domingo, 16 de noviembre de 2014

NOVEMBER METAL WEEKEND-TEATRO DE LAS ESQUINAS-ZARAGOZA-7-NOV-2014



Apuesta decidida y arriesgada por el heavy metal en la capital del Ebro, y más cuando una semana antes de la celebración de este November  Metal Weekned  se confirmaba la suspensión de las fechas ibéricas de uno de los cabezas de cartel, los titanes  germanos del thrash Destruction.  Aunque lo más fácil hubiera sido anular la jornada del sábado, lo cierto es que los organizadores tuvieron que ponerse las pilas  para, en pocos días, montar un nuevo cartel. De modo que a las actuaciones  del viernes, lideradas por la mítica formación americana Lizzy Borden, había que sumar ahora las descargas de una buena representación de bandas nacionales, cuyo mayor reclamo era la presencia de  los valencianos [In Mute], ganadores de la Wacken Metal Battle 2014, dando lustre e identidad a  un cartel que se completaba con  la participación de bandas internacionales como los  ecuatorianos Eutanos  y los croatas War Head.

 VIERNES 7 DE NOVIEMBRE DE 2014

LOS LÜGERS

Para calentar motores antes de la descarga de Lizzy Borden contábamos con la descarga de Los Lügers. Este poderoso power- trío zaragozano, formado por Lex, Ace y Jason, nos ofreció un fulgurante show en el que repasaron los mejores temas de su último trabajo "Lucifer". Ante una sala que poco a poco fue tomando colorido  los maños nos brindaron una buena ración de ese punk rock marchoso, electrico y adictivo, animándonos a levantar los puños acompañando los contagiosos estribillos de "Tipos Duros", "Uniformes" o "Tarde De Perros", que resultaron idóneos para caldear los ánimos y ponernos a todos a cantar.

Tampoco faltaría esa ambientación más oscura y siniestra cuando la banda empezó su particular repaso por algunos de los personajes más tétricos del celuloide, centrando su objetivo en el malévolo "Lucifer", que fue el elegido para abrir la velada o  el vampírico "Lestat". Pero no fueron estos los únicos tributos a los personajes cinematográficos, ya que también tuvieron con  “Sudor y Napalm” un guiño hacia la figura del mítico Clint Eastwood y su interpretación del impasible Sargento de Hierro.

Aunque el público se mostró un tanto frío, lo cierto es que Los Lügers plantearon un show realmente dinámico, enlazando de forma consecutiva sus incendiarias composiciones,  estirando al máximo su tiempo sobre las tablas. Saliéndose de la norma habitual los maños  también tuvieron tiempo de adentrarse en piezas como "El Despertar", con la que nos mostraron su faceta más roquera y  melódica. El cierre de su show llegaría con una versión del clásico de Motörhead "Ace Of Space", que fue coreada intensamente  por todos los presentes poniendo un perfecto punto y final a su actuación.

Desenfadados, muy cañeros  y directos Los Lügers nos ofrecieron un divertido espectáculo con unos  temas cargados de ardientes guitarrazos, estribillos fulgurantes y una actitud salvaje e irreverente.

LIZZY BORDEN

Si echamos la vista atrás no puede decirse que Lizzy Borden se hayan prodigado en exceso  en nuestro país a lo largo de su longeva carrera, ya que pese a ser  la presente  la gira que conmemora  su trigésimo aniversario, la verdad es que la formación americana se ha dejado ver de forma muy puntual sobre nuestros escenarios. Mucha curiosidad y bastante expectación había suscitado esta tercera visita de la mítica formación angelina, y más si tenemos en cuenta que su descarga se había acabado convirtiendo en  el principal reclamo de este November Metal Weekend.

Algo de inquietud había despertado el que mirando los horarios que la organización había facilitado a través de internet  los americanos aparecieran en segundo lugar en el orden de actuaciones,  y con un tiempo acotado  a tan solo una hora de show. Algo que, afortunadamente, no acabó sucediendo, ya que pudimos disfrutar del espectáculo completo que la banda viene presentando en esta gira de trigésimo aniversario.

Con solo dos miembros originales en su formación, el propio Lizzy Borden y su hermano el batería Joey Scott Harges, la  actual encarnación de los americanos se completaba con el guitarrista Ira Black (ex-Heathen, Metal Church  y Vicious Rumours) y el bajista Marten Andersson. Dejando a un lado la innegable calidad de las composiciones del combo de Los Ángeles, está claro que el principal reclamo de sus shows siempre ha sido su atractiva e impactante puesta en escena, de modo que todos estábamos expectantes por descubrir que trucos nos presentaría el "viejo" Lizzy en escena.

El inicio, como no podía ser de otra forma, fue realmente impactante con los músicos tomando el escenario al asalto, mientras el último en aparecer era el carismático vocalista, luciendo una larga gabardina negra y una abominable  careta de tres caras, para espetarnos un rotundo "Master Of Disguise", que marcaría el arranque del show para rápidamente adentrarnos en una adictiva versión de su clásico "Notorious", que espoleó al máximo a la audiencia mientras Lizzy se paseaba desafiante por el escenario blandiendo un bate de baseball.

Tras la primera ovación de la noche y después de que toda la audiencia coreara, durante varios minutos, el nombre de la banda, era el propio Lizzy quien se encaramaba a uno de los monitores para contemplar el aspecto que presentaba el local  y darnos la bienvenida a este "30 Years Of American metal". Con la base rítmica tomando las riendas  arrancaba la primera sorpresa de la noche “Roll Over And Play Dead”, una pieza poco habitual en los directos de la banda que fue saboreada al máximo por sus más fieles seguidores. Tras perderse el vocalista durante unos segundos entre bambalinas, para cambiarse de atuendo y despojarse de su horrorosa careta, llegaba el primer gran momento de la noche “Rod Of Iron”, donde pudimos contemplar al Lizzy más teatral, cantando arrodillado con una calavera en la mano, mientras demandaba nuestro apoyo a la hora de acompañarle en los estribillos.

Pese a que la sala no presentó un lleno absoluto, lo cierto es que los que  allí nos dimos  cita animamos al máximo a la formación americana, consiguiendo que temas como el vibrante “Eyes Of A Stranger”, sonaran verdaderamente potentes e incendiarios, dejándonos la imagen del vocalista abalanzándose sobre las primeras filas. El primer respiro para Lizzy llegaría con el solo de su compañero Marten Andersson, que serviría como preámbulo para un dramático  “Tomorrow Never Comes”, para el que el vocalista apareció en escena con un nuevo “modelito”, en esta ocasión, luciendo una raída capa roja. Con los “oes” del respetable dejándose oír con fuerza, era el propio vocalista quien nos preguntaba sí queríamos cantar, para acto seguido ofrecernos una marchosa versión del clásico de Rainbow “Long Live Rock n´Roll”, que desataría la euforia en la pista.

Sin tiempo para reponernos llegaba el momento de acompañar a la base rítmica en el arranque del rutilante “Under Your Skin”, que sería el encargado de conducirnos a uno de los momentos más calientes de la velada, “There Will Be Blood Tonigh”, durante la que el vocalista se bajó del escenario para pasearse  por el foso marcando con sangre a todos los que se le aproximaron. Con la gente totalmente entregada, llegaba el momento de un nuevo impás, que serviría para que el guitarrista Ira Black nos ofreciera una buena muestra de sus habilidades como solista.  El retorno de sus compañeros sobre las tablas vendría marcado por un seguidísimo “Me Against The World”, que conseguiría mantener la tensión y la intensidad de un show que hasta ese momento estaba siendo verdaderamente abrumador.

La ultima bala que los americanos se guardaron en la recamara para rematar esta primera parte del show fue “American Metal”, toda una declaración de intenciones que fue interpretada por el vocalista luciendo un estrambótico atuendo, en el que se hermanaban la bandera “yankee” y la española. Con la gente coreando intensamente el nombre de la banda, era Joey Scott el encargado de dar el pistoletazo de salida a los bises, con un escueto solo de batería. Acto seguido, el resto de sus compañeros se le unirían para  finiquitar la actuación con tres proyectiles de gran calibre. La primera en sonar sería “Red Rum”, que fue fantásticamente recibida y que acabaría conduciéndonos a su particular versión del clásico de Steppenwolf   “Born To Be Wild”. La elegida para  poner el broche definitivo a la velada sería la deliciosa e imprescindible “Give´em The Axe”, que nos dejó la imagen del vocalista blandiendo desafiante su hacha mientras la gente se desgallitaba protagonizando un final realmente apoteósico.

En resumen, notable actuación la que nos ofrecieron Lizzy Borden consiguiendo colmar con creces las  expectativas de sus incondicionales. Aunque personalmente me esperaba un poco más de espectáculo a nivel visual, lo cierto es que la banda, pese a contar con un solo guitarrista, sonó realmente compacta, convincente y aplastante. Mención especial merece la dedicación y la entrega de los músicos, ya que tras el concierto la banda al completo estuvo firmando y haciéndose fotos con todos los que se acercaron al puesto de “merchandising”.


KILLUS

Difícil muy difícil lo iban a tener Killus tras la descarga que nos había ofrecido el carismático Lizzy Borden. Además, como suele suceder en muchas ocasiones, hubo espantada general después del plato fuerte de la noche. Ataviados de forma estrambótica y luciendo sus habituales pinturas de guerra Killus saltaron sobre las tablas  hambrientos e hiperactivos, dispuestos a certificar el por qué  son uno de los máximos referentes  del metal industrial en nuestro país.

Dinámicos, descarados y totalmente desatados Killus nos brindaron una actuación devastadora,  ofreciéndonos las mejores composiciones de ese ataque frontal que representa  su último trabajo "Feel The Monster". De modo que la amalgama de incisivos guitarrazos y efectos industriales daba arranque con la tripleta compuesta por  "Crush Our Minds", "The Laberynth's Door" y la blasfema "Holy Bible", que servían para sorprender a los que todavía no conocían a la formación villarealense.

Como viene siendo habitual, siempre que he podido ver a Killus en directo, la movilidad de sus miembros sobre las tablas fue desbordante, especialmente la de su bajista Premutoxx, quien no paró en ningún momento de recorrer el escenario mientras nos deleitaba con  una buena colección de impagables caras y extraños guiños. De su anterior entrega  "Never Was So Real", no quisieron dejarse en el tintero piezas como la decadente "Vehemence", la aplastante "New Army Without Fear", con esos deliciosos guiños  a los  Manson de la mejor época, o su personal versión del clásico de The Sisters Of Mercy "Temple Of Love".

 Pero sin duda los temas que mejor funcionaron  fueron trallazos directos y rotundos como "Bastards", con su vocalista Supersixx golpeándose y provocando al público incansablemente, la declaración de intenciones  que supuso la adictiva "Fuck N' Roll", toda una bomba de relojería que revolucionó a todos los presentes, o la primeriza "Death Gun", que significaría el primer  recuerdo a su debut de 2005 "God Bless Us".

Y es que en todo momento la banda se mostró como una apisonadora en directo, haciendo gala de muchas tablas y demostrando una enorme personalidad, algo que sin duda les ha permitido embarcarse en varias giras fuera de nuestras fronteras, participando en diferentes festivales y girando intensamente junto a  bandas como los suecos Avatar. El colofón definitivo a su show llegaría con la tripleta formada por  "The Darkness Of The Crypt” y la implacable "Feel The Monster", ambas rescatadas de su último trabajo. Mientras que la encargada de rubricar su actuación sería una arrolladora "Dead Revolution", con una banda totalmente enloquecida en un fin de fiesta realmente delirante.


Enlace con la crónica del Sábado 8/11


TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ

1 comentario:

  1. Cuando muchos productores se den cuenta que éste es el futuro del Metal, será más rentable. Grandiosa crónica.

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