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martes, 7 de marzo de 2017

TANKARD+BLAZE OUT-RAZZMATAZZ2-BCN-5-MAR-2017



Durante los últimos años  se ha puesto muy en boga que nombres insignes de la escena metálica  se lancen a la aventura de crear su propia cerveza. Pero si hay una formación  que ha proclamado su amor eterno hacia esta milenaria bebida esos son los germanos Tankard. Fieles a su estilo e incombustibles al paso del tiempo Gerre y sus secuaces siguen en la brecha regalándonos discos y directos que resultan ideales para la diversión y el desparrame. Una vez más, Tankard volvían a visitar nuestros escenarios, -aunque su nuevo trabajo "One Foot In The Grave", no verá la luz hasta dentro de unos meses. La última escala de su periplo hispano sería en la sala mediana  del Razzmstazz donde los incombustibles thrashers contarían con el concurso de una formación que está dando mucho que hablar con su segundo trabajo "Backlash", los barceloneses Blaze Out. 

Con la gente accediendo parsimoniosamente a un recinto que quedó acotado a la mitad de su tamaño por una cortina, el escenario parecía preparado para la aparición de los encargados de abrir fuego esta tarde noche  de domingo. Dos pancartas laterales, un telón de fondo y diferentes plataformas repartidas a lo largo del escenario constituían el set escénico de la formación catalana. Tal y como nos recordó Gerard la banda estaba cansada tras un fin de semana en el que descargaron en Vigo  y Ciudad Real, pero nadie lo diría viendo la garra, la pasión y la entrega que desplegaron  desde que aparecieron  en escena para dar el pistoletazo de salida con "Blind Snakes".


Rápidos, compactos y efectivos,  el ataque a dos guitarras que nos propusieron Gerard Rigau y David Lleonart  en temas como "Burn The Veil", sirvieron para que la gente se fuera animando mientras la rotundidad de la base rítmica formada por el bajista Carles Comes  y el batería Sergi Rigau,- que recientemente se incorporó a la banda sustituyendo a Rafa Weber-, nos volaba la cabeza con su arrolladora pegada. Para los que hemos venido siguiendo la trayectoria del cuarteto  resulta evidente  la madurez  que han  adquirido a base de tocar en directo, quizás por ello destacaría  el repertorio escogido para la ocasión, centrándose en su material más thrashero y salvaje en detrimento de algunas de sus composiciones de tamiz más melódico. Una excelente elección que les sirvió para ganarse la atención de los fans de la mítica formación germana. 

Con un Gerard pletórico en su papel de frontman, animando constantemente mientras utilizaba los tres micrófonos que había repartidos por el escenario, Blaze Out proseguirían su presentación con los adictivos coros de "Fist Go First", uno de los temas más directos de su "Backlash", que propiciaba que la gente se fuera sumando a la fiesta. El primer recuerdo sobre el material de su ópera prima estaría reservado para "Shining Blood". Aunque entre los presentes había  muchos que no conocían sus temas, el momento de cantar junto a la banda llegaría con un trepidante medley que incluyó guiños y pinceladas de diferentes  clásicos de Iron Maiden y Metallica. 

Lejos de remitir, la intensidad del show seguiría una clara línea ascendente gracias a los incisivos riffs de "S.I.N.S. que nos flanqueaba el paso hacia un tramo final que estaría dominado por la agresividad del tema que abre su última entrega " Wrath Afire" y la primeriza "Red Silence", dejando unas fantásticas sensaciones entre los presentes. Son jóvenes, tienen actitud, hambre y una buena ristra  de temas para completar unos shows intensos, dinámicos e incendiarios. Así que ya sabes si pasan cerca de tu ciudad yo no perdería la ocasión de verles en directo. 

No son precisamente Tankard una formación que acostumbre a explayarse en lo que a montajes escénicos se refiere. Así que un solitario telón de fondo con  su clásico logo fue todo el decorado que utilizaron los thrashers de Frankfurt. Con el ambiente muy caldeado tras la arrolladora descarga de Blaze Out era el momento de que los autoproclamados "Reyes de la Cerveza" tomarán el escenario. Como un vendaval desatado y echando mano de su material clásico para desatar la euforia entre las primeras filas la descarga arrancaba con un himno como es el primerizo "Zombie Attack", que ponía de manifiesto que los germanos no han perdido ni un ápice de su arrolladora personalidad fiestera. Con Gerre al frente, luciendo su "apolínea figura" la escalada de thrash metal old school proseguiría con la convulsa "The Morning After", que nos adelantaba los efectos que sufriríamos al día siguiente después de semejante ceremonial de alcohol y decibelios.

Tras reivindicarse como una de las bandas clásicas dentro de la escena europea con un par de viejas favoritas  de la primera época tocaba echar la vista atrás a su último redondo que veía La Luz hace ya tres años para dejar que el ambiente siguiera caldeándose con los fogosos riffs de "Fooled By Your Guts". Tras las presentaciones y los habituales brindis, un desatado Gerre demandaría nuestra colaboración para elevar los brazos al aire para acompañar "Not One Day Dead (But Mad One Day)", que se convertiría en el primer recuerdo hacia su aclamado "A Girl Called Cerveza". Simpático, irónico y dicharachero, el  orondo frontman no dejaría de recorrer el escenario incansablemente mientras nos alentaba a participar en los estribillos de "The Beaty And The Beast", que fue precedida de una dedicatoria especial a todas las chicas presentes. 

 Pese a que Gerre fue sobre quién recayó todo el protagonismo, tanto el guitarrista Andreas Gutjahr como el bajista Frank Thorwarth no pararon de intercambiar sus posiciones, dando al show un dinamismo incendiario que se acabaría contagiando entre unas primeras filas que no pararon de danzar y hacer pogos  mientras los germanos nos espetaban  sin previo aviso "Stay Thirsty!". No abandonarían su repaso al material facturado durante el siglo XXI, ya que las siguientes  en sonar serían  la dupla que conformaron "Rapid Fire ( A Tyrant´s Elegy)" y la corrosiva "Rules For Fools", que hacia que la sala se viniera abajo.

Imparables, en poco mas de cuarenta minutos Tankard se habían metido a la gente en el bolsillo, y la mejor prueba fue ver cómo la audiencia coreaba ensordecedoramente el nombre de la banda ante la cara de satisfacción de un sonriente Gerre. Pero la fiesta no había hecho más que comenzar, así que mientras el frontman se golpeaba su prominente panza con el micrófono el resto de sus compañeros atacaban inmisericordemente una coreadísima "Maniac Forces", con la que nos volvía  a remitir a su material clásico de la década de los ochenta. Entre tanto cachondeo y diversión no podían faltar las pinceladas épicas contenidas en esa declaración de intenciones que es "Die With A Beer In Your Hand", que como no podía ser de otra forma fue interpretada por Gerre cerveza en mano. 

La sorpresa de la noche llegaría durante el ecuador del show, cuando los germanos nos presentaron "Minds On The Moon", que formará parte de su próximo trabajo. El cambio de tercio llegaría acompañado de las lúgubres ambientaciones que marcarían la introducción de "R.I.B. Rest In Beer", que provocaba que el pogo volviera a adueñarse del local. El único momento en el que los germanos levantaron ligeramente el pie del acelerador, si eso es posible, sería a lo largo de la heaviera  "Metaltometal", que servía para que Andreas Gutjahr nos mostrará su faceta más melódica. Pero este escueto remanso de calma entre semejante ciclón thrashero sería tan solo un espejismo, ya que la elegida para recuperar toda la caña e intensidad del show sería "Rectifier", que a la postre se convertiría en el primer y único recuerdo a su trabajo de 2002, “B-Day”.

Como siempre sucede en sus shows, el momento del vacile llegaría durante los prolegómenos de "Chemical Invasion", con Gerre invitando a una chica a bailar agarrados antes de azotarnos con otra corrosiva sucesión de incendiarios riffs y estribillos altamente coreables. Pese a la amenaza de abandonar el escenario, la banda permanecería en escena para satisfacer las demandas del público que pidió insistentemente "Freibier", que ponía el punto y seguido a la velada.

No tardarían mucho en regresar sobre las tablas para poner un brillante colofón con temas como "Alien", que plasmaba a la perfección la comunión entre banda y público; la desternillante "A Girl Called Cerveza", mientras que el último cartucho estaría reservado para la fiestera "(Empty) Tankard".

No, evidentemente, Tankard nunca serán una banda técnica ni glamurosa, pero a la hora de quemar los escenarios a base de alcohol y thrash metal nadie puede igualarlos, y la mejor prueba  fue la fiesta que los germanos montaron a su paso por la Ciudad Condal.




TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:ALFREDO RODRIGUEZ

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