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jueves, 10 de marzo de 2016

INFAMIA+SOMBRAS+COLLATERAL X-BOVEDA-BCN-4-MAR-2016


Agradecidos, así es como nos debemos sentir los fans cuando los músicos se pegan una enorme paliza de kilómetros para acercarse a nuestra ciudad y presentarnos su trabajo, y más cuando la afluencia de público no está a la altura de la calidad y el nivel de una banda como Infamia. Nadie dijo que la vida en la carretera fuera fácil, y ellos lo saben muy bien, ya que llevan más de una década pateándose la geografía nacional ofreciendo unos directos potentes y compactos. Con su nueva obra bajo el brazo "Sin Respiro", el quinteto riojano arribaba a la sala Bóveda de la capital catalana para dejar una buena muestra de la evolución que han seguido durante los últimos tiempos, ahondando aún más en la senda que iniciaran con su anterior redondo “Neophobia".

La principal novedad en el seno de la formación de Alfaro era la presencia del guitarrista Txus que se incorporó a principios del pasado año para cubrir la vacante que dejara Karamo, y que se mostró perfectamente acoplado tanto con Mario Rodríguez, -con quien conformó un fantástico tándem-, como con el resto de sus compañeros. Para ayudarnos a entrar en calor en esta gélida noche de invierno e ir ambientando al personal de cara a la llegada del plato fuerte de la noche contaríamos con el concurso de dos bandas emergentes dentro de la escena local barcelonesa, los jovencísimos Collateral X, que nos presentarían los temas que formaran parte de su próximo debut; y una banda que se está prodigando bastante durante los últimos meses, Sombras, quienes están plenamente inmersos en la presentación y consolidación de su nuevo line-up.

Como comentaba anteriormente, en esta ocasión, el publico no respondió al reclamo que representaba tan atractiva sesión de heavy metal. Así que a la hora prevista para el inicio del show apenas un par de decenas de aficionados aguardaban la salida de los encargados de abrir la velada, Collateral X. Pese a la juventud de sus integrantes el quinteto barcelonés demostró tablas y una buena actitud en directo, desarrollando un heavy metal de corte melódico, en el que fueron fácilmente reconocibles las influencias de bandas míticas como Iron Maiden. Buena prueba de ello fueron las estructuras y las armonías dobladas que marcaron piezas como “Lost Exile”, que personalmente me recordó, y mucho, al “Brave New World” de la Doncella.


Tampoco faltarían algunas piezas más directas y marchosas como “Coming Back”. Pero, evidentemente, los temas que más calaron entre los presentes fueron las versiones. Y es que el quinteto, además de dejarnos una buena muestra de las composiciones que formaran parte de su debut, no quiso dejarse en el tintero una buena colección de covers que sirvieron para animar al personal y ponernos a todos a cantar, tal y como sucedió cuando su vocalista, David Díaz, se lanzó de forma inesperada sobre el clásico de Queen, “I Want It All”. Más previsible, debido a sus influencias me pareció su versión de “Iron Maiden”, que les quedó bastante bien. Pero sin duda la más original y divertida sería ese hibrido que se montaron en la recta final del show con la base instrumental del “T.N.T.” de Ac Dc y la letra del “We Will Rock You”.

Dejando a un lado versiones y experimentos, de sus temas propios me quedaría con “At The Edge Of Madness”, que fue de las que mas me gustó gracias a la puesta en escena que nos ofreció David, -que apareció ensotando-, y al gran trabajo de Edu y Guillem a las  guitarristas. Aunque quizás todavía tienen algunos detalles que pulir, como su poca movilidad escénica, -a excepción de su vocalista-, los barceloneses demostraron que son una banda a tener en cuenta de cara al futuro más inmediato.

Tras un rápido cambio de equipo llegaba el momento de cambiar radicalmente de registro y adentrarnos en las ambientaciones juglarescas que nos propondrían Sombras, contando para ello con el concurso del violinista Jakob Marín y el flautista Pau, que además  se hizo cargo de todos los instrumentos de viento. Con respecto a la ultima actuación que un servidor tuvo ocasión de verles, abriendo para Saurom, destacaba la presencia del batería Manu Mora y la de su nuevo  vocalista Alejandro Mateo, que ha dado un nuevo enfoque al estilo de la banda.


Con mucha presencia de esos elementos folkys, que dan a su propuesta un toque distintivo y muy original, junto a unas letras repletas de alusiones a mitos como La Santa Compaña, o personajes de la mitología griega, la descarga de Sombras estuvo copada por unos extensos pasajes instrumentales que acabaron concediendo una ambientación ocultista a temas como “Brujas de Zugarramurdi” o la inquietante “El Viaje de Caronte”.

También habría tiempo para que nos presentaran su faceta más marchosa y rock n rollera, formando como quinteto, -sin violín ni flauta-, a la hora de atacar temas como el cachondo “Lady Kobra”, que como en anteriores ocasiones fue uno de los más coreados, o la vacilona “Pirata Del Rock N Roll”, que nos dejaría con el concurso de un desatado Gabriel Pichel, que no paró de contorsionarse mientras castigaba duramente su guitarra. Desafortunadamente, el protagonista de la velada fue su socio a las seis cuerdas, Julián Lamuela, quien tuvo que lidiar durante todo el show con constantes problemas en su amplificador, algo que a la larga acabó cortando el ritmo que estaba llevando el show.

Peso a ello, los barceloneses no desfallecieron y se esforzaron al máximo por sacar adelante su actuación, con un Alejandro muy sonriente liderando a sus compañeros, siempre con el respaldo de Pau, intentando involucrar al máximo a todos los presentes en temas como “Héroe”. Para echar el cierre definitivo a su accidentada actuación los catalanes optarían por su tema más conocido “Estadea”. En resumen, una lástima que los constantes problemas técnicos acabaran lastrando su descarga. De modo que habrá que esperar a una próxima ocasión para hacer valoraciones definitivas sobre el potencial de esta nueva encarnación de los folk roqueros barceloneses.

Una vez concluidas las descargas de Collateral X y Sombras llegaba el momento de dejarnos imbuir del heavy metal potente y de letras comprometidas que practican los riojanos Infamia. Con el escenario engalanado con una pequeña pancarta con el logo de la formación, el quinteto saltaba a escena para abordarnos con el trallazo que abre su último redondo, “Mi Generación”, dejando claro desde el mismo arranque que la banda esta viviendo uno de sus mejores momentos. Especialmente reseñable me pareció el trabajo de Fredy, quien se mostró como un vocalista potente y resolutivo, afrontando con absoluta solvencia todos los registros que exhibe en sus trabajos de estudio. Tras un escueto “Bona Nit”, a modo de saludo, llegaba el momento de echar la vista atrás para rescatar una de las composiciones incluidas en su debut ,“Flor De Hiel” que, con los potentes coros de Txus y Alberto, hacía despertar a una audiencia que parecía contagiada por el frío exterior.

El momento de pisar el acelerador al máximo llegaría con el arranque de otro tema de nuevo cuño “La Razón Dormida”, que sonó como un trallazo incontestable gracias a ese ritmo trepidante que nos acabaría conduciendo sobre unos pasajes más marcados y machacones, todo ello aderezado por esos teclados pregrabados que conceden a su sonido una orientación más novedosa y contemporánea.

Pese a que su último lanzamiento tuvo un protagonismo destacado en el repertorio de esta noche, no faltaron a su cita temas como “Fiel A Mis Sentimientos”, con el que sacrificaron la velocidad en favor de la contundencia rítmica que nos ofrecieron Alberto Carretero y Francisco Javier Cernadas. Mucho más melódico y envolvente sonaría el emotivo medio tiempo “El Último Adiós”, con un inspirado Fredy firmando una fantástica interpretación.

El primer recuerdo a su segundo trabajo, “La Cuenta Atrás”, llegaría acompañado de la ácida lírica del combativo “Condenado”, que nos dejaría con un buen solo de guitarra a manos de Mario Rodríguez. Tendrían ocasión de seguir ahondando en su lado más comprometido durante la presentación de “El Rechazo De Mi Cuerpo”, su personal denuncia contra la violencia de genero, que se convertiría en la excusa perfecta para aunar nuestras voces en sus estribillos. Sin abandonar las lacras sociales y los temas de máxima actualidad, las guitaras se tornarían más ágiles y dinámicas a lo largo de “La Cara Oculta”, que volvía a centrar nuestro objetivo en el material de su anterior trabajo “Neophobia”.

Uno de los temas en los que mejor pudo apreciarse la evolución que ha seguido la propuesta del quinteto riojano fue “El Juego”, con esas atmosferas oscuras e introspectivas que pueden llegar a recordar en algunos momentos a los madrileños Sober. 

Precisamente, seria a lo largo de este tema cuando la banda volvería a reclamar la participación de todos los presentes para entonar los cánticos de su parte intermedia. El contraste entre el presente y el pasado lo pondría la primeriza “Sueño o Realidad”, con la que volvían a reconducirnos hacía su faceta más netamente heavymetalera.

Una nueva mirada sobre su fantástico “Neophobia”, nos abocaría sobre el demoledor tema que marcaba su apertura “Del Paraíso Al Infierno”, con sus compactos coros nuevamente haciendo que la gente levantara los puños al aire. Haciéndonos cantar la tonadilla que sirve como arranque al tema daba el pistoletazo de salida “Amordazados”. A renglón seguido llegaría el tema en el que colaboró Carlos Escobedo, “Mil Lágrimas “, que fue el elegido para poner el punto y seguido a la velada debido a un problema con la batería de Alberto. A causa de este inoportuno problema, la banda se vio obligada a acortar su actuación. Pero antes de despedirse definitivamente, y tras pedirnos disculpas por el contratiempo, -que tal y como comentó un apenado Fredy: “Esto pasa una vez cada mil conciertos, y ha tocado hoy”-, todavía tendrían ocasión de presentarnos la pieza que da título a su cuarto trabajo "Sin Respiro”.

En resumen, buen concierto de la formación riojana que hizo gala de una gran entrega y una actitud verdaderamente encomiable, demostrando a su paso por la Ciudad Condal que no les importa la cantidad de público, ya que su objetivo es dejar siempre una magnifica impresión entre sus seguidores. Una vez más, el único lunar de una noche repleta de actitud y heavy metal fue la poca afluencia de público. Así que no puedo despedir esta crónica sin permitirme un simbólico tirón de orejas a todos aquellos que alardean de apoyar  la escena nacional, pero que en esta fría noche de invierno prefirieron quedarse en casa antes que asistir a una buena sesión de heavy metal.



TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:VIC SALDA

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