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sábado, 9 de diciembre de 2023

QUIM MANDADO-BOVEDA-BCN-2-DIC-2023



Para el público más mainstream Sangtraït pasarán a la historia por ser “un dels quatre grans del rock català”. Pero para los seguidores de las sonoridades más potentes la formación gerundense será recordada como uno de los pilares del hard & heavy cantado en catalán. Pese a que la banda lleva oficialmente inactiva desde finales de 2001 su leyenda ha continuado agrandándose mientras algunos de sus miembros seguían revisitando parte de su legado en los conciertos de sus respectivos proyectos. Y es que tras la disolución de la banda Quim Mandado, bajista y vocalista, se embarcó en el proyecto Los Guardians Del Pont, (LGP), junto al que fuera también batería de Sangtraït, Martín Rodríguez y el guitarrista Joan Cardoner, (Terratrèmol), y pese a su buen hacer lo cierto es que nunca consiguieron llegar a gozar de la notoriedad y el éxito que disfrutaron durante los años dorados de la mítica formación de La Junquera.

En cualquier caso, todos sabemos que la nostalgia tira, y mucho. Y que según parece Sangtraït no van a volver. Así que la presencia de Quim Mandado en sala Bóveda de Barcelona despertó una enorme expectación, con lo que en los días previos a la cita se anunció a través de las redes sociales que se habían agotado todas las entradas. Sin duda, una sala atestada de fieles era el mejor marco para que muchos revivieran viejos recuerdos y para que la formación que acompaña a Mandado: Joan Cardoner y Ferran Mandado a las guitarras junto al batería Guillem Mandado nos hiciera viajar a finales de los ochenta y los noventa para revivir un montón de clásicos que por derecho propio se han convertido en imprescindibles para cualquier seguidores de rock en tierras catalanas.


Pese a ello, no todo iba a ser un mero ejercicio de revival. El show arrancaba de forma comedida a ritmo de medio tiempo, dando cancha a uno de los temas que Mandado grabó en solitario después del fin de Sangtraït. Así que la elegida para dar el pistoletazo de salida a la velada fue precisamente el tema que abría su trabajo de 2003 “Eclosió”, y que lleva por título un lacónico “Agraït”. Evidentemente la elección fue un tanto extraña, ya que el tema fue recibido con bastante frialdad por parte de una audiencia que estaba deseosa de escuchar material clásico, pero lo cierto es que nos dio ocasión de comprobar como se desenvolvían en  directo los dos hijos de Mandado, ya que a Cardoner, viejo conocido de andanzas anteriores, lo teníamos más que controlado. Y lo cierto es que la química entre los cuatro fue fantástica. Aunque en algunos momentos creo que la banda pecó de estar un poco estática en escena.


Pero dejando a un lado apreciaciones personales, Quim Mandado y sus acólitos sonaron compactos, rodados y convincentes. Así que al echar la vista atrás no tardaron en meterse al respetable en el bolsillo, provocando la euforia entre una audiencia que cantó como si le fuera la vida en ello el primer gran clásico de la noche “Buscant Una Dona”, que tal y como sucedió con todos los clásicos que escuchamos esta noche sonó un pelín más lenta que en su versión original y con alguna variación en sus desarrollos solistas. Para completar la tripleta de arranque Mandado y su bandas  optaron por brindarnos un primer recuerdo a lo que fue la trayectoria de LGP dando buena cuenta de la fantástica “Hiperbòria (Paradís Ocult)”.


Muchos fueron los momentos a lo largo de la velada en los que el griterío del público que abarrotó la sala nos impidió escuchar la característica voz de Mandado, y la primera de ellas fue cuando el cuarteto se embarcó en “Inqui-Missio”, caldeando el ambientó al máximo. La segunda mirada a lo que fue el debut de Sangtraït en 1988, “El Senyor De Les Pedres”, no tardía en llegar en forma de “L’ Enigma De L’ Estel”, que se zanjaba con el respetable coreando el nombre de la mítica formación.



Aunque muchos venían con la idea de que esta noche solo habría espacio para el material de Sangtraït, Quim Mandado aprovechó la ocasión para recorrer toda su carrera. Así que de su producción en solitario no faltaron temas como “Èxode”, que lamentablemente pasó bastante desapercibido. Sin embargo, para conseguir que el ambiente volviera a caldearse la banda optó por cartas ganadoras e incontestables en forma de trallazos letales como “Furtadora D’ Ànimes” i “La Maledicció”, ambas recuperadas del exitoso “L’ Últim Segell” de 1991.


Una nueva mirada sobre LGP,  el proyecto entre Mandado y Cardoner que lamentablemente se vio truncado por la muerte del batería Martín Ridriguez, sería la excusa perfecta para volver a disfrutar intensamente del corte que daba título a lo que fue su segunda entrega discográfica “Sancta Sanctorum”. La encargada de hacernos cambiar el paso fue la elegante “Somnis Entre Boires”, que se convirtió en otra de las que fue coreada con ímpetu por la audiencia.


El último guiño que Mandado se permitió a lo que fue su disco en solitario de 2003 llegó en forma de “Trencant Cadenes”. Las guitarras volverían a ganar en contundencia y filo metalero para hacer que la épica “Almogàvers”, se convirtiera en el tema más celebrado de los que sonaron de Los Guardians Del Pont. Pero, en cualquier caso, no hubo comparación con la explosión de júbilo que se produjo entre los presentes cuando el cuarteto atacó uno de los que en su día fue sencillo del cuarto largo de estudio de Sangtraït: “Contes I Llegendes”, y es que la vena más netamente metalera impregnó el veloz “Alè de 1100”.


Con la sala coreando el nombre de la mítica formación catalana, de nuevo, y después de que Mandado nos agradeciera nuestra lealtad y apoyo tocaba seguir manteniendo el nivel de intensidad y para ello que mejor que abandonarnos a la riffera “Presoner Dels Errors”. No faltó esta noche el recuerdo hacia uno de los Grandes, como dijo el propio Mandado, y es que todos tuvimos a Freddie Mercury en la cabeza mientras participábamos en el emotivo “Freddie Memorium”.


Tras una descarga trepidante, en el que Quim Mandado y sus muchachos repasaron su trayectoria vital, tocaba encarar la recta final del show. Sí, a lo largo de la velada ya habíamos podido disfrutar de momentos preñados de épica heavy metalera, pero la cosa se pondría aún más seria cuando la historia y el rock se dieron nuevamente, invitándonos a todos a levantar los puños y corear el fantástico “15 de juliol de 1099”. La embestida del cuarteto no se detendría y con unas guitarras todavía más afiladas si cabe le llegaría el momento de que un clásico como “El Guerrer”, pusiera la sala literalmente patas arriba. La elegida para rematar la que sin duda fue la tripleta más netamente metalera de la noche fue otra de las imprescindibles “Lea Creus Vermelles”.


No dejarían de lado ese halo de oscuridad aunque el ritmo bajaría ostensiblemente a la hora de encarar los compases iniciales de “Lliures Con L’ Alè Del Vent”. Mientras que la elegida para poner el broche definitivo, escenificando la perfecta sintonía entre banda y público, fue la mítica “El Vol De L’ Home Ocell”, que nos dejaba a toda la sala cantando para poner el mejor broche a una velada que estuvo marcada por la nostalgia y la buena música.


Gran descarga de Quim Mandado acompañado de una banda sólida y de garantías. Y es que el cuarteto no se dedicó únicamente a sacar rédito a los  grande s clásicos de Sangtraït, sino que repasaron muchos de los momentos destacados dentro de la longeva carrera del vocalista y bajista. En definitiva una noche mágica, que esperemos que no tarde mucho en repetirse, ya que viendo el sold out que registró la sala no me cabe la menor duda de que sigue habiendo hambre de escuchar los clásicos de Sangtraït.




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