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lunes, 23 de octubre de 2017

DIRKSCHNEIDER+RAVEN-RAZZMATAZZ 2-BCN-19-OCT-2017



Fiel a su cita anual con el público catalán el incombustible  Udo Dirkschneider regresaba al Razzmatazz 2 para ofrecer a sus incondicionales una nueva ración del material que grabó junto a la banda que le dio fama internacional: Accept. Si en su anterior visita bajo la denominación  de Dirkschneider, el carismático  vocalista de Wutterpal se dedicó a repasar algunos de los himnos de su primera etapa al frente de los de Solingen, de cara a este  "Back To The Roots Part 2" el protagonismo recayó en el material publicado durante la década de los noventa, aunque no faltaron algunos  guiños a "Russian Roulette", ni varios de los míticos himnos de sus primeros trabajos.

 Como acto previo antes de la aparición del protagonista de la noche y sus acompañantes contaríamos con el concurso de un nombre mítico dentro de la escena británica del heavy metal, Raven, quienes dieron buena cuenta de sus temas más emblemáticos,  amén de ofrecernos un par de suculentas muestras de su último redondo "Extermination", que veía la luz a principios del pasado 2015.

Hace escasamente un par de meses la formación que lideran los hermanos Gallagher estuvo descargando en la duodécima edición del Leyendas, donde dejaron unas fantásticas sensaciones tras demostrar que están en un buen momento de forma. Debo admitirlo, me sorprendió que a la hora prevista para el inicio de su show la sala presentará un frío ambiente. Sin duda propiciado por su temprana aparición y por la intensa tormenta que cayó esa tarde en la Ciudad Condal. Afortunadamente esto no amedrentó a la mítica formación británica que apareció en escena dispuesta a dar muestras de  su  clase y veteranía desde que abrieron fuego con "Destroy All Monsters".


Comandando una alineación clásica de trío  John, con micrófono de diadema, no tardó en invitar al respetable a sumarse a la fiesta con la llegada del primer clásico de la noche "Hell Patrol", dejando  patente que no ha perdido potencia en sus característicos agudos. La comunión entre los británicos y sus seguidores fue en aumento gracias a la pegada de  "All For One", que era la excusa perfecta para que todos coreáramos su contagioso estribillo mientras Mark se dedicaba a maltratar su guitarra. Y es que la puesta en escena de Raven fue eléctrica y muy dinámica, con ambos hermanos moviéndose frenéticamente  por el escenario para intercambiar constantemente sus posiciones, consiguiendo que los más veteranos disfrutarán al máximo de temas como "Hung, Drawn & Quartered", y el efectivo "Rock Until You Drop”.

Como era previsible, la sala fue tomando colorido a medida que avanzaba el show, así que cuando la banda encaró la segunda mitad de su presentación con la última muestra de su más reciente entrega discografía "Tank Treads (The Blood Runs Red)", el local presentaba algo más de media entrada. El guiño a sus raíces más netamente speedmetaleras llegó con los humeantes riffs de "Faster Than The Speed Of Light", que acabaría fundiéndose con la machacona "FirePower", con la que redondeaba la celebrada dupla extraída de su segundo trabajo "Wiped Out".

Con la guitarra de Mark marcando el riff, John no vaciló y abandonó el escenario para acercarse a las primeras filas y anunciar el siguiente tema "On And On", que nos ponía a todos a cantar. El clasicismo de la  N.W.O.B.H.M., quedaría patente con un rotundo "Break The Chain", que fue rematado por un fugaz pasaje del clásico de UFO "Rock Bottom". El último destello para la hora  de clasicismo metalero que nos ofrecieron Raven estuvo reservado para "Crash Bang Wallop", que dejaba patente que pese al paso de los años los de Newcastle no han perdido su entrega  y pasión por el heavy  metal.


Mientras consumíamos la espera, amenizada  con viejas favoritas  de Judas Priest y Ac Dc entre otros, el personal se apresuraba a tomar posiciones en una sala que acabó cubriendo las tres cuartas partes de su aforo total. Como era  previsible la mayoría de los asistentes superaba holgadamente la treintena, aunque en la parte trasera del local pudimos ver a  varios niños haciendo headbanging  junto a sus padres. Y es que la cita se presentaba como una gran fiesta de heavy metal, con Udo encabezando la formación que completan su propio hijo Sven a la batería, su fiel escudero el bajista Fitty Wienhold,  y los guitarristas Andrey Smirnov y el brasileño Bill Hudson.

Con los músicos posicionados sobre las tablas y tras la habitual introducción el show arrancaba con la dinámica reptante de   “The Beast Inside”, pero no fue hasta la mitad de la primera estrofa que el carismático frontman apareció en escena luciendo su habitual indumentaria de camuflaje. No fue el típico arranque eléctrico y explosivo, de modo que la respuesta del público no fue tan entusiasta como de costumbre. Afortunadamente la dinámica cambió radicalmente con “Aiming High”, que  con  sus característicos coros marca de la casa propiciaba  que los primeros puños se alzaran en dirección al  escenario.

 Tras recabar una calurosa ovación llegaba el momento de “Bulletproof”, en el que destacó el trabajo solista del nuevo fichaje de la banda, Bill Hudson, quien nos deleitó con una buena ración de poses a lo “guitar-hero”. No abandonarían el material del disco que marcó la vuelta de Udo a Accept “Objection Overruled”, ya que la siguiente en sonar fue la hímnica “Slaves To Metal”, que fue coreada reverencialmente por una audiencia que poco a poco iba entrando en el show.

Pese a ello, se empezaron a escuchar los primeros comentarios sobre un repertorio que a más de uno pilló con el pie cambiado, ya que, lejos de centrarse en los temas clásicos de Accept, Udo optó por una colección de composiciones menos habituales como “Another Second To Be”, el corrosivo “Protectors Of Terror”, o  “Fight It Back”. Para el que suscribe una de las sorpresas agradables de la noche fue “Can´t Stand The Night”, una vieja gema contenida en “Breaker” que parece haber sido relegada al ostracismo.


Transcurriendo por derroteros  melódicos la velada prosiguió con un nuevo guiño a “Objection Overruled”, de manos de un coreado “Amamos La Vida”. Pero no tardarían en cambiar de nuevo el paso para volver a reclamar la colaboración del respetable durante “Stone Evil”, que acabó recabando una rotunda ovación. Aunque como comentaba, el repertorio de esta noche estuvo muy centrado en el material que Accept facturaron durante la década de los noventa, la única concesión que se permitieron a “Predator”, llegó con el roquero “Heart Attack”, que nos dejaba a toda la sala acompañando con palmas.

Como viene siendo norma en sus últimas giras, Udo cedió bastante protagonismo escénico al resto de sus compañeros, dejando que Smirnov y Hudson se apoderaran del centro del escenario durante el intercambio solista de “Love Child”. Siguiendo una clara línea ascendente, el nivel de revoluciones y de excitación del personal seguiría en aumento con una acelerada versión de “Objection Overruled”, cuyo coreable estribillo llegó acompañado de cuatro columnas de humo mientras el escenario se teñía de rojo para convertirse en uno de los punto álgidos de la velada.

Antes de abandonar el escenario por primera vez, el quinteto todavía tuvo ocasión de regalarnos “X-T-C-“, y la pieza que daba título al plástico que Accept publicaron en 1985 “Russian Roulette”. Para su retorno sobre las tablas Udo se reservó un póquer de ases; cuatro temas que cualquier metalero ha coreado en infinidad de ocasiones, lo que provocó que en el recinto se desatara la euforia.

“Princess Of The Dawn”, fue la escogida  para dar el pistoletazo de salida al encore, con la gente entregada cantando incansablemente su distintiva melodía mientras Udo extendía sus brazos sobre nuestras cabezas. El nivel de intensidad no decreció con esa declaración de intenciones que es “Metal Heart”. La noche se estaba acabando, pero un respetable cada vez más volcado parecía querer más fiesta y diversión. Así que cuando el vocalista dio la entradilla del mítico “Fast As A Shark”, toda la audiencia empezó a cantar para que poco después el quinteto nos volara la cabeza con la acometida más salvaje de la noche. El broche definitivo llegó con el imprescindible “Balls To The Wall”, que propiciaba que todos nos fuéramos a casa  con un muy buen sabor de boca.

Aunque lo fácil hubiera sido repetir la fórmula de su anterior visita, en esta ocasión, Udo apostó de forma inteligente y arriesgada por ofrecer a sus seguidores algo menos evidente: una buena selección  de temas que difícilmente tendrán ocasión de escuchar en directo, ya que centró su objetivo en algunas composiciones  que ya no tienen cabida  en el repertorio de los propios Accept.



 TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ






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