miércoles, 2 de diciembre de 2015

DÜNEDAIN+KILMARA-SALAMANDRA 2-BCN-21-NOV-2015



Siempre resulta difícil para una banda establecida, que cuenta con una sólida base de seguidores y un amplio bagaje a sus espaldas, el enfrentarse a la entrada de un nuevo vocalista. Aunque seguramente sea mucho más fácil cuando el que hasta ese momento había ejercido como vocalista, en este caso, Tony Delgado, ha decidido concentrarse en su faceta como guitarrista dejando el protagonismo vocal en manos de Carlos Nano Sanz. Desde que se conociera la noticia a mediados del pasado mes de marzo el ahora quinteto se ha ido presentando en diferentes capitales dejando a su paso unas magníficas sensaciones y la impresión generalizada de que Dünedain han dado un importante impulso a su carrera.

Dos años hacia que los abulenses  no pisaban los escenarios de la capital catalana, si la memoria no me falla desde su visita al Music Hall junto a Zenobia en una cita especial  que rememoraba aquel mítico "Unidos Por El Metal". De modo que había ya ganas de tenerles por aquí de vuelta y comprobar el potencial de su nueva formación. Paradójicamente, los encargados de abrir la velada, los barceloneses Kilmara, se encentraban en la situación opuesta, ya que tras más de una década contando con la presencia del vocalista Chistian Kohl, éste ha decidido abandonar el barco, con lo que la descarga de esta noche se convertía en su última actuación con ellos. El enclave escogido para albergar la descarga de ambas formaciones sería la sala dos del Salamandra,  donde un centenar y medio de aficionados se acercaron para valorar el estado de forma del metal nacional.

El hecho de tocar en casa y las especiales circunstancias del concierto hicieron que Kilmara se vieran arropados por una buena representación de amigos y seguidores, concediendo a su descarga un ambiente muy desenfadado y cercano. Quizás fuera por eso que me dio la sensación de que a la banda le costó un poco entrar en el concierto. En cuanto al repertorio que nos ofrecieron fue un pequeño repaso, en orden cronológico, de las composiciones de sus tres discos publicados, lo que a la postre nos sirvió para apreciar la evolución que ha seguido la propuesta de la banda.

Recibiendo el apoyo y el cariño de sus seguidores la descarga del combo catalán se iniciaba con el contagioso ritmo de "October Leaves", con la guitarras Kike Torres y Jony Portillo dejando su huella mientras Christian se encargaba, con su característica voz, de poner la nota melódica gracias a esos estribillos marca de la casa. Algo más oscura y cadenciosa sonaría “By Far Too Old”. Mientras que la encarga de completar la tripleta dedicada a su debut de 2007 “Hunting Dreams”  sería la power metalera “Don´t Step Back”.

La nota de color de su descarga la pondría la bailarina que apareció en escena para contornearse provocativamente siguiendo las melodías orientales que marcarían el arranque de “Let Sadness Be Destiny”, que nos adentraría en texturas más compactas y machaconas. Durante toda la actuación se respiró un magnifico ambiente entre los músicos. De hecho el propio Christian se mostró bastante distendido a la hora de presentar los temas, permitiéndose incluso algunas bromas  con  sus  compañeros, como cuando vaciló a Kike retándole a reproducir el solo que el ex Helloween, Roland Grapow, grabará para “Show Me The Way”. El encargado de relajar mínimamente el ambiente sería el uptempo “Blindfold” que con sus fantásticos estribillos en plan hímnico significaba el cierre del capítulo dedicado a “Don´t Fear The Wolf”(2010).

Para dar el pistoletazo de salida a esta tercera parte del show, la que dedicaron a su mas reciente entrega “Love Songs And Other Nightmares”(2014), la banda contaría con un invitado especial, Gerard Chicote, que se encargaría de dar la réplica a Christian haciéndose cargo de las voces más incisivas de “Fantasy”. Habiéndose adentrado en tesituras más cañeras la  siguiente en hacer acto de presencia fue “Cold Rain”, con la base rítmica compuesta por el batería Javi Morillo y el bajista Raúl Ruiz sonando potente y despiadada. Pero como comentaba anteriormente, la de esta noche era una cita especial para los barceloneses. Así que para el siguiente tema, “Alpha”, Christian invitó a algunos de los músicos que han pasado por la banda durante los últimos años para que le acompañaran a la hora de entonar su particular homenaje a la cerveza.

Pese a lo emotivo de la situación, lo cierto es que el vocalista y sus compañeros se tomaron la situación con muy buen rollo, ya que fue el propio Christian el que saco hierro al asunto dedicando “The Break Up, a los que tan solo unos minutos más tarde serian sus “exs”. La encargada de cerrar su descarga, después de saludar y despedirse de familiares y seguidores, sería la pieza que cierra su último plástico, “Time Flies”, en sonó en su versión bilingüe. Entre los abrazos de unos músicos emocionados sobre el escenario, y con la gente aplaudiendo intensamente se cerraba esta etapa en la carrera de  Kilmara. Así que esperemos que ahora la banda pueda encontrar un reemplazo de garantías y seguir escribiendo la historia  de una formación muy querida dentro del panorama metálico catalán.

Mucha expectación entre los presentes y bastante curiosidad,-por que no decirlo-, había entorno a la actuación de estos nuevos Dünedain. Dejando a un lado las regrabaciones que la banda ha ido colgando con su nuevo vocalista, la única referencia previa que un servidor tenía sobre Carlos Sanz era su papel como “Dickinson” en Iron What?. Así que tenía muchas ganas de verle en su nuevo puesto atacando los clásicos de la banda. También quería ver el nuevo rol que asumiría en escena Tony, al que personalmente noté muy cómodo y centrado a la hora de atacar sus solos de guitarra, aunque cabe remarcar que también tuvo una buena cuota de protagonismo a la hora de hacerse cargo de algunas estrofas y de las segundas voces.

El encargado de presentar a los abulense sería Rafa Basa, quien se desplazó expresamente desde la capital para seguir la descarga de ambas formaciones. Con el logo de la banda proyectado sobre la parte de trasera del escenario los músicos fueron tomando posiciones sobre el  escenario, siendo el último en aparecer en escena  su nuevo fichaje para dar el pistoletazo inicial con “Fiel A Mi Libertad”, que nos presentaba a una banda sonriente e ilusionada, con la firme determinación de convencer a unos seguidores que se mostraron entusiastas y participativos a lo largo de todo el show, dejándose arrastrar por las poderosas acometidas que nos propusieron en “Buscando El Norte”, que nos servía, tras la sorpresa inicial, para apreciar las buenas formas de Carlos, y la  profundidad que han ganado los estribillos de la banda con esa novedosa dupla vocal.
Si en lo musical el acoplamiento con el nuevo vocalista parece haber sido perfecto, lo cierto es que escena Carlos se mostró todavía algo tímido, e incluso me dio la impresión de  que es Tony quien sigue llevando las riendas y controlando los tempos de la descarga. En cualquier caso, esto pequeño detalle no desmereció para nada una fantástica actuación. Como era presumible el grueso del repertorio de esta noche estuvo centrado en las dos partes de “Buscando El Norte”. De modo que la encargada de cerrar una tripleta que nos auguraba una noche de emociones fuertes sería la melódica “La Rosa Negra”, para la que nos tenían preparado un vibrante final, con Tony exprimiendo al máximo su instrumento mientras Carlos nos ofrecía  unos electrizantes agudos. La comunión entre banda y público fue verdaderamente asombrosa, y más aun cuando Carlos nos prometió una buena sesión de auténtico heavy metal antes de dejar que Mariano y Tony empezaran a dibujar en sus guitarras el inicio de “Noche De Sueños”, que se convertiría en el primer recuerdo hacia “Magia”, con Miguel e Izco marcando contundentemente el paso mientras el propio Tony se encargaba de las primeras estrofas para acabar entregando el testigo a Carlos.

Pese a que la melodía es una de los principales baluartes de Dünedain, el quinteto se mostró absolutamente intratable a la hora de pisar el acelerador en temas como “Valor”, del que me gustó especialmente el concurso de  su batería Miguel. Tampoco faltarían los aromas más hardroqueros que nos insufló la optimista “La Tierra De Los Sueños”, que fue acompañada con palmas en el arranque, y para la que, en esta ocasión, contarían también con la voz de Izco para dar forma a sus hímnicos estribillos.  El contraste llegaría con la rotunda pegada de ese ciclón en directo que es “1000 Golpes”, toda una explosión de autentico heavy metal  que les servía para exhibir sus guitarras más crudas e incisivas.

Para rebajar mínimamente el nivel de revoluciones, que no de intensidad, la elegida  sería “Entre Tú Y Yo”, que marcaba el retorno al estilo más clásico de la banda y que volvía a retrotraernos al material de su último largo “Magia”. No tardarían mucho en volver a embarcarnos en esas trepidantes cabalgadas netamente powermetalaeras de manos un himno como es  “Mi Alma Sigue En Pie”, que sembró la sala con un buen puñado de puños al aire. El momento simpático de la velada llegaría cuando banda y público felicitaron a Miguel Arias, que cumplía años esa misma noche.

Tras habernos hecho vibrar intensamente a base de velocidad y unos magníficos estribillos marca de la casa, llegaba el momento de mostrarnos su faceta más intimista y emotiva de manos de una emocionante “La Última Parada”, con ambos guitarristas en escena mientras Izco aprovechaba para bajar a la barra para refrescarse. 

Habiendo recibido una de las mejores ovaciones de la velada, el bajista regresaba junto a sus compañeros para adentrarnos en una de las piezas más vibrantes y cañeras  de toda la  velada, con la banda realizando un sensacional trabajo  en  “El Año De La Rabia”, todo un vendaval en vivo que hizo que la gente volviera a animarse al máximo. Expoliados por la respuesta de la gente la banda no levantaría el pistón y continuaría su descarga con los imparables estribillos de “Una Razón”, que, una vez más, fueron coreados intensamente por los fieles de los abulenses.

Para encarar la recta final del show el quinteto optaría por una de sus composiciones más novedosas, un descomunal “Melancolía”, que sonó particularmente potente, con Tony y Mariano doblando sus guitarras en un intenso juego de armonías. El tiempo de los abulenses se estaba agotando pero antes de retirarse por primera vez a los camerinos todavía tendrían ocasión de hechizarnos con el envolvente juego de voces de “Solo Un Momento”.

En el retorno sería Tony quien cogería el micrófono para presentarnos como se merecía a su nuevo vocalista antes de volver a la acción con “Por Los Siglos De Los Siglos”. El final de fiesta definitivo, con toda la sala botando y cantando enfervorizada, llegaría con el canto al optimismo que significó “Corazón De Invierno”. No me cabe ninguna duda, Dünedain han acertado plenamente con la incorporación del vocalista  Carlos Sanz. Con la asignatura del directo superada con nota, ahora sólo hace falta que la banda entre en el estudio y podamos escuchar que tal suenan sus nuevas composiciones.




TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:ALFREDO RODRIGUEZ

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