jueves, 20 de febrero de 2014

NASHVILLE PUSSY+THE GOLDEN GRAHAMS-RAZZMATAZZ3-BCN-16-FEB-2014



Una vez más los irreverentes roqueros americanos Nashville Pussy regresaban a la ciudad de Barcelona para finiquitar su extensa gira Ibérica. En esta ocasión, la excusa para su visita era la presentación de su nuevo álbum "Up The Dosage", un plástico que pone fin a un largo silencio discográfico, -dejando de lado directos y reediciones- , que no de su intensa actividad en vivo, ya que durante el último lustro la descarada formación de Atlanta no ha dejado de quemar los escenarios de medio mundo con su ardiente y corrosivo rock n' roll. Pese a sus reiteradas visitas, los fieles seguidores del combo americano volvieron a responder a la convocatoria, llenando la sala pequeña del Razzmatazz para asistir a una nueva celebración roquera, protagonizada por una banda en estado de gracia, que se dejó la piel sobre el  escenario para ofrecernos una incontestable sucesión de  clásicos que consiguieron hacer  las delicias de  todos sus seguidores.


Pero antes de que diera inicio la descarga del cuarteto de Atlanta, los encargados de amenizar la espera eran los catalanes The Golden Grahams. En los escasos treinta minutos de que dispuso este poderoso power-trio, compuesto por Charles (bajo y voz), Danny (Batería), y el inquieto y eléctrico guitarrista Brian, nos ofreció  una buena muestra de su enérgico y adrenalítico rock n´roll, una propuesta firmemente  sustentada sobre el clasicismo propio de los grandes nombres de la década de los 70, dejando a las claras que los jóvenes  miembros del trío se han empapado y formado estudiando concienzudamente los viejos vinilos de sus progenitores.

Además de su marcada orientación clásica, y de una sobria pero efectiva puesta en escena, su vocalista Charles demostró tener un registro potente y cargado de “feeling”, consiguiendo inyectar mordiente y personalidad a temas como “Lone Woman”, o la marchosa “Today Is The Day”. El contrapunto a la sobriedad y elegancia de la efectiva base rítmica lo puso su guitarrista Brian, quien desplegó todo su potencial escénico, llevándose la mayoría de las miradas con sus bailes y poses inspirados directamente en los grandes héroes de la guitarra  de la década de los 70.

Además de desgranar algunos de los cortes contenidos en su debut  “Today Is The Day”, el trío catalán también tuvo tiempo para marcarse una marchosa y coreada versión del clásico de los británicos  Sweet, un celebradísimo “Fox On The Run”, que obtuvo una magnifica respuesta por parte del respetable, haciendo crecer la intensidad de la descarga de cara a un marchoso tramo final que estuvo protagonizado por la contundencia de “My Bitch”, que sería la encargada de echar el cierre a su actuación, dejándonos con ganas de más y con un fantástico sabor de boca.

Tras una pausa, que se hizo excesivamente larga, por fin parecía que todo estaba preparado para la descarga del incendiario cuarteto de Atlanta. En un escenario engalanado con los clásicos amplificadores Marshall, alguna bandera sureña, un telón de fondo con el nombre de la banda, y una generosa colección de cervezas junto a una botella de Jack Daniel´s; el cuarteto americano hacia acto de presencia para dar el pistoletazo de salida con uno de sus clásicos himnos "Keep On Fuckin´'", que a modo de bienvenida ponía a cantar a toda la sala, mientras la hiperactiva Ruyter Suys se llevaba todas las miradas al iniciar su particular show, acercándose al filo del escenario para agitar sus rubios tirabuzones sobre los integrantes de las primeras filas, a la vez que los todos los  flashes se disparaban sobre ella para inmortalizar el momento.

Con el hielo fundido y con la sala deseosa de su dosis de crudo y lascivo rock n´roll, la ceremonia del cuarteto proseguía con el imparable   "High As Hell", con Blaine, ataviado con su inseparable gorra y su chaqueta de barras y estrellas, conduciendo las riendas de la banda, mientras Ruyter y Buitrago ponían toda la carne en el asador para conseguir contagiar  a toda la sala.

Si en su anterior visita a Barcelona,  en Septiembre de 2012, la  bajista de origen sudamericano se mostró algo tímida y reservada a la hora de dirigirse a la audiencia, en esta ocasión Bonnie Buitrago no tuvo ninguna clase de reparo a la hora de gritar al respetable un enérgico: "¡La fiesta empieza ahora!", embarcándose junto al resto de sus compañeros en una irreverente "Struttin´Cock", consiguiendo caldear todavía más el ambiente de una sala que parecía poseída por la entrega y actitud del cuarteto, para posteriormente dejar paso a otro de los trallazos de su segundo trabajo "High As Hell", un demoledor "Wrong Side Of A Gun", con el que redondearon un irrefrenable  arranque que nos hacía presagiar una velada realmente excitante y divertida.

Habiendo desgranado de entrada una consistente colección de favoritos para todos los seguidores de la banda, llegaba el momento de atacar algo de su material más novedoso, así que Blaine asumió  su rol  de maestro de ceremonias para informarnos de que la banda tenía un nuevo trabajo en la calle "Up The Dosage", y que mejor forma para darlo a conocer entre sus fieles que una de sus composiciones más arrolladoras e imparables, la visceral "Rub It To Death", con la banda pisando el acelerador al máximo mientras el impasible Jeremy Thompson marcaba el demencial ritmo con su contundente pegada. Y es que aunque el batería pasa totalmente desapercibido, frente a la entrega y el espectáculo que ofrecen sus compañeros, lo cierto es que realiza una labor realmente encomiable tras su kit.

Una vez contrastado el enorme potencial del material contenido en su nueva obra, el cuarteto volvía a recurrir a su amplio catálogo de clásicos para embarcarnos en una coreadísima "She' s Got The Drugs", que llegaba a su tramo final con Ruyter arrodillada de espaldas  junto a su Marshall sometiendo a su guitarra a un severo castigo. Aunque el grueso de su repertorio estuvo basado en el material de sus primeros trabajos, los americanos no quisieron olvidarse de los temas contenidos en sus últimas referencias de estudio, así que la encargada de representar a su penúltimo trabajo "Fron Hell To Texas", fue la guitarrera "I' m So High", para rápidamente, y tras cambiar Blaine su guitarra, ofrecernos los aromas netamente sureños contenidos en la pieza de apertura de su más reciente entrega "Everybody' s Fault But Mine", con la que consiguieron adentrarnos en la América más profunda.

Si anteriormente Bonnie Buitrago ya se había mostrado presentando algunos de los temas, en esta ocasión sería su instrumento el encargado de introducirnos en la cachonda "Gonna Hitchhike Down To Cincinnati And Kick The Shit Outta Your Drunk Daddy”, en la que el público se convirtió en protagonista coreando ensordecedoramente el contagioso estribillo junto a la banda. La última mirada a su más reciente entrega estuvo protagonizada por el tema que presta su nombre al álbum "Up The Dosage", para rápidamente embarcarnos en una premonitoria "Go To Hell". Uno de los momentos más cachondos y desfasados de la velada estuvo marcado por su versión del "Milk Cow Blues", que fue la escogida por Blaine para presentarnos a sus compañeros, además de servir de sintonía para el brindis y el desquiciante baile que se marcó el vocalista,  y que acabó con sus huesos en el suelo después de que se derramara una cerveza sobre la cabeza.

Pese a lo aparatoso de la caída, el espíritu festivo del cuarteto no flaqueó en ningún momento, así que tras reponerse Blaine del contratiempo, la banda continuó   desgranando clásicos del calibre de “Snake Eyes”, consiguiendo desatar la euforia de una audiencia extasiada. Durante toda la descarga del combo “yankee” no hubo tiempo para baladas ni concesiones, de modo que el tramo final de su actuación estuvo marcado por la sarcástica ironía del fanfarrón “I´m The Man”, y por la cachondísima “Why Why Why”, que sería la escogida para poner el broche definitivo a esta primera parte del show.

El retorno sobre las tablas no se hizo esperar demasiado, y los chicos volvieron a la carga, dispuestos a  continuar con el jolgorio generalizado,  apostando por el trepidante ritmo de un imparable "Go Motherfuckers Go", que sonó realmente potente y apoteósico, convirtiéndose en la antesala perfecta para un arrollador  "You' re Goin´ Down", que sería el encargado de finiquitar  por todo lo alto el show, con la banda enloquecida machacando sus instrumentos, mientras Ruyter rompía las cuerdas de su guitarra antes de acabar desplomada  sobre el escenario.

En resumen, noche fiesta y rock n' roll en la Ciudad Condal de manos de una banda que volvió a demostrar, una vez más, que no ha perdido ni un ápice de su arrollador potencial y garra en directo, protagonizando  uno de los conciertos más vibrantes e intensos de la temporada.


TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ
 

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