miércoles, 15 de mayo de 2013

HEIMDALL-AENEID






Ha pasado prácticamente una década desde que los power metaleros italianos Heimdall publicaran su anterior referencia discográfica “Hard As Iron” en 2004. Pese a facturar lanzamientos bastante destacables a lo largo de su carrera, como su debut “Lord Of The Sky” en 1998, al que siguieron “The Temple Of Theil” o “The Almighty” en 2002, lo cierto es que la formación transalpina nunca llegó a despuntar plenamente, manteniéndose  siempre  a la sombra de otras formaciones italianas con una  mayor proyección internacional como Rhapsody, Vision Divine o Labyrinth. Aunque quizás los de Salerno nunca tuvieron un filón tan rimbombante  y cinematográfico como Rhapsody, ni las amplias dosis progresivas   de Labyrinth, lo cierto es que su power metal de carácter melódico y épico siempre resultó un poderoso y llamativo reclamo para todos los seguidores del género.

Pese al largo tiempo transcurrido, la propuesta de Heimdall sigue basándose en un power metal de corte europeo, si bien hay que remarcar que para este nuevo trabajo la formación se ha decidido a introducir en su estilo tradicional numerosas pinceladas sinfónico-progresivas, a la vez que han concedido un mayor protagonismo a las armonías vocales de los coros, potenciando así la labor de su nuevo vocalista Gandolfo Ferro. En cuanto al contenido lírico de “Aeneid”, se trata  de una obra conceptual basada en el poema épico del mismo nombre,  escrito por el autor clásico Virgilio entre el año  29 y el 19 A.C., en el que se narra la epopeya de Eneas, un ciudadano de Troya que viajó a Italia  convirtiéndose en uno de los antepasados del pueblo romano. El disco está dividido en 13 cortes que abarcan el periodo histórico comprendido  entre  la caída de Troya y el nacimiento de un nuevo estado que se convertiría  en la ciudad  de Roma.
  
El viaje a través de la historia  y el tiempo que  nos propone la formación  liderada por el guitarrista Fabio Calluori, se inicia con un recitado, a modo de introducción, bautizado como "Prelude", que se verá enlazado con el arranque sinfónico   protagonizado por los arreglos de cuerda y los teclados que marcaran   el inicio de  "Forced By Fate", una explosiva apertura donde podemos apreciar la potencia vocal del nuevo fichaje de la formación Gandolfo Ferro, que se muestra enorme en las partes agudas  y muy contundente durante los tonos medios, aportando una personalidad propia a cada uno de los  temas del disco, gracias a unos registros en los que el vocalista muestra su habilidad a la hora de modular sus tonalidades, huyendo de los registros excesivamente chillones,  y   fusionando perfectamente sus líneas vocales con unos estribillos grandilocuentes. Siguiendo la senda trazada por el tema  de apertura, el power metal de corte melódico  continua presente en la pegadiza y efectiva "Save You", con un estribillo de lo más pegadizo que contrastará vivamente con la potencia  guitarrera predominante durante toda la composición,  y que únicamente  cederá su protagonismo ante la entrada de los teclados durante los estribillos, para volver a erigirse como  protagonista durante    unos extensos desarrollos solistas.

Tras unos primeros compases marcados por la rapidez y la voracidad metálica,  el inicio lento y pausado de "Waiting For The Dawn", introducido por la brisa marítima y las elegantes notas del piano servirá  como preámbulo  para una composición repleta de épica  y  potencia riffera en donde nuevamente los teclados tendrán  un papel relevante   dando al corte ese aire netamente progresivo que impregna muchas de las nuevas composiciones del combo, mostrándonos el lado más virtuoso de la formación italiana, demostrando que el sexteto sabe conjugar perfectamente potencia y melodía. Como su propio nombre indica "Ballad Of The Queen", es un tema lento, cargado de sentimiento y voces rasgadas que llenan de emotividad el primero de los cortes lentos del disco, aportando unos momentos de tregua que ayudan a dar al álbum el equilibrio necesario para cimentar la historia conceptual que  narra. Voces muy cuidadas, guitarras acústicas, arreglos de cuerda y el apoyo de los teclados  son los principales ingredientes de esta primera balada del álbum.
  
La segunda mitad del disco   se abre con los aires  cuasi tribales de   la escueta pieza instrumental  "Funeral Song", una composición triste, con una melodía lúgubre y un cierto aire flok, en el que podemos distinguir el crepitar de las llamas y las campanas de fondo, que rápidamente dejaran paso  a uno de los puntos álgidos  del álbum "Underworld", liderado por una batería galopante que junto a unos vertiginosos  teclados darán forma a una pieza de power metal abrumador en la que  no faltaran las crujientes guitarras , unos estribillos repletos de  coros contagiosos y pegadizos,  redondeando un corte que hará las delicias de los amantes del género. La compacta base  rítmica es la encargada de abrir "Gates Of War", un tema con un tempo algo más comedido en el que  la melodía del teclado será la encargada de llevar el peso de la composición durante el tramo inicial,  para que posteriormente, sean las líneas vocales  las  encargadas  de dar profundidad a una composición que irá creciendo en intensidad de forma progresiva, hasta desembocar en un estribillo muy elegante y melódico, que será el encargado de coronar un medio tiempo en el que la velocidad queda relegada a un segundo plano en favor de las melodías de violín y teclado.
  
Aunque la propuesta de la formación italiana está plenamente enmarcada dentro del power metal, lo cierto es que a diferencia de algunas bandas del género,  Heimdall no abusan en exceso de las cabalgadas lideradas por el doble bombo, prefiriendo concentrarse en unas estructuras más complejas y variadas en las que se suceden los cambios de ritmo y ambientación,  como en el caso de "Hero", un tema en el que podemos encontrar partes rápidas e incisivas, coros pegadizos  y pequeños pasajes progresivos que conceden  al  tema una amplia gama de matices, consiguiendo que la propuesta de los italianos pueda ser atractiva para un público más extenso y variado. Tampoco faltan los alardes de  virtuosismo  como en el caso del  efectivo y melódico "Night On The World", donde los pomposos coros  harán de puente entre los diferentes alardes solistas de cada uno de los componentes  de la banda en un tema que se  cerrará con Gandolfo volviendo a demostrar sus cualidades vocales,  certificando que su entrada en  Heimdall ha supuesto todo un acierto para una banda que demuestra estar en un gran momento de forma.
 
El tramo final de la historia viene de la mano del hímnico  "All Of Us",  un compacto    up-tempo  en el que los teclados iniciales dejarán paso a un potente desarrollo en el que las tonalidades más agudas  de Gandolfo lideraran unos estribillos pegadizos y melódicos que insuflaran al corte dinamismo,  para acabar  desembocando  en una poderosa acometida con amplias ráfagas de doble bombo. Los ambientes más sosegados retornan con la envolvente "Away", donde las notas del piano serán las encargadas de arropar unos cuidados arreglos vocales dando al corte un aire intimista y emotivo. El disco se cierra con las atmósferas cambiantes del medio tiempo "The Last Act" un corte repleto de melodía y pasajes sinfónicos que se verá, nuevamente rematado,  por unos omnipresentes coros que proporcionarán  al corte una ambientación  épica.

Tras un largo silencio discográfico la banda capitaneada por los hermanos Calluori ha regresado con nuevos bríos, un  line-up  renovado  y un sonido totalmente remozado en el que han dado un mayor protagonismo al virtuosismo y  a los elementos progresivos, consiguiendo facturar  un disco con un sonido fresco y atractivo, que se desmarca deliberadamente  de las cabalgadas vacías y simplistas que proponen otras formaciones del género. Sin duda este “Aeneid” supone su trabajo más completo y redondo hasta la fecha.



Lista de Temas

01. Prologue
02. Forced By Fate
03. Save You
04. Waiting For The Dawn
05. Ballad Of The Queen
06. Funeral Song (instrumental)
07. Underworld
08. Gates Of War
09. Hero
10. Night On The World
11. All Of Us
12. Away
13. The Last Act

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