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martes, 7 de noviembre de 2023

TAHURES ZURDOS-BIKINI-BCN-3-NOV-2023


Historia viva de nuestro rock Tahúres Zurdos fueron y siguen siendo a día de hoy una banda única, especial, diferente en muchos aspectos, y que ha acabado marcando y dejando huella a varias generaciones. Sin embargo, al igual que otras formaciones coetáneas suyas tuvieron el handicap de ser considerados como muy duros para los seguidores del pop-rock y las radio-formulas generalistas, pero a la vez excesivamente distinguidos para los amantes de las sonoridades más duras. Sea como fuere muchos fueron los que lamentaron su disolución en 2004 tras firmar una carrera plagada de grandes discos y conciertos memorables. Afortunadamente la banda decidió volver a los escenarios para regocijo de sus incondicionales el pasado 2019.

Tal y como nos comentó la propia Aurora Beltrán a lo largo del concierto la relación del combo navarro con el público barcelonés ha sido siempre estrecha y especial. De modo que para esta nueva visita del cuarteto el enclave escogido fue una Sala Bikini, aunque lamentablemente el local no presentó su mejor aspecto, ya que registró algo más de media entrada. Aunque eso no pareció importan ni a Aurora, -que se mostró sonriente y simpática,- ni tampoco a una banda que sonó medida y trabajada dando buena cuenta  de una buena colección de himnos imprescindibles junto alguna pincelada de su material más reciente.


El cuarteto de Potasas apareció en escena como si estuviera en una reunión de viejos colegas. Salieron, saludaron, recibieron el cálido aplauso del respetable, y se colgaron sus instrumentos para acto seguido dar el pistoletazo de salida a la velada con “Mrs. Hyde”, de aquel ya lejano “Árido” de 1992. Al frente del cuarteto, -que salió vestido de riguroso negro-, nos encontramos a  Aurora Beltrán vestida con pantalones de cuero, luciendo melena corta rubia y empuñando su inseparable guitarra, reivindicándose como una de nuestras pioneras dentro del rock nacional. La conexión entre banda y público fue brutal durante todo el show. Se notó, y mucho, que los fans de Tahúros Zurdos son fieles, y es que pudimos ver a la gente emocionada cantando en más de una ocasión a lo largo de la velada. Y la primera de ellas fue cuando el cuarteto empalmó tras el tema de apertura con la primeriza y rockera “Lujuria”.


Quizás la sala no estuviera llena, pero los que asistimos fuimos testigos de una sesión de música en directo. Puede parecer una obviedad a la hora de hablar sobre un concierto, pero desafortunadamente es cada vez menos habitual ver a una banda tocar sin atrezo, pregrabados, ni ayudas. Así que poco nos importó que la guitarra de Aurora se desafinara ligeramente durante “Él lo Predijo”. Si algo ha caracterizado la carrera de Tahúres Zurdos es el compromiso en los textos de sus composiciones. Así que no podía faltar el guiño antibelicista durante “El Manual”, que fue la primera incursión que hicieron sobre el contenido de “El Tiempo De La Luz” del año 2000.



Con la sección rítmica que conforman, desde principios de los noventa, el batería Javier Lizarazu y el bajista Juan Manuel Ugarte marcando un tempo de aromas funkies arrancaba ese genialidad que lleva por título “Mis Hijos Me Espían”, que fue una de las más aplaudidas de la noche, algo previsible si tenemos en cuenta que la mayoría de los presentes sobrepasaban la cuarentena. Cabe remarcar que el combo navarro no se dedicó únicamente a repasar sus grandes éxitos, esos temas que resultan imprescindibles para todos sus seguidores. Y es que Aurora y sus muchachos también quisieron regalarnos algún tema más reciente, así que tuvimos ocasión de deleitarnos con “Princesa Hada”, que la frontwoman incluyó en su trabajo en solitario de 2017 “Usiana”.


Una nueva mirada al pasado, concretamente al material contenido en lo que fue su segundo largo, “Nieve Negra”, serviría como excusa para seguir incidiendo en la actualidad con el incisivo “Arde Europa”, cuya letra desgraciadamente podría haber sido escrita hoy mismo. Acto seguido llegaría el momento de otro de esos temas que por derecho propio se han ganado la consideración de clásicos entre todos los seguidores de la banda de los hermanos Beltrán, “Azul”, y que a la vez prestaba título a su obra de 1997. El nivel de excitación del personal continuaría en aumento cuando los más acérrimos reconocieron y cantaron junto Aurora los versos de la deliciosa “Nieve Negra”, para posteriormente  tributar a la banda una cerrada ovación. Aprovechando ese ambiente de cercanía con sus seguidores la carismática Aurora nos presentó a su inseparable compañera: su guitarra, la Srta. Martín antes de adentrarse en las sonoridades más recatadas y acústicas de “Afiladas Palabras”, para posteriormente, y siguiendo con este mismo formato,  proponernos su fantástica versión del “Five Years” del añorado “Duque Blanco”.


No tardarían en volver a rugir con intensidad  las guitarras de Aurora y Manuel para dar un plus de rotundidad  y mordiente a otra de las nuevas que interpretaron esta noche “Redención”, el tema que significó su retorno a las grabaciones en este mismo 2023, y que a tenor de lo visto ha calado hondo entre sus incondicionales. Los guiños al rock americano, a ese Boogie marchoso que invita a mover los pies, se encargaría de marcar la revisión de otro de los imprescindibles como fue “Las Botas”. Mientras que el primer guiño que se permitieron a “La Caza” llegaría de manos de esa explosión de optimismo que es “Que Entre La Luz”.



Con el ambiente ya muy caldeado había ganas, muchas ganas, de cantar y el momento de que todos lo hiciéramos junto Aurora fue durante “Chicas Fuertes”, uno de sus temas bandera que tres décadas después de su publicación sigue funcionando como un tiro en directo. Había que mantener el ambiente de fiesta, hacer perdurar esa “luna de miel” que estaban viviendo banda y seguidores, y para ello que mejor que su particular adaptación de Patty Smith con “La Noche Es”, que fue acompañada con palmas.


El toque romántico y a la vez callejero se encararía de impregnar el ambiente durante “Una Noche De Amor”. Lamentablemente estábamos entrando en la recta final del show. De modo  que el espíritu más netamente roquero, con la gente acompañando con palmas, volvería para esa declaración de intenciones que lleva por título “Tocaré”. Un recuerdo más, en esta ocasión a sus primeros tiempos, nos abocaría sobre “El Chico De La Mirada Asustadiza”, para dejar que el cierre definitivo a una fantástica velada corriera por cuenta de “Fiesta”.


Para muchos el éxito se mide en cifras de ventas, tanto de entradas como de discos. Sin embargo, bandas como Tahúres Zurdos constatan que el verdadero éxito es seguir haciendo lo que aman  después de tantos años. Sin miedos, sin complejos y sin ataduras, siendo auténticos y amando la música. Y su descarga en Barcelona sirvió para ratificar  que los navarros son una formación con un pasado glorioso, pero a la que, afortunadamente, todavía le quedan muchas noches de rock n´ roll que ofrecer.







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