martes, 5 de enero de 2016

LOS SUAVES-RAZZMATAZZ-BCN-18-DIC-2015


Como una tradición más, coincidiendo con las fechas navideñas, la mítica formación ourensana regresaba a la Ciudad Condal para protagonizar una de las últimas citas de su gira "La Música Termina 2015", un extenso periplo que arrancó el pasado mes de marzo y en el que la banda capitaneada por los hermanos Domínguez se esta despidiendo de la audiencia que les ha acompañado durante los últimos 36 años, y que según se anunció recientemente tendrá continuidad durante el próximo año. No creo que para nadie resultará una sorpresa que Los Suaves llenarán una vez más, -y van unas cuantas-, la sala grande del Razzmatazz. De hecho hacia meses que se habían agotado las entradas, así que el ambiente en los alrededores del recinto era el de las grandes ocasiones, con un buen numero de seguidores ataviados con camisetas del grupo abarrotando los bares próximos mientras aguardaban la apertura de puertas.

Muchos eran los comentarios y  chascarrillos entre los presentes poniendo en duda que esta fuera la última aparición del quinteto en Barcelona, pero lo cierto es que en el ambiente se podía palpar la expectación que auguraba que esta noche de viernes sería una velada realmente especial. Con una cortina ocultando el escenario de miradas indiscretas, la gente fue accediendo al local de forma tranquila y escalonada hasta que pocos minutos antes de las 20,30 las luces se apagaban y se retiraba la cortina dejando ante nuestros ojos un escenario sobrio, -como en ellos suele ser habitual-, y únicamente decorado con un gran telón de fondo con el logo clásico de la banda junto a la leyenda "La Música Termina" y sendas pancartas laterales.

La primera incógnita de la noche era saber el estado en el que se encontraba Yosi tras su aparatoso accidente en Ponferrada. Afortunadamente parece que la cosa quedó simplemente en un susto, ya que el carismático vocalista apareció en escena exultante, dispuesto a liderar a sus compañeros en el vibrante arranque que significó "Preparado Para El Rock And Roll", que era la elegida para dar el pistoletazo de salida a una velada repleta de clásicos y emotividad.

Tras cantar la primera estrofa el vocalista se despojaba de la chaqueta para aferrarse a su pie de micro mientras la gente le acompañaba haciendo suyo el estribillo. Como siempre impecable y sonriente,  Alberto Cereijo  fue quien se encargó de la mayoría de los solos de la noche, dejando muestras de su maestría en temas como "Cuando Los Sueños Se Van".

En cuanto al repertorio escogido para la ocasión los ourensanos optaron por ofrecernos guiños a casi todos sus trabajos de estudio, obviando únicamente las composiciones de "Frankestein" y "El Jardín De Las Delicias". Si prometedor fue el arranque, con una banda en forma y una audiencia completamente entregada, la encargada de convertir la sala en un karaoke sería "Palabras Para Julia", con Yosi señalando a las primeras filas para hacernos partícipes del tema y conseguir  que la sala se viniera abajo. Alzando su pie de micro al aire Yosi  arrancaba una fulgurante "Maldita Sea Mi Suerte", que se cerraba con una audiencia eufórica que coreó insistentemente el nombre del vocalista.

La banda ya había estado por aquí hacia unos meses, tal y como nos recordó el propio  Yosi antes de explicarnos la desgarradora historia de "Lisa (1970-1996), que nos servía para recuperar mínimamente el aliento mientras Cereijo y Fernando Calvo se posicionaban en el centro del escenario. La escogida para volver a provocar la explosión de euforia de todos los presentes sería la primera mirada hacia su trabajo de 1993,"Malas Noticias", de manos de "Por Una Vez En La Vida", que nos dejaría la imagen del  Yosi paseándose por el escenario antes de que hiciera acto de presencia la  lluvia de confeti que acompañó a "No Puedo Dejar El Rock".

Uno tras otro esos clásicos que sus seguidores han hecho suyos a lo largo de los años fueron cayendo impidiendo que el ambiente en la sala decreciese durante toda la velada. Así que con el escenario completamente a oscuras e introducido por el sonido de la tormenta, Yosi aparecería en escena, -cigarro en mano-, para adentrarnos en "Viajando Al Fin De La Noche", que marcaba uno de los puntos álgidos del show, con Cereijo volviendo a exprimir al máximo su guitarra mientras Charly y Tino se mostraban absolutamente intratables. Aún más atrás en el tiempo nos trasladaría "¿Sabes ¡Phil Lynott Murió!", que ponía a todo el mundo a botar mientras, aprovechando el descontrol, un espontáneo intentaba llegar hasta el escenario.

El recuerdo a los primeros años de la banda llegaría con "Siempre Igual", con la gente entregada acompañando con palmas el arranque para acabar coreando cada una de sus desgarradoras estrofas. La intensidad y el dramatismo llegarían acompañados de la amarga "Si Pudiera", ofreciéndonos  una nueva pincelada del material que publicaron a inicios de la década de los noventa, y que tendría continuidad con la composición que daba título a su quinta obra de estudio y primera que publicaron bajo los auspicios de la multinacional Polygram "Malas Noticias". Pero sin duda, otro de los momentos  de la noche llegaría con "Pardao", para la que Yosi se sumaría a Cereijo y Calvo como tercer guitarrista.

La crudeza de las guitarras protagonizaría una cañera versión de "Mi Casa", que se convertiría en el primer recuerdo hacia "Si Yo Fuera Dios". Mientras que la segunda lluvia de confeti estaría reservada para "El Afilador", que como viene siendo habitual en sus presentaciones fue la elegida para hacer patria, sacando la bandera gallega a escena mientras Cereijo tocaba el himno. La encargada de finiquitar por todo lo alto esta primera parte del show sería su imprescindible himno "Dolores Se Llamaba Lola", con la gente haciéndose cargo de la letra mientras Yosi sacaba a escena a un cámara para que inmortalizara el fantástico ambiente que se respiraba en el local.

Con la gente coreando intensamente el nombre de la banda el lejano rugir de la locomotora del tren nos anunciaba el retorno del quinteto para embarcarnos en "San Francisco Express". Sin darnos tiempo para reponernos atacarían "Dile Siempre Que No Estoy", con Yosi haciéndose cargo de la armónica inicial. Como anticipo de su segunda retirada a los camerinos nos dejarían "Ya Nos Vamos" con el vocalista enloquecido en escena portando cubos de confeti que derramó sobre sus compañeros antes de acabar tirando los cubos al público mientras Cereijo nos proponía  un suculento guiño al "Highway Star " de Deep Purple.

El segundo bis de la noche arrancaría con su particular villancico "Navidades Suaves", con la banda luciendo gorros navideños y con la irrupción en escena de dos papa Noeles que se dedicaron a tirar confeti. Para encarar el tramo final del show los gallegos nos tenían reservado los sinsabores de "Dulce Castigo" y  una alargada versión de "La Noche Se Muere", que nos abocaría sobre un final épico, con Cereijo y Calvo batiéndose  en un larguísimo desarrollo instrumental. Tras desaparecer del escenario la tensión se mantuvo durante varios minutos, con la gente coreando el nombre de la banda esperando un tercer retorno sobre las tablas. Pero lamentablemente la descarga había finalizado.

A la salida sensaciones encontradas. Por una lado, la euforia por haber asistido a un gran concierto.  Y por el otro, la tristeza lógica de saber que la banda está dando sus últimos shows. En cualquier caso, como comentaba al inicio, días después del concierto se confirmaba que Los suaves sumara nuevas fechas a esta gira de despedida. Así que aún tendremos ocasión de volver a ver en Barcelona a una de las bandas más longevas y carismáticas de la escena nacional.




TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:CARLOS OLIVER

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