sábado, 14 de julio de 2018

BE PROG! MY FRIEND-POBLE ESPANYOL-BCN-29-JUN-2018



Lo hemos visto nacer, crecer y consolidarse. Desde aquella primera edición en 2014 el festival Be Prog! My Friend, se ha convertido en una cita imprescindible para cualquier seguidor de la vanguardia musical y las sonoridades progresivas. A lo largo de sus cuatro ediciones previas han desfilado por la Plaza Mayor del Poble Espanyol diferentes bandas y artistas, con los que la organización ha mostrado su amplitud de miras y su intención de llegar a un público de lo más variado y heterogéneo, ( ya sea en edad, o en preferencias estilísticas), aunque siempre apostando por la calidad.

Así que teniendo en cuenta estas premisas esta quinta edición no iba a ser una excepción, ya que a lo largo de dos jornadas desfilarían por tan pintoresco enclave bandas como Persefone, Plini, Oranssi Pazuzu, o los reunidos Burst. Tampoco faltaron bandas ya consolidadas dentro de la escena internacional como Pain Of Salvation, Baroness o Gazpacho. Pero sin duda los principales  reclamos para gran parte de los asistentes fueron   A Perfect Circle y Sons Of Apollo, el enésimo proyecto del polifacético Mike Portnoy. Mientras que el elegido para poner la guinda al festival con su elegancia y clasicismo fue el mítico Steve Hackett quien repasó algunos de los clásicos imprescindibles de Genesis.

Evidentemente, teniendo en cuenta que estamos ya en pleno verano, el sol y el calor también acabaron convirtiéndose en protagonistas del festival. Una vez más el recinto resultó  el enclave perfecto para la cita, ya que pese a la destacable respuesta del respetable (especialmente durante la jornada del viernes), con una nutrida presencia de público de fuera de nuestras fronteras, lo cierto es que en ningún momento hubo grandes colas, ni sensación de agobio y aglomeraciones.



PERSEFONE

Pese a proceder de Andorra, por proximidad y ser unos grandes conocidos dentro de la escena de aquí, podríamos decir que PERSEFONE pusieron la nota local dentro de la presente edición del BE PROG! Sin duda, una de nuestras bandas más valoradas internacionalmente dentro del género progresivo en su vertiente más agresiva. De hecho, este verano se embarcan en una gira norteamericana y no es de extrañar que su vocalista se dirigiese en todo momento a la audiencia en inglés, teniendo en cuenta el elevado porcentaje de público extranjero que se dio cita en el Poble Espanyol.


Con un Marc Martins a las voces totalmente desbocado, los andorranos salieron a degüello a aprovechar al máximo los 45 minutos que tenían disponibles.  Aunque el calor era agonizante, las zonas de sombra todavía escasas y la cola de entrada al recinto larga, una cantidad respetable de público se congregó desde primera hora para presenciar su actuación.

Agresividad y melodía a partes iguales con una perfecta combinación de guturales por parte de Martins y las voces limpias de Miguel Espinosa, este último también a los teclados.  Temas como “Prison Skin” o “Mind As A Universe” sonaron contundentes con una base rítmica incontestable y un trabajo de guitarras como siempre excepcional en esta banda. Las voces sampleadas de Paul Masdival introdujeron “Living Waves”, tema en el que colabora el cantante y guitarrista de CYNIC.

Un buen inicio para el festival de unos PERSEFONE  que sellaron la actuación más cañera del cartel de este año.


BARONESS

Días antes de su actuación en el BE PROG!, el batería de BARONESS, Sebastian Thomson,  tuvo que ausentarse de algunos conciertos (entre ellos, su actuación en el Hellfest)  por temas familiares urgentes. Esos compromisos se saldaron con improvisados shows acústicos. No iba a ser el caso de Barcelona, ya que de nuevo iba a estar toda la formación al completo y esas ganas de verse todos de nuevo estuvieron presentes.


La progresión de BARONESS ha sido espectacular, sólo truncada por el grave accidente de tráfico que tuvieron en el 2012. No obstante, su último lanzamiento, “Purple”, les ha culminado de nuevo a la cúspide y la aprobación magnánima de la crítica.

El cantante, guitarrista y líder de la banda, John Baizley, transmite una simpatia desde el escenario que se traslada a sus compañeros y a todo el público. La reciente incorporación de Gina Gleason ha sido una bocanada de aire fresco para el grupo, no solo por sus aportaciones a la guitarra sino también  a los coros. Cayeron temas como “Shock Me” o “Chlorine & Wine” que son buena muestra del cambio que ha supuesto el nuevo disco de la banda, con canciones más melódicas y asequibles. Por otro lado, cortes pertenecientes a sus anteriores discos como “The Sweetest Curse”, “A Horse Called Golgotha” o “Take My Bones Away” evidenciaron el lado más corrosivo de los de Georgia.

Una actuación mágica, tremendamente enérgica y contagiosa de bueno rollo y buenas emociones.


PAIN OF SALVATION


Los siguientes en aparecer en escena fueron Daniel  Gildenlöw y sus muchachos, quienes regresaban a la Ciudad Condal tras su apoteósica visita en la Sala Bikini en Abril de 2017. La principal novedad en la alineación del combo sueco venía dada por el retorno del guitarrista Johan Hallgren, quien se reincorporó en Mayo del pasado año.


Debo admitirlo, me sorprendió muy positivamente la garra, la fuerza y la intensidad  que desplegaron Pain Of Salvation en escena, personificada en la figura de un Daniel Gildenlöw  que derrochó vitalidad y entrega, contagiando tanto a sus propios compañeros como a una audiencia que se mostró de lo más animada y participativa desde que dieran el pistoletazo de salida con “Full Throttle Tribe”.

Otro detalle a destacar fue el excelso trabajo vocal tanto del propio frontman, que se mostró en un espectacular estado de forma, como del resto de sus compañeros, que hicieron un fantástico trabajo en temas como el coral “Reasons”. Nuestro viaje a través de su exitoso “In The Passing Light Of Day”, prosiguió con la desgarradora “Meaningless”, con la que se desmarcaban de su vena más roquera para adentrarse en la crudeza de los sentimientos más oscuros.

Tras firmar esta brillante tripleta de apertura con la que consiguieron meterse al publico en el bolsillo, Daniel tomó la palabra para explayarse a su gusto en un largo speech que se saldó con el vocalista haciendo rugir al personal antes de mostrarnos el punch del riff que sirvió como hilo conductor para “Lineleum”. Una mirada retrospectiva nos sirvió para recordar los ritmos entrecortados de “Rope Ends”, que se acabaría fundiendo con los aromas más elegantes y delicados de “Beyond The Pale”, completando  así una doble ración de su “Remedy Lane”.

Pero no fueron estas las únicas gemas que tuvieron ocasión de degustar los fans más veteranos de los suecos, ya que acto seguido le llegó el turno a “Kingdom Of Less” que con Daniel desprovisto de su guitarra acabó convirtiéndose en uno de los momentos más emotivos y vibrantes de su presentación. No tardaron mucho las guitarras en recuperar todo su esplendor para hacer rugir nuevamente al personal durante el vibrante “Inside Out”, con la banda agitándose convulsamente sobre el escenario para transportarnos sobre su épico increscendo final.

“Silent God”, sería la elegida para que el frontman nos arrollara con la personalidad de su registro, mostrandose crudo, desgarrador y potente, para acabar firmando una de las mejores interpretaciones de la noche. Como si de una montaña rusa se tratara  nuevamente la banda volvería a mostrar su faceta más directa y contundente a lo largo de “On Tuesday”, dejándonos un imponente trabajo a las voces del batería francés Léo Margarit.

El colofón definitivo para la descarga de unos Pain Of Salvation que acabaron dejando unas inmejorables sensaciones fue la extensa y camaleónica “The Passing Light Of  Day”, finiquitando así una actuación que tardaremos en olvidar, y que sin duda fue de las más destacadas de esta quinta edición del Be Prog! My Friend.


A PERFECT CIRCLE

Cuando alguien tarda la friolera de catorce años en publicar un nuevo trabajo, ese es el lapso de tiempo que separa “Emotive” y “Eat The Elephant”,  corre el riesgo de que el público le olvide, y más en un negocio dominado por la inmediatez y la tiranía de los éxitos de “usar y tirar”. Pero si tras la banda está la alargada figura del imprevisible frontman Maynard James Keenan y su lugarteniente  Billy Howerdel la cosa cambia radicalmente.



Por si la actualidad del combo americano, -marcada por la edición de su nuevo trabajo y su vuelta a la carretera-, no fuera suficientemente ajetreada, Maynard  ha tenido que salir al paso de la acusación de una fan que afirma que el vocalista abusó sexualmente de ella en  el año 2000. Pese a ello, estas graves acusaciones no parecen haber trastocado los planes de la banda, por lo menos de momento. Así que tras su accidentado paso por el Download Festival de Madrid, los americanos se presentaban en la Ciudad Condal como uno de los platos fuertes de esta primera jornada del  Be Prog! My Friend.

No, no lo iban a tener nada fácil tras la apabullante descarga de unos Pain Of Salvation que rayaron a un excelente nivel. Pero, evidentemente, el hecho de tocar ya de noche, y de  llevar su producción completa acabaron resultando dos factores claves para que los americanos se convirtieran en los indiscutibles triunfadores de la velada. Pese a ello, hubo algunos detalles que personalmente no me acabaron de convencer. El primero fue un repertorio excesivamente centrado en el material de “Eat The Elephant”. Y el segundo fue el invisible muro que separó a Maynard y sus seguidores. Todos sabemos que cada artista da a sus presentaciones una ambientación determinada para conseguir transmitir un feeling especial y único. De modo que A Perfect Circle optaron por sumergirnos de lleno en unas atmosferas densas e hipnóticas, que se vieron potenciadas a su máxima expresión por la figura de un Maynard que se pasó todo el show en una tarima situada en la parte trasera del escenario, sumido en la más absoluta penumbra  y sin que ninguna luz nos dejara ver su rostro.

Pese a ello, la banda acabó hechizando a gran parte de los presentes, gracias en gran medida a su espectacular juego de luces y a la potencia y nitidez de un sonido que estuvo de diez desde los compases iniciales de la pieza que presta título a su cuarta entrega  “Eat The Elephant”, para rápidamente dejar que la luz nos deslumbrara a lo largo de “Disillusioned”, que nos dejaba la silueta del frontman deambulando en círculos desde su plataforma enfundado en un “discreto” traje  de color naranja.

Aunque como comentaba el gran protagonista de la velada fue su más reciente entrega discográfica, no faltaron algunos jugosos recuerdos de su opera prima “Mer De Noms”, sumergiéndonos de lleno en las evocadoras melodías de “The Hollow”, o la tortuosa e inquietante “Rose”, que con su abrasiva intensidad se acabó convirtiendo en uno de los momentos álgidos de esta primera parte del show. Pero no fue el único, ya que durante “Weak And Powerless”, primer recuerdo que se permitieron a “Thirteenth Step”, pudimos ver como una entregada audiencia acompañó con palmas todo el tema antes de tributar a sus héroes una fastuosa ovación.

Y es que con A perfect Circle no hay medias tintas. O los amas, o los odias. Y esta noche los californianos  estaban en su salsa, ante un público que había aguardado mucho tiempo por verles, y que parecía dispuesto a dejarse llevar a su particular universo sonoro, y la mejor prueba fue comprobar la rotundidad con que descargaron temas como “Thomas”, o ver como la banda hizo suyo el clásico de Depeche Mode “People Are People”.

Aunque  Maynard se mostró bastante frío y distante, lo cierto es que el vocalista  no quiso dejar pasar  la ocasión de alabar el pintoresco enclave  del festival justo antes de arrancar  una segunda parte del show que arrancaba con la distinguida  elegancia de “The Contrarian”, que nos dejaba el escenario teñido de rojo antes de dejar paso a un celebradísimo “Talk, Talk”.

Evidentemente tampoco faltó ese toque vanguardista y un tanto experimental que siempre ha estado presente en la música de A Perfect Circle, y que  sirvió como excusa para hacernos cambiar de registro y adentrarnos en “Hourglass”. Mientras que la encargada de desplegar todo su potencial épico fue la angustiosa  “The Doomed”.

“Counting Bodies Like Sheep To The Rhythm Of The War Drums”, y sus aromas post- industriales serviría como preámbulo para la grandilocuencia de la monumental “The Outsider”, que dejó paso a los designios introspectivos de “The Package”. Para poner el colofón definitivo a su presentación los americanos optaron por otra de sus nuevas composiciones “Feathers”. Al final del show ovación de gala de una audiencia que quedó más que satisfecha. Aunque no fuimos pocos los que nos quedamos con  ganas de ver la cara del esquivo Maynard. Pero ya se sabe: los divos son así.

ORANSSI PAZUZU

Tras el receso que siguió al show de A Perfect Circle, que fue el momento idóneo para compartir opiniones y sensaciones sobre el espectáculo que acababan de ofrecer los californianos, llegaba el momento de finiquitar esta primera jornada festivalera con una banda de difícil catalogación como son Oranssi Pazuzu.

Poco conocidos en nuestro país, los finlandeses aprovecharon su tiempo sobre las tablas para desplegar una propuesta de lo más densa y ecléctica, combinando su base black metalera con elementos  propios del ambient, la psicodelia,  e incluso algunas pinceladas de space rock.

Tal vez fuera por el cansancio acumulado a lo largo de la jornada, que empezaba a hacer mella entre gran parte de los presentes, o porque su propuesta no es apta para todos los públicos, pero lo cierto es que piezas como “Kevät” o “Tyhjä Temppeli” no acabaron de enganchar a una audiencia que, poco a poco, tras saciar su curiosidad, optó por ir abandonando el recinto.

Eso sí, los que optaron por presenciar de forma íntegra el show de los de Tampere tuvieron ocasión de escuchar un exhaustivo repaso a su último redondo “Värähtelijä”, de modo que no faltaron las sonoridades más oscuras y experimentales de “Lahja” o los desarrollos psicodélicos que nos ofrecieron en la final “Vasemman Käden Hierarkia”.



TEXTO:ALFONSO DIAZ Y CARLOS OLIVER

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