martes, 29 de marzo de 2022

NERVOSA+BURNING WITCHES+WARFECT+SYSTEMHOUSE33-BOVEDA-BCN-16-MAR-2022


Lo siento, sé que no voy a ser original, y también soy consciente de que esta probablemente no sea la forma más acertada de comenzar esta crónica. Pero creo que es preciso destacar que cada vez son más las mujeres que consiguen despuntar en un “mundo” que tradicionalmente había sido tan machista como el del heavy metal. Afortunadamente los tiempos han cambiado, y hoy poco importa el género de quien empuña un instrumento o agarra el micrófono, ya que lo que los fans buscamos son buenos músicos capaces de ofrecernos propuestas de calidad que nos hagan emocionar, disfrutar y divertirnos. Durante los últimos tiempos las aguas han bajado revueltas en los cuarteles generales de Nervosa y Burning Witches. Ambas formaciones tienen en común que cuando parecía que estaban a punto de dar el espaldarazo definitivo a sus respectivas carreras, contando ya con el apoyo de un buen numero de seguidores, los cambios de formación y la pandemia acabaron frenando en seco su meteórica ascensión al primer plano de la escena metálica internacional.

Quizás por ello, y para recuperar el tiempo perdido, ambas formaciones han decidido unir fuerzas y embarcarse en este periplo conjunto con el objetivo de presentar sus respectivos últimos lanzamientos. La formación que fundará hace ya mas de una década la guitarrista brasileña Prika Amaral ha tenido que reformarse tras la espantada que protagonizaron sus anteriores compañeras, así que con Diva Satánica al frente Nervosa han encontrado una nueva identidad como banda aunque sin renunciar a su esencia, tal y como dejaron patente en su “Perpetual Chaos”. Por otro lado este tour se presentaba como la consolidación definitiva de Burning Witches, con el que line-up que grabó su más reciente “The Witch Of The North”, con la vocalista holandesa Laura Guldemond que se unió en 2019 y que participó también en “Dance With The Devil”, y ya en 2020 a la guitarrista Larissa Ernst.

Ademas para completar este doble cartel contaríamos con la presencia de una banda que personalmente debo admitir que no conocía SystemHouse33, que procedentes de Bombay pisaban por primera vez los escenarios de la capital catalana para dejar una buena muestra de su avasallador death/groove tiznado de brutalidad y esencias noventeras. Mientras que precediendo a los platos fuertes de la velada contaríamos con la presencia de los suecos Warfect, un trío con un amplio bagaje a sus espaldas que se encargó de calentar el ambiente y poner la sala patas arriba a base de vertiginosos riffs y descomunales dentelladas thrasheras fuertemente influenciadas por nombres míticos dentro de la escena internacional como Kreator, Destruction, o los indiscutibles maestros del estilo: Slayer.

Como sucedía antaño, -por fin parece que volvemos a retomar esa ansiada normalidad-, la cita empezó en horario vespertino, ya que pasaban apenas unos minutos de las seis y cuarto de la tarde cuando los chicos SystemHouse33 saltaron al escenario. Lo primero que llamó la atención fue el poco espacio escénico del que dispusieron, ya que los kits montados de las otras bandas propiciaron que su batería, Mayank Sharma, tuviera que tocar al límite del escenario. Sea como sea, este pequeño detalle no pareció importar al combo indio que salió con la consigna clara de aprovechar al máximo su tiempo para tratar de pescar algún nuevo incondicional.

Con poca gente todavía en el recinto, el cuarteto de Bombay se mostró solido, contundente y convincente sobre las tablas dejando que trallazos descomunales como “Rapture” y “Lift This Plague” se encargaran de volarnos la cabeza con sus trepanadores riffs y la contundencia de una sección rítmica que cimentó a la perfección su devastador ataque sonoro. Evidentemente pocos eran los que conocían el material de la formación india, pero eso no fue excusa para que su líder, el vocalista Samron Jude, nos incitará a corear a junto a él algunos de sus combativos estribillos, tal y como sucedió a lo largo de “Break The Mirror”.

Y es que las letras reivindicativas, y con alto contenido político, parecen ser una constante en las composiciones de SystemHouse33. Así que la rabia, la fuerza y la agresividad impregnaron piezas como la combativa “Let´s Stan Up”, que fue precedida por otro rotundo alegato de su frontman. Para encarar la recta final de su escueta presentación SystemHouse33 optaron por proponernos la opulenta rudeza de “Nameshake”, otro de los puntos álgidos de su segundo largo “Regression”. Mientras que la despedida definitiva corrió por cuenta de la desoladora “Detestable Idolatry”; dejando patente que bandas importantes en la década de los noventa como Sepultura o los primeros Machine Head les han influenciado notablemente. Aunque siempre hay quien prefiere apurar el momento de entrar a la sala, lo cierto es que llegar pronto nos permite descubrir bandas interesante y que tienen algo fresco y potente que ofrecer como en el caso de SystemHouse33.

Los siguientes en tomar el escenario de una sala Bóveda ya bastante animada eran los suecos Warfect quienes aprovecharon la ocasión para presentar el que hasta el momento es su trabajo más destacado “Spectre Of Devastation”. Y no lo digo porque su obra de 2020 sea su más reciente entrega discográfica, sino porque en sus composiciones nos encontramos con una banda madura que ha sabido aglutinar toda la experiencia acumulada. Además si en los créditos de un disco encontramos nombres tan ilustres como los de Flemming Rasmussen y el afamado portadista Andreas Marschall eso solo puede ser sinónimo de calidad.

Un detalle que me llamó la atención fue que la descarga del combo de Uddevalla despertó bastante expectación, ya que cuando el trío irrumpió en escena los aledaños del escenario estaban ya bastante concurridos. Salieron dispuestos a arrasar con todo a su paso, con el cuchillo entre los dientes, y con la consigna clara de no hacer prisioneros. Apostaron por proponernos un ritmo trepidante de show, deteniéndose lo mínimo entre tema y tema, con lo que la descarga fue un torbellino sonoro que nos obligó a ejercitar al máximo nuestras maltrechas cervicales.

Me gustó mucho su actitud enérgica y sobria a partes iguales. Y aunque solo llevaban una guitarra, la de su frontman Fredrik Wester, lo cierto es que no se notaron grandes huecos cuando ejecutaba sus speedicos solos. Sin duda eso fue debido al excelente trabajo que realizó el tándem rítmico perfectamente sincronizado que conformaron el bajista Kris Wallstrom y el batería Manne Fold, quien por cierto vistió unas llamativas bermudas.

Saliéndose de lo que suele ser habitual, el combo sueco dio el pistoletazo de salida a su descarga no con una de las composiciones de su ya mencionado último redondo, sino echando la vista atrás para rescatar el bombardeante y atronador “Filled With Hate”; dejando asentadas las bases de una propuesta que bebe directamente de las vertientes más thrashicas del metal. No tardó en hacerse notar la respuesta de un respetable que agradeció la expeditiva contundencia del trío con una sucesión de pogos que sirvieron para ir calentando el ambiente en el local. Esos riffeos contemporizados al más puro estilo Slayer servirían como preámbulo para el aniquilador ataque que significó “Left To Rot”, que sonó algo más intensa y demoniaca, proponiéndonos unos desquiciantes cambios de ritmo junto a unos coros más aguerridos y coreables.

Tras haber presentado sus credenciales a los que todavía no les conocían, el trío sueco volvería a fijarse como principal prioridad el pisar el acelerador al máximo. Así que la pieza que daba título y abría su segundo largo, que publicaron en 2013, “ Exoneration Denied”; se convertiría en la responsable de que los aledaños del escenario se convirtieran en un auténtico campo de batalla, con la gente danzando alocadamente siguiendo sus vertiginosos fraseos de guitarra. El retorno sobre su más reciente entrega discográfica vendría marcado por “Pestilence” que nos permitía degustar su vertiente más oscura y death metalera, aunque sin perder en ningún momento su orientación melódica.

Contando con la aprobación y el apoyo unánime de todos los presentes la invitación a sumarnos a los coros de “Hail Caesar”, fue recibida con auténtica algarabía por parte de un respetable cada vez más animado. Una nueva mirada al pasado nos permitiría volver a deleitarnos con “Drone Wars”, que nos dejaba la estampa de Kris Wallstrom y Fredrik Wester ametrallandonos inmisericordemente con sus instrumentos antes de abocarnos sobre su apocalíptica recta final. El indiscutible triunfo del combo sueco quedaría totalmente refrendado con “Anatomy Of Evil”, tras el que se marcharon dejando tras de si unas magnificas sensaciones y a una audiencia deseosa de haber podido escuchar algún tema más. En resumen, fantástica descarga de unos Warfect que gustaron y convencieron a su paso por la Ciudad Condal. Esperemos que en breve tengamos ocasión de verles por aquí liderando su propio show. ¡Yo no pienso perdérmelo!, Thrash till death!!!!

No, no lo iban a tener nada fácil Burning Withches, ya que no es tarea fácil salir a escena para tomar el testigo de una banda que atesora la calidad y propone la contundencia sonora que exhibieron Warfect, y más cuando uno practica un estilo no tan expeditivo y mas versado hacia el clasicismo heavy metalero. Además el combo suizo contaba con una baja de última hora, ya que la bajista Jay Grob tuvo que salir precipitadamente hacia su país a causa de un problema familiar. Así que ante semejante panorama solo cabían dos opciones: Venirse abajo y decepcionar al personal. O, por el contrario, poner toda la carne en el asador para completar una descarga que colmara las expectativas de todos sus seguidores.

El montaje escénico escogido como marco para la descarga del combo suizo incluyó un telón de fondo y sendas pancartas laterales que incluían elementos de la portada de lo que hasta el momento ha sido su última referencia de estudio “The Witch Of The North”. Además también contaron con un cuidado juego de luces y con unas columnas de humo que se encargaron de dar énfasis a los momentos más destacados de su presentación. Aparecieron envueltas en cuero y acompañadas de la introducción “Winter´s Wrath”, para rápidamente permitir que unas afiladas guitarras se encargaran de introducirnos de lleno sobre un latigazo de auténtico heavy metal como es “Executed”, que con la pegada de su apabullante estribillo provocaba que todos levantáramos los puños al aire.

Sin concedernos ni un segundo de tregua, y tras haber roto el hielo con un trallazo certero y directo, tocaba pisar el acelerador al máximo, invitándonos a agitar frenéticamente la cabeza siguiendo los speedicos riffs que guiarían las estrofas del siempre efectivo “Wings Of Steel”. Lejos de dejarse amedrentar por sus compañeros de viaje, Laura Guldemond se erigió como la portavoz de sus compañeras para sin ninguna clase de complejo reivindicar sus raíces e influencias más netamente “old school” durante el speech que precedió a “Sea Of Lies”, que fue la escogida para hacernos cambiar de registro y hacernos transitar por sus ambientaciones más oscuras y misteriosas.

La primera ventana dedicada al material de su más reciente entrega discográfica “The Witch Of The North”, se inauguraba con ese oasis melódico que propone el arranque de “Flight Of The Walkyries”, invitando al personal a mover los brazos de izquierda a derecha. Aunque esto fue tan solo un espejismo ya que el cuarteto no tardó en apretar los dientes para hacer que el tema sonara como un autentico ciclón, dejándonos a una banda desatada que acabó conectando con un público que, aunque le costó, poco a poco fue entrando en el show. Evidentemente tampoco quisieron dejarse en el tintero gemas como “We Stand As One”, que con su hímnico estribillo y sus pinceladas “ true” se convertiría en la excusa perfecta para que todos cantáramos a la vez que alzábamos el puño.

Habiendo establecido una buena conexión con sus seguidores era un buen momento para regresar sobre el material de su anterior redondo “Dance With The Devil”, -que vio la luz poco antes de que estallara la alerta mundial a causa de la pandemia-, dejando que Lala Frischknecht diera buena cuenta de los portentosos redobles que se encargaron de impulsar “Lucid Nightmare”. El momento de que todos empezaremos a botar llegaría durante los compases iniciales del compacto “The Witch Of The North”, para dejar que posteriormente todos volviéramos a levantar nuestros puños siguiendo las indicaciones de Laura Guldemond.

Con el escenario cubierto de humo entrábamos en la recta final del show, así que los vertiginosos fraseos que intercambiaron Romana Kalkuhl y Larissa Ernst se encargarían de volarnos la cabeza para acabar convirtiendo a “Hexenhammer” en uno de los momentos culminantes del show. Para alegría de sus fans más veteranos el combo suizo centró su atención sobre el material de ópera prima para rematar la velada. De modo que todos tuvimos ocasión de volver a deleitarnos con el subidón de adrenalina que provocó la catarsis metalera contenida en “Black Widow”. Mientras que la elegida para rubricar su fantástica presentación fue la inevitable “Burning Witches”.

Sobreponiéndose a las adversidades Burning Witches regresaron a la capital catalana dispuestas a recuperar el tiempo perdido y con muchas ganas de reivindicarse como uno de los nuevos valores, aunque ya plenamente consolidadas, dentro de la escena del heavy metal europeo. Lamentablemente al finalizar la descarga del combo suizo un servidor tuvo que ausentarse del local por motivos personales. Así que dejaré que sea el compañero Carlos Oliver quien se encargue de comentaros todos los detalles de la que, a la postre, fue la actuación que cerró la velada: Nervosa.

ALFONSO DIAZ


Con el cambio de orden del cartel, difícil papeleta les tocaba a las chicas de Nervosa después del efectivo concierto de Burning Witches. No obstante, parecían tener todo a favor: una sala rozando el lleno absoluto y un público mayoritariamente ‘thrasher’. Había expectación entre la audiencia, sedienta de conciertos, para ver sobre las tablas la reformada banda y, ya desde el primer asalto con la dupla “Kings of Dominition” y “People Of TheAbyss”, se desataron numerosos pogos entre las primeras filas.

Con “Genocidal Command” pudimos comprobar, si quedaba alguna duda que con Diva Satánica al frente Nervosa han subido un peldaño en cuanto a brutalidad se refiere. La cantante recordó los buenos recuerdos que tenía de la sala Bóveda, donde hace 3 años estuvo teloneando con Bloodhunter a la que ahora es su nueva banda. Como era de esperar, el último trabajo, “Perpetual Chaos”,iba a ser la piedra angular del concierto, interpretado prácticamente en su totalidad. Un disco que sigue la estela de su predecesor, aportando cada vez más pinceladas de oscuridad y death metal a sus raíces thrash. Mientras Mia Wallace aporta ese punto de macarrismo y oscuridad, Eleni Nota se afianza como una baterista que, pese a proceder de otros estilos, se desenvuelve con soltura de forma efectiva y precisa en terrenos más extremos. Todas ellas capitaneadas por Prika Amaral que actúa como verdadera directora de orquesta, mostrándose en un segundo plano en escena pero tomando el control. Y es que, en todo momento, fluía y se intuía el buen rollo que ha surgido entre ellas. Con “Death” siguió aumentando la temperatura del local y hasta Mia Wallace bromeó con el calor que estaba haciendo. El cuentarevoluciones se disparó con “Time to Fight” y la visceral “Venomous”, un tema que resume a la perfección a las nuevas Nervosa.

Ondeando Diva una bandera con el lema “Into Moshpit” revolucionaron al público con este tema ya imprescindible en los directos de la banda. “Kill the Silence” fue otra de las pocas concesiones que hicieron a sus anteriores trabajos y una muestra más de lo bien que han encajado los registros de Rocío en el material clásico. “BloodEagle” y “Perpetual Chaos” evidenciaron esa oscuridad y pesadez que impregna el nuevo álbum de título homónimo. A la pregunta de si queríamos thrash, la respuesta fue “Masked Betrayer”, recordatorio a los inicios de la banda. Tras coger el micro Prika y presentar a las “nuevas chicas”, Mia se enfundó un sombrero negro al más puro estilo Lemmy para rendir homenaje con “RebelSoul” al más sucio y crudo rock and roll.

Con “Guided by Evil” se encaró la parte final del bolo y se invitó a los presentes a “tirar la sala abajo”, mientras que “Under Ruins” fue una fiesta con todos votando. Y es que fue una alegría poder comprobar de nuevo que la mal llamada nueva normalidad parece asimilarse cada vez más a la normalidad (a secas). Buen concierto que manifiesta el acierto de Prika Amaral y la buena progresión de Nervosa… más que un resurgir una continuidad con una banda internacional que continua teniendo las mismas ganas de comerse el mundo.



CARLOS OLIVER


FOTOS:CARLOS OLIVER

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