaría a alcanzar el éxtasis más absoluto mientras los músicos se abandonaban en uno de sus habituales desarrollos instrumentales.

Y es que dejando a un lado la innegable calidad técnica del cuarteto, lo cierto es que My Sleeping Karma supieron estar a la altura de lo que el público demandaba de ellos, de modo que además de acompañarnos con esos pasajes potentes e hipnóticos también contaron con unas atractivas proyecciones sobre la pantalla que presidía el escenario, lo que sirvió para dar colorido y un aspecto de lo más psicodélico a piezas como “Ahimsa” o “Hymn 72”, con las que el quinteto volvía a ratificar su incontestable triunfo en tierras lusas.






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