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martes, 23 de agosto de 2016

LEYENDAS DEL ROCK-VILLENA -12-AGO-2016


DARK TRANQUILLITY

En esta undécima edición del Leyendas el death metal melódico ha gozado de una representación muy especial, contando con dos bandas clave para su desarrollo y que fueron pilares indiscutibles de lo que se conoció como sonido Göteborg. Si ya en la jornada del jueves At The Gates dejaron una buena muestra de su arrollador potencial, el viernes, a una hora más temprana, aparecerían sobre las tablas Dark Tranquillity dispuestos a ratificar que la escena europea del death melódico sigue contando con el beneplácito de los fans.


Durante los últimos meses la formación sueca ha estado apartada de los escenarios, ya que ha estado grabando y dando los últimos retoques a su próximo trabajo "Atoma", que verá la luz a principios del próximo mes de Noviembre. Como siempre mucha expectación había suscitado la presencia del combo sueco, ya que su evolución a lo largo de los años no ha acabado de convencer a sus seguidores más veteranos. 

Difícil tarea suponía repasar más de veinticinco años de trayectoria y diez álbumes en poco mas de cincuenta minutos, así que su actuación tuvo un ritmo dinámico desde que la banda apareciera en escena para abrir fuego con "The Science Of Noise". Desde el mismo arranque Mikael Stanne se mostró como ese frontman sólido y resolutivo, capaz de captar la atención de las primeras filas para manejarlas a su antojo a lo largo de “White Noise/Black Silence”. 

Amparados sobre una sobria puesta escena y respaldados sobre un sonido potente y nítido Dark Tranquillity dejaron patente que la contundencia no tiene que estar reñida con esos pasajes más melódicos que fueron introducidos por los teclados grabados que acompañaron a “The Lesser Faith” o “The Silence In Between”. Aunque evidentemente los temas más celebrados fueron los que nos mostraron la faceta más agresiva de los suecos, y una buena muestra fue la brutal acogida que recibió “Terminus (Where Death Is Most Alive”), que se convertiría en el primer punto álgido del show con Mikael Stanne clavando las rodillas en el escenario para dar mayor dramatismo a su interpretación.

Con un complacido Stanne paseándose por el escenario, un desgarrador rugido nos adentraba en  “The Wonders At Your Feet”, que marcaría el equilibrio perfecto entre contundencia y melodía, contando con el respaldo de una audiencia que parecía estar disfrutando al máximo. Mas fieras y amenazantes se tornarían las guitarras de apertura de  la camaleónica  “Therein”, único recuerdo que se permitieron hacia aquel lejano “Projector” de 1999.  

Una última mirada sobre su último trabajo “Construct” nos adentraría sobre un compacto  “State Of Trust”, durante el que el vocalista combinó a la perfección registros limpios y sus habituales rugidos. Para completar su actuación los suecos optarían por ofrecernos una doble ración de nostalgia recurriendo a la  demoledora “Final Resistance”, que volvía a poner en acción a las primeras filas, y una de las piezas que mejor puede definir la evolución que ha seguido el sonido de la banda “Misery´s Crown”.


LEIZE

Si hay una banda que ha conseguido ganarse el respeto y el reconocimiento del público nacional esos son los guipuzcoanos Leize. Con más de tres décadas a sus espaldas la formación capitaneada por el incombustible Félix Lasa sigue gozando del respaldo de sus seguidores, tal y como quedó patente con el fantástico aspecto que presentaba el “Mark Reale- Riot Stage desde minutos antes del arranque de su show. Entre el público asistente podían apreciarse dos generaciones de seguidores. Los más veteranos tendrían su buena ración de clásicos gracias a una serie de himnos extraídos  de sus primeros trabajos publicados a finales de los ochenta, mientras que los más jóvenes tendrían ocasión de dejarse la garganta coreando algunos de los temas de su último redondo “Cuando Te Muerden”.


Con la gente muy animada y con muchas ganas de fiesta, la descarga del cuarteto de Zarauz daba el pistoletazo de salida con “Sin Sitio”, dejando claro que la tripleta que conforman Felix, Patxi y el hiperactivo Toño, no ha perdido ese punto de frescura y espontaneidad que siempre les ha caracterizado. Tras recibir las primeras muestras de cariño de una audiencia  que se entregó al máximo con ellos la descarga proseguiría con la primera mirada al pasado de manos de “Futuro Para Mí”, que desataba la euforia entre su parroquia más veterana.

Los encargados de acercarnos a la más candente actualidad del cuarteto serían el reivindicativo “Donde Está”, que se convertiría en la excusa perfecta para ponernos a todos a botar, y “Sospechoso”, que fue coreado como si fuera un himno más de su extensa trayectoria. No había mucho tiempo y si mucho material que repasar, así que no se entretendrían en charlas. Quizás, una de las más extensas fue  la que sirvió como introducción para “Hundiéndome En La Noche”, que fue convenientemente adaptada por Félix para convertirla en “Hundiéndome En La Tarde de Villena”.

Si durante la primera parte del show el cuarteto había aprovechado para presentarnos algunas de sus nuevas composiciones el tramo final de su presentación estaría reservado para himnos míticos como “A Tu Lado”, que Félix dedicó a su hija presente entre el publico; y  un coreadísimo “Buscando… Mirando”, ambos rescatados de su segundo trabajo de 1989.

La fiesta estaba tocando a su fin, pero antes de abandonar las tablas de un recinto abarrotado todavía tendrían ocasión de volver hacernos cantar con “Devorando Las Calles”, impresionante ver a toda la pista cantar al unísono mientras Toño llevaba la melodía con su bajo. Mientras que para el cierre definitivo se dejarían otro de esos trallazos marca de la casa, repleto de rabia y compromiso social “Muros”, que dejaba  patente que casi tres décadas después de su publicación su critica letra sigue gozando de plena vigencia.


DIRKSCHENEIDER

El mítico e incombustible Udo Dirkscheneider parece decidido a poner el punto y final definitivo a una buena parte de su carrera, concretamente al periodo  que marcó su exitosa y longeva etapa al frente de los legendarios Accept. No hacia muchos meses que el vocalista de Solingen había pisado los escenarios de nuestro país agotando el papel de las salas donde tocó, así que muchos fueron los que no quisieron perderse la última descarga en nuestro país en la que Udo interpretaría algunos de los himnos míticos de su ex–banda.


Con mucho calor y con la gente apretándose en las primeras filas para no perderse el más mínimo detalle la formación que acompaña al diminuto vocalista alemán tomaría posiciones para someternos sin ningún tipo de contemplaciones al hiriente y afilado “Starlight”. Acompañado por los guitarristas Kasperi Heikkinen y Anddrey Smirnov, su hijo Sven a la batería y su fiel escudero el bajista  Fitty Wienhold, la banda se mostró como una maquinaria compacta y perfectamente engrasada dando ese aroma clásico a temas imprescindibles para todo metalero, de modo que la gente coreó con desatada pasión los estribillos de “Living For Tonite” y “London Leatherboys”.

Pese a que el sonido no fue tan potente como nos habría gustado, lo cierto es que la entrega del publico hizo que la descarga con temas como el melódico “Midnight Mover” o el acelerado “Breaker” fuera cogiendo mordiente. Curiosamente noté al mítico vocalista algo estático y un tanto cansado, situándose en numerosas ocasiones junto a la batería para dejar que sus compañeros llevaran el peso del show. Pese a ello Udo se mostro tan potente y afilado como de costumbre emocionando a más de un veterano con la interpretación de “Princess Of The Dawn”o el speed metalero “Retless And Wild”, que conseguía que el recinto se viniera literalmente abajo.

Muchos fueron los momentos en los que la audiencia se dejó notar con fuerza, haciendo que fuera prácticamente imposible distinguir la voz de Udo. Quizás los momentos más vibrantes se producirían durante los rudos desarrollos de “Metal Heart”, que haría acto de presencia justo después del irreverente “Son Of A Bitch” y “Screaming For A Love-Bite”

Como no podía ser de otra forma para el final el quinteto se dejaría un par de piezas que no podían faltar en una cita tan señalada y especial “Fast As A Shark”, que nos ponía a todos a hacer headbanging antes de que coreáramos su inconfundible melodía central y como colofón un “Balls To The Wall”, que ponía la guinda a un muy buen show.


ELUVEITIE

La formación suiza  parece tener un idilio especial con el público del Leyendas. Si ya en ediciones anteriores, 2012 y 2014, Chrigel Glanzmann y sus muchachos sorprendieron a más de uno con sus fantásticas presentaciones, en esta ocasión la banda nos ofrecería dos  actuaciones. La primera fue al medio día  en la plaza Mayor de Villena,  donde en formato acústico e instrumental repasarían algunos de sus temas más emblemáticos. Mientras que la segunda estaría programada para última hora de la tarde del jueves  en el escenario Azucena.


Durante las últimas semanas se han sucedido las noticias en torno a los cambios en el seno de la formación, ya que la banda ha sufrido una importante remodelación  de cara a este nuevo periplo de  festivales por el viejo continente. Afortunadamente, los nuevos miembros de la banda, - Michalina Malisz, Jonas Wolf  y Alain Ackermann-, rayaron a un buen nivel, demostrando  que se han acoplado a la perfección con el resto de sus compañeros. La segunda incógnita era saber si la vocalista Liv Kristine les acompañaría en algunos temas, tal y como sucedió   en su presentación  en Wacken, pero desafortunadamente esta vez no pudo ser.

Cabe remarcar que el show que plantearon Eluveitie fue muy completo, proponiéndonos un primer segmento en el se concentraron en sus composiciones  más festivas y de cariz folk. Mientras que el tramo final estaría reservado para sus temas más potentes. Recibidos de forma efusiva la banda apareció en escena para revolucionar al personal y convertir el recinto en una fiesta gracias a las suntuosas melodías de "King", dejando que la zanfoña, la flauta y el violín se encargarán de dar esos matices tan característicos en su propuesta. Como siempre, al frente de la nave estuvo Chrigel Glanzmann que, ataviado con su inseparable gorro y luciendo sus larguísimas rastas, se mostró simpático y comunicativo, interactuando constantemente con la audiencia para hacernos partícipes de temas como el furibundo "The Siege".

Pese al protagonismo del que gozaron instrumentos poco habituales en las descargas metaleras, lo cierto es que los suizos  disfrutaron de un sonido potente y nítido, en el que se podían distinguir a la perfección cada uno de los instrumentos, algo que acabó  propiciando que temas como "Thousandfold" sonarán absolutamente apabullantes. Tras habernos hecho mover los pies llegaba el momento de cambiar radicalmente de registro para adentranos en las ambientaciones más oscuras de "The Uprising", que servía para que Chrigel nos hiciera elevar los cuernos al aire para escenificar  la excelente conexión  entre banda y público.

Aunque el grueso del repertorio de los suizos estuvo centrado en el material de sus tres últimas entregas, la banda tuvo el detalle de rescatar el tema "Tegernakô", que formaba parte de su segundo trabajo "Spirit", y que a la postre se convertiría en el tema más antiguo que interpretaron. Tras habernos puesto a bailar con ese final cada vez más rápido y alocado había que variar el rumbo y regresar sobre el material de su último trabajo “Origins” del que nos ofrecerían el desgarrador "Sucellos".

La dinámica ascendente que estaba llevando el show no se detendría gracias a la contundencia que los suizos desplegaron en temas como "Kingdom Come Undone", que les servía para volver a incidir en su trabajo de 2010, "Everything Remains (As It Never Was)"; y la desquiciante "Meet The Enemy". Como colofón para una actuación que sirvió para ratificar que los suizos siguen creciendo en popularidad año a año nos ofrecerían el delicioso "Havok". Satisfecho y muy complacido con la respuesta del respetable Chrigel regresaría sobre las tablas para protagonizar uno de los momentos de esta undécima edición del Leyendas, un "Inis Mona" que fue coreado con absoluta devoción por una audiencia que cantó, bailó y se entregó al máximo con la personal propuesta de unos Eluveitie que siguen escalando posiciones dentro de la escena europea. 

FLOTSAM & JETSAM

Para muchos el nombre de la mítica banda de Phoenix es simplemente un apunte biográfico en la historia de los todo poderosos Metallica, ya que en sus filas militó  el ex-bajista de la banda Jason Newsted. Afortunadamente, viendo el aspecto que presentaba el recinto donde estaba ubicado el escenario Mark Reale-Riot resultaba evidente que muchos seguidores del thrash metal old school decidieron acercarse para comprobar en primera persona  que tal sonaban los temas de su  nuevo trabajo homónimo.


Aunque resulta evidente que las composiciones  más conocidas  del quinteto son los que conformaron sus dos primeras obras, “Doomsday For The Deceiver”(1986) y “No Place For Disgrace” (1988), lo cierto es que los americanos salieron con la consigna clara de hacer que sus nuevas composiciones tuvieran un papel relevante a lo largo del show, con lo que temas como la inicial "Seven Seal", el implacable "Life Is A Mess", o "Iron Maiden", con un fantástico juego de guitarras dobladas, acabaron recibiendo una magnífica acogida.

Potentes, dinámicos y funcionando como un reloj de alta precisión,  las huestes comandadas por el guitarrista Michael Gilbert y el vocalista Erik A.K. nos hicieron menear la cabeza con fuerza siguiendo esas tormentosas andanadas thrasheras que supusieron cortes como  "Hammerhead", "Doomsday For The Deceiver" o el metalero "Desecrator", que ponían de manifiesto que el material clásico de la banda ha superado muy bien el inexorable paso del tiempo.

De su segundo redondo "No Place For Disgrace", no se olvidarían de "Dreams Of Death", la pieza que presta su nombre al plástico, y la inevitable "I Live You Die", que servía para Erik A.K., nos pusiera a todos a cantar antes de que la dupla Simpson/Gilbert nos volara la cabeza con otra sucesión de humeantes desarrollos solistas.

Como representación del material facturado durante la década de los noventa el quinteto se decantaría por incidir sobre el material de "Drift" del que desgranarían piezas como "Me", "Empty Air" o una coreadísima "Smoked Out", ya en la recta final del show.

En definitiva, buena descarga de los thrashers americanos que ratificaron en directo las buenas sensaciones dejadas en su última visita a nuestro país. Esperemos que no tarden en regresar por nuestros escenarios  para liderar su propio show.

AVANTASIA

Poco podía imaginarse Tobias Sammet cuando empezó a barruntar en su cabeza la posibilidad de crear un proyecto sinfónico bajo el nombre de Avantasia, que aquella criatura acabaría escapándosele de las manos eclipsando a los propios Edguy. Y es que en cada una de sus producciones el pequeño vocalista de Fulda ha ido sumando nuevos invitados que no han hecho más que acrecentar la fama y la popularidad de un proyecto que a día de hoy parece no tener techo. Tras el rotundo éxito de sus conciertos en nuestro país el pasado mes de Marzo, la descarga de Avantasia significaba una de las grandes atracciones de esta undécima edición del Leyendas.

Cabe remarcar que  su montaje fue el más grande y ambicioso de todo el festival, con un espectacular escenario a dos niveles que se comunicaban  por una escalera central. En la parte intermedia su ubicarían sendos balconcillos enrejados desde los que los  “coristas”, Herbie Langhans y Amanda Somerville, realizarían sus aportaciones. Y todo ello presidido por la imponente ilustración que Rodney Matthews diseñó  para la portada de “Ghostlights”.

Con la tensión mascándose en el ambiente fue durante los instantes previos al arranque del show  cuando los que estábamos más cerca del escenario vivimos una de las anécdotas del festival, ya que de forma sorpresiva se disparó uno de los aspersores empapando a un buen numero de fans que se llevaron un buen susto. Afortunadamente, el contratiempo  pudo resolverse rápidamente, así que cuando empezó a sonar a través del P.A. “Also Sprach Zerathustra”, todos estábamos ya pendientes del escenario.


Capitaneados por el batería  Felix Bohnke los músicos irían ocupando sus posiciones para abrir con la grandilocuente introducción que serviría como preámbulo para “Mystery Of A Blood Red Rose”. El último en aparecer, descendiendo por la escalera central, sería Sammet ataviado con una larga chaqueta y un sombrero que no se quitaría hasta bien avanzada la velada. La reacción del público no pudo ser más entusiasta, y más cuando todo el recinto explotó para acompañar al vocalista en su pegadizo estribillo.

Tras comprobar complacido la inmensa cantidad de público que se había congregado para seguir la descarga de su banda, Sammet nos daba las buenas noches antes de que las guitarras empezaran a  rugir intensamente para anunciarnos “Invoke The Machine”. No tardaría en hacer acto de presencia el primer invitado de la noche, Ronnie Atkins, que sería uno de los que mas minutos permaneció en escena.

Si algo caracteriza la propuesta de Avantasia es la variedad de sus composiciones, así que la encargada de mostrarnos su faceta más netamente power metalera sería “Ghostlights”, durante la que Sammet nos haría calentar las gargantas antes de que apareciera en escena uno de los invitados estrella de la noche, Michael Kiske, que volvía a hacer realidad el sueño de aquel joven Sammet que fantaseaba con su ídolo mientras coreaba los “Keepers”.

Tras la calurosa bienvenida que el respetable tributo a Kiske, Sammet se dedicó durante unos minutos a bromear con su sombrero. El cambio hacia tesituras más baladísticas estaría marcado por “The Great Mystery”, que contaría con el concurso de Bob Catley, que sería el encargado de poner la nota de elegancia antes de que entre ambos pusieran al público a mover los brazos de izquierda a derecha. Con Sammet desprovisto de su sombrero llegaba el momento de bailar siguiendo el contagioso ritmo de un celebradísimo “The Scarecrow”, que hacia que el show volviera a ganar en intensidad gracias a la aportación  de un soberbio Jorn Lande.

Con la pareja formada por Herbie Langhans y Amanda Somerville ocupando la parte superior del escenario llegaría el momento de “Promise Land”, con Sammet repitiendo pareja por primera vez en la velada. El último de los invitados en aparecer en escena sería el incombustible Eric Martin que irrumpiría elegantemente vestido para hacer suyas algunas de las estrofas de “Dying For An Angel”. Si durante la primera parte del show Sammet se había dedicado a presentarnos a cada uno de sus invitados, de cara a  la segunda parte nos esperaban algunos de los momentos más memorables del show, con todos ellos interactuando entre si para dar una emoción especial a temas como “Twisted Mind”.

El momento de Amanda Somerville llegaría con la emotiva “Farewell”, en la que compartiría la parte baja del escenario para interpretar un sentido dueto con Sammet que se vería rematado por la aparición de un Kiske imperial. Ese ambientación más  propia de los musicales regresaría con la mágica “The Story Ain´t Over”, con Bob Catley volviendo a dejar una buena muestra de su indiscutible clase.

Tras recibir una de las mayores ovaciones de la noche Sammet se acercaba al filo del escenario para anunciarnos que el siguiente tema fue el que reconcilió  a Kiske con el metal “Reach Out For The Light”, provocando la explosión de euforia de una audiencia que volvió a vibrar intensamente con los agudos que nos ofrecieron  ambos vocalistas. Impresionado por la respuesta del respetable Sammet no vaciló a la hora de subir las escaleras para inmortalizar la imagen de la audiencia con su teléfono. Pero dejando a un lado estos parones puntuales, lo cierto es que el show tuvo un ritmo trepidante. De modo que para poner el punto y seguido a la velada optarían por la intrigante “Let The Storm Descend Upon You”, para la que Sammet volvería a batirse el cobre con Atkins y Lande.

 Tras unos instantes de tensa espera Sammet regresaría para agradecer la ayuda  de todos sus compañeros antes de interpretar el único top ten dentro de la carrera de Avantasia, -tal y como remarcó con orgullo el propio vocalista-, “Lost In Space”. Mientras que la encargada de poner el brillante colofón a una actuación insuperable fue el medley que formaron “Sign Of The Cross” y “The Seven Angels”, con todos los invitados en escena.

Impresionante, Avantasia volvieron a ofrecernos un gran espectáculo, un concierto redondo en el que la banda y todos sus invitados rayaron  a un excelente  nivel bajo la batuta  de un Mr. Sammet que poco a poco va agrandando su leyenda. ¿Hasta donde puede llegar?


MAYHEM

La década de los noventa fue un periodo convulso  para la escena del black metal noruego. Suicidios, asesinatos, quemas de iglesias, acusaciones de nazismo ..., todos estos argumentos acabaron propiciando  que una banda como Mayhem tuviera a su alrededor un oscuro halo  de misterio. Tras la explosión de luz y melodía que supuso  la descarga de Avantasia, muchos fueron los que decidieron alargar la velada  atraídos por la mística del nombre de la banda capitaneada  por el controvertido Attila Csihar.


Con el escenario completamente a oscuras y con un telón de fondo que nos retrotraía a la portada de "De Mysteriis Dom Sathanas", los noruegos se dedicaron a desgranar en el mismo orden y de forma integra el material de su debut. Entre unas luces de tonalidades azules y el intenso humo que cubría todo el escenario el show arrancaba con "Funeral Fog", con todos los miembros de la banda encapuchados mientras Attila, desde su pequeño púlpito, daba inicio a su ritual blasfemo y demoniaco.

El cansancio y la poca visibilidad de los músicos sobre el escenario acabaron  propiciando que hubiera una buena desbandada de gente, lo que provocó que entre la audiencia los incondicionales de los noruegos se dejarán notar con fuerzas en trallazos incontestables como "Freezing Moon" o "Cursed In Eternity".

Fríos, distantes y poco comunicativos, los noruegos ni siquiera se dirigieron al respetable, limitándose a celebrar su oscuro ceremonial ante una audiencia que se mantuvo inmóvil y expectante mientras asistía atónita a los infernales desarrollos contenidos en "Pagan Fears", dominado por ese bajo sucio y enfermizo;  y "Life Eternal", que nos dejaría la figura del vocalista deambulando por el escenario cual alma en pena mientras no dejaba de agitarse en uno de sus espasmódicos bailes.

Tampoco faltarían las  dosis de épica instrumental de "From The Dark Past" o la intensidad aplastante de "Buried By Time". Mientras que la elegida para dar el carpetazo definitivo a una actuación seminal sería la propia "De Mysteriis Dom Sathanas". Nunca fueron una banda accesible para las grandes audiencias, y aunque muchos optaran por emprender la retirada tras un par de temas, lo cierto es que los noruegos plantearon un show que parecía diseñado para satisfacer a sus más fieles seguidores.

AVULSED

La historia de la música extrema en nuestro país no sería la misma sin el concurso de Avulsed. Pioneros indiscutibles de los sonidos más extremos y radicales las huestes del incombustible Dave Rotten llevan un cuarto de siglo azotando nuestras cervicales con su rotundo death metal. Aunque eran los encargados de cerrar el escenario Mark Reale, lo cierto es que los madrileños consiguieron congregar a un buen numero de incondicionales que disfrutaron a tope de uno de los mejores conciertos de la jornada.


Como si de una condena se tratara la descarga daba arranque con las amenazantes melodías que nos abocarían sobre la locura que provocó “Stabwound Orgasm”, con toda la banda machacando intensamente sus instrumentos mientras   Rotten no dejaba de hacer molinillos a la vez que encaraba  cada una de sus estrofas. La respuesta de los fans no pudo ser más expeditiva, y los circle pits se irían sucediendo uno tras otro para acompañar piezas como “Breaking Hymens” mientras el vocalista se encaraba por primera vez a la valla de seguridad para animar a sus seguidores.

Ingenioso y dicharachero en sus presentaciones, el “frontman” nos comentó que la banda está celebrando su vigesimoquinto aniversario. De modo que la siguiente en hacer acto de presencia sería “Carnivoracity”, que prestaba título a  aquel lejano EP de 1994. El contraste entre el pasado y el presente de la formación madrileña quería plasmado a lo largo del estremecedor “Dead Flesh Awakened”, que sirvió para que pudiéramos apreciar las excelentes aptitudes  de su nuevo batería Arjan Van Der Wist.

A medida que fue avanzando el show tanto el publico como la banda, especialmente Rotten, se fueron animando. Así  que el vocalista organizaría el primer wall of death para acompañar el desquiciante ”Blessed By Gore”. La fiesta no se detendría y para “Devourer Of The Dead”, el vocalista bautizaría el circle pit como “ el folladero” provocando la hilaridad de gran parte de los presentes. Aún iría un paso más allá el vocalista al bajarse del escenario para sumarse a la frenética carrera de sus seguidores durante “Nullo (The Pleasure Of Self-Mutilation)”, que concluiría  con Rotten cantando desde la pista.

El momento de comunión perfecto entre Avulsed y sus seguidores llegaría con una celebradísima “Sick Sick Sex”, que servía para que todos los presentes alzaran sus puños al aire para corear su estribillo. El remate definitivo para una actuación incendiaria vendría de la mano de  “Burnt But Not Carbonized” y el imprescindible “Exorcismo Vaginal”, para que el vocalista volvería a lanzarse sobre la audiencia  para protagonizar un final bizarro y desternillante. Era tarde, estábamos cansados, pero Dave Rotten y sus muchachos nos demostraron  porque llevan 25 años en esto del death metal, … ¡y los que les quedan!


TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ

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