miércoles, 2 de octubre de 2013

HYPOCRISY+HATESPHERE-SALAMANDRA-BCN-27-SEP-2013



Creo que a estas alturas nadie puede negar que Hypocrisy es  la criatura más devastadora y longeva del polifacético Peter Tägtgren. Aunque el actor, productor, vocalista y multi-instrumentista sueco siempre ha estado involucrado en multitud de proyectos y colaboraciones como Pain, The Abyss, Algaion, Bloodbath, etc..., lo cierto es que la principal ocupación de Tägtgren  siempre ha sido su banda madre Hypocrisy, una formación que a lo largo de los últimos 25 años se ha convertido, por derecho propio, en todo un referente para  los seguidores del death metal europeo.

Tras un prolongado periodo de silencio, de casi cuatro años,  en los que el vocalista y guitarrista sueco se concentró en otro de sus proyectos  Pain, a principios de este mismo año 2013 veía la luz "End Of Disclosure", un monumental retorno con el  que el combo sueco reclamaba  su trono como indiscutibles reyes del death metal melódico a nivel europeo. Avalados por esta nueva colección de himnos, y respaldados por un extenso catálogo repleto de joyas incunables, la formación sueca se presentaba, en esta primera cita de su gira española, dispuesta  a sentar cátedra frente a sus fieles, ofreciéndonos una buena selección de su material más letal y destructivo.

Para abrir boca, y calentar motores de cara a la descarga del poderoso cuarteto sueco, contábamos con la presencia de unos ilustres veteranos de la escena thrash/ death, los daneses Hatesphere que, precisamente ese mismo día 27 de Septiembre, ponían en circulación su última obra de estudio "Murderlust" de la que nos ofrecieron algunas pinceladas, demostrando que la banda sigue manteniéndose fiel al estilo y  la personalidad de sus inicios. Ante una sala en la que todavía estaba entrando el personal, el quinteto danés arrancaba su actuación al son del devastador  "Lies  And Decait" en el  que pese a un sonido algo embarullado dejaron claro que son unos auténticos maestros a la hora de combinar partes rápidas y poderosas con unos tempos más crujientes y desbordantes de "groove". A pesar del continuo carrusel de cambios que ha sufrido la banda durante los últimos años,  parece que la actual formación se ha consolidado  como un bloque sólido y compacto, mostrándose muy solventes y resolutivos a la hora de encarar  clásicos como el poderoso up-tempo "500 Dead People", que cerraba su tercer trabajo "Ballet Of The Brute" de 2004, o el aplastante "Floating"  con el que consiguieron contagiar su vitalidad a las primeras filas.

A medida que fue avanzando la descarga del combo danés no sólo fue mejorando el sonido, sino que, poco a poco, la sala se fue poblando de gente con lo que a estas alturas del show el Salamandra presentaba ya una media entrada. Tras una buena dosis de su material más clásico y arrollador llegaba el momento de degustar alguna pieza  de su nueva obra "Murderlust", ofreciéndonos  un todavía desconocido "Fear Me", que  a tenor de la buena acogida recibida   pasó holgadamente la prueba del directo. Tras las pertinentes presentaciones, y después de un par de simpáticos brindis a cargo del vocalista Esben Einegaard, la poderosa maquinaria danesa volvía a rugir con fuerza al abordarnos con la seminal "Murderous Intent", que se vería enlazada con la densidad sonora contenida en los primeros compases de la cambiante "Murder Of Life", que acabaría abocándonos sobre un final intenso y apoteósico  con toda la banda mostrándose en actitud desafiante mientras ambos hachas nos descuartizaban con sus poderosos  riffs rompe-muñecas.

Una nueva mirada a su flamante última entrega discográfica, de la mano de la composición que presta su nombre al álbum, "Murderlust" serviría como antesala para   sumergirnos de lleno en la voracidad death metalera contenida en la primeriza "Hate", con la que nos ofrecerían su vertiente más rugosa  y agresiva. Sin tiempo para recuperar el aliento, el quinteto se embarcaba en la recta final de su show recurriendo para ello a unas melódicas guitarras  que se erigirían como protagonistas de "Disbeliever", para posteriormente cerrar sus cuarenta minutos de show con la ferocidad thrashera de la contundente "Sickness Within".

Después de más de una década  en la brecha, y habiendo superado multitud de cambios en su line-up, parece que por fin Hatesphere han encontrado una formación sólida y estable que esperemos les sirva para ocupar el puesto  que se merecen dentro de la escena europea. Sin duda, actuaciones tan compactas y completas como la que nos ofrecieron en Salamandra serán  la mejor carta de presentación para la banda de Peter Lyse Hansen y sus muchachos.

Tras el fantástico preludio que supuso la descarga de Hatesphere, por fin llegaba el turno de las estrellas de la noche Hypocrisy. Frente a una sala que finalmente registró unas tres cuartas partes de entrada, y ante  un escenario presidido por una gran tarima central sobre la que descansaba la batería del mítico Horgh; alrededor de las 21:15 horas se apagaban las luces para dejar paso a una introducción intrigante y épica  tras la que salieron a escena Tägtgren y sus muchachos dispuestos a golpearnos sin piedad con el corte que abre y titula su último trabajo "End Of Disclosure", una pieza quizás excesivamente melódica para abrir la velada pero que en directo cumplió su cometido, metiéndonos de lleno en el show gracias a su infeccioso  y dinámico estribillo. Rápidamente, y sin mediar presentación alguna, (durante la velada fueron contadas las ocasiones en las que el líder de la banda se dirigió al público), la siguiente pieza en sonar fue otra composición  de nuevo cuño la furiosa "Tales Of Thy Spineless", con la que el cuarteto dejaba clara la confianza depositada en su nuevo material, una confianza que quedó plenamente certificada  con la sonora ovación que la audiencia tributó a esta arrolladora dupla inicial.

Una vez ratificada   la buena aceptación de su material más reciente, llegaba el momento de embarcarnos en un viaje a través del tiempo de la mano de una intro oscura y opresiva que desembocaría en la trepidante y apoteósica "Fractured Millennium", que volvió a hacer rugir con fuerza  a todos los presentes, demostrando la lealtad y fidelidad de unos fans que respondieron  con pasión  y mucha entrega  a cada uno de los gestos e increpaciones de un carismático Peter Tägtgren. Respaldados por un sonido potente y nítido, que en algunos momentos llego a rozar la perfección , la banda lejos de relajarse continuó azotándonos con  su  vendaval de irrefrenables  riffs repletos de contundencia death metalera, prosiguiendo su  descarga con una de las gemas más preciadas de su repertorio, la primeriza "Left To Rot", perteneciente a su álbum debut "Penetralia" de 1992, en la que Tägtgren nos regaló el primero de una serie de incendiarios solos con los que dio brillo a la velada.

Aunque la banda no se mostró especialmente comunicativa sobre las tablas, lo cierto es que Tägtgren y sus muchachos impartieron  en el Salamandra una autentica clase magistral de death metal intenso y melódico, y lejos de entretenerse en detalles superfluos y banalidades prefirieron concentrar toda su energía y actitud  en regalarnos temas tan atractivos y poderosos como el melódico y épico  "The Eye", en el que los efectos pre-grabados y los sintetizadores ayudaron a recrear la ambientación oscura e intrigante del corte, para posteriormente adentrarnos en la densidad opresiva de la penetrante "The Abyss", en la que la banda rebajó notablemente el nivel de revoluciones, adentrándonos en  terrenos casi doom metaleros, demostrando  su gran clase y maestría  a la hora de desenvolverse  por diferentes estilos y ambientaciones.

Aunque el combo sueco acostumbra a grabar sus trabajos en formato  de trío, de cara a los directos resulta fundamental la aportación del guitarrista Tomas Elofsson quien se encarga de respaldar y dar consistencia al brutal sonido de la formación, especialmente durante cortes como el iracundo "Valley Of The Damned", que sirvió para azotar sin piedad a una audiencia que se dejó arrastrar irremediablemente  por el poderoso doble bombo de un imponente Horgh. Tras una nueva ovación, llegaba el momento de adentrarnos en el material del enigmático e introspectivo "Into The Abyss" de la mano de la melódica "Fire In The Sky", en la que los sintetizadores volvieron a ser parte importante del desarrollo del tema, y durante el que  Tägtgren aprovechó para dejar de lado su guitarra para concentrarse en las voces mientras buscaba  la complicidad de sus incondicionales.

Uno de los principales atractivos de la descarga  de la formación sueca fue la chispa y mordiente  que imprimieron a su show, haciéndonos pasar de momentos intensos y llenos de melodía death metalera a pasajes más propios del metal extremo, como sucedió durante la interpretación de la brutal "Necronomicon", con la que nos propusieron  una mirada retrospectiva a la primera época de la banda, para posteriormente adentrarnos en la temática alienígena y paranormal, (protagonista de  los textos de la banda desde que Tägtgren se hiciera cargo de las voces en 1994),  de un compacto "Buried", en  el que las amenazantes cuatro cuerdas de Mikael Hedlund fueron las encargadas de marcar el ritmo de un vistoso "circle-pit" que  desató la euforia entre las primeras filas.

Pese a las buenas críticas obtenidas por su último trabajo “End Of Disclosure”, la verdad es que salvando las dos piezas iniciales, la banda paso prácticamente de puntillas sobre sus temas más recientes,  decantándose por recurrir a su material más clásico y conocido lo que provocó la hilaridad entre los más fieles seguidores del combo sueco que respondieron con una gran entrega a trallazos del calibre de "Elastic Inverted Visions", con el que nos adentramos, nuevamente, en esas atmosferas densas y sobrecargadas que nos permitieron recuperar el aliento para afrontar un rotundo y letal "War-Path", que volvió a hacer subir las revoluciones de la actuación, poniendo la sala patas arriba y proponiéndonos un final destructivo y arrollador para esta  primera parte del show.

Con la sala convertida en un clamor demandando la vuelta  de los músicos sobre las tablas,  la encargada de dar el pistoletazo de salida a los bises fue,  una de las composiciones preferidas de la audiencia,  la mítica "Roswell 47" que dejó paso a la descomunal y agresiva "Adjusting The Sun". Tras darnos las gracias por nuestro apoyo y entrega, la banda aún tuvo tiempo de asolarnos con un par de trallazos certeros y devastadores, la arrolladora  "Eraser", y una oscura y profética   "The Final Chapter", que sería la encargada de poner el punto y final a la ceremonia de contundencia, melodía, técnica y agresividad que nos ofrecieron Hypocrisy.

Tras una actuación realmente intensa y compacta, Hypocrisy abandonaban el escenario del Salamandra habiendo cuajado una actuación soberbia  y arrolladora, dejando tras de sí a una audiencia entregada y convencida que disfrutó con entusiasmo y devoción de un set-list  rotundo  y equilibrado en el que Tägtgren y sus secuaces nos ofrecieron  un exhaustivo repaso a su longeva trayectoria, desgranando temas de prácticamente todos sus lanzamientos.


TEXTO:ALFONSO DIAZ

FOTOS:CARLOS OLIVER
 

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