Hay bandas que tienen algo que las hace especiales, que las convierten en únicas y que de alguna forma acaba convirtiéndose en su sello de identidad, y en definitiva en lo que conquista al público. Aún recuerdo la tremenda sorpresa que supuso para un servidor aquel primer acercamiento al debut de The Night Flight Orchestra, “Internal Affairs” en 2012, y es que he de reconocer que ese sonido no era lo que me esperaba al escuchar una formación que involucraba a miembros de Soilwork y Arch Enemy. Desde entonces la banda no ha dejado de publicar trabajos y realizar giras, convirtiendo cada uno de “sus viajes” en una experiencia musical de lo más placentera, disfrutable y heterogénea.