martes, 21 de enero de 2020

SARATOGA+NOCTURNIA-SALAMANDRA-L´HOSPITALET-BCN-17-ENE-2020


Creo que estaremos todos de acuerdo en decir que a día de hoy Saratoga se han convertido en una de las bandas más importantes de nuestro país. Avalados por una extraordinaria trayectoria, -que se aproxima ya a las tres décadas de andadura-, la formación que  en todas sus encarnaciones ha liderado el bajista Niko Del Hierro está viviendo uno de sus mejores momentos, y es que su actual line-up, con el guitarrista y también fundador Jero Ramiro,  el batería Dani Pérez,  y el vocalista Tete Novoa lleva camino de convertirse en la más duradera de toda su historia. “Aeternus” es el segundo trabajo de estudio desde que los madrileños anunciaran su regreso con el mencionado line-up a finales del pasado del 2014, y desde entonces y posteriormente con la publicación de “Morir En El Bien, Vivir En El Mal”, su actividad ha sido frenética, con múltiples giras en nuestro país, apariciones en algunos de nuestros festivales más importantes, amén de realizar varias incursiones en el continente americano, dejando patente que sus seguidores al otro lado del Atlántico no dejan de crecer año a año.


Teniendo en cuenta todos estos alicientes, y que su undécima entrega de estudio estaba ya muy rodada, -“Aeternus” vio la luz  a finales del pasado 2018-, el combo madrileño regresaba a los escenarios de la capital catalana, concretamente a la Sala Salamandra, para reencontrarse con sus incondicionales y ofrecerles   una noche de auténtico y genuino heavy metal, y en la que también  tendríamos ocasión de volver a ver en directo a otra banda curtida y veterana dentro de la escena nacional como son Nocturnia, quienes aprovecharon la ocasión para repasar algunos de los mejores momentos de su producción junto al vocalista Alberto Symon, haciendo especial hincapié en el material de su más reciente “La Tempestad”.

Pese a llevar en activo desde el año 2001, para algunos la única referencia previa del combo toledano era que por sus filas desfiló el televisivo Rafa Blas, con quien grabaron “Sin Retorno” en 2012. Aunque para los que hemos venido siguiendo sus pasos ese hecho es tan sólo una corta etapa en su dilatada  trayectoria. Precisamente la actualidad de la banda, amén de la edición del mencionado trabajo, venía marcada por la inclusión de dos nuevos miembros, los guitarristas Manuel García de Acilu Ojanguren (Death & Legacy), y un viejo veterano dentro de la escena metalera nacional como es Javier Villanueva (Easy Rider), quienes entraron en la banda tras la grabación  de “La Tempestad”. Pero sin duda el centro de todas las miradas fue su  frontman Alberto Symon que fue quien se encargó de conectar con el público desde que abrieron fuego con “Siempre Hay Un Lugar”.

Otro detalle a destacar es que pese a ser los encargados de abrir la velada el sexteto toledano disfrutó  de un buen juego de luces y de un excelente sonido, lo  que propició  que temas potentes como “Sin Olvidar Quien Eres”, primer guiño que se permitieron a su anterior “Tierra De Cobardes”, se convirtiera en uno de los puntos álgidos de este arranque del show, con todo el mundo acompañando con palmas su desarrollo  antes de que Villanueva y el teclista Jose Gómez Sellés nos deleitasen con uno de sus  incendiarios duelos. Y es que el crecimiento de Nocturnia ha sido exponencial a lo largo de los últimos años. Así que  el rodaje adquirido se notó, y mucho,  en la soltura que demostraron unos músicos que se mostraron entregados en todo momento, moviéndose con soltura por el escenario mientras buscaban la complicidad de unas primeras filas que se mostraron de lo más participativas a la hora de acompañar  temas como el oscuro “Baraka”, que les servía para seguir buceando en el material de su obra de 2016.

Pero sin duda si algo ha marcado la evolución de la banda en los últimos años han sido  los contrastes vocales, intercalando los registros melódicos  de Symon y los guturales que aporta el bajista César Arroyo, lo que ha llevado su sonido  a un nuevo nivel, tal y como dejaron patente al atacar  temas como “Mi Voluntad”, o el que presta título a su flamante nuevo trabajo “La Tempestad”. Algo más cercano al primigenio sonido de los toledanos sonó la power metalera “Negro Sentimiento” con los teclados respaldando su pegadiza melodía.

Una onda similar, aunque contando  con un mayor protagonismo de unas primeras filas que cantaron con entusiasmo su estribillo, siguió la hímnica “Alza Los Puños”, que les servía para volver a incidir sobre su anterior entrega. Pero  es que dejando a un lado el referido endurecimiento de su sonido, lo cierto es que la melodía siempre ha jugado un papel importante dentro de la propuesta de Nocturnia, tal y dejaron  patente a lo largo de  “Hijos De La Derrota”, que fue una de las que mejor funcionó esta noche, con Symon ejerciendo como maestro de ceremonias de un personal que parecía cada vez más animado.

Los guturales volverían a hacer acto de presencia durante “Héroes De Bronce”, uno de los temas más oscuros y grandilocuentes de su última entrega, que nos abocaba   sobre una recta final que estuvo protagonizada  por la primeriza “En Busca Del Tiempo”, -que me dio la sensación de que pasó bastante desapercibida-, para dejar que el colofón  definitivo corriera por cuenta de otro trallazo que está llamado a convertirse en un clásico dentro del repertorio de los toledanos, “Cenizas”.

Tras años luchando por conseguir hacerse un hueco y  sacar cabeza dentro de la escena nacional parece que Nocturnia han encontrado la fórmula para lograr conectar con el público, haciendo que su power metal suene cada vez más complejo y personal. Y la mejor prueba fue escuchar los comentarios positivos del personal una vez concluida su presentación.


Una vez cumplido con el habitual descanso, y con un ligero retraso sobre el horario inicialmente previsto, llegaba el momento de poder disfrutar del plato fuerte de la velada: Saratoga. A diferencia de lo que sucediera en anteriores visitas, en esta ocasión el cuarteto del foro presentó un montaje escénico más ambicioso, con proyecciones en la parte trasera del escenario, sendas pancartas laterales, y elementos como la lluvia de confeti que sirvieron para que el personal se viniera arriba en momentos puntuales del show. 

Como suele ser habitual la banda salió a por todas, con el cuchillo entre los dientes, y encabezada por un Tete Novoa que salió luciendo chupa de cuero durante “Una Vez Fuimos Héroes”, que era la escogida para abrir fuego, aunque a medio tema el carismático frontman ya se había desecho de su chaqueta. Ante una banda que parecía completamente desatada, y frente a una audiencia  ya rendida incondicionalmente  a sus héroes, llegaba el momento del primer clásico de la noche con un “A Morir”, que hizo retumbar los cimientos del local gracias al rugido de un público que prácticamente sepultó la voz de Tete mientras una densa lluvia de confeti caía sobre nuestras cabezas.

Acto seguido, -y mientras el público y los propios músicos recuperaban el aliento después de un explosivo arranque-, llegaba el momento de que Tete nos saludara durante la primera charla de la noche para justo después  invitarnos a calentar las cuerdas vocales  jugando con la melodía del siguiente tema “No Sufriré Jamás Por Tí”, que mantenía el nivel de euforia entre unas primeras filas que acabaron explotando definitivamente cuando el cuarteto se abalanzó sobre en el que fuera uno de los temas más potentes de “El Clan De La Lucha”, el descomunal “Maldito Corazón”, que convertía los aledaños del escenario en un mar de puños que se alzaban orgullos cada vez que Tete estiraba al máximo sus cuerdas vocales para atacar su ganador estribillo.

Aunque como es lógico muchas de las miradas recayeron sobre el fornido vocalista de Pinto, lo cierto es que el líder en la sombra de los madrileños sigue siendo el incombustible Niko Del Hierro. Así que regalándonos algunas  de sus inimitables muecas el bajista fue quien se encargó de adentrarnos de lleno en el tema que sirvió como carta de presentación para  Tete en 2007, el que abría “VII”, “El Vuelo Del Halcón”. Lavuelta a la actualidad vendría marcada por el avasallador riff del novedoso “Tres Ahorcados”, un tema que viendo la reacción del personal está llamado a convertirse, sino lo es ya, es uno de sus  nuevos clásicos. Sin abandonar su última entrega el cuarteto tampoco quiso dejarse en el tintero el chute de positivismo que es la pieza que cierra el álbum “Siempre Hacia El Sol” que nos dejaba con algún gutural de Tete y con un Dani que se mostró imperial y preciso, ofreciéndonos unos impecables cambios de ritmo junto a unas apabullantes aceleraciones.

Una nueva mirada al pasado serviría para recuperar otra de las imprescindibles en cualquier descarga de Saratoga, “Las Puertas Del Cielo”, sellando definitivamente  la alianza entre unos exaltados seguidores y unos músicos que aprovecharon la ocasión para perderse entre bambalinas para dejar que todas las miradas  recayeran sobre el  batería Dani Pérez, quien nos ofreció una nueva demostración de técnica y pegada en un solo que no resultó excesivamente largo. El contraste no tardaría en llegar con el armonioso sonido de la acústica que empuñó Jero para interpretar  junto a Tete un delicado y emotivo medley que estuvo compuesto por “Lejos De Ti”, primer recuerdo que se permitieron a “Mi Ciudad”, el álbum que grabaron con el vocalista Gabriel Boente, “Si Amaneciera”, de la etapa con Leo, y la novedosa “Acuérdate De Mí”.


La potencia, la pegada, y, en definitiva, el heavy metal no tardarían en adueñarse nuevamente de los presentes cuando el cuarteto atacó “Tras Las Rejas”. La excitación del personal continuaría en aumento cuando las primeras filas reconocieron los compases iniciales de “Vientos De Guerra”. Absolutamente desatados los madrileños encararon la recta final del show con otra de las nuevas “Si Tú No Estás”, elsincero homenaje que la banda tributa a sus seguidores y que, precedida por el jugueteo de Niko con el bajo, puso de manifiesto que su último redondo ha calado hondo entre su parroquia de incondicionales. Pero sin duda uno de los momentos cumbre de la noche llegó justo a continuación cuando Tete descendió del escenario para cantar rodeado del personal “Resurrección”, que fue la elegida para poner el punto y seguido a la velada.

Arropados por las demandas de un respetable que exigió  con entusiastas cánticos el retorno de los músicos a escena, la banda no tardó en volver a tomar posiciones para rematar la velada definitivamente con una vieja favorita como es “Perro Traidor”, -que nos dejaba a  Niko rugiendo en los coros para darle la réplica a Tete-, y con el que a la postre fue el único recuerdo que se permitieron a su anterior redondo de 2016, el power metalero “Como El Viento”.

No defraudaron, Saratoga pasaron por  la Ciudad Condal como un vendaval,  y volvieron a demostrar el porque son una de las bandas más en forma dentro del panorama nacional. Eso sí, no me cansaré de sugerirles que estaría bien que recuperaran algún tema de su debut homónimo, ya que algún guiño al hard rock de su primera etapa, con Fortu al frente, serviría para abarcar todos los estilos y registros  que han tocado a lo largo de su longeva trayectoria. 


TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ

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