lunes, 24 de febrero de 2020

VISIONS OF ATLANTIS+CHAOS MAGIC+MORLAS MEMORIA-BOVEDA-BCN-18-FEB-2020


Sería muy difícil citar de memoria los diferentes músicos que han desfilado por las filas de Visions Of Atlantis desde que el batería Thomas Caser formará el combo austriaco a principios del siglo XXI. Aunque lo que ha sido siempre una constante a lo largo de su  carrera ha sido  su apuesta decidido por el power metal sinfónico, así como  la amplitud de registros que les proporcionaba el contar con dos voces solistas. Quizás por ello las comparaciones con otras bandas que han conseguido el éxito a gran escala ha sido siempre algo recurrente. Pero en cualquier caso la banda ha seguido adelante sobreponiéndose a  los cambios de personal y a  las adversidades para acabar consiguiendo el reconocimiento de los amantes del género.

Para presentar en tierras catalanas su última referencia de estudio “Wanderers”, que se publicó a finales del pasado mes de Agosto, el combo de Estiria se trasladó hasta la Sala Bóveda del barrio del Poble Nou donde consiguieron congregan a varias decenas de incondicionales. Además para acompañarles en esta tarde/noche de martes, al igual que en el resto de su periplo por el Viejo Continente, Visions Of Atlantis contaron con el concurso de Chaos Magic. Mientras que los encargados de abrir la velada fueron Morlas Memoria.


Con todavía muy poco ambiente en el recinto aparecían en escena Morlas Memoria. Aunque he de admitir que desconocía la trayectoria del combo alemán, lo cierto es que llevan funcionando más de una década, aunque en sus primeros años de andadura se hacían llamar Morlas Enigma. Fue en 2013 cuando tomaron su actual denominación y desde entonces han publicado un par de trabajos “Follow The Wind”(2014) y “Mine Of Pictures” (2017), que fue en el que se centró su repertorio de esta noche.

Ante la expectación del personal la banda se situó sobre el escenario para abrir fuego con “Phantasien”, y lo primero que llamó la atención fue la voz lírica y el llamativo abrigo blanco que lució su vocalista Leandra Johne. En cuanto a su estilo lo encuadraría dentro del metal sinfónico aunque bien aderezado de algunas pinceladas góticas y varios guiños a las sonoridades folk de manos de la flauta que en algunos temas tocó la propia Leandra, tal y como sucedió a lo largo de “Whatever You Want”, en la que el guitarrista Theo Johne se hizo cargo de los registros guturales dando al corte una orientación más contundente y agresiva.

Además fue el propio guitarrista quien ejercicio como maestro de ceremonias, ocupándose  de presentar los temas y siendo también el que se encargó de animar al personal para que acompañara con palmas el arranque de “Stormgiants”, con la vocalista ya despojada de su chaqueta para lucir un ajustado modelito negro salpicado de lentejuelas. Pese a esos pasajes idílicos que nos invitaban a la ensoñación, gracias a la dulzura de lavoz de Leandra, lo cierto es que el combo alemán también tuvo ocasión de mostrarnos su vertiente más potente y netamente metalera poniendo el acento en la rotunda intensidad de “Waters Of Life”.

Como suele suceder con muchas bandas del estilo que tienen que defender su propuesta en locales pequeños los germanos tuvieron que recurrir a los samplers para proporcionar a la vocalista el colchón sonoro sobre el que cantó la elegante y delicada “Uyalala”, que acabó recabando una calurosa ovación. Afortunadamente no tardarían en retornar las guitarras más salvajes junto con las voces guturales para darle la réplica a Leandra a lo largo de “G.O.A.B.”. El contraste entre las dos facetas que nos presentaron Morlas Memoria quedaría plasmado en las ambientaciones más baladísiticas de “Mine Of Pictures”, con los presentes agitando los brazos de lado a lado. Mientras que el colofón definitivo para su descarga corrió por cuenta de “The Battle”.

Resumiendo concierto correcto de unos desconocidos Morlas Memoria que se presentaron por primera vez en nuestro país. Quizás no aporten nada sustancialmente nuevo, pero lo cierto es que no lo hicieron nada mal. Aunque ese precisamente puede ser su mayor hándicap, ya que personalmente pienso que les falta algo que les haga especiales  y les permita  diferenciarse de un montón de bandas que practican un estilo similar.

No tardarían mucho en recoger el testigo la banda que capitanea la vocalista Caterina Nix. Chaos Magic debutaban también esta noche en tierras catalanas, pero a diferencia de lo que sucediera con Morlas Memoria, a muchos ya nos sonaba su nombre, ya que en su ópera prima homónima, publicada hace un lustro, contaron con la presencia de Timo Tolkki. Me gustó mucho su actitud y su puesta en escena, sobria pero funcionando como un verdadero equipo, con todos los músicos reclamando su cuota de protagonismo, aunque evidentemente el foco se centró básicamente sobre la mencionada Caterina y el bajista y también vocalista Nasson.

Aparecieron con las pilas bien cargadas, derrochando entrega y simpatía, y la verdad es que consiguieron captar rápidamente la atención del respetable gracias a la grandilocuencia de su sinfonismo y a la pegada que exhibieron en los estribillos de temas como el inicial “I’ m Your Cancer”. Ejerciendo como un segundo frontman Nasson fue quien se encargó de saludarnos y alentarnos a que nos sumáramos a la fiesta a lo largo de “You Will Breathe Again”, con la que seguían buceando en las composiciones de su última  entrega.

Pero que nadie piense que los temas de los chilenos sonaron excesivamente melódicos o faltos de fuerza, ya que cortes como el que presta título a su segundo y último  largo “Furyborn”, plasmaron el equilibrio perfecto entre distinción y contundencia, alternando el cristalino registro de Caterina con la rotundidad de los riffs y ese toque más netamente metalero que aportó la voz de Nasson. Mucho más moderna, y respaldada sobre los arreglos electrónicos, sonó “Path Of The Brave”, que nos propuso un estribillo matador a dos voces que sirvió para que todos los presentes acabáramos levantando los puños al aire.

Fue en este momento, cuando el combo chileno había conseguido captar la atención del respetable, cuando Caterina nos explicó lo que había sido la génesis del proyecto y su colaboración con el guitarrista y productor finlandés. Acto seguido llegó el momento de la que para un servidor fue la sorpresa de su estreno en los escenarios de la Ciudad Condal, ya que el siguiente tema fue un cover de una banda que a priori  poco tiene que ver con su sonido Faith No More, de los que interpretaron un “Ashes To Ashes”, que supieron llevar a su terreno y hacerlo suyo. 
Una vez más los teclados de Guiseppe Iampieri se volverían a dejar notar con fuerza de la deliciosa “Bravely Beatiful”.

Tampoco quisieron los chilenos dejarse en el tintero las pinceladas de corte gótico dando buena cuenta de “Like Never Before”, que era la escogida para proponernos una nueva ración de estribillos altamente coreables. Un único y fugaz recuerdo se permitieron al material de su ópera prima, y este llegó en la recta final del show, con el tema más power de su escueto repertorio “The Point Of No Return”. Para dejar que el broche definitivo, después de que lavocalista nos presentase a toda la banda, corriera por cuenta de “Falling Away”. Al final del concierto la habitual foto de familia acompañada en esta ocasión de los cánticos de un público que pidió con insistencia algún tema más, algo que demuestra que Chaos Magic gustaron y convencieron en su estreno en los escenarios barceloneses.


Aunque la afluencia de público acabó siendo bastante discreta, lo cierto es que durante los instantes previos al desembarco de Visions Of Atlantis entró algo más de gente al recinto, lo que acabó dando un poco más de colorido al local. Como comentaba anteriormente el combo de Estiria siempre ha estado a la sombra de los buques insignia del género. Pero eso no les ha privado de trazar su propio camino y acabar haciéndose un hueco dentro de la escena europea. Pese a las reducidas dimensiones del escenario de la Sala Bóveda la banda colocó unas pequeñas tarimas y un par de pancartas laterales con detalles que nos retrotraían a la portada de su más reciente entrega discográfica “Wanderers”. En cuanto al repertorio cabe destacar que estuvo muy centrado en la etapa más reciente de la banda con la vocalista francesa Clémentine Delauney, aunque no se olvidaron de brindarnos algún guiño a tiempos más remotos.

Con puntualidad británica las luces del local se apagaron para dejar paso a la introducción que nos anunció la llegada de “Release My Symphony”, así que rápidamente la elegancia y el buen gusto que desplegaron Clémentine y Michele Guaitoli se encargó de levantar el ánimo de todos los presentes. Pero, desafortunadamente, el arranque no fue todo lo perfecto que nos hubiera gustado, ya que la guitarra de Christian Douscha fue prácticamente inaudible hasta la llegada del solo. En cualquier caso durante el tema inicial y también durante la majestuosa, y casi cinematográfica, “New Dawn” pudimos apreciar la complicidad y la buena conexión entre ambos vocalistas, y eso se tradujo en la respuesta de un público que se mostró entusiasta con ellos y que no titubeó a la hora de acompañar con palmas.

Tras el arranque quedó claro que esta noche quizás no éramos muchos, pero los que habíamos acudido lo habíamos hecho para apoyar a la banda y disfrutar al máximo con ellos. De modo que ese clima intimista, pero a la vez de camaradería y hermandad, se acabó notando en la cercanía y espontaneidad de los músicos, especialmente de Clémentine que detuvo la presentación de “Book Of Nature”, -que fue el primer recuerdo que tuvieron a su álbum del mismo título de 2011-, para hablar con un fan que estaba en la primera fila antes de que la banda desplegara todo su potencial melódico. Como un buen equipo ambos vocalistas se repartieron la labor de presentar los temas a lo largo del show, de modo que el vocalista italiano fue quien se encargó de anunciarnos que había llegado el momento de retornar a su materialmás reciente y sumergirnos de lleno en las sonoridades de corte folk de “Heroes Of The Dawn”.

Para el siguiente corte de la noche Clémentine pidió la colaboración de un traductor que se encargó de preguntarnos: “Si había piratas en el local”. Así que la ruidosa respuesta del respetable fue el preámbulo perfecto  para hacernos cambiar el  paso y pisar a fondo elacelerador durante “The Silent Munity”, que nos dejaba con ambos vocalistas alzando los puños al aire a la hora de atacar su pegadizo estribillo. No abandonarían el material de su obra de 2018, ya una buena ración de sonidos celtas se encargaría de dar la réplica a la rotundidad de las guitarras que comandaron “Ritual Night”, que nos dejaba con los registros más agudos y líricos de una vocalista francesa que estuvo impecable a lo largo de toda la noche.


El mensaje más positivo y la luminosidad de sus adictivas melodías servirían para que la novedosa “A Life Of Our Own”, se acabara convirtiendo en uno de los puntos culminantes de esta primera mitad del show, con ambos vocalistas fundiendo sus voces mientras entrelazaban lasmanos en el centro del escenario. Tras la intrigante presentación que Clémentine nos regaló para “The Siren & The Sailor”, la base rítmica que conformaron el bajista Herbert Glos y el batería Thomas Caser fue la que se encargó de proporcionar el marco ideal para la exhibición de Christian Douscha en un final épico que no hizo más que levantar, aún más, la moral del respetable.

El momento de lucimiento para ambos vocalistas llegaría con otra de las nuevas, “Wonderers”, que arrancaba con la vocalista francesa sola en escena, arropando su precioso registro con los teclados pregrabados para acabar recibiendo una cálida ovación. Una nueva mirada al pasado, en esta ocasión a “Delta”, el trabajo que grabaron junto a los vocalistas Mario Plank y la ateniense Maxi Nil, sirvió como excusa para que todos entonáramos los majestuosos coros de “Memento”.


Los intrigantes teclados y la potente pegada de Caser se encargarían de flanquearnos el paso hacia la novedosa “A Journey To Remember”, que nos dejaba a una banda cada vez más enchufada, especialmente su “hacha”, que no dudó en encaramarse a una de las tarimas para dar buena cuenta del solo del tema. La pieza que prestaba título a su anterior redondo “The Deep & The Black”, sirvió para dejar patente el gusto de la banda por las composiciones pomposas, con elementos de corte barroco, y ,ante todo, mucha melodía. Así que una vez más la banda volvió a ganarse el favor del respetable, gracias a la magnífica puesta en escena de ambos vocalistas, ya que supieron dar al tema  con su interpretación  un punto de intensidad y emoción. 

Precisamente toda esa emotividad acabaría explotando definitivamente durante la deliciosa “Nothing Last Forever”, con los elegantes teclados volviendo a envolver sutilmente la voz de la francesa durante el arranque para que posteriormente se sumaran Guaitoli y el resto de sus compañeros. Para poner el punto y seguido al show la banda se decantó por el que a la postre fue el tema más antiguo que interpretaron “Passing Dead End”, rescatado de lo que fue su tercer largo “Trinity”.

No tardarían mucho en regresar a escena para empuñar sus instrumentos y rematar definitivamente la velada con la pieza que cierra “Wanderers”, la pegadiza y accesible “In & Out Live”; y la inevitable “Return To Lemuria”, que servía para ponernos a todos a saltar y dar por concluida su travesía de esta noche. Sin duda Visions Of Atlantis demostraron que pese a no contar con el apoyo masivo del público poseen calidad y tablas para medirse con cualquier banda del estilo. Aunque, personalmente, creo que deberían  encontrar a “un hombre orquesta” que les acompañase en directo y que fuera capaz de llevar el sonido de la banda en directo a un nuevo nivel.



TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ

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