domingo, 4 de mayo de 2014

XVII SWR BARROSELAS METALFEST-PORTUGAL-24-ABR-2014


Desde hace casi dos décadas el veterano festival portugués se ha ido consolidando como una de las citas obligadas para todos los seguidores de la escena extrema europea. Situado a las afueras de la población que presta su nombre al festival, Barroselas, el recinto está dividido en dos zonas bien diferenciadas. Una primera, de acceso libre, en la que se concentran los puestos de restauración, las taquillas y un pequeño escenario por el que desfilan algunas de las jóvenes promesas de la escena lusa. Y una segunda zona en la que están ubicados los dos escenarios principales en los que se desarrollan, de forma sucesiva,  las actuaciones más destacadas.

DIA 1: JUEVES 24 DE ABRIL

A causa de la caída de última hora de los portugueses We Are The Damned, la actuación de los madrileños ETERNAL STORM cambiaba de ubicación y de horario, retrasándose treinta minutos y trasladándose al escenario principal del festival. De modo que el cuarteto del foro disfrutaría de una excelente ocasión para desplegar todo su potencial death metalero en un marco incomparable, con un sonido avasallador y respaldado por las dos enormes pantallas que flanqueaban el escenario. Pese a tener que lidiar con la ingrata tarea de abrir el festival, con todo lo que ello conlleva, el cuarteto madrileño no se amilanó y facturó un show muy compacto y convincente.

Aunque el recinto, a esas horas, todavía estaba funcionando a mitad de rendimiento, la parroquia española se hizo notar con fuerza, respaldando a los nuestros y consiguiendo que los mejores temas de su trabajo “From The Ashes” nos sirvieran para ir calentando motores, desplegando esa potencia desgarradora y  ese toque melódico heredado del clásico sonido Göteborg. De entre los mejores momentos de su show destacaría cortes como “Grey Skies”,  la pieza que da título a su trabajo “From The Ashes”,  y la más envolvente y melódica “The Dream”.

Sin duda uno de los mayores alicientes de este tipo de citas  es poder picotear ente diferentes estilos y sonoridades, pudiendo  descubrir  algunas formaciones nuevas. Así que con mucha curiosidad y sin ninguna referencia previa me encaminé hacia el segundo escenario para seguir las evoluciones de ERYN NON DAE. Pese a llevar en activo más de quince años este quinteto de Toulouse no se ha mostrado especialmente prolífico a la hora de publicar sus trabajos y únicamente ha facturado dos plásticos “Hydra Lernaïa” y su más reciente “Meliora”, en los que el combo galo da rienda suelta a un death metal intenso y atmosférico, que si bien no llegó a conectar con una audiencia que a esas hora demandaba algo más potente, sí que logró captar la atención de los más curiosos, que asistieron atónitos a esa mezcla de intrincados ritmos progresivos, casi más propios del post-rock, y unos  guitarrazos netamente death metaleros que protagonizarían temas “Throught Dark SKies” o “ Muto”.

A medida que la tarde iba transcurriendo la afluencia de público al recinto fue creciendo paulatinamente. Así que, coincidiendo con los últimos rayos del sol, el escenario principal de esta XVII edición del SWR Metalfest se preparaba para acoger una de las propuestas más singulares y atractivas de esta primera jornada del festival, la actuación de los andorranos NAMI. Debo  reconocer que después de haber visto la actuación del quinteto abriendo para Intronaut, a finales del año pasado, y tras de su reciente suspensión junto a los progresivos Haken, tenía muchas ganas de volver a saborear su directo. Por otra parte, debo admitir que me sorprendió el discreto tirón de la banda en tierras lusas, ya que teniendo en cuenta la numerosa colonia de portugueses que reside en el pequeño principado pirenaico pensé que los andorranos estarían como en casa.

Dejando a un lado estas cavilaciones, lo cierto es que Nami volvieron a dejarnos una buena muestra del porque son una de las bandas más emergentes y  prometedoras de la actualidad, ofreciéndonos un set enérgico y muy equilibrado en el que presentaron temas de sus dos trabajos “Fragile Alignments” y su fantástico “The Eternal Light Of The Unconscious Mind”, de entre los que destacaron la inmensa y poderosísima “The Inner Man: Materia”, con la banda ofreciendo su vertiente más agresiva, o la más sofisticada “ The Dream Eater”, durante la que la guitarra de Filipe Baldais tuvo algún que otro problemilla. Igualmente destacaría que la mayoría de los temas fueron introducidos por el propio guitarrista en portugués, con lo que la banda acabó conectando, y mucho, con un público que se mostró bastante cálido con ellos.

Los primeros representantes lusos en hacer acto de presencia en uno de los  dos escenarios de este XVII SWR Metalfest, fueron IN THA UMBRA, un veterano quinteto procedente de la zona del Algarve que practica un black metal de corte clásico. De entre sus miembros destacaría a su  teclista Cristina Silva, encargada de crear esas tétricas ambientaciones que caracterizaron piezas como  el tenebroso “Shadow, Caressing Shadow” o el novedosos “Beasts Of The Wild”. Pese a que su propuesta no me pareció especialmente original, hay que reconocer que el quinteto cuenta con  bastantes adeptos entre sus compatriotas, ya que   la suya fue una de las actuaciones más concurridas en este segundo escenario a lo largo de esta primera jornada del festival.

Con la noche ya bien entrada, y con la humedad propia de un día otoñal reconcomiendo nuestros huesos, llegaba el momento de uno de los platos fuertes de esta primera jornada festivalera, la actuación de los rumanos NEGURÄ BUNGET. He de reconocer que me sorprendió la enorme expectación que había suscitado la presencia del combo rumano, así que como era de esperar el escenario principal registró un fantástico aspecto  para seguir de cerca sus evoluciones sobre las tablas. Aunque si miramos con perspectiva su longeva trayectoria poco queda de aquella banda que editó “Zirnindu-sä” en 1996, la formación rumana ha seguido un constante proceso de crecimiento y evolución en su propuesta. Y es que aunque en su sonido sigue estando muy presente esa vertiente black metalera que marcará sus primeras obras,  con el paso de los años y  con el continuo baile de músicos en su seno los rumanos han ido fraguándose una nueva identidad, dando cada vez más cabida a los elementos propios del folk rumano.

De modo que durante toda su actuación no faltaron las aportaciones  de instrumentos de viento propios de su folklore como la trompeta, la tuba, la flauta o ese enorme cuerno que sería el encargado de dar el pistoletazo de salida a su actuación con “Tara De Dincolo De Negurӑ”. Seguramente una de las máximas virtudes de la descarga de Negurä Bunget fue que supieron recrear a la perfección esa sugerente ambientación de la que están revestidas sus últimas obras, consiguiendo trasladarnos, de forma sutil, a los frondosos bosques de Transilvania, rescatando para ello piezas de su aclamado “OM”, como el oscuro “Cunoastereӑ Tӑcutӑ”.

Durante su descarga la banda aprovechó para presentar algunas composiciones que formarán parte de su próximo trabajo, estrenando para la ocasión “Schimniceste”, que nos sirvió para comprobar las excelentes dotes interpretativas de Tibor Kati. Pese a que los rumanos consiguieron desplegar todo su potencial sobre las tablas, sí que me pareció que estuvieron un poco fríos en escena, y únicamente parecieron salirse del corsé que les oprimía a la hora de encarar una recta final protagonizada por la pieza de apertura de su opera prima,  un seguidísimo “Blâznit”, con el que se retiraron como verdaderos ídolos, espoleados por una ruidosa colonia de compatriotas que hondearon con orgullo la bandera rumana.

Con la noche ya bien entrada y con el personal empezando a acusar los primeros síntomas de los excesos propios de una jornada festivalera, llegaba el momento de volver a tomar posiciones frente al Stage 2 para seguir una de las descargas más calientes, arrolladoras y aplastantes de esta primera jornada del XVII SWR Metalfest, la actuación de los americanos SOURVEIN. El cuarteto, oriundo de Carolina del Norte, lleva más de  dos décadas machacando sin compasión sus instrumentos, provocando serias lesiones cervicales a todos los que osan acercarse a presenciar alguno de sus directos. También hay que remarcar  que la banda llegaba a Portugal muy rodada, ya que durante la semana previa a esta actuación los chicos habían estado girando por tierra españolas, dejando a su paso una fantástica impresión.

Así que muy motivados, enchufados y conscientes de la excelente oportunidad que representaba tocar ante un público bastante numeroso, los americanos salieron a escena arrollando con todo a su paso, centrándose en destripar un  heavy/doom vibrante, rotundo y altamente incisivo, infectado con esas rotundas pinceladas de sludge. Debo  reconocer que su intensa descarga  se me hizo realmente corta, y durante sus cuarenta minutos de show T-Roy y sus muchachos nos dejaron una buena muestra de su material más desquiciante y destructivo, presentándonos piezas como “Blessed” o “Nightwing”, que si bien en estudio suenan oscuras y poderosas, en directo cobraron una nueva dimensión mostrándose más sucias y rabiosas, rebanando sin compasión nuestros cerebros y arrastrándonos hacía terrenos más densos y pantanosos.

Tras la arrolladora actuación de Sourvein no lo iban a tener nada fácil los canadienses GORGUTS. Aunque el cuarteto de Quebec practica un estilo diametralmente opuesto al de los americanos, toda la audiencia que estaba siguiendo la actuación Sourvein se desplazó rápidamente hacia el escenario principal para no perderse detalle de una las actuaciones más esperadas de la noche. Tras más de una década sin publicar material nuevo, y habiendo tenido que sobreponerse a la dolorosa perdida de alguno de sus miembros, por fin a finales del pasado  2013 se consumaba su anhelado retorno con el poderoso “Colored Sands”, un trabajo con el que los canadienses asentaban las bases de esta nueva etapa.

Capitaneados por el incombustible Luc Lemay, único miembro de la formación original, el combo canadiense no ha perdido ni un ápice de su fuerza arrolladora, ni de su asombrosa calidad técnica y continua  desarrollando ese death metal crujiente y poderoso que siempre les ha caracterizado. Indudablemente habría sido muy fácil para ellos  plantear un set repleto de clásicos de su primera etapa, pero Luc Lemay tiene claro que este retorno no es un hecho puntual,  y sabe que para consolidar su nueva formación no puede vivir de la nostalgia, así que su más reciente entrega “Colored Sands” tuvo un protagonismo muy destacado durante los primeros compases del show, desgranando de forma consecutiva trallazos como “Le Toit Du Monde”, “An Ocean Of Wisdom” o el perturbador “Enemies Of Compassion”.


Si bien es verdad que durante la primera parte de su actuación el cuarteto se mostró algo frío y distante, excesivamente concentrado en su faceta más técnica y virtuosa, lo cierto es que poco a poco se fueron entonando, especialmente Luc Lemay quien se mostró verdaderamente agradecido por la calurosa acogida que le brindó la audiencia portuguesa. Pese a que el guitarrista sigue conservando su aspecto de profesor de filosofía, con su cara de bonachón y sus gafas de vista, simplemente hay que verle atacar los sangrientos  riffs de “Ember´s Voice”, para darse cuenta que, con su instrumento entre las manos, es un auténtico “psicokiller”. Para poner el broche a su jugosa y técnica actuación los canadienses rescataron algunas gemas clásicas, dejándonos un fantástico regusto final con piezas como “Absconders”, “Reduced To Silence”, y la pieza que abría y daba título a  uno de los álbumes más importantes e influyentes de la década de los 90, el intrincado y enrevesado “Obscura”.

Concluida la fastuosa demostración de virtuosismo y brutalidad de  los maestros canadienses, enésimo cambio de emplazamiento y nueva peregrinación hacia el escenario 2 para presenciar otra pantanosa sesión de ese aplastante doom. En esta ocasión los protagonistas serían los americanos GRAVES AT SEA. El oscuro cuarteto de Portland está en estos días girando junto a  sus compatriotas Survein por el viejo continente, así que  habiendo visto el excelente estado de forma de los de Carolina Del Norte estaba claro que  la actuación de Graves At Sea prometía, y mucho. Poco importó que el aforo a esas horas, ya casi de madrugada, hubiera mermado notablemente, ni que el marco de su actuación fuera el segundo escenario, ni que el sonido no les acompañara en exceso, pero lo cierto es que el cuarteto americano salió a escena dispuesto a devorar las tablas, mostrando una gran entrega y derrochando una aplastante actitud, dejando clara su determinación para dejar una fantástica impresión entre todos los presentes.


Para ello Graves At Sea nos asolaron con una colección de composiciones sucias y bastardas, repletas de distorsión y que contaron, en todo momento, con la complicidad de un público que se dejó imbuir por esos riffs pétreos y rugosos con los que marcaron a fuego temas como “Wormwood”, o la más densa y pantanosa “Red Monarch”.  Pese a que la banda no es excesivamente conocida en el viejo continente, su producción se limita a un puñado de splits y Ep´s, lo cierto es que llevan más de una década descargando su abrasivo metal por tierras americanas. De modo que esa experiencia se notó, y mucho, a la hora de atacar temas como el ambiental “Black Bile”, o el más novedoso “Confession”. Sin duda los americanos fueron una de las grandes sorpresas de esta primera jornada del XVII SWR Metalfest.

Tras una maratoniana jornada de conciertos, cansados pero todavía con fueras suficientes para resistir un último y definitivo asalto, llegaba el momento de afrontar la descarga de los americanos MISERY INDEX. Puede que para algunos, los menos doctos en el movimiento extremo,  el nombre del cuarteto de Baltimore les suene a nuevo, pero desde que la banda editara su Ep “Overthrow”, allá por 2001 su carrera ha sido verdaderamente imparable. Quizás ese constante mestizaje en su sonido fundiendo esa brutal tralla death metalera con otros estilos como el grindcore, les ha permitido ganarse una buena legión de seguidores, amén de una excelente reputación en directo, como quedó plenamente plasmado en su reciente trabajo en vivo “Live In Munich”.

Si alguien pensaba que los americanos habían venido hasta tierras portuguesas para tomarse un respiro o unas merecidas vacaciones creo que no podía estar más equivocado, ya que simplemente fueron necesarios los primeros compases del enfermizo “Sleeping Giants”, para que los aledaños  del escenario se convirtieran en un auténtico infierno con “circle-pits” constantes y varios conatos de invasión del escenario por parte de una audiencia cada vez más caliente y desatada, que enloqueció, literalmente, al ritmo del brutal “Conjuring The Cull”, durante el que la realización del festival nos ofreció unos excelentes primeros planos de la velocidad con la que se movían las  tatuadas piernas del batería Bryan Sours.

Tampoco quisieron Misery Index dejarse en el tintero algunos viejos recuerdos como “Retaliate”, que su vocalista, Nathan Misterek, presentó como un homenaje hacia los fans más veteranos del cuarteto. De su más reciente entrega nos ofrecieron el furibundo “Thrown Into The Sun” y la pieza que le prestaba su nombre, el explícito y corrosivo “Traitors”, que sirvió como brutal sintonía para uno de los mayores “circle-pits” de la jornada. 



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