lunes, 22 de octubre de 2012

SHERATÁN-MUNDO SIN PERDON




Formados de las cenizas de Geisha, Sergio Rodas (voz y guitarra) y David Romero (guitarra solista), emprendieron una nueva aventura a finales de 2002  bajo el nombre de Sheratán. Tras grabar una primera demo “Resurrección”, que generó muy buena acogida por parte de los seguidores del heavy metal más tradicional cantado en castellano, se lanzaron a la composición de los temas que se incluirían en su primer trabajo “Reencarnación”.  Sin conseguir el apoyo de ningún sello discográfico, en 2008 publicaron de manera independiente su segundo trabajo  “La Maldición”, en el que debutó su nueva base rítmica compuesta por el bajista Sergio Sánchez y el batería José Salas, un álbum que les sirvió para compartir escenario con algunas de las bandas nacionales más importantes dentro de la escena del metal como Mago de Oz, Tierra Santa o Saratoga.

Cuatro años después del lanzamiento de su último trabajo discográfico, los pacenses retornan nuevamente de forma independiente con “Mundo Sin perdón”, un álbum grabado en el propio local de la banda, en el que siguen apostando por un heavy metal de corte clásico con pinceladas power metaleras y algunos guiños de carácter progresivo, con los que han ido dando color y riqueza a un sonido contundente y agresivo,  liderado por un rabioso ataque  a 2 guitarras  que se ve culminado por una voz melódica en tonos agudos y una base rítmica demoledora. 

Lejos de las acostumbradas intros rimbombantes con las que se suelen abrir los discos, Sheratán han decidido arrancar “Mundo Sin Perdón” de forma directa, mostrando desde el primer momento su apuesta por un heavy metal clásico y potente de la mano de “Generación Revolución” un trallazo incontestable liderado por unas primerizas guitarras hard roqueras que rápidamente ganaran filo metálico viéndose secundadas por una eficiente base rítmica, en una pieza de apertura, que lejos de ser el típico trallazo directo y de estructura lineal, incluye unos muy interesantes cambios de ritmo que le dan un aire dinámico, con las guitarras realizando extensas progresiones que dejaran paso a un melódico estribillo que dotará al corte un inminente toque hímnico, que se repetirá en muchos de los temas del disco. “En Manos Del Odio”, se abre de forma incisiva, liderado por la batería de José Salas sumergiéndonos  de lleno  en una primera parte en la que Sheratán nos muestra su vertiente más agresiva con unas rotundas  voces dobladas, al estilo Priest, que dejarán paso a unos afilados fraseos power metaleros que velozmente conducirán el tema hacia unos desarrollos más melódicos, con las guitarras dibujando escalas en unos tempos cuasi progresivos, antes de que la base rítmica toque a arrebato para reincorporarnos al ritmo vertiginoso de un tema agresivo y potente, con un estribillo ascendente, altamente coreable, donde brilla especialmente la voz de Sergio Rodas. 

La furia inicial de "Mundo Sin Perdón" se reconducirá repentinamente dando forma a un up tempo poderoso y aplastante, con un rotundo y contagioso  estribillo donde Sergio nos sorprende con un registro muy agudo, que puede llegar a recordar a los Saratoga de la época de Leo Jiménez, gracias a unas fenomenales líneas vocales, en una letra dura y reflexiva que está muy bien respaldada por una contundente dupla de guitarras. Los tempos más cañeros y netamente metálicos tienen continuidad en el inicio de "Dame Una Razón”, uno de los temas más directos y potentes de todo el álbum, donde el cuarteto nos muestra por un lado, su cara más  contundente y agresiva pero donde también tienen cabida unos extensos desarrollos instrumentales en los que Sheratán nos ofrecen unas excelentes y melódicas líneas guitarreras para posteriormente sumergirnos en un final vibrante.

Con un nuevo inicio arrollador, arranca “Eternamente” todo un vendaval metálico liderado por unos fraseos incendiarios y una contundente base rítmica que dejará paso a  unos acordes sostenidos, con cierto aire arábico, que se enlazaran directamente con pequeñas partes entrecortadas antes de desembocar en un estribillo bien trabajado, directo y contundente envuelto por unos riffs afilados y unas voces agudas que nos demuestran la facilidad de Sergio para  llegar a las notas más agudas dando agresividad y empaque a un corte en el que tienen cabida diferentes  ambientaciones, moviéndose a medio camino entre el power metal melódico y el metal más tradicional, redondeando  un trallazo que no podrá faltar en sus conciertos. Marcando el ecuador del disco y alejándose del power metal más estándar "Resignación", con un inicio lento y melódico, que poco a poco se va envenenando hasta convertirse en una pieza cruda y  densa, con un excelente trabajo de su base rítmica y una letra sentida y cruda que da dramatismo y profundidad a una canción que va creciendo progresivamente dejando espacios para unos extensos desarrollos instrumentales que sirven para el lucimiento solista de David Romero.

Los ritmos veloces y las cataratas de riffs speedicos vuelven a repetirse en " Jugar A Matar" un corte con una evidente ambientación épica, y una estructura compleja y cambiante, en la que se enlazan partes rotundas y densas con unas guitarras poderosísimas, y  unos estribillos pegadizos y guerreros en los que  las voces vuelan en tonos altos junto a una base rítmica que se muestra poderosa y efectiva. El inicio lento y cautivador de “Abrazo Final”, es simplemente un espejismo, ya que tras el arranque conducido por los teclados y las voces filtradas se esconde un tema potente y dinámico, cargado de  melodías heavy metaleras con un bajo atronador y unas guitarras  cortantes y asesinas que conseguirán arrastrarte a través de sus veloces riffs y sus rotundos cambios de ritmo.

Línea muy similar sigue “Hija de Luzbel”, con una melodía inquietante en el inicio, que va sonando cada vez más contundente antes  de pararse en seco para volver de inmediato a arrancar con un ritmo más pausado, dejando paso a un tema con una lírica de ambientación fantástica , donde nuevamente vuelven a adentrarse en  terrenos épicos, gracias a las subidas de intensidad y a unas cuidadas líneas vocales muy a lo 80´s, que llegan a sonar realmente impactantes durante la parte central, para posteriormente dejar paso a un desarrollo progresivo conducido por las guitarras, que desembocara en un final lento con acordes limpios de guitarra. Sin abandonar la temática mitológica y fantástica "Segunda Atlantis", el que para mí, es el tema más directo y potente de todo el álbum, con una fantástica cabalgada  liderada por la batería de José Salas ,  que dejará paso a un corte power metalero cargado de melodía y contundencia, con unos estribillos muy cuidados y con un final lento con las  guitarristas como  protagonistas. En una honda totalmente diferente, “Resurrección”, es la pieza con la que se  cierra el disco, un rotundo medio tiempo con unas guitarras  arrolladoras, que contiene  unas inquietantes melodías vocales que preceden a  la entrada del estribillo, dándole al tema  un toque especial que le hace  alejarse un poco del resto de las composiciones del álbum.

En resumen, un trabajo muy completo y altamente recomendable para los seguidores del metal nacional y del power metal en general, de una banda que a base de tesón y sacrificio ha conseguido sacar adelante unos temas potentes y cañeros, muy bien trabajados en los que se notan las largas horas invertidas en el local de ensayo, dando vueltas a unas composiciones complejas y rotundas, que les tienen que servir para llamar la atención de los amantes del metal más clásico, y más teniendo en cuenta el detalle de Sheratán de ofrecer el disco, y toda su discografía, de manera gratuita a través de su página web.





1 comentario:

  1. Muchas gracias Alfonso! nos alegra que te guste el disco, hasta muy pronto! un abrazo!

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