jueves, 26 de septiembre de 2013

AUTOPSY-THE HEADLESS RITUAL



Hablar de los americanos Autopsy es hablar de una de las bandas más reconocibles e influyentes de la escena death metalera americana. Formados en San Francisco en 1987, tras el paso del batería Chris Reifert por los míticos Death de Chuck Schuldiner con los que grabó el clásico “Scream Bloody Gore”, la banda siempre resultó un tanto peculiar por lo inusual que resultaba que fuera el propio percusionista quien se hiciera cargo  de los guturales registros vocales. Responsables de facturar trallazos tan seminales y arrolladores como el sangrante  “Severed Survival”, o su aclamado "Mental Funeral" de 1991, en los que el cuarteto daba buena cuenta de su calidad técnica a la vez que asentaba las bases de su poderoso death metal. La banda,  lejos de estancarse y acomodarse en una fórmula que sabía ganadora, apostó por dar un rotundo giro a su propuesta  impregnando su sonido  de unos aires más hard-core en el álbum "Shitfun" (1995), un trabajo que serviría como punto de partida para Abscess, el nuevo proyecto en el que se embarcaron Chris Reifert y Danny Coralles  después de la disolución del combo en 1995.

Tras permanecer unos años concentrados en Abscess, el dúo Reifert/Coralles resucitaba Autopsy en 2010, rescatando  al guitarrista Eric Cutler y reclutando al bajista Joe Trevisano para grabar  el EP "The Tomb Within", que marcaba  su retorno tras quince años de ausencia.  La confirmación de su vuelta se produjo al año siguiente con la publicación de "Macabre Eternal", un plástico en el que la banda retomaba su propuesta en el punto exacto donde la había  dejado en 1995, optando  por centrar su mirada en el futuro, lo que supuso una pequeña decepción entre los fans más veteranos del cuarteto americano. En cambio, de cara a este nuevo esfuerzo, que lleva por título "The Headless Ritual", la banda nos propone  una vuelta a sus origines,  recuperando sus primigenias influencias y apostando por ese death metal de corte clásico, en el que la velocidad y la voracidad se dan la mano con unos tempos densos y cadenciosos,( casi más propios del doom), con los que el cuarteto es capaz de recrear esas ambientaciones oscuras y opresivas.

Otro detalle a resaltar en  esta nueva entrega del combo californiano es la duración del plástico, sensiblemente inferior a la de su predecesor, así como una cuidada y pulcra producción a cargo de la propia banda y el ingeniero Adam Muñoz (Faith No More, Abscess) que permite diferenciar de forma nítida todos y cada uno de los instrumentos,  dando al álbum un toque de clase y distinción que se ve rematado por el soberbio artwork a cargo   del reputado artista Joe Petagno (Motörhead, Pink Floyd, Led Zeppelin).

Lejos de las acostumbradas "intros" y ambientaciones atmosféricas, tan en boga durante los últimos años, esta nueva entrega del cuarteto americano se  abre de forma aplastante  con la brutal “Slaughter At Beast House”, una composición crujiente y rabiosa liderada por un riff incendiario  que se verá secundado por una batería potente y machacona  durante la primera parte del corte, para acabar conduciéndonos sobre un desarrollo más lento y cadencioso. Mucho más dinámica y cambiante resulta “Mangled Far Below”, en la que se suceden numerosos cambios de ritmo, redondeando una composición que evoca el clasicismo death metalero de los álbumes grabados  durante la primera mitad de la década de los noventa, apoyándose para ello en una melodía penetrante y enfermiza que se quedara dando vueltas en tu cabeza hasta atraparte irremediablemente junto a los desquiciantes gruñidos de un Chris Reifert que suena más corrosivo y visceral que nunca.

La solidez plúmbea de las guitarras junto a una voz más profunda y cavernosa serán las encargadas de crear esa terrible ambientación decadente y oscura que protagoniza “She Is A Funeral”, impregnando la composición de una deprimente densidad sonora que parece transportar al oyente hasta las mismísimas puertas del averno, con Reifert torturando al máximo sus castigadas cuerdas vocales, mientras el ritmo se hace cada vez más lento y cadencioso. Las guitarras de Eric Cutler y Danny Coralles serán las encargadas de marcar los primeros compases del asfixiante y opresivo “Coffin Crawlers”, proponiéndonos ambos hachas unos incendiarios  y endiablados desarrollos solistas que serán los encargados de hacer de nexo de unión entre las diferentes partes del tema, dando forma a una composición repleta de atmósferas   doom metaleras y estructuras fantasmagóricas.

Aunque dentro de esta nueva entrega del combo americano hay una buena dosis de material lento y pesado, lo cierto es que el cuarteto no ha perdido ni un ápice de su punzante voracidad arrolladora,  y sigue mostrándose igual de insaciable que en su primera época, al atacar   temas como el sangrante  “When Hammer Meets Bone”, en el que se muestran realmente inspirados a la hora de pisar el acelerador al máximo, dando garra y mordiente a un tema que tiene un pequeño fragmento lento durante su tramo central. La entrada circular y repetitiva de la breve “Thorns And Ashes” servirá como introducción para la más envolvente y épica “Arch Cadaver”, en la que vuelven a recurrir a  esos infernales riffs, desbordantes de una clara esencia “Sabbatica”, con los que darán consistencia y empaque a unos desarrollos densos y cadenciosos que acabarán  transportándonos sobre unos latigazos rápidos y efectivos en los que la banda nos muestra su faceta más cruel y despiadada.

A lo largo de las diez composiciones que integran el álbum, la formación americana demuestra en piezas como la intensa “Flesh Turns To Dust”, que pese al tiempo transcurrido no han perdido la magia para arrastrarnos a través de esas atmosferas vaporosas y corrosivas que siempre han sabido recrear en sus tortuosas composiciones, consiguiendo hacernos reptar junto a los serpenteantes riffs mientras las guitarras solistas nos descuartizan con sus chirriantes desarrollos. A diferencia de lo que sucediera en su anterior entrega discográfica, parece que Reifert y sus muchachos se han decidido  a recuperar su vertiente más extrema, solo así se explica la radicalidad y agresividad contenida en piezas como “Running From The Goathead”, con la que consiguen transportarnos directamente a su primera época, apostando por unos vertiginosos riffs junto al  sonido seco y arrollador de la batería de Reifert, que sigue mostrándose como una de los baterías más polivalentes del género. La encargada de cerrar el álbum es la pieza que presta su nombre al plástico “The Headless Ritual”, un intenso y enfermizo desarrollo instrumental que sirve como rúbrica para esta nueva entrega del cuarteto americano.

Tras la buena noticia que supuso la confirmación de su retorno con la publicación de “Macabre Eternal” en 2011, parece que esta nueva entrega de Reifert y sus muchachos  nos devuelve a los Autopsy más clásicos y poderosos. Sin duda,  este “The Headless Ritual” contiene todos los ingredientes necesarios  para hacer las delicias de los fans más veteranos de la mítica formación americana y, por extensión, de todos los seguidores de bandas clásicas del género  como Death, Morbid Angel u Obituary.



Lista de Temas
01. Slaughter At Beast House
02. Mangled Far Below
03. She Is A Funeral
04. Coffin Crawlers
05. When Hammer Meets Bone
06. Thorns And Ashes
07. Arch Cadaver
08. Flesh Turns To Dust
09. Running From The Goathead
10. The Headless Ritual

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