viernes, 20 de abril de 2018

TRIVIUM+POWER TRIP+VENOM PRISON-RAZZMATAZZ 2-BCN-8-ABR-2018



Las buenas costumbres no deben perderse. En las últimas semanas se esta convirtiendo en habitual que las anodinas tardes de domingo se hayan convertido en nuestra cita obligada con el  Route Resurrection. En esta ocasión los organizadores del festival gallego nos proponían una cita con Trivium, una formación que parecía destinada a codearse con los grandes nombres, pero que nunca llegó a dar el salto definitivo. Tras su irregular descarga en la Sala Apolo, hace aproximadamente un año, los de Orlando regresaban a la sala mediana  del Razzmatazz para presentar su fantástico último trabajo “The Sin And The Sentence”, que les ha permitido recuperar parte del terreno perdido en sus últimas entregas. Además  los americanos se presentaban escoltados por dos bandas con marcado perfil metalero, Venom Prison y Power Trip, con lo que el headbanging y los circle pits estaban garantizados.

Los encargados de dar el pistoletazo de salida fueron Venom Prison, quienes aprovecharon su escueto tiempo sobre las tablas para calentar al personal con su rotundo death metal salpicado de pinceladas hardcore. Precedidos de una apocalíptica introducción el quinteto tomaba posiciones para expandir la rotundidad de los corrosivos riffs que marcaron la inicial “Abysmal Agony”, que se convertía en la espita que hizo prender a las  primeras filas mientras su vocalista, Larissa Stupar, se encargaba de llenar el escenario con sus carreras y sus espasmódicos movimientos. Los ingleses sonaron crudos, rotundos y demoledores, y la mejor prueba fue la solidez y los explosivos cambios de ritmo que nos propusieron a lo largo de “Babylon The Whore”, que fusionaba  ferocidad extrema con el Groove más denso y machacón.

Como era previsible, teniendo en cuenta su corta andadura, el grueso de su repertorio estuvo centrado en las composiciones de su primer largo “Animus” (2016), de modo que no faltaron andanadas salvajes e incendiarias como “Desecration Of Human Privilege”, o las malignas ambientaciones  de “Corrode The Black Sun”, que con sus amenazantes líneas de bajo nos abocaba a otra exhibición de guturales de la explosiva Larissa.

Pese a la agresividad, la frescura, y la ira que Venom Prison desplegaron en escena, el quinteto  también se permitió alguna concesión hacía derroteros melódicos durante el arranque de “Womb Forced Animus”. Sin que la acción se detuviera ni un instante en los aledaños del escenario los ingleses encaraban  la recta final de su presentación recurriendo al bombardeante ritmo de “Celestial Patricide”, dejando que el encargado de poner el broche definitivo a su debut en tierras catalanas  fuera el único y solitario guiño que se permitieron al material de su EP debut: “The Primal Chaos”.

Los siguientes en ganar las tablas de una sala que a esas horas de la tarde empezaba a registrar ya una notable entrada fueron Power Trip.  No era para menos, ya que viendo la expectación  que se respiraba en la sala resultaba  obvio que nadie quería  perderse su descarga. Y es que desde la publicación de su segundo largo “Nightmare Logic”, la formación de Dallas se ha convertido en uno de los nuevos valores del thrash/crossover.

Había muchas expectativas puestas en su descarga, y lo cierto es que el hiperactivo Riley Gale y sus secuaces no defraudaron y acabaron marcándose una descarga abrumadora. Salieron dispuestos a noquear al personal, ofreciéndonos en el arranque una doble ración de su último redondo. Así que la fiesta se desató rápidamente cuando los texanos atacaron  sus instrumentos para hacer mover al personal con los desquiciantes fraseos de  “Soul Sacrifice”, y la riffera “Executioner´s Tax (Swing Of The Axe)”, que nos hacía alzar los puños mientras nos sumábamos a sus  rabiosos coros.

Tras haber calentado motores era un buen momento para sacar lustre a una de sus primeras composiciones , “Divine Appretension”. Aunque, personalmente, creo que la producción de sus primeras grabaciones  no acaba de hacer justicia a su sonido, lo cierto es que en directo temas como “The Hammer Of Dout”, sonaron letales, sucios  y corrosivos.

Absolutamente desatados y en perfecta sintonía con los seguidores que poblaban las primeras filas, la banda no tuvo problemas para mantener el alto ritmo que imprimieron al show, enlazando muchos de sus temas. Sin duda uno de los momentos culminantes de su presentación llegó con  el tema que presta título a su última  entrega “Nightmare Logic”, que con sus mosheantes riffs se encargaba de contemporizar el ambiente  antes de abocarnos sobre “Crucifixation”, que se convertía en la  enésima demostración  de voracidad thrashera.

Mientras  el personal alzaba sus cuernos a modo de saludo, Gale saltaba para pegar una patada al aire y dar la señal de salida a “Murderer´s Row”, dejando  que sus vibrantes   coros volvieran a convertirse en la excusa perfecta  para que el personal danzara en círculos. Antes de despedirse Power Trip todavía tuvieron tiempo de castigar, una vez más, nuestras cervicales con un trallazo incontestable  como “Firing Squad”, antes de cerrar su show por todo lo alto con lo que fue el  tema de apertura de su primer largo “Manifest Decimation”. Incontestables, Power Trip llegaron para reivindicarse como una de las nuevas sensaciones del thrash/crossover, y lo consiguieron ofreciéndonos un show plagado de velocidad, diversión y actitud. Esperemos que no tarden en regresar.

Teniendo en cuenta la previa que acabábamos de presenciar no lo iban a tener fácil Matt Heafy y sus muchachos para convertirse en los indiscutibles triunfadores  de la velada. Pero la verdad  es que Trivium demostraron estar en estos momentos en una clara línea ascendente, tal y como dejaron patente con “The Sin And The Sentence”. Además la formación de Orlando parece hacer encontrado en la figura de Alex Bent al batería perfecto. Otro detalle a destacar fue que en esta ocasión me pareció  que Heafy supo dosificarse mejor, dejando que Corey Beaulieu se encargara de muchos de los registros guturales.

Sin duda el cartel de esta noche hacía  presagiar que Trivium venían dispuestos a reivindicar su faceta más netamente metalera, y eso se notó en la actitud y  entrega de un público que enloqueció cuando empezó a sonar a través del P.A. “Run To The Hills”. Con las primeras filas reivindicando un papel protagonista, el show arrancaba  con la novedosa “The Sin And The Sentence”, que fue fantásticamente recibida, con el personal  botando como si de un clásico se tratase. Respaldados sobre un vistoso juego de luces, y con los músicos moviéndose con soltura por el escenario, Heafy gesticuló ostensiblemente para dividir la pista en dos durante el arranque de “Throes Of Perdition”, que combinaba la pegada de sus melódicos estribillos con desarrollos incisivos y letales . 

La fiesta no había hecho más que comenzar, así que tras un par de temas que sirvieron para que banda y público se pusieran en situación llegaba el momento de una de las composiciones más rápidas y rabiosas  de su última obra, “Betrayer” con un descomunal Alex Bent machacando sin compasión sus parches. El concierto de esta noche suponía la tercera y última escala de su periplo por nuestro país, de modo que Heafy no quiso dejar pasar la ocasión de picarnos durante el speech que sirvió como preámbulo para uno de sus himnos clásicos “Ascendary”, que acabó dejando paso a los tempos más densos y tortuosos de “Server The Hand”, que de entre las nuevas fue de las que pasó más desapercibida.

Para volver a levantar el ánimo del personal el combo de Orlando optó por hacer una primera incursión  en su obra de 2011, “In Waves”, proponiéndonos la dualidad de “Inception Of The End”, que se saldaba con el respetable coreando el nombre de la banda. Tampoco se olvidaron de ofrecernos algún fugaz  destello de su anterior “Silence In The Snow”, sumergiéndonos  de lleno en las envolventes   ambientaciones de “Until The World Goes Cold”. A medida que fue avanzando el show  el nivel de conexión entre banda y público fue en aumento, y más aún cuando Heafy abandonó su posición en el centro del escenario para acercarse a las primeras filas.

Aunque el sonido fue potente y nítido durante todo el show, Paolo Gregoletto  tuvo que lidiar con  algún problema técnico durante “Thrown Into The Fire”, aunque esto no pareció importar a un público que se entregó al máximo. El momento de cantar llegó durante el arranque de “Strife”, conduciéndonos  hacia el épico duelo  que nos brindaron Heafy y Beaulieu. Precisamente, fue el propio frontman quien se quedó solo en escena para agradecernos nuestra presencia durante la presentación  de “Caustic Are The Ties That Bind”, para posteriormente poner punto y seguido al show con una doble ración de su última entrega: “The Heart From Your Hate”, que con su hímnico estribillo ponía el recinto patas arriba; y el demoledor “Beyond Oblivion”.

El retorno sobre las tablas, acompañados de los cánticos del respetable, estuvo reservado para  “Shattering The Skies Above”. Uno de los momentos destacados de la noche llegaría justo a continuación, con los alocados circle-pits que acompañaron a “Pull Harder On The Strings Of Your Martyr”. Mientras que el último asalto  estuvo reservado para la pieza que daba título a su quinta entrega, el melódico “In Waves”.

Si en anteriores visitas Trivium habían sembrado alguna duda entre sus seguidores, en esta ocasión, Matt Heafy y sus muchachos pasaron como un ciclón por la ciudad Condal exhibiendo músculo, tablas y calidad,  dejando  patente que están en un excelente estado de forma.





TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:CARLOS OLIVER

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