sábado, 10 de diciembre de 2022

ELUVEITIE+AMORPHIS+DARK TRANQUILLITY+NAILED TO OBSCURITY-RAZZMATAZZ-BCN-17-NOV-2022



De entre las diferentes giras internacionales que en este otoño/invierno de 2022 van a recalar en nuestro país sin duda una de las más atractivas y esperadas era la que aunaba en un mismo cartel a Eluveitie y Amorphis. Ambas formaciones son viejas conocidas de nuestros escenarios, y es que tanto suizos como finlandeses han presentado su propuesta en diferentes salas y festivales a lo largo de los últimos años. Sea como fuera en esta ocasión serían las huestes que comanda el incombustible Chrigel Glanzmann las que se encargarían de poner el fin de fiesta a la velada con su peculiar mezcolanza de folk y death metal. Pero dejando a un lado el indiscutible tirón del combo suizo, uno de los grandes alicientes de la noche era volver a ver en acción a una banda mítica como son Amorphis, quienes aprovecharon la ocasión para presentar su más reciente entrega de estudio “Halo”, que veía la luz a principios de este mismo año.

Aunque evidentemente si hablamos de bandas insignes dentro del death metal europeo no podemos dejar de lado en el cartel de esta noche a unos Dark Tranquillity que siguen con paso firme dando continuidad a una carrera que se ha mantenido constante desde los albores de la década de los noventa siempre comandados por el carismático Mikael Stanne. Para completar el cartel contaríamos  con la presencia de los alemanes Nailed To Obscurity, quienes fueron los encargados de poner las pinceladas doom a una noche que tuvo como hilo conductor el death metal en varias de sus múltiples vertientes.


Como desafortunadamente suele ser habitual cuando nos enfrentamos a un cartel compuesto por cuatro o más formaciones, la hora fijada para el inicio de las actuaciones fue muy temprana. Así que los encargados de abrir fuego a eso de las 17,40 horas fueron los chicos de Nailed To Obscurity.  Y es que cuando un servidor pudo acceder al recinto el quinteto de Esens estaba ya sobre las tablas  dando buena cuenta de la inicial “Black Frost”. Evidentemente el ambiente en el  recinto fue  bastante frío, con apenas unas pocas decenas de personas viéndoles, pero eso no pareció importar a una banda que desplegó las densas atmósferas contenidas en temas como “Protean”.


Vestidos de riguroso negro, y sabedores de que entre los presentes había seguidores suyos, -no era esta la primera vez que los germanos pisaban los escenarios catalanes-, la banda supo conectar con el personal  a base de potencia, y de la pegada que exhibieron en sus nuevas composiciones: “Liquid Mourning” y la gélida “Clouded Frame”, que personalmente fue de las que más me gustaron con esas melodías y ambientaciones que me recordaron a los Paradise Lost de los tiempos del “Icon”.


Para finiquitar  sus escuetos 25 minutos de show Nailed To Obscurity” nos propusieron una nueva mirada a lo que fue su tercer largo “King Delusion” para rescatar el perturbador “Desolate Ruin”. Fue corto, intenso y poderoso, pero fue suficiente para que los que todavía no les conocían anotasen el nombre del combo germano, y es que Nailed To Obscurity son para muchos una banda todavía por descubrir.


Los siguientes en tomar posiciones tras un ágil cambio de equipo fueron  Dark Tranquillity. Curiosamente el combo sueco fue el que nos brindó una puesta en escena más trabajada y vistosa, con una cuidada escenografía que incluyó  una enorme pantalla trasera sobre la que se  fueron proyectando imágenes y partes de las letras de algunos de sus temas que interpretaron. Aunque curiosamente los pipas tuvieron un descuido y cuando comenzó su actuación todavía podía verse el logo de Nailed To Obscurity en los parches de la batería.


No fue una sorpresa, Mikael Stanne, -ataviado con su inseparable chupa negra-, y sus muchachos salieron a por todas, dispuestos a convencer y agradar a sus seguidores, así que para marcar territorio que mejor que proponernos una primera incursión en la potencia metálica y las elocuentes melodías de “Identical To None”, que con una sala ya bastante más concurrida  servía para que el personal empezara a calentar motores. Como siempre el carismático frontman se convirtió rápidamente en el centro de todas las miradas, aunque en esta ocasión más de uno fijó  el objetivo en la dupla  de hachas que conformaron Johan Reinholdz y Christopher Amott, que hicieron que en temas como “Terminus (Where Death Is Most Alive)”, el personal se encendiera y acabara levantando los puños al aire siguiendo las indicaciones de Mr. Stanne.


Tampoco fue una sorpresa que Dark Tranquillity nos brindaran un repertorio repleto de material que han facturado en los últimos 20 años, así que los más veteranos nos quedamos con las ganas de escuchar alguna gema de su catálogo noventero. En cualquier caso, si algo ha caracterizado la carrera del combo que lidera Mikael Stanne es su determinación a la hora de mirar siempre hacia delante y de no quedarse anclado en el pasado. Así que en el show de esta noche no faltaron temas como “What Only You Know”, mezclando  esos desarrollos más cañeros con pasajes ambientales para dar buena cuenta de algunas de las diferentes aristas de su camaleónica propuesta. Otro detalle a destacar es que vimos a una banda completa. Y con esto me refiero a que vinieron con teclista y bajista, y es que en el pasado  les habíamos llegado a ver  con el bajo disparado o con muchos samplers pregrabados. Sin embargo esta noche no fue así, con lo que en temas como “Atoma”, el personal se dejó notar con fuerza.


Con banda y público en perfecta sintonía el escenario se teñía de tonalidades verdosas para acompañar el arranque de “Cathode Ray Sunshine”, invitándonos a viajar a los tiempos de “Damage Done”. La vuelta sobre las composiciones de su última referencia  de estudio “Moment”, que data de 2020, llegaría de manos de “The Dark Unbroken”. Pero sin duda uno de los momentos de la noche llegaría cuando el sexteto de Göteborg se dispuso a encarar la recta final del show, y es que Stanne presentó “Hours Passed In Exile”, como uno de sus temas favoritos, y viendo la desaforada reacción del respetable  creo que coincidió de pleno con las preferencias de gran parte de los presentes.


El momento de volver a cantar, mientras Stanne se paseaba por el escenario alentando al personal,  llegaría con otra de las de nuevo cuño, “Phantom Days”, dejando patente que el último álbum de la banda ha calado hondo entre sus incondicionales. Mientras que el fin de fiesta definitivo corrió por cuenta de una celebradísima “Mysery’s Crown”. Una vez más Dark Tranquillity volvieron a triunfar en la Ciudad Condal tirando del indiscutible carisma de su frontman y de la calidad y originalidad de unas composiciones que parece que ganan en consideración entre el público con el paso de los años.


No tardarían mucho en adueñarse del escenario Amorphis, una banda que ha apostado por la evolución constante de su propuesta desde que dieran sus primeros pasos a principios de la década de los noventa dentro de la incipiente escena del death metal europeo. Pese a ello,  los finlandeses han sabido mantener la atención de unos seguidores que en muchos casos han crecido y evolucionado con ellos, moldeando sus gustos según sus patrones estilísticos. Sin embargo, su trayectoria no ha sido un camino de rosas y han tenido que lidiar contra las críticas de los más “puristas” que no vieron con buenos ojos la deriva más accesible que tomó la banda tras la incorporación de Tomi Joutsen hace ya casi dos décadas. En cualquier caso, el paso del tiempo les ha acabado dando la razón y la banda actualmente parece estar viviendo uno de sus mejores momentos.


Había muchas ganas de volver a verles en directo. Así que un gran telón de fondo anunciaba que el momento había llegado. He de admitir que me sorprendió que su puesta en escena fuera bastante más austera y sobria  que la de Dark Tranquillity, prescindiendo de las proyecciones para fiar todo a la pegada y calidad de sus composiciones. Otro detalle que me gustaría destacar es que me pareció que la banda estuvo algo estática, los miembros de la banda agitaban la cabeza acompañando la música pero apenas se movieron de su metro cuadrado, a excepción de un Tomi Joutsen que derrochó carisma y actitud.


Sin ninguna clase de complejo y tras una introducción de lo más pomposa y grandilocuente los finlandeses aparecían en escena para sorprendernos con el derroche melódico y los protagonistas teclados de la inicial “Northwards”. Tras recibir la calurosa bienvenida de una audiencia que les acogió con los brazos abiertos tocaba seguir indagando en su más candente actualidad y para ello que mejor que presentarnos la rotunda dualidad que encierra el single “On The Dark Waters”, que nos dejaba con la rotundidad  de unas guitarras que sonaron más intensas y pesadas junto a las cambiantes  tonalidades de un Tomi Joutsen que tras tan solo un par de temas ya se había convertido en el centro de atención para todos los presentes, moviéndose incansablemente mientras invitaba al público a participar.


Pese a las diferentes vertientes sonoras que Amorphis han tocado a lo largo de su longeva trayectoria, lo cierto es que la banda no ha perdido su pasión por los riffs netamente metaleros  tal y como dejaron patente a lo largo de “Death Of A King”, que con sus arábigas melodías fue la elegida para representar a su obra de 2015 “Under The Red Cloud”. El recorrido  que nos brindaron los finlandeses nos invitaría a viajar todavía más atrás en el tiempo, concretamente hasta 2009, para hacer escala en “Skyforger” y  volvernos a deleitar  con “Silver Blade”.


No tardaría en llegar el primer guiño a su primera etapa, aquella que les aupó  como una de las bandas emergentes dentro del death metal. Y aunque ha pasado mucho tiempo desde entonces, lo cierto es que la llegada de “Into Hiding” fue muy celebrada tanto por los más veteranos como por los fans que se han sumado a las filas de los finlandeses en los últimos años. Y es que un clásico de ese calibre nunca deja indiferente a nadie. El contraste entre esa etapa más oscura y brumosa y su actual propuesta, mucho más aperturista, quedaría plasmado a lo largo de “Wrong Direction”, de su anterior “Queen Of Time”.


No sé si fue por el repertorio escogido, -bastante diferente al que les hemos visto en anteriores visitas-, pero lo cierto es que me dio la sensación de que la banda no acabó de conectar con un público que se mantuvo bastante más estático que durante la descarga de Dark Tranquillity. Quizás tampoco ayudó que durante el tramo central de su descarga nos propusieran una doble ración de “Halo”, tocando de forma consecutiva “The Moon” y “Seven Roads Come Together”.


Mucho más efusiva fue la reacción del respetable cuando la banda volvió a echar la vista atrás para centrar su objetivo en el material que facturaron durante  la década de los noventa. “Black Winter Day”, sonó brutal y embelesadora como si fuera un viaje a otra época, pero con unos músicos mucho más rodados y maduros. Mientras que uno de los pocos momentos en los que el personal sí que conectó plenamente con la banda, -alzando los brazos y cantando como si no hubiera mañana -, fue durante la imprescindible “My Kantele”.


Aproximándonos hacia el final del show las desérticas melodías de “The Bee”, reclamarían su merecida cuota de protagonismo. Mientras que para poner el punto y final definitivo la banda apostó por una de las composiciones contenidas en el que fue el primer trabajo que Joutsen grabó con ellos, “Eclipse”, dando buena cuenta del  monumental “House Of Sleep”. En definitiva, pocas objeciones musicalmente hablando  se pueden poner a la descarga de unos Amorphis que estuvieron a un gran nivel. Pero donde si pueden ponerse pegas es en la elección del repertorio y en la actitud un tanto fría de una banda, que salvando a Joutsen, estuvo algo distante y no acabó de conectar con un público que acabó un tanto contrariado, y con la sensación de que con poco más la descarga de los finlandeses podría haber dado mucho más de sí.


Y llegábamos al que a la postre iba a ser el plato fuerte de la velada, -aunque para muchos el principal reclamo fuera la descarga de Amorphis-, y es que llegaba el momento de que la caravana itinerante de músicos que comanda el incombustible  Chrigel Glanzmann se apoderara del escenario de la sala grande del Razzmatazz. La ascensión de Eluveitie ha sido lenta pero inexorable, los que hemos venido siguiendo su trayectoria les hemos visto pasar de ser teloneros a liderar sus propias giras, a la par que les veíamos escalar posiciones en los carteles de los grandes festivales europeos. Sin duda los suizos son una formación especial, que se sale de los cánones habituales, tanto por su particular propuesta, como por su numerosa formación, por su variedad vocal, y por la utilización de instrumentos que a priori poco tienen que ver con el  metal: la zanfoña, las flautas, la gaita, la mandolina,  el violín… Sea como sea, todos estos elementos les han servido para ganarse el apoyo de unos seguidores que una vez más respondieron a su llamada y que disfrutaron no solo de los temas de “Ategnatos”, sino que también de una colección de temas que se han convertido en himnos imprescindibles para todos sus fieles.


Mucho ha cambiado la formación del combo suizo desde que un servidor tuviera  ocasión de verles por primera vez hace ya una década abriendo para Sabaton, pero lo que no ha cambiado es la presencia escénica de su  líder, Chrigel Glanzmann, ataviado de su inseparable gorro de lana y luciendo unas larguísimas rastas que le llegan ya  por debajo de la cintura. Con un montón de diferentes tarimas repartidas a lo largo del escenario los nueve músicos que integran la banda saltaban a escena para reencontrarse con sus seguidores con la novedosa “Exile Of The Gods”, desatando la euforia de las primeras filas, pese a que el sonido resultó algo embarullado durante los primeros compases de su presentación . Afortunadamente el sonido no tardó en mejorar, así que ya durante la expeditiva “Nil”, pudimos apreciar el peso de los instrumentos folk dentro de la desgarradora pegada de un tema que nos mostraba la faceta vocal más cruda y visceral de Chrigel para acabar recabando una cerrada ovación.


Esa vertiente  más cañera, repleta de tintes oscuros y alusiones a la Madre Naturaleza se mantendría a lo largo de “Deathwalker”, con Fabienne Erni doblando las voces de Chrigel mientras la zanfoña y el violín dejaban sus seductores destellos sonoros. Mucho más centrada en la vertiente folk sonó la siempre deliciosa y seductora “Epona” con Fabienne tomando la primera línea de fuego para ejercer como frontwoman y exhibir sus facultades vocales para poner a botar a toda la sala y convertir así el momento en uno de los más brillantes de la noche.


Pero no se detuvo aquí la exhibición de la vocalista, ya que con el escenario a media luz y respaldada por los teclados pregrabados nos embelesó con la dramática intensidad de “Anu”, para acto seguido poner la sala literalmente la sala patas arriba con una de las que se ha convertido en imprescindible en todas sus descargas desde que viera la luz en su “Helvetios ” de 2012, “A Rose Of Epona”, que nos brindaba la oportunidad de ver cómo ambos vocalistas  alternaban sus registros para imprimir al corte esa dualidad que tanto gusta a sus seguidores y que se ha convertido en una de sus imprescindibles señas de identidad.


Sin embargo no hay que olvidar que la propuesta de los suizos también está fuertemente aposentada sobre las raíces death metaleras y el despliegue de contundencia de “Thousandfold” , sirvió para cambiar de un plumazo la dinámica que estaba tomando el show. Los ritmos contagiosos e impregnados  de esencias medievales marcarían el retorno al material de “Ategnatos”, invitándonos a seguir las luminosas y evocadoras melodías de “Ambiramus”, dándonos excusas para que la fiesta no se detuviera entre unas primeras filas que no pararon de bailar.


Como  comenté anteriormente si algo ha marcado la trayectoria del combo suizo es la amplitud de miras y la variedad de su personal propuesta. Así que su vertiente más dura y death metalera, aunque sin dejar de lado los instrumentos de viento y la sección de cuerda, volvería a dejarse notar con fuerza a lo largo de “King”, con Mr. Glanzmann volviendo a ser el vocalista principal de la banda mientras el personal levantaba los puños al aire reverencialmente antes de que las aceleradas melodías del violín se encargarán de rubricar uno de los puntos álgidos de la velada. Otra de las nuevas ,“Breathe”, con Fabienne nuevamente embelesándonos con sus preciosas tonalidades agudas sería la encargada de encarar una recta final que fue rematada por las ambientaciones carnavalescas que marcaron la pieza que prestaba título a su obra de 2012, “Helvetios” para acabar azotándonos inexorablemente con su voracidad metalera.


Evidentemente la elegida para poner el punto y seguido a la descarga del combo suizo fue la imprescindible y aclamada “The Call Of The Mountains”, que con su seductora  melodía convertía el recinto en una auténtica fiesta. No tardaron mucho en regresar sobre las tablas las huestes que comanda Chrigel Glanzmann. Y es que la encargada de hacer que los instrumentos volvieran a sonar fue “Aidus”, ahora sí desplegando toda su contundencia sonora en un número oscuro y muy cañero que sorprendió a más de uno de los presentes. Esa orientación más potente y hasta cierto punto visceral, con Chrigel llevando la voz cantante, se mantendría a lo largo de “Kingdom Come Undone”, que fue  la escogida para hacernos viajar hasta su “Everything Remains (As It Never Was)” de 2010.


Antes de despedirse definitivamente los suizos todavía tendrían ocasión  de trasladar  al directo las ampulosas sonoridades del corte que presta título a su último redondo “Ategnatos”, para acabar rematando definitivamente su descarga con ese himno titulado “Inis Mona”, que volvía a poner a todo el personal a bailar para convertirse en el mejor colofón para  una excelente velada. Dejando a un lado gustos y preferencias personales,  Eluveitie demostraron el porqué han conseguido a base de trabajo, dedicación,  y unos directos convincentes y arrolladores convertirse en una de las bandas más reconocidas y emblemáticas  dentro del  folk metal a nivel europeo.

TEXTO:ALFONSO DIAZ

FOTOS:CARLOS OLIVER

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