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miércoles, 18 de noviembre de 2015

SAUROM+SOMBRAS-BOVEDA-BCN-7-NOV-2015



Como buenos juglares tras la publicación de última obra "Sueños", Saurom han decidido coger los bártulos y comenzar su peregrinaje por las principales plazas de nuestro país presentando sus nuevas composiciones. Hacia mucho tiempo que Narci Lara y sus compañeros no se acercaban a la Ciudad Condal, de modo que la esta noche significaba una cita especial tanto para los gaditanos como para su nutrida legión de seguidores que echaban de menos poder cantar y bailar arrastrados por el buen rollo y la simpatía que transmiten los de San Fernando. Simplemente había que acercarse a los alrededores del  recinto y observar la extensa cola que aguardaba impaciente la apertura de puertas del Bóveda para darse cuenta del tirón y el cariño del que gozan Saurom en tierras catalanas.


Aunque el inicio de la velada se retrasó más de lo acostumbrado, esto acabó repercutiendo en que cuando arrancaron su presentación los locales Sombras el local presentaba ya un fantástico aspecto. Bien arropados por una buena representación de amigos y familiares Sombras aprovecharon la ocasión para presentarnos algunas de las composiciones pertenecientes a su último trabajo "Folk n' Roll". Lamentablemente los barceloneses no disfrutaron de un buen sonido, ya que incluso el público demandó en un par de ocasiones que subieran el volumen del micro de su vocalista, Daniel Laure. Pese a ello, Sombras se mostraron muy dinámicos y resolutivos en escena, intentando transmitir buen rollo a base de un marchoso rock n´ roll enriquecido con los aportes folk que proporcionaron instrumentos como la flauta y el violín.

Con muchas ganas de agradar y luciendo una amplia sonrisa el septeto salía a escena con la firme convicción de intentar pescar algún seguidor entre los incondicionales de Saurom, ya que su estilo tiene bastantes similitudes. Para ello desgranaron piezas como "Héroe" o "Brujas de Zugarramurdi", del que reciente han grabado un video-clip y que gozó de una buena acogida.

Pero como no solo de folk vive el hombre, también tuvieron ocasión de mostrarnos su faceta más macarra y roquera, prescindiendo de la flauta y el violín a la hora de desgranar temas como el cachondo "Lady Cobra". El retorno a su alineación habitual de septeto llegaría para hacernos viajar hasta la antigua Grecia y embarcarnos en "El Viaje de Caronte". La sorpresa de la noche la protagonizaría el ex-guitarrista de la banda, Rafa, que no quiso perder la ocasión de sumarse a la fiesta para dejar su impronta en la festiva "Pirata Del Rock N´ Roll", en la que nuevamente volvían a reivindicar sus raíces más netamente hard roqueras.

Para encarar la recta final de su actuación los barceloneses optarían por las oscuras ambientaciones de "Estadea", proponiéndonos una incursión en tierras gallegas para hablarnos de la Santa Compaña. Mientras que la elegida para rubricar su actuación sería la cachonda "Seremos Tres", con la que conseguían que los más animados se sumaran a la hora de corear su estribillo. En resumen, Sombras cumplieron con creces su cometido, haciéndonos pasar un buen rato y calentando el ambiente de cara a la descarga de Saurom. A modo de epílogo me gustaría comentar que días después del concierto su vocalista, Daniel Laire, a través del facebook de la banda comunicaba su decisión de abandonar el proyecto. Así que Esperemos que sus compañeros consigan un reemplazo y puedan continuar con su andadura.

Muchas y muy variadas son las vertientes que han tocado Saurom a lo largo de su dilatada trayectoria, aunque siempre con los cimientos bien asentados en el heavy, el power y, como no, el folk. Quizás algunos de sus seguidores no acaben de comulgar con los últimos lanzamientos de los gaditanos, pero lo cierto es que una sala prácticamente llena significaba el mejor termómetro para verificar que están haciendo bien las cosas. Y es que la banda, al igual que su propuesta, es un crisol en el que conviven la genialidad y el talento del multi instrumentista Narci Lara, la potencia que aporta esa demoledora base rítmica que forman Antonio y Josele, la elegancia de Raúl Rueda a la hora de atacar su guitarra, los detalles y matices que aportan los teclados de Santi Carrasco y la simpatía y naturalidad que irradia un Miguel Ángel Franco cercano y comunicativo, que ha crecido enormemente como vocalista y frontman.

Otra de las grandes incógnitas de la noche era saber como sería el repertorio que nos tenían preparado para esta noche, y más cuando los juglares han demostrado que cuidan sus conciertos hasta el más mínimo detalle, haciendo especial hincapié en el ritmo y el tempo de las dos horas largas que dura su espectáculo. Recibidos como auténticos héroes, el sexteto tomaba al asalto el escenario para dejar en el arranque una buena muestra de su vertiente más metalera, dando el pistoletazo de salida con "Nostradamus", y una arrolladora "Irae Dei", que hacia subir la temperatura en el local, con toda la gente alzando los puños al aire cada vez que sonaban sus grandilocuentes coros.

Habiendo roto el hielo con dos de sus composiciones más potentes y cañeras llegaba el momento del primer cambio de tercio. Así que Narci dejaba aparcada su guitarra para hacerse cargo de la flauta y adentrarnos en los aromas folkies de "La leyenda de Gambrinus", que provocaba una nueva explosión de júbilo entre los asistentes, invitándonos con su contagiosa melodía a mover los pies. Con la audiencia completamente entregada, era Migué quien se dirigía al público para disculparse por su larga ausencia en los escenarios barceloneses justo antes de que el característico sonido de la gaita inundara el recinto para dar vida a "La Batalla Con Los Cueros De Vino".

El primer guiño a su último trabajo "Sueños", llegaría con ese canto al optimismo que es "¡Vive!", para el que propio Migué se sumó a sus compañeros empuñando la acústica, mientras Narci se hacia cargo del violín y Santi dejaba sus teclados momentáneamente para tocar la flauta. La encargada de cerrar el primero de los cuatro actos en los que se dividió la velada sería "Noche de Halloween", que acompañada de humo y las palmas del respetable se convertiría en uno de los puntos álgidos de esta primera parte de la velada.

Cabe remarcar que el ritmo del show fue vibrante e intenso, ya que los juglares no se detuvieron en exceso a la hora de las presentaciones. Había poco tiempo y mucho material que ofrecer a sus incondicionales. 

Así que tras haber consumido, casi sin darnos cuenta, el primer acto de la noche llegaba el momento de seguir aunando nuestras gargantas para corear, siguiendo las indicaciones de un sonriente Migué, las alegres melodías de "El Saltimbanqui". Las guitarras volverían a recobrar todo su esplendor en el melódico "El Laberinto De Los Secretos", convirtiéndose en el preámbulo perfecto para una de las composiciones más oscuras y potentes de su última obra "El Elixir".

Un nuevo cambio de rumbo nos conduciría sobre la pieza que daba título a su anterior entrega "Vida", que el vocalista dedicó a una pareja de novios, y que serviría para que los juglares saldarán su pequeña deuda por no haberse acercado a presentar a la Ciudad Condal su obra de 2012. A estas alturas de concierto la comunión entre banda y público era absoluta, así que para no dejar que se perdiera la magia que mejor que una celebradísima "Estrella Sin Luz", que fue la elegida para que el vocalista hiciera sus pinitos con el violín. Entre tanta música, también tendríamos ocasión de conocer alguna anécdota personal de Migué, que nos relató como acabó convirtiéndose en vocalista antes de ofrecernos "Soñando Contigo" y la delicada "El Hada Y La Luna", que resultaron ideales para recobrar el aliento de cara a la segunda mitad del show.

Con todos los miembros de la banda posicionados de espaldas al público empezaba a sonar la introducción que nos abocaría sobre "El Monte De Las Ánimas", con la que volvían a retomar su faceta más power metalera, con una banda que, pese a llevar más de una hora en escena, parecía no haber perdido ni un ápice de fuerza y frescura. Aunque durante gran parte del show Santi estuvo parapetado tras sus teclados en uno de los laterales del escenario, también tendría su momento para tomar la primera línea escénica al empuñar su keytar en temas como "Aquel Paseo Sin Retorno", que nos dejaría uno de los finales más intensos de toda la velada, con la banda dándolo todo mientras el escenario se cubría de un humo.

Pero sin duda el momento estelar de la noche llegaría con una de las piezas de su nuevo trabajo, concretamente con la brutal envestida que representó "La Mujer Dormida", con un Migué absolutamente estratosférico, llevando su garganta al límite, mientras Josele no dejaba de moverse como un poseso. Sin abandonar el material de su última entrega, la siguiente en hacer acto de presencia sería "Sueños Perdidos", para la que Narci volvería a hacerse cargo del violín.

Con toda la sala coreando incansablemente el nombre de la banda, Migué volvía a pedir nuestra colaboración para ayudarle en "Cambia El Mundo", una propuesta que fue secundada por todos los presentes. 

El último de los guiños hacia "Sueños", llegaría de manos de un tema que resume a la perfección la filosofía y la propuesta de los juglares gaditanos "El Carnaval Del Diablo", que volvía a desatar la euforia entre un personal que estaba disfrutando al máximo de la velada.

Aprovechando la algarabía y el ambiente festivo que se respiraba en el recinto llegaba el momento de encarar el capítulo final de la descarga, y la encargada de abrir por todo lo alto este último acto sería un recuerdo hacia el pasado "El Arquero Del Rey". Sin abandonar la senda power metalera tampoco faltarían las pinceladas de elegancia y neo-clasicismo contenidas en la desgarradora "La Musa Y El Espíritu".

Estaba claro que los juglares tenían pensado quemar todas sus naves de cara a este último tramo de concierto, así que con la exaltación manifiesta del respetable fueron desfilando ante nosotros oídos viejas favoritas como la épica "Dracum Nocte", la disparata "Fiesta", que se convirtió en una invitación al desmadre y el jolgorio generalizado, y la final "La Taberna", que ponía el colofón definitivo a una descarga verdaderamente demoledora, con Josele dejando su bajo para arrojarse sobre las primeras filas.

No suele ser habitual a día de hoy que los grupos toquen un repertorio tan largo y bien escogido, superando holgadamente las dos horas de concierto. Pero lo cierto es que la actuación de Saurom se nos acabó haciendo corta. Tal es así, que la gente se quedó expectante mientras los músicos saludaban desde el escenario por si todavía había posibilidad de algún tema más…, pero lamentablemente la fiesta había llegado a su fin.





TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:CARLOS OLIVER

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