martes, 17 de octubre de 2017

IGORRR+DEMISED-RAZZMATAZZ 2-BCN-7-OCT-2017



La línea que separa genialidad y locura es muy fina. Resulta curioso que mientras muchos se quejan de la sistemática repetición de esquemas y sonoridades propuestas como la de Igorrr continúen siendo  un suculento manjar para un grupo de intrépidos buscadores  que se dedican a investigar en propuestas que se apartan de lo convencional.  Si hace tan solo unos años a muchos nos hubieran dicho que un sábado por la noche acudiríamos a presenciar el show de  una banda que se presenta en directo sin instrumentos de cuerda, sin duda nos hubiéramos echado a reír. Pero los tiempos cambian, y cada vez resultan más habituales las formaciones  que recurren a la electrónica para dar un componente vanguardista a sus composiciones. El caso de Igorrr es radicalmente distinto, ya que todo el peso de la banda recae sobre los efectos y samplers  que dispara Gautier Serre desde su mesa de mezclas  dando  forma a un híbrido sonoro de imposible catalogación.

Bastante expectación había suscitado esta primera visita  de Igorrr a la capital catalana, por ello el concierto inicialmente previsto para el Razzmatazz 3 se acabó trasladando  a la sala mediana, cubriéndose finalmente las tres cuartas partes del aforo. Pero antes del desembarco del genio francés y sus secuaces tendríamos ocasión de presenciar la descarga de Demised.

Tras dos décadas en activo el cuarteto murciano publicaba hace tan sólo unos meses su primer largo “A Warm Place To Stay”, en el que desmarcándose de las sonoridades extremas  que marcaron sus inicios  apostaban por una propuesta salpicada de tintes góticos. Durante los treinta minutos que estuvieron en escena el cuarteto demostró tablas y personalidad, haciendo que las guitarras y los teclados pregrabados se encargaran de crear las ambientaciones melancólicas  de  “Where We All Belong” o “Vastness”, que servían para marcar las líneas maestras de su sonido.

Aunque su puesta en escena fue sobria, lo cierto es que gozaron de un buen sonido, permitiéndonos disfrutar de los arreglos de “From The Storm”, que hacía subir el nivel de intensidad gracias a sus dinámicos cambios de ritmo. Pese a no extenderse excesivamente en las presentaciones, Andrés Pestana no desaprovechó la oportunidad para presentarnos el tema de su último videoclip “Fractures & Ashes”.

Ante una sala que poco a poco fue  tomando colorido los murcianos encararon la recta final de su presentación con “The Mournful Fight”, mientras que para poner el punto y final optaron por los aromas doom de “My Dreads, My Fears”. Sobreponiéndose a la dificultad que suponía abrir la velada para una banda tan heterodoxa como Igorrr,  Demised cuajaron una buena actuación dejando patente  que tanto su directo como las composiciones de  “A Warm Place To Stay”, están a la altura de cualquier banda internacional.

Algo más que un simple concierto, eso fue la descarga de Igorrr. Un apasionante viaje en el que el cuarteto compuesto por el mencionado Gautier Serre, el batería Sylvain Bouvier, y los vocalista Laurent Lunoir y Laure Le Prunenec se dedicaron a bucear durante una hora por diferentes estilos musicales, llevando a los asistentes a la locura con su contundencia y el contraste entre la brutalidad extrema de Laurent y el lirismo de Laure; todo ello aderezado por una brillante puesta en escena y un cuidado juego de luces que ayudó a que el espectáculo se convirtiera en una especie de performance.

Tirando clasicismo Laure aparecía en escena ataviada  con un  ajustado vestido negro para llamar la atención de todos los presentes en un sorprendente inicio a capela que rápidamente nos abocaba sobre “Spaghetti Forever”, dando por inaugurado un show trepidante y ecléctico. Y es que lejos de cualquier tipo de convencionalismo Igorrr se dedicaron a descargar uno tras otro sus temas, sin dirigirse ni una sola vez a un respetable que parecía absorto  ante semejante derroche de imaginación sonora.

Para ellos no hay fronteras ni tabúes a la hora de fusionar y experimentar con diferentes sonoridades, todo está permitido en un concepto musical que gira en torno a la innovación y el mestizaje  de estilos tan dispares como el metal, la música clásica, el trip hop e incluso la pomposidad barroca. Así que con Gautier, -luciendo una camiseta de Cannibal Corpse-, parapetado tras su mesa de mezclas la banda dio buena cuenta de los mejores momentos de su última entrega  “Savage Sinusoid”, de modo que no faltaron piezas como “Opus Brain”, “Viande” o “Cheval”.

Pero dejando a un lado  las composiciones de su último redondo algunos de los momentos más salvajes y me atrevería a decir que delirantes  de la noche llegarían con temas como  “Excessive Funeral”, con Laurent destrozando sus cuerdas vocales sobre unos teclados de iglesias envueltos en múltiples efectos electrónicos, el  delicioso y escueto “Caros,” con una soberbia interpretación de Laure; o el ampuloso “Grosse Barbe”.

Ante un público noqueado, que no sabía si agitar la cabeza o danzar como si estuviera en una rave, el asedio de Igorrr no se detuvo, y ese halo demencial  que envuelve a sus composiciones continuaría fluyendo a lo largo del novedoso “ieuD” y “Tout Petit Moineau”, que fusionaba el drum n´bass con música de cámara. Si intenso y vibrante fue todo el show, los bises nos harían llegar al paroxismo gracias al contraste entre los pasajes extremos de  “Apopathodiaphulatophobie”, y el enfoque totalmente discotequero de la final “Robert”.


Pese a que muchos seguirán dando la espalda a proyectos como Igorrr, argumentando que son “productos de laboratorio”, lo cierto es que el cuarteto demostró que son capaces de transmitir en directo, ofreciéndonos un show que dejó satisfechos y encandilados a todos los que se acercaron a verlo. Sin duda, su música no es apta para todos los públicos, pero si eres abierto de mente y puedes  asimilar una heterodoxia musical de difícil clasificación tienes que dar una oportunidad  a Igorrr.


TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ

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