miércoles, 30 de marzo de 2016

´77+SCHIZOPHRENIC SPACERS-BIKINI-BCN-5-MAR-2016


Pocas bandas hay en las que el rock n´ roll fluya con tanta intensidad por las venas de sus componentes como en el caso de '77. La formación capitaneada por los hermanos Valeta, Armand y LG, regresaba a finales del pasado año con su cuarto trabajo de estudio "Nothing´s Gonna Stop Us", que marcaba el inicio de su relación con la poderosa discográfica Century Media y el estreno de su nueva base rítmica, con el batería Andy Cobo y el bajista Guillem Martínez. Apuesta segura de cara al directo los catalanes han ido dando pequeños pasos a lo largo de su primera década de existencia. Así que tras reivindicarse como los descendientes patrios de Ac Dc y habiendo reventando la Sala Bóveda en la presentación de su anterior redondo llegaba el momento de asaltar otro emblemático templo de la Ciudad Condal,  la  elegante Sala Bikini. El resultado, como no podía ser de otra forma teniendo en cuenta que tocaban en casa y ante sus seguidores más cercanos y allegados, fue otro “sold out”.

Para este último esfuerzo '77 han ampliado su horizonte de miras dando a su eléctrico estilo una orientación más personal, algo que denota la madurez de una banda que se ha pateado no solo los escenarios de nuestros país sino también los del viejo continente. Para dar el pistoletazo de salida a una velada vibrante que nos hacia presagiar emociones fuertes contaríamos con la participación de unos ilustres veteranos de la escena barcelonesa, Schizophrenic Spacers.

El amor por formaciones clásicas como The Who, Alice Cooper o los primeros Van Hallen sería el motor que propulsaría la descarga del cuarteto barcelonés. Muy motivados y con la firme convicción de divertirse y entretener al respetable la formación capitaneada por ese gran showman que es Lon Spitfire irrumpía en escena para sorprender a los que todavía no les conocían con el pegadizo estribillo de  "Someday". Elegantes, marchosos y haciendo gala de ese punto festivo y macarra que tanto gusta a los seguidores del rock clásico, los barceloneses supieron conectar rápidamente con la audiencia dejando que temas como "Two Coins In  The Bathroom" o  "There Goes The Misery", se convirtieran en la excusa perfecta para hacernos mover los pies.

La vertiente más sería y emotiva de Schizophrenic Spacers quedaría plasmada durante su versión del  "Sunday Morning Sunrise" de Kevin Coyne, que el vocalista dedicó al padre del bajista,  y que sirvió para que nos demostraran su buen hacer a la hora de transitar por territorios más bluesy. A lo largo de su actuación el cuarteto nos ofreció un detallado repaso a su longeva trayectoria, de modo que no faltarían temas como "Lottery" o "Hypocrite Sun", ambos  rescatados de su álbum "Riot" de 2013. 

Aunque la banda se mostró como un colectivo sólido y muy compenetrado, el centro de todas las miradas recayó sobre Lon Spitfire, que no paró de animar al respetable, recordándome en algunos momentos al personaje que interpretó Jack Black en la película "School of Rock". Y es que el vocalista nos arrancó más de una sonrisa sus disparatados bailes y ocurrentes  presentaciones, tal y como sucedió durante  "Walking The Dogs", que hacía subir, aún más, el ritmo de una descarga trepidante. 

Para la recta final de su presentación optarían por los matadores estribillos de "Sick Minds", que se convertiría en la excusa perfecta para que todos coreáramos el título del tema. Mientras que para cerrar el show se decantarían por otro cover, en esta ocasión, por el clásico de Alice Cooper, "Under My Wheels". Explosivos, impredecibles y, ante todo, divertidos. Schizophrenic Spacers nos hicieron pasar un fantástico rato presentando una propuesta preñada de clasicismo, actitud y feeling roquero.

Sala a rebosar, ambiente de fiesta y un escenario engalanado con el 77 iluminado. Este era el marco perfecto para que la formación barcelonesa presentara como se merece su última obra de estudio "Nothing´s Gonna Stop Us" ante todos sus incondicionales. Tal y comentó Armand durante el show hacía mucho tiempo que no descargaban en casa, así que el arranque con toda una declaración de principios  como fue "We Are 77", sirvió para que las guitarras empezaran a rugir salvajemente a la vez que LG se convertía en el centro de todas las miradas, deleitándonos  con su apabullante puesta en escena, moviéndose como un poseso por todo el escenario mientras no dejaba de castigar su guitarra. En el centro, algo más comedido, su hermano Armand, que fue quien ejerció como maestro de ceremonias, presentando los temas y permitiéndose más de un vacile con los colegas presentes en las primeras filas. Como siempre el ritmo fue vertiginoso, así que tras la primera ovación de la noche era el turno de una vieja favorita como "High Decibels", toda una demostración de actitud roquera que quedó rubricada con unos potentes coros.

En cuanto al concurso de sus nuevos componentes, lo cierto es que ambos rayaron a un excelente nivel. El batería Andy Cobo estuvo sólido y resolutivo, aporreando su escueto kit como si no hubiera mañana. Mientras que su pareja rítmica, el bajista Guillem Martínez, se mostró muy dinámico en escena, intercambiando su posición con LG y colaborando a la hora de hacer coros en temas como "It's Alright", que ponía a toda la sala a dar palmas siendo su primera incursión en el material de su último redondo.

Además de presentar su cuarto trabajo la descarga de esta noche servía para conmemorar el décimo aniversario de la banda, de modo que no faltó un emotivo recuerdo a su primera actuación en la desaparecida Sala La Rulot antes de atacar el vacilón y hard roquero "Nothing´s Gonna Stop Us". 

La conexión con la banda de los hermanos Young volvería a hacer acto de presencia con los adrenalíticos riffs de "Down And Dirty", primer recuerdo hacia su aclamadísimo "Maximum Rock ´n´ Roll", que fue la elegida por LG para ofrecernos otro éxtasis guitarrero que acabó con el "hacha" retorciéndose por el suelo mientras la gente se contagiaba de su locura. Una nueva mirada sobre su último redondo nos abocaría sobre "Street Dogs", que Armand dedicó a todos los quinkis de la década de los ochenta. Esa vena macarra e irreverente que siempre les ha caracterizado se dejaría notar con fuerza a lo largo de la jocosa "Melting In A Spoon". 

Como viene siendo habitual en todas sus presentaciones en vivo no podía faltar el paseo de LG entre la audiencia durante una alargada versión de "Tightrope", que acabaría con el guitarrista encaramado sobre la barra del local mientras sus compañeros seguían el tema expectantes desde el escenario. Acto seguido llegaría el solo de Andy Cobo, que demostró sus habilidades mientras se despojaba de la camiseta sin dejar de aporrear su kit. Nuevamente con el todo el cuarteto reunido sobre el escenario, y sin abandonar el material de su última entrega, Armand nos presentaría socarronamente "Still Waiting", aludiendo a que era  el tema más sentimental del álbum, que no una balada, ya que según recalcó el propio vocalista: “¡En ´77 no hay baladas!”. 

Con la gente completamente desatada, acompañando con palmas para mostrar una complicidad pasmosa para con la banda, llegaba el momento de encarar la recta final del show con la invitación a la diversión y el buen rollo que supuso "Come & Join Us". Mientras que la  elegida para poner el punto y seguido a la velada, tras preguntarnos si todavía queríamos más rock n roll, sería la salvaje "We Want More Rock n´Roll”, que era la responsable de poner nuevamente la sala patas arriba. 

El calor del público se dejaría notar con fuerza aclamando con auténtica devoción a los protagonistas de la noche, así que rápidamente retornarían sobre las tablas para retomar el show con una buena ración de covers. El elegido para esta “rentreé” sería el mítico "We Will Rock You" de los británicos  Queen, con Armand descamisado y sin su guitarra, ejerciendo como frontman e invitando a la gente a sumarse a corear su inmortal estribillo. Tampoco faltaría el homenaje al tristemente desaparecido Lemmy Kilmister en forma de una arrolladora versión de "The Hammer".

Todos sabemos que los barceloneses siempre han hecho gala de su gusto por las juergas y los saraos nocturnos, de modo que no podía faltar el tono vacilón y resacoso de "Stay Away From Water", que se convertiría en la excusa perfecta para hacernos cantar a todos una vez más. El colofón definitivo a la velada lo pondrían dos piezas rescatadas de su debut "21st Century Rock”,  la marchosa "Your Game´s Over", y la siempre desternillante "Big Smoker Pig", que servía para escenificar la perfecta comunión entre banda y público. 

Siempre se ha dicho que nadie es profeta en su tierra, pero '77 ratificaron que ellos son una excepción. Llevan años demostrando concierto a concierto que lo suyo es el rock n´ roll en el sentido más amplio de la palabra. Así que mientras ese sentimiento siga intacto en el corazón de los hermanos Valeta seremos testigos de como la formación catalana continua montando la fiesta a su paso. Esta claro, han trabajado duro, han perseguido su sueño y han girado incansablemente, así que ahora les toca recoger los frutos de tanto esfuerzo y dedicación.  




TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:CARLOS OLIVER





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