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jueves, 7 de agosto de 2014

RESURRECTION FEST-VIVEIRO-1-AGO-2014



VORTICE

Sin duda con su último trabajo los catalanes Vortice han alcanzado su plena madurez, facturando su mejor plástico hasta la fecha. Aunque en sus dos anteriores entregas “Human  Engine” y “Zombie” la banda ya apuntaba maneras, ha sido con la incorporación del vocalista Álex Misas y el guitarrista y teclista Florian Schartner cuando el quinteto ha explotado definitivamente, llevando su personal propuesta a un nivel superior.

A pesar de que su actuación estaba programada para una hora muy temprana, las 14:10 horas, una buena representación de amigos, seguidores y algunos curiosos se dieron cita para seguir las evoluciones del quinteto sobre las tablas  y contemplar su abrumadora propuesta.

Muy motivados y con el cuchillo entre los dientes el desembarco del combo barcelonés en tierras gallegas  fue toda  una explosión de técnica, rabia y visceralidad, dejando atónitos e impresionados a quienes todavía no les conocían, y consiguiendo sacar de su ensoñación a los más somnolientos, sometiéndoles sin piedad a una buena sesión de ese metal experimental repleto de técnica y elementos incorporados de otros estilos como el djent o el math.


WORMED

Ya lo dice la sabiduría popular: "Nadie es profeta en su tierra". Desgraciadamente en este país acostumbramos a ensalzar todo lo que nos viene de fuera, dejando relegado a un segundo plano, cuando no al ostracismo, lo propio. Mientras que en medio mundo los madrileños Wormed son considerados un nombre de referencia dentro de la escena extrema,- tal y  como atestiguan sus repetidas participaciones en festivales internacionales-, dentro de nuestras fronteras no pasan de ser una referencia muy destacada para  eruditos y amantes de la escena más “underground”. Ante tales perspectivas esta oportunidad se presentaba como una excelente ocasión para que Wormed llamaran  la atención de los que todavía no les conocían,  consiguiendo así   hacerse con un buen botín en forma de nuevos adeptos a su causa.

Como siempre que he tenido la ocasión de ver a la banda, los madrileños sonaron brutales, técnicos e incisivos, provocando la respuesta enfervorizada del público, ya fuera moviendo la cabeza desenfrenadamente o  en forma de rotundos y violentos "circle-pits". Avalados por la calidad de su última referencia "Exodromos", el quinteto  salió  a escena muy motivado, dispuesto  a volarnos la cabeza con esos trallazos rotundos y viscerales, repletos  de técnica y salpicados de  letras de inspiración futurista y de ciencia ficción. Sin duda para los que no conocían su propuesta su show fue cuanto menos impactante, gracias en gran medida a la tenacidad corrosiva de temas como "Spacetime Ekleipsis Vorticity", o esa descomunal bomba de relojería que es la subversiva "Nucleon".

Aunque la formación demostró una confianza plena en el material de "Exodromos", no quisieron dejarse en el tintero algún pequeño guiño a su pasado, descargando  para la ocasión "Tunnel Of Ions", rescatado de su segundo trabajo  "Planisphaerium". Mientras que la encargada de adentrarnos en la recta final de su brutal actuación fue la novedosa "Tautochrome".


ANGELUS APATRIDA

Poco se puede decir de la banda de los hermanos Izquierdo que no se haya dicho ya. Y es que Angelus Apatrida continua su imparable ascensión, no solo en nuestro país, sino también a lo largo de todo el  Viejo Continente. Debido a su participación en el Xtreme Fest, en la vecina Francia, la banda se vio obligada a adelantar su actuación a primera hora de la tarde, pero afortunadamente eso no  importó, ya que a la hora prevista para el inicio de su show un buen numero de incondicionales se agolpaba frente al escenario principal.

Como viene siendo habitual en ellos, el cuarteto salió a escena con el cuchillo entre los dientes, dispuestos a  hacernos pasar un buen rato y sacar  el máximo partido a  su reducido tiempo. Con un Davish todavía convaleciente, luciendo una aparatosa rodillera y sentado en un extremo del escenario, los albaceteños daban arranque a su actuación con un tormentoso “Violent Dawn”, que   ponía a todo el mundo en previo aviso de lo que se nos venía encima. Sin concedernos ni un segundo de tregua la siguiente en hacer acto de presencia fue “Of Men And Tyrants”, con la que llegaron los primeros “circle-pits”, dando al recinto un ambiente realmente espectacular, con una marea humana corriendo en circulo ante la cara de satisfacción de los integrantes de la banda.

Pese a disponer de muy poco tiempo Angelus Apatrida nos ofrecieron un set muy equilibrado, rescatando los mejores momentos de su dilatada carrera discográfica, especialmente brillante resulto la dupla formada por un devastador “Vomitive”, y el clásico que daba título a su segundo trabajo “Give Ém War”, con el que conseguirían mantener el nivel de complicidad y entrega con una audiencia que respondió en todo momento a cada una de las increpaciones y guiños del vocalista manchego.

De su ultimo trabajo tampoco faltó ese corrosivo “You Are Next”, que puso a todos a saltar, demostrando que se ha convertido ya en todo un clásico dentro del repertorio de la banda, o ese crujiente y oscuro “Blast Off”, que nos conduciría a un rotundo final con “Legally Brainwashed”. Corta, muy corta se hizo la actuación de Angelus Apatrida, y debo reconocer que personalmente me faltaron temas que siempre me han parecido idóneos para los festivales como “Fresh Pleasure”, “Killer Instinct”  o “Thrash Attack”, pero lamentablemente esta vez no pudo ser. En cualquier caso, Angelus Apatrida volvieron a demostrar porque son la banda más importante dentro del thrash metal nacional.


BORN FROM PAIN



Los veteranos Born From Pain son considerados como uno de los máximos exponentes de ese hardcore rápido, directo e impregnado en sus letras de un incisivo y contestatario mensaje político-social. Aunque el quinteto está más habituado a descargar sus composiciones en pequeños y sudorosos clubs, lo cierto es que el Chaos Stage no se les quedó para nada grande y consiguieron montar una buena fiesta durante su escueta actuación.



Dada la trayectoria y la reputación de los holandeses fueron muchos los que se acercaron al Chaos Stage para tributar una calurosa bienvenida a Born From Pain. Con muchas ganas y una actitud reivindicativa y rebelde,  el quinteto supo conectar rápidamente con una audiencia muy predispuesta al mosh  y a dar saltos incansablemente a la vez que alzaba sus puños para corear junto a Rob Franssen los estribillos de trallazos tan letales como directos de " Sons Of A Dying World" o "Behind The Enemy Lines".

Como si de una metralleta se tratara los holandeses no nos ofrecieron ni un segundo tregua, escupiendo de forma incisiva todas sus reivindicaciones, mezclando sin ninguna clase de pudor los riffs metálicos de "Black Dog", con la hiriente rabia hardcore  de "The New Hate", que se convertiría en la excusa perfecta para que Franssen nos pusiera a todos a gritar el título del tema. Como no podía ser de otra forma, los holandeses se guardaron para despedir su actuación un último as en la manga, en forma de un letal "When We were Kings", que nuevamente volvía a poner a los allí presentes a saltar convirtiendo el show en un auténtico desmadre.


SKELETONWITCH

Siguiendo la recomendación y el consejo que desde el escenario nos  habían hecho los miembros de Angelus Apatrida llegaba el momento de desplazarse hacia el Ritual Stage para seguir de cerca la actuación de los americanos Skeletonwitch. Debo reconocer que no conocía la propuesta de la banda  de Ohio, pero después de seguir su brutal actuación en Viveiro creo que el quinteto cuenta con un nuevo adepto a su causa. Y es que la formación americana dio un auténtico recital sobre las tablas, sorprendiendo a muchos de los presentes que incrédulos ante semejante derroche de fuerza, técnica y velocidad miraban su octavilla de  horarios para saber quienes eran esos cafres que estaban quemando el escenario del Ritual Stage.

Brutales, con un sonido atronador y con una impactante puesta en escena la formación americana salió claramente triunfadora en esta su primera participación en el festival gallego, pese a que el sonido no fue todo lo nítido que nos hubiera gustado, especialmente durante los primeros temas, lo cierto es que la banda mostró una entrega y una actitud realmente encomiables. Como muestra de su devastadora propuesta el quinteto dejo perlas como “ I Am Of Death” o “Burned From Bone”, que, literalmente, enloquecieron al personal que copaba las primera filas.

En todo momento la conexión banda-publico fue perfecta, con lo que el show tuvo siempre un ritmo rápido e infernal, lo que propicio que temas como “Beneath Dead Leaves”, “Stad” o el hímnico y épico “Fight & Die”, resultaran autenticas cuchillas degollando nuestras cabezas. En resumen, brutal actuación de los americanos que aprovecharon esta incursión en territorio  nacional para darse a conocer y hacer un buen botín en forma de nuevos seguidores. Si te gusta el thrash metal “old chool” potente, corrosivo, pero sobre todo con actitud no puedes dejar de pegarle un buen repaso al material de Skeletonwith. Sin duda su actuación fue una de las grandes sorpresas de esta novena edición del Resurrection Fest.




SUFFOCATION

Aunque a priori podría parecer que los maestros del brutal death Suffocation tenían una ardua tarea tras la fantástica actuación de Skeletonwitch, lo cierto es que los neoyorquinos salieron a escena con la lección bien aprendida y con las ideas bien claras sobre lo que había que hacer para triunfar y convencer a sus adeptos.

Un cuarto de siglo,- dejando parones de inactividad al margen-,  es el tiempo que la banda lleva sobre los escenarios, y esa experiencia se nota, y mucho, a la hora de encarar cada una de sus actuaciones. Pese a que el material de su segunda etapa es francamente reseñable, lo cierto es que los americanos han sabido aceptar y asumir que la base de su propuesta está en sus primeros tres álbumes, así que conscientes de lo que su público demanda de ellos no tuvieron ningún tipo  de problema  en centrar su repertorio en su material más clásico, destripando para la ocasión piezas tan hirientes y corrosivas como “Catatonia” o la despiadadamente diabólica “Effigy Of The Forgotten”.

Aunque sobre las tablas el motor de la banda sigue siendo el vocalista Frank Mullen, me gustó mucho la puesta en escena y la forma de atacar su instrumento del bajista Derek Boyer, quien ofreció un auténtico recital. En cuanto a la labor de ambos guitarristas, destacaría especialmente la aportación de Terrance Hobbs quien se mostró especialmente inspirado a la hora de atacar los intrincados desarrollos de temas como “Breeding The Spawn” o “Liege Of Inveracity”. Aunque tal y como comentaba al principio, el repertorio de la formación americana se basó en los temas clásicos de sus primeros trabajos, no faltaron algunas concesiones al material incluido en su última referencia “Pinnacle Of Bedlam”, del que nos ofrecieron la incontestable “As Grace Descends”, con la voz de Mullen sonando más cortante y agresiva que nunca, “Purgatorial Punishment”, con esos ritmos densos y crujientes tan característicos de la formación americana, y “My Demise”, que nos sirvió para comprobar las habilidades técnicas de Dave Culross tras los tambores.

Con la gente totalmente entregada llegaba el momento de encarar la recta final del show y para ello que mejor que un par de pinceladas de su material más primitivo y salvaje, de manos de la aplastante “Liege Of Inveracity” y la demoniaca “Infecting The Crypts”, con la que se despedían como auténticos héroes, dejándonos con la miel en los labios y con ganas de mucho más.


DOWN

Hacía mucho tiempo que Down no visitaban nuestros escenarios, de modo que había muchas ganas de volver a ver a la formación capitaneada por el mítico Phil Anselmo y el rubio guitarrista Pepper Keenan. Tras la pequeña decepción que supuso la actuación de sus compatriotas Megadeth, los de Nueva Orleans tenían una inmejorable ocasión para reivindicarse como auténticos vencedores de esta novena edición del Resurrection Fest, pero lamentablemente no pudo ser. No quiero decir con esto que Down hicieron un mal concierto, sino que no llegaron a cumplir las expectativas que muchos habíamos depositado  en la banda.

Sin duda creo que el principal inconveniente de la descarga de los americanos radicó en la elección del repertorio, ya que la banda apostó por los temas más densos y correosos de su discografía, concediendo un excesivo protagonismo a las composiciones de su última entrega “Down IV-Part II”, algo que definitivamente no ayudó a que la banda acabará de conectar con sus seguidores. Ya desde el mismo inicio con una larguísima introducción que nos conduciría hacia la primeriza “Eyes Of The South”, se pudo apreciar  a una banda excesivamente estática e indolente, que dejaba que todo el protagonismo escénico recayera  sobre la figura de un  Anselmo que evidenció no estar en su mejor estado de forma. Y es que el registro del vocalista sonó excesivamente ronco y rasposo, muy alejado de la potencia y la agresividad a la que nos tenía acostumbrados, haciendo que temas como el novedoso “We Knew Him Well”, sonaran faltos de fuerza e intensidad.

Algo más rabioso y afilado se mostró Anselmo  durante la arrolladora “Witchtripper”, que fue uno de los pocos momentos en los que la banda llegó a conectar con su público. Lo que no cambio el vocalista fue su particular forma de dirigirse a la audiencia, con esos largos  discursos ácidos y llenos de ironía que no hicieron más que  ralentizar, aún más, un concierto que no acababa de despegar. Pese a ello, no faltaron a lo largo del show momentos emotivos, como el sentido recuerdo hacía la figura del tristemente desaparecido Dimebag Darrell durante la presentación de “Lifer”. Precisamente, fue durante este tema cuando se produjo un apagón del equipo de luces que provocó que la banda estuviera varios minutos tocando a oscuras ante el desconcierto generalizado de una audiencia que no sabía lo que estaba pasando.

Con el problema de la iluminación parcialmente  solucionado, ya que la banda prosiguió su descarga con todas las luces encendidas, llegaba el momento de adentrarse en la hipnótica ambientación de “Lysergik Funeral Procession”, que cual tributo a los Black Sabbath más densos y correosos nos conduciría hacia la crujiente  “Hail The Leaf” y a la más pesadumbrosa y tosca  “Conjure”, que volvía a ralentizar notablemente el ritmo del show. Sin duda la mejor parte del concierto estuvo protagonizado por esa suculenta dupla final en la que se fundieron los aromas típicamente sureños de “Stone The Crow”, en la que por fin Pepper Keenan se decidió a asumir algo de protagonismo, y la machacona “Bury Me In Smoke”, que Anselmo detuvo en una primera intentona porque no le gustaba la actitud excesivamente contemplativa de las primeras filas. En resumen, una actuación simplemente correcta del quinteto americano que se quedó muy lejos de las expectativas que muchos nos habíamos marcado. Analizando con detenimiento la actuación del quinteto americano creo que la principal diferencia entre los actuales Down  y los que grabaron “Nola” , radica en que ahora la banda no parece una hermandad unida y cohesionada, sino simplemente la banda de acompañamiento de Phil Anselmo.


WATAIN

Con la noche ya bien entrada llegaba el momento de enfrentarnos al oscura celebración pagana que nos tenían preparada Watain en el incomparable marco del Chaos Stage. Venerados por los amantes del black metal , los suecos no dudaron en engalanar el escenario con diferentes motivos y ornamentaciones dando así al escenario una ambientación propia de una ceremonia iniciatica. Y es que además de la música, el principal protagonista de la descarga de los suecos fue el fuego, que estuvo presente durante la practica totalidad del show.

Aunque personalmente creo que su sonido dejo bastante que desear, no puede decirse lo mismo de una puesta en escena realmente lograda e impactante,  con dos crucifijos invertidos presidiendo el escenario y con todos los miembros de la banda luciendo desafiantes sus personales pinturas de guerra.

Recibidos con autentica devoción por sus incondicionales y consiguiendo llamar la atención de los más curiosos, la formación de Upsala nos ofreció una rotunda sesión de oscuro e irascible black metal, que estuvo protagonizada por momentos sublimes y épicos como “Malfeitor” o “Reaping Death”, en el que la formación demostró que además de la caña también sabe embarcarse en esos pasajes más envolventes y técnicos.

Amantes de la magia negra, la oscuridad y el satanismo, los suecos dejaron bien claro sobre las tablas del  Chaos Stage que son una apuesta decidida por el extremismo musical, y por si alguien tenia alguna duda alrededor de sus intenciones, no dudaron en abordarnos durante la parte final del show con esos trallazos tan letales como certeros que representan piezas como la pagana “Hymn To Qayin”, “Stellarvore” o la final “Holocaust Dawn”, que servía para saciar la sed de fuego de sus incondicionales.


SICK OF IT ALL

Incombustibles al paso del tiempo los neoyorquinos Sick Of It All, llevan casi tres décadas asolándonos con sus letras crudas y comprometidas, cargadas de un alto contenido social y un marcado simbolismo político. Además, el cuarteto se ha convertido en una banda admirada y respetada tanto por los seguidores del punk como los del metal. De hecho ellos han compartido escenario con los principales referentes de ambos estilos, granjeándose una excelente reputación como banda de directo  y una amplia legión de seguidores que les apoyan en cada una de sus descargas. Y como no podía ser de otra forma, sus incondicionales no quisieron perderse la oportunidad de cantar nuevamente junto al carismático  Lou Koller los estribillos rabiosos y precisos de temas como “Death Or Jail”, “Uprising Nation” o ese puñetazo sonoro que es el punzante “World Full Of Hate”.

Como viene siendo habitual en todos los directos de la banda, el cuarteto se mostró muy activo sobre las tablas, corriendo de un lado a  otro del escenario como si fueran unos imberbes  jovenzuelos. Mención especial merece el despliegue físico que ofreció el guitarrista y fundador de la banda, Pete Koller, quien no dejó en ningún momento animar a la audiencia  mientras acompañaba con sus acrobáticos saltos temas como “Take The Night Off” o “Busted”. Tampoco faltó  durante su incendiario y acelerado show la faceta  más genuinamente punk  de la banda, que estuvo representada por temas como la adictiva “My Life” o la coreada y combativa “Us Vs. Them”.

En todo momento la respuesta del respetable fue realmente efusiva, respondiendo a todas y cada una de las propuestas de la banda, consiguiendo que temas como el altamente metalizado “The Divide” o el hiriente “Machete”, convirtieran la parte central del foso en un auténtico campo de batalla, sometiendo a las primeras filas a un pogo intenso y  constante. Aunque evidentemente también hubo momentos más distendidos y sosegados que invitaron al baile,  como la pegadiza “Friends Like You”, o la final “Step Down”, que servía para poner el punto y final a una de las actuaciones más vibrantes y atractivas de esta segunda jornada festivalera.


enlace cronica del Jueves 31 de Julio

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