miércoles, 14 de enero de 2015

STINGERS+WILD ANIMAL+REE KHOL-SALAMANDRA-BCN-10-ENE-2015



Pocas bandas hay en la escena  internacional  que disfruten del cariño y la veneración de sus seguidores como los germanos Scorpions, quienes han jalonado  a lo largo de su  medio siglo de historia  su carrera  con multitud de discos de platino, giras multitudinarias  e infinidad de éxitos que han traspasado las fronteras del hard rock  para llegar a un público de los más variado y heterogéneo. Desafortunadamente, la suerte ha sido esquiva con el  público catalán, ya que  las últimas giras del combo alemán  no han hecho escala en la Ciudad Condal, de modo que la actuación de los andaluces Stingers, representaba una excelente ocasión para volver a rememorar, una vez más,  algunas  de las piezas clásicas dentro del repertorio de la banda liderada por Klaus Meine y Rudolf Schenker.

Como compañeros de escenario Stingers contarían con la presencia de Wild  Animal, quienes con su imparable colección de himnos pertenecientes a la primera época  de Running Wild se presentaban dispuestos a hacer rugir nuestras gargantas mientras levantábamos los  brazos para acompañar esos arrolladores estribillos marca de la casa. Mientras que los encargados de dar el pistoletazo de salida a la velada  serían los locales Ree Khol, que con su colección de temas propios reivindicarían la plena vigencia de ese hard rock marchoso y guitarrero de la década de los ochenta.

Liderados por el guitarrista y cantante Jordi Ricol, los barceloneses Ree Kohl se adueñaron del escenario para proponernos un suculento show en el que dejaron patente su buen gusto a la hora de fundir contundencia y melodía,  regalándonos temas como  el vitalista “I Wanna Live” o el pegadizo “Come Hell Or High Water”, en los que la voz de Jordi se vio complementada por la de la corista Alexia Molina.

Pese a tener varios trabajos publicados, lo cierto es que la descarga del quinteto estuvo básicamente centrada en el material de sus dos  últimas entregas “III” y su más reciente “Cold War Remake”, del que no faltaron piezas como ese rotundo homenaje a Kiss  titulado “C´Mon And Love Her”, que fue el responsable de poner a toda la sala a cantar.

Y es que la propuesta del combo  barcelonés rebosa ese inconfundible aroma hard roquero, de modo  que a lo largo de su actuación no faltaron esos efectivos ejercicios solistas a cargo del guitarrista Luis Marsá.

La principal novedad dentro de la alineación de Ree Khol fue el concurso del bajista David “Chispi”,- quien sustituyó al ausente por lesión Jhonny B-Nasty-, mostrándose  totalmente compenetrado con su par, el batería Jordi Steve. Además, también contaron con la participación  como invitado especial de Amadeo Digón,- vocalista  de Mescaleros-, que  se sumó a la fiesta para dar su toque personal a  temas como  “Alice In Wonderland” o esa efectiva  versión del clásico de Ac Dc “Shoot To Thrill”.

Con el ambiente ya bastante caldeado llegaba el momento de ir finiquitando su actuación y las elegidas para dar el carpetazo definitivo serían el medio tiempo “Going Away”, con ese suculento aroma evocador  a los clásicos más ochenteros, y la declaración de intenciones que supuso  “Back To The 80 ´s”, que  con sus cuidadas melodías vocales sería la encargada de  cerrar su show.

Tras un rápido cambio de equipo, una gran calavera sobre la tarima de la batería y un  telón central nos anunciaba el nombre de los siguientes en tomar al abordaje el escenario  de un Salamandra que poco a poco iba adquiriendo colorido, Wild Animal. De entre la multitud de bandas tributo que hay en la actualidad resulta verdaderamente encomiable  que haya algunas que se demarquen de los nombres más obvios para concentrarse en rescatar el legado de otras formaciones,  igualmente importantes, pero que, por la razón que sea, no han alcanzado el nivel de popularidad y seguimiento que sin duda se merecen,  como es el caso de los teutones  Running Wild.


Pese a que lo primero que llama la atención en este nuevo proyecto de Eric y Toni  Quesada,  Iván Martín y Mark Oriol  (Cyan Bloodbane), es que forman en alineación de quinteto junto al guitarrista Israel Bermudo, lo cierto  es que su forma de atacar  las composiciones de Mr. Rolf Kasparev y cía. es verdaderamente convincente, consiguiendo recrear a la perfección el “feeling” de las descargas de la mítica  banda germana. Y es que ninguno de los presentes pudo resistirse al implacable ritmo que nos propusieron Wild Animal  con piezas como  la inicial “Genghis Khan”,  los hímnicos  "Bad To The Bone” y  "Raw Ride",  o ese legendario "Conquistadores", con el que el quinteto rubricó un arranque verdaderamente abrumador.

Pese a que tuvieron que lidiar con algún problemilla  técnico durante los primeros compases del show, Wild Animal nos ofrecieron una descarga verdaderamente intensa, consiguiendo conectar en todo momento con una audiencia que no se cortó a la hora de apoyar al máximo y corear los estribillos de piezas como "Little Big Horn",- una de las pocas licencias que la banda se permitió al material de la década de los noventa junto al adictivo "Lonewolf"-, o ese apoteósico "Raise Your Fist", que convirtió la sala en un auténtico hervidero.

Especialmente cómodo encontré a Eric en su faceta como “frontman”, sabiéndose desenvolver a la perfección sobre las tablas y apoyándose  en sus compañeros,- especialmente en el guitarrista Israel Bermudo-, a la hora de  repartir el protagonismo escénico.

Tampoco faltaría durante su descarga algún fugaz recuerdo a los tiempos más pretéritos de los germanos de manos de la legendaria  "Prisioners Of Our Time", que cerraba su debut de 1984 "Gates To Purgatory".

El momento emotivo de la noche llegaría durante el tramo final del show cuando la banda quiso dedicar "Chains & Leather", a un viejo amigo, Alex, recientemente desaparecido, proyectando imágenes suyas mientras sonaba el tema, consiguiendo arrancar  una de las ovaciones más sentidas y rotundas de toda la velada. La encargada de poner el broche definitivo a su fulgurante descarga fue la siempre imprescindible "Under Jolly Roger", que nos dejaba a todos con una sonrisa de oreja a oreja y con ganas de mucho más.

Con casi una década de arduo  trabajo  a sus espaldas Stingers pueden presumir, a día de hoy, de ser una de las mejores bandas tributo en nuestro país. Y es que los sevillanos, además de pasear su espectáculo por toda la geografía nacional, teloneando incluso al mismísimo Uli Jon Roth,  han recibido invitaciones para presentar su espectáculo en diversos festivales y  más allá de nuestras fronteras.

Quizás la principal virtud del combo andaluz sea saber recrear a la perfección la ambientación de las descargas de la legendaria formación alemana. De modo  que para engalanar el escenario no dudaron en colocar el mítico aguijón del escorpión asomando por encima de la batería y sendos paneles laterales  en los que, reproduciendo la tipografía habitual de los germanos, podía leerse el nombre de Stingers.

Mención especial merece   el cuidado vestuario de los miembros de la banda,- especialmente de Javi (Rudolf Schenker), Yeyo (Matthias Jabs) y Panchi (Klaus Meine)-, y su buen hacer a la hora de  recrear esas  poses y esos movimientos tan característicos en los músicos de la formación alemana.

Teniendo en cuenta el amplio catálogo de “hits” del que disponen Scorpions resultaba una autentica lotería aventurarse a adivinar que gemas rescatarían Stingers  de cara al repertorio de esta noche.  De modo que la mejor opción era relajarse, disfrutar de una buena cerveza y dejarse impregnar por  la magia que emanaba de trallazos clásicos como  “Coming Home” o “Bad Boys Running Wild”, que fundidas en un solo corte serían las encargadas de dar el pistoletazo de salida a noventa intensos minutos.

Tras proponernos una suculenta  doble ración del “Love At Fist Sting”, llegaba el momento de las presentaciones, para rápidamente rebajar el nivel de  revoluciones y adentrarnos en el zig-zageante riff de esa gema que es “The Zoo”, que nos dejaría la imagen de ambos “hachas” moviendo sus guitarras de forma sincronizada, mientras Panchi tocaba el cencerro. Sin abandonar el material de “Animal Magnetism”, la siguiente en hacer acto de presencia, para regocijo de todos los presentes, sería una enérgica  versión del “Make It Real”, que serviría para que el quinteto sevillano pusiera a toda la sala a cantar.

Una de las principales sorpresas de la noche llegaría con el siguiente tema, “On The Way”, que da nombre al primer trabajo de la banda y con el que el quinteto demostró  que les sobran tablas y talento  para escribir sus propias composiciones, aunque  siempre permaneciendo bajo el poderoso  influjo de la formación teutona. Pero, evidentemente, los momentos más calientes de la noche llegarían cuando los sevillanos  se adentraron en temas como “We´ll Burn The Sky”, “Loving You Sunday Morning” o “Is There Anybody There”, proponiéndonos una tripleta  que nos servía para rememorar  la época que ayudó a definir  el clásico sonido de  la formación alemana  y que les permitió, durante la siguiente década, escribir temas tan redondos y exitosos  como “Rhythm Of Love”.


Tampoco quisieron los andaluces dejarse en el tintero algunas de las baladas más importantes de la carrera  de los de Hannover,  de modo que no faltaron “mega-hits” como el inmortal “Still Loving You”, que sonó magistral con un inspiradísimo Panchi haciendo estremecer al público, o el sibilino “Winds Of Change”, interpretado en formato bilingüe. Para adentrarnos en la recta final del show nada mejor que la potencia imparable del legendario “Blackout”, con un Javi completamente desatado, espoleando al máximo a una  sala que se vino literalmente abajo, y  el contagioso ritmo de una imponente “Big City Nights”.

Antes de despedirse definitivamente todavía tendrían tiempo de recoger el cariño de todos los presentes en forma de una  tremenda ovación, para posteriormente concentrarse en las dos piezas elegidas para concluir su actuación, “When The Smoke Is Going Down”, la fantástica pieza que cerraba aquel inmortal “Blackout” de 1982, y un potentísimo “Rock You Like Hurricane”, que serviría para poner el broche definitivo a una velada verdaderamente apoteósica.

En resumen, inmejorable forma de dar el pistoletazo de salida a este recién inaugurado  2015 disfrutando del hard rock ochentero de Ree Kohl, la fuerza arrolladora de los clásicos de Running Wild de manos de Wild Animal. Y, como no, volver a disfrutar del “veneno” de esos himnos  intemporales que son los clásicos de Scorpions, tocados con un cariño y una devoción  verdaderamente elogiables de manos de esos monstruos que son Stingers.



TEXTO:ALFONSO DÍAZ
FOTOS:ALFREDO RODRIGUEZ

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