Para grabar su nuevo material el trío se trasladó hasta los Lucky Bob Studios de Leverkusen. Mientras que las mezclas y la masterización se realizaron en Parabol Audio bajo la supervisión de Manuel Cohnen. Sin duda una de las grandes incógnitas que a uno se le plantean al pinchar un nuevo trabajo de Rage es comprobar en qué faceta de su sonido va incidir la banda. Y es que a lo largo de su prolífica producción discográfica, que se extiende a lo largo de cuatro décadas, podemos encontrar trabajos cercanos al speed metal, otros más próximos al Power, a los parámetros más afines al heavy metal, otros más versados al metal orquestal, -al que de alguna forma podemos considerar como precursores-…, en definitiva que Rage, y especialmente Peavy Wagner, no han querido que su música fuera fácilmente clasificable, y es que aunque su inconfundible sello siempre ha estado presente, la propuesta de la banda ha estado en constante evolución, mutando y adaptándose a los tiempos, y a los músicos que acompañarán a Peavy en cada momento. Sin duda esa capacidad de adaptación ha servido para que los germanos sean una de las formaciones más longevas y prolíficas del Viejo Continente, y para que sigan contando a día de hoy con el respeto y el apoyo de sus seguidores, incluso de los que llevan acompañándoles desde los primeros años de su andadura.
Pues bien, lo primero que me gustaría dejar claro para empezar a hablar de “A New World Rising”, es que el trío germano ha dejado totalmente aparcados los arreglos rimbombantes y grandilocuentes propios de lo que fue su etapa orquestal de finales de los noventa, ya que en sus nuevas composiciones, al igual que ya sucediera en sus últimas entregas, la apuesta por el heavy metal potente, pero a la vez melódico y cargado de buenísimos estribillos, parece decidida e innegociable. Además, también son perceptibles varios giros y guiños a etapas más clásicas, dando mucha cancha a la velocidad propia del speed y a la pegada propia del thrash, aunque todo ello envuelto en un halo de positivismo que da un aroma fresco y actual al disco, sin que para nada suene como una banda clásica que se ha forzado para que su propuesta suene totalmente contemporánea. Es por ello, que un servidor ha visto bastantes paralelismos con lo que fueron las primeras entregas de la etapa Smolski/ Terrana, y especialmente con el contenido de obras como “Unity” (2002) y “Soundchaser” (2003).
De forma lenta e inquietante, con la música acercándose lentamente para hacer crecer la expectación del oyente, el trío germano nos flanqueará la puerta de entrada a su nueva obra con el escueto tema que presta título al álbum “A New World Rising” que a modo de introducción dejará que sea una alocución la que se encargue de ponernos en contexto antes de la rotunda explosión de furia thrashera que significa “Innovation”, con unas guitarras de arranque absolutamente descomunales que servirán para lanzar una poderosa embestida que se verá sólidamente cimentada sobre la brutal pegada de “Lucky”, y en donde contrasta notoriamente la garra y el empuje de sus estrofas, -con unas guitarras hirientes y afiladas-, con lo melodioso de un estribillo de lo más pegadizo y coreable, de esos que están hechos para ser coreados en directo con el puño en alto. Sin duda un trallazo rotundo, incontestable, humeante, y que deja las expectativas del oyente por todo lo alto. Seguramente por eso ha sido uno de los adelantos que ha escogido el trío para presentar su nueva obra.
Si alguien pensaba que Peavy y sus acólitos habían quemado todas las naves en un inicio implacable y explosivo, no podía estar más equivocado. “Against The Machine” arranca apoyada sobre unos poderosos redobles y unas guitarras que se encargarán de inyectar un apabullante dinamismo a los desarrollos que nos conducirán sobre unas estrofas marcadas por unos riffs entrecortados y desbordantes de voracidad metalera que acabarán desembocando en un estribillo de alto octanaje melódico, que lleva impreso la firma de Mr. Wagner, y que será el preámbulo perfecto para una parte intermedia en la que “Lucky” sorprenderá a más de uno con una percusión de aromas tribales antes de encarar la última tanda de estribillos. Como comenté anteriormente el positivismo, aunque sea combativo, resulta recurrente a lo largo de las letras de “A New World Rising”, y “Freedom”, el que fue el primer adelanto y carta de presentación del disco, no iba a ser una excepción. Será precisamente en el arranque de este tema donde podemos observar como la banda trata de poner al día su sonido apostando por unos tempos más marcados y rotundos junto a un sonido de guitarras más crudo y oscuro. Sin embargo, todo se irá reconduciendo hasta tesituras más clásicas con los coros que se encargarán de esbozar la melodía de su matador estribillo.
Como un cañón, absolutamente intratable e implacable, suena la banda durante ese zarpazo que lleva por título “We’ ll Find A Way”, donde el trío se adentra durante la primera parte del tema en tesituras thrasheras, aunque sin perder la esencia ochentera a la hora de atacar su inapelable estribillo. Será este también un corte repleto de contrastes, ya que entre tanta furia thrashera también podemos encontrar un desarrollo intermedio en el que todo suena más crudo, potente y ralentizado, antes de que la banda lance su mortal andanada final. Si durante los primeros cortes del disco Rage nos muestran su vertiente más directa y aguerrida, será durante “Cross The Line”, cuando podamos apreciar de forma clara e inequívoca, -pese a algún pasaje más cañero, oscuro y técnico-, su apuesta decidida por un heavy metal de raíces clásicas, donde la velocidad llegará junto a unas envolventes melodías que servirán para arropar y dar cobertura a otro estribillo marca de la casa.
Sin duda para un servidor uno de los grandes atractivos de este nuevo trabajo del combo germano es el dinamismo y variedad de sus temas, lo que hace que la escucha de “A New World Rising”, sea de lo más ágil y entretenida. Sí, por supuesto, que el indiscutible protagonismo recae sobre las guitarras y la pegada de unos temas que suenan directos y matadores. Pero también tenemos pasajes, como los que se encargan de dar el pistoletazo de salida a “Next Generation”, en los que la banda se permite algún guiño a las sonoridades orientales antes de adentrarnos en un tema de dinámica implacable, que irá ganando en intensidad progresivamente hasta verse coronado por un estribillo cargado de punch y melodía. Pero si hablamos de melodía “Fire In Your Eyes”, es el corte menos “incisivo” del disco. En cualquier caso, no estamos ante una balada al uso, ni mucho menos, ya que es más bien un uptempo impulsado por unos desarrollos más melódicos y envolventes, en los que el trío parece quitar el foco sobre la contundencia para mostrarnos su buen gusto a la hora de tratar unas melodías que suenan de lo más envolventes, y en donde nuevamente destaca el ejercicio solista de Jean Bormann antes de embarcarnos en su machacona recta final.
Radicalmente opuesto, aunque sonando tremendamente familiar, resulta el arranque de “Leave Behind”, que es otra en las que las guitarras perderán un poco de ese filo rotundo y asesino, que predomina durante la gran mayoría del disco, para seguir indagando en la vertiente más tenazmente melódica del trío. Arrancando desde abajo “Paradigm Change”, sorprende con unos compases iniciales muy rockero, para dejar que poco a poco las guitarras vayan ganando en presencia hasta posicionarse sobre una estructura muy marcada, cimentada totalmente sobre la sólida estructura de sus estrofas y la descomunal pegada de otro estribillo de tintes hímnicos que invita a ser entonado con el puño en alto.
La fuerza, la garra, y, en definitiva, la vertiente más oscura del trío germano volverá a aparecer durante “Fear Out Of Time”, que arranca con la voz filtrada de Peavy para poco a poco ir envenenándose hasta acabar completando un tema crujiente, aplastante, y en el que Rage vuelven a mostrar su capacidad para no repetirse y adaptar su sonido a los tiempos actuales, proponiéndonos diferentes cambios de ritmo y ambientaciones junto a un estribillo en el que los registros rasgados se encargarán de dar la réplica a Peavy concediendo al corte un plus de rotunda brutalidad. “Beyond The Shield Of Misery”, es otra que de seguro encandilará a su parroquia de incondicionales, -tanto a los más veteranos, como a los que se han subido al carro en épocas más recientes-, ya que es una andanada de ritmo implacable, en la que contundencia y melodía se dan la mano para dejar que sea su pegadizo estribillo el que se encargue rubricar el tema. Al igual que ya sucediera en el pasado, para finiquitar esta nueva entrega de estudio Peavy y sus secuaces han dado una vuelta de tuerca a una pieza del pasado. En esta ocasión, la elegida ha sido “Straight To Hell”, que sin proponer nada rupturista con su versión original, -sigue conservando su esencia marchosa y vacilona-., suena ahora mucho más musculosa, gracias a la rotundidad de sus guitarras.
Con paso firme, e impasibles al inexorable paso del tiempo, los Rage del incombustible Peavy Wagner continúan agrandando su leyenda. Pocas bandas tan veteranas se me ocurren que habiendo estado tantos años, y de forma continuada, en primera línea de fuego puedan decir que bien entrado el siglo XXI siguen siendo capaces de facturar obras tan sólidas y convincentes como “A New World Rising”, que no solo cumple con las expectativas de sus seguidores, sino que también dejará un par o tres de nuevos clásicos en una lista de himnos que a estas alturas es ya larguísima.
DISCOGRAFICA:STEAMHAMMER
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