martes, 26 de abril de 2016

KORPIKLAANI+MOONSORROW-RAZZMATAZZ 2-BCN-14-ABR-2016


Una doble ración de folk metal finlandés era los que nos proponían Moonsorrow y Korpiklaani en un atractivo cartel para todos los seguidores de la escena nórdica en la sala mediana del Razzmatazz. Raíces folk y paganas, ambientaciones oscuras y unos desarrollos complejos y repletos de épica instrumental conformaban la propuesta de los encargados de abrir la velada, Moonsorrow. Mientras que para cambiar radicalmente  de registro y convertir el recinto en una auténtica fiesta contaríamos con la presencia de Korpiklaani. Curiosa mezcla la que nos proponía este Finnish Folk Metal Mafia, que consiguió congregar a una audiencia joven, entusiasta y, ante todo, muy animada y participativa. A diferencia de lo que suele ser habitual, en esta ocasión, las dos bandas participantes se medirían en igualdad de condiciones, ya que  dispondrían de un tiempo y unas condiciones escénicas similares, así que ambas formaciones tendrían ocasión  de presentarnos su show completo.

Con un sobrio telón de fondo, en el que podía verse el logo de la banda, y acompañados de una iluminación de lo más tétrica Moonsorrow aparecían en escena dispuestos a  desplegar su halo mistérico con la pieza que titula su última obra, "Jumalten Aika", inundando el recinto con la magnificencia de sus rotundas embestidas épicas. Pese a que hubo muchos recordings durante su descarga, especialmente en lo concerniente a la instrumentación  folk y los rimbombantes coros, lo cierto es que el combo de Helsinki sonó contundente y preciso hasta el extremo. Y es que su propuesta no es apta para los no iniciados, por ello los que se decidieron a acudir a la cita disfrutaron con la melancólica contundencia de "Raunioilla”, que se convertiría en el primer recuerdo hacia su “Kivenkantaja” de 2003.

Aunque les costó un poco entrar en situación, a causa de la densidad instrumental de sus composiciones, el quinteto poco a poco consiguió que la gente se fuera implicando, logrando que temas como el magnificente "Suden Tunti", que les servía para regresar sobre sus nuevas composiciones, hiciera subir el nivel de intensidad del show. Tampoco querrían dejarse en el tintero algún guiño hacia su tierra natal, así que  como representante de su trabajo de 2005 "Verisäkeet", su frontman, Ville Sorvali,  nos anunciaría desafiante la camaleónica "Jotunheim".

Si hay algo que caracteriza las composiciones de Moonsorrow es la sobriedad de sus desarrollos, narrando en sus letras leyendas y mitos propios de su zona. Así que para marcar el ecuador del show apostarían por una de las piezas más complejas y ambiciosas de su último redondo, "Ruttolehto", para la que contarían con la participaron del vocalista de Korpiklaani, Jonne Järvelä , que salió a escena en dos momentos puntuales para dar un toque dramático y lúgubre. Aunque gran parte de su reportorio estuvo centrado en su última entrega, el quinteto  también tendría ocasión de ponerse nostálgico al recuperar el primerizo "Ukkosenjumalan Poika”, que se convertiría en uno de los puntos culminantes de la velada.

La guinda definitiva para una descarga que sobrepasó holgadamente la hora de duración lo pondría  otra de las composiciones que mejor resume la actual  propuesta de los finlandeses “Ihmisen Aika (Kumarrus Pimeyteen)”, una fantástica “suite” en la que se intercalaron melodías épicas, coros grandilocuentes y su faceta más visceral  y aniquiladora.

Tras el habitual receso, que sirvió para que la gente se recuperara tras la rotunda descarga de Moonsorrow, la audiencia se preparaba para danzar al ritmo de las composiciones de los “Yokels” de Lahti. 

Con su último trabajo "Noita" ya muy rodado Korpiklaani tomaban el escenario para dar el pistoletazo de salida con el desenfadado "Viinamäen Mies" y "Journey Man", concediendo un protagonismo destacado a instrumentos poco habituales dentro de la ortodoxia metalera como el acordeón y el violín. Su puesta en escena fue rotunda y divertida, proponiendo con absoluta convicción un acelerado ritmo de polka que hacía que Jonne Järvelä se convirtiera  en el animador de la velada haciéndonos cantar mientras no dejaba de agitar sus larguísimas rastas.

Pese al hándicap que podría suponer que las letras de sus canciones sean en  finlandés, lo cierto es que este detalle poco importó, ya que los seguidores de la banda se esforzaron al máximo a la hora de acompañar temas como  "Pili On Pajusta Tehty" o "Kantasio", que hacían que, contagiados por el desenfrenado ritmo del acordeón, todos nos pusiéramos a mover los pies. 

Tras haber puesto a prueba nuestras habilidades danzadoras, con esa sucesión de contagiosas melodías que hacían que la gente elevará sus bebidas al aire para brindar con la banda, llegaba el momento de que una sugerente percusión tribal nos condujera sobre “Lempo”, haciéndonos  cambiar el paso para adentrarnos en desarrollos más densos y farragosos.

Uno tras otro los latigazos de los finlandeses iban asolándonos sin compasión, y es que la propuesta del sexteto es una apuesta decidida por unas composiciones rápidas y pegadizas, cuyo principal objetivo es conectar con la gente para convertirse en la banda sonora de una fiesta. 

Pese a ello, Korpiklaani también quisieron  dejarnos alguna muestra de sus raíces más netamente metaleras durante la parte intermedia del show, haciendo que piezas como “Petoeläimen Kuola" o " Sumussa Hämärän Aamun", nos sirvieran para recuperar el aliento mientras el sexteto ponía de manifiesto que también sabe dejar a un lado el jolgorio y la diversión para concentrarse  en sonoridades  más oscuras y contundentes.

Pese a que su última obra, "Noita", tuvo un protagonismo destacado, Korpiklaani no quisieron dejarse en el tintero alguna pincelada de su predecesor "Manala", de modo que no faltarían piezas como  “Ruumiinmultaa”, que fue recibida con absoluta devoción poniendo de manifiesto el calado que tuvo su trabajo de 2012. 

Aunque si hubo un par de temas que provocaron la locura generalizada entre la audiencia esos fueron un celebradísimo "Rauta", que aunó las voces de todos los presentes mientras el grupo no paraba de animar e intercambiar sus posiciones contagiado por el entusiasmo del respetable; y el tabernero "Metsämies", que con sus delirantes aceleraciones provocaba que la pista se convirtiera en un verdadero desmadre.

Una nueva mirada sobre “Karkelo”, nos adentraría en el folk n´ roll que nos propusieron en  “Kultanainen”, fusionando a la perfección las elegantes melodías del violín y una base rítmica absolutamente imparable. Para encarar la recta final del show tocaba una última ración de "Noita", de modo que volveríamos sobre su material más novedoso para degustar el tenebroso medio tiempo "Minä Näin Vedessä Neidon", la desternillante "Sahti", y "Kylästä Keväinen Kehto”. Para el cierre de esta primera parte del show se reservarían una de sus piezas más emblemáticas "Wooden Pints", con la que nos hacían viajar al primerizo “Spirit In The Forest".

No tardarían mucho en regresar sobre las tablas para poner patas arriba el local con los etílicos aromas de "Vodka", que desataba la locura en una pista que se convirtió en un mar de cuerpos que danzaban alocadamente. Mientras que el colofón definitivo lo pondría  su particular loa al dorado brebaje, "Beer Beer”, que hacia que todo el mundo se pusiera a cantar mientras elevaba  sus vasos para despedir a la banda por todo lo alto.

En resumen, gran velada de metal finlandés la que nos ofrecieron Moonsorrow y Korpiklaani, demostrando que la unión hace la fuerza. Aunque ambas formaciones rayaron a un excelente nivel, creo que en esta ocasión fueron  Moonsorrow quienes acabaron llevándose el gato al agua.




TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:CARLOS OLIVER





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