viernes, 12 de agosto de 2022

MIDAS-MIDAS

 


Si hablamos de ciudades con tradición roquera al otro lado del “charco” resulta ineludible citar a la ciudad mas grade y poblada del estado de Michigan: Detroit. Y no solo porque Kiss dedicaran a la “ciudad del automóvil” uno de sus himnos más clásicos, sino porque también existe una gran tradición de amor hacia las guitarra potentes que nace desde finales de la década de los sesenta, y es que de allí han partido nombres como tan icónicos como MC5, Bob Seger, Ted Nugent y Alice Cooper. Precisamente de la ciudad que también fue sede del mítico sello Motown provienen Midas un cuarteto formado en 2018 de las cenizas de dos bandas de Michigan y que desde su misma creación se pusieron como objetivo conseguir capturar la magia y la esencia del periodo que abarca el final de la década de los setenta y principios de los ochenta. Ya en su Ep de presentación “Still Hungry”, que vio la luz a finales de 2019 la banda dejaba clara su innegable devoción hacia bandas como Heavy Load, Tank, Judas Priest o Thin Lizzy. De cara a su primer largo homónimo, que el combo americano ha publicado de forma independiente, podemos notar una mejora significativa en cuanto a calidad de sonido se refiere, aunque su esencia permanece intacta, tratando de capturar la emoción y la magia, en una propuesta que podíamos enmarcar a medio camino entre el hard rock y el heavy metal.

De forma flagrante, dejando claro desde el mismo arranque su devoción por algunas de las bandas más icónicas dentro del hard rock este primer largo del combo americano se abre derrochando garra roquera de manos de la pegadiza “Slaves To The Night”, en la que los riffs marchosos se combinan con un estribillo de lo más coreable y pegadizo, para dejar que sean las guitarras gemelas las que se encarguen de ponderar su filiación clásica. Y es que los guiños al pasado serán una constante a lo largo de todo el álbum, y sino me crees escucha la entrada al más puro “Lizzy” de la enérgica “Nobody Gets Out Alive”, con su frontman Joe Kupiec rasgando sus cuerdas vocales para sonar más cañero e incisivo para redondear un corte que transmite emoción y el buen gusto por las melodías dobladas de guitarra.

Tampoco faltará esa vertiente más dura, más callejera y hasta un punto macarra en cortes como “Hellfire”, que arrancan de forma directa para posteriormente adentrarse en tesituras más eclécticas y ambientales. Aunque sin duda la rotundidad de su estribillo y la mordiente que exhibe su riff principal y el excelente ejercicio solista sobre su implacable sección rítmica acabará convirtiendo el tercer corte de este debut en uno de los más originales y variados. Pese a que la propuesta del combo de Detroit esta sólidamente cimentada sobre la potencia de sus guitarras, será en temas como “Break The Chains”, en el que sin perder su perspectiva roquera dejen espacio para que los teclados suavicen ligeramente su sonido. Sea como sea, los riffs seguirán mandando en un corte de estructura lineal y en el que nuevamente la solidez de su estribillo volverá a erigirse como su arma secreta. Y es que en ocasiones la sencillez puede resultar altamente atractiva para el oyente.

Distanciándose de lo propuesto durante la primera mitad del plástico el ecuador del mismo vendrá marcado por “Eyes In The Cold”, una pieza que parece desmarcarse de la esencia más netamente roquera para adentrarse sin complejos en la áspera solidez que nos brindan los oscuros riffs de esencia stoner, facturando un tema que inevitablemente te recordara a bandas como los germanos Kadavar, con Joe Kupiec cambiando ligeramente su timbre para sonar más engolado y no tan rasgado. El dinamismo y la pegada más netamente roquera no tardaran en recuperarse durante “Hell Has Frozen Over”, que destaca por rotundo contraste que nos presentan entre la plúmbea solidez de sus estrofas, con la sección rítmica atronando y llevando las riendas, y la frialdad que transmite el riff sostenido sobre el que aposentaran la estructura de un estribillo lento y cadencioso provocando que todo el corte se acabe revistiendo de un tamiz más oscuro y casi siniestro.

Mucho más veloz resulta “Running Scared”, en la que el cuarteto americano se encargara de pisar el acelerador al máximo para emular las andanzas de algunas de las bandas más clásicas dentro de la N.W.O.B.H.M., así que ya sabes lo que vas a encontrarte: velocidad guitarrera, un bajo cabalgante, mucha melodía y un estribillo altamente adictivo que podrás corear mientras no paras de mover la cabeza. Para rematar este debut de Midas el cuarteto americano ha optado por proponernos las guitarras más compactas y musculosas de “Golden Chariots”, que sobre la implacable cobertura que nos brinda la sección rítmica que conforman el batería Breck Crandell y el bajista Anthony Franchina nos permitirá volver a disfrutar de esas guitarras ágiles, marchosas y enérgicas que desde ya, podemos aseverar, que son una de las inconfundibles señas de identidad de Midas.

Llevamos años escuchando formaciones que practican un estilo similar al que nos presentan Midas, pero no todas pueden decir que consiguen hacernos viajar en el tiempo hasta otra época. Y ese sin duda es uno de los grandes logros que consigue el combo americano en este debut homónimo. No lo dudes si eres seguidores de algunos de las bandas que han sido nombradas al inicio de esta reseña , o si por el contrario has seguido las andanzas de bandas más recientes como Dead Lord o los extintos Vanderbuyst, no puedes dejar de pegarle una escucha a este trabajo, ya que en él volverás a ver resplandecer la alargada sombre de Mr. Lynott.



DISCOGRAFICA:NO REMORSE


Lista de Temas


1. Slaves To The Night

2. Nobody Gets Out Alive

3. Hellfire

4. Break The Chains

5. Eyes In The Cold

6. Hell Has Frozen Over

7. Running Scared

8. Golden Chariots



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