jueves, 14 de mayo de 2015

SOBER+SAVIA+SKIZOO+ROMANTHICA-RAZZMATAZZ 2-BCN-9-MAY-2015



Por si alguien albergaba alguna duda sobre el arraigo y el tirón que siguen conservando Sober dentro de la escena roquera nacional, una larguísima cola era lo que nos encontramos todos los que a media tarde del pasado Sábado 9 de Mayo encaminamos nuestros pasos hacía las inmediaciones de la sala dos del Razzmatazz, enclave escogido para que la formación de los hermanos Escobedo se reencontrará con sus fans barceloneses para conmemorar sus primeras dos décadas en activo. Además del excelente reclamo que suponía la actuación del cuarteto del foro, en esta ocasión estarían representadas sus diferentes "ramificaciones familiares", permitiéndonos volver a recuperar las composiciones de Savia y Skizoo, conformando así un atractivo cartel.

Una sala con todo el papel vendido e fue el marco idóneo para albergar tan señalada efeméride, y como invitados especiales para la ocasión contaríamos con el concurso de una banda de sobrada experiencia y reconocido prestigió dentro de la escena catalana, Romanthica. La de esta noche además representaba una actuación especial para el combo barcelonés, ya que suponía el debut de su nuevo batería Jordi Riera. También a lo largo de la jornada la banda había estrenado su nueva web, en la que se informaba a bombo y platillo de la próxima grabación de su primer DVD en directo, prevista para el próximo mes de noviembre en la sala Bikini en el concierto que pondrá el punto y final a su “Eterno Tour”.

Ante tales perspectivas y bien arropados por una buena representación de amigos y seguidores, ya que tal y como recordó  David Gohe la formación tocaba en casa, el quinteto salió a escena apoyándose en la composición de apertura de su ópera prima, ofreciéndonos los aromas sosegados y melancólicos de "Despierta", dejando una buena muestra de su profesionalidad y valía, pero sobre todo de la personalidad y el carisma que irradia su frontman, quien también es miembro de los góticos Embellish. Encuadrados en un escenario decorado con un par de lonas que flaqueaban la batería, el combo barcelonés no tuvo ninguna clase de dificultad para conectar con una audiencia muy participativa, y buena muestra de ello fue la excelente acogida que obtuvieron piezas como "Muriel", en la que la banda supo integrar a la perfección sus elementos electrónicos y los teclados pregrabados.

Como era previsible el repertorio de Romanthica estuvo totalmente centrado en el material contenido en "Eterno", así que tras saludar a sus incondicionales llegaba el momento de adentrarnos en la cascada emocional contenida en "El Vientre Del Huracán", con David ofreciéndonos un magnífico despliegue vocal mientras se concentraba en dar unas mayores cuotas de dramatismo a su interpretación. Pese a que fue el vocalista quien se convirtió en el centro de todas las miradas, lo cierto es que el resto de sus compañeros rayaron a un excelente nivel, especialmente en temas como "Mejor Será Olvidar" en el que las guitarras de Rubén Rosas y Sergi R. Perea tomaron un papel más destacado.

Con el escenario sumido en la más absoluta oscuridad era el momento de que las bases pregrabadas nos propusieran la introducción de "Sacrificado", con David reclamando nuestra colaboración para  poner a las primeras filas a mover los brazos de izquierda a derecha, para acto seguido ofrecernos  la primera pieza que compuso la banda "Al Final", que se convirtió en la excusa perfecta para que la gente cantara mientras los músicos miraban complacidos al respetable.

Para poner el broche definitivo a su descarga, no sin antes convocarnos para la cita del próximo mes de noviembre, Romanthica optaron por una de sus piezas más conocidas "Mercurio", con la que volvían a dar rienda suelta a su faceta más melódica e introspectiva. Tras la descarga todavía habría tiempo para la habitual fotografía de familia y para  un generoso reparto de púas y cds entre las primeras filas. Sin duda los catalanes aprovecharon al máximo sus 40 minutos de show, reivindicándose y poniendo de manifiesto que son una banda  que derrocha elegancia y personalidad por los cuatro costados.

Tras la actuación de Romanthica la sala presentaba un aspecto verdaderamente espectacular, incluso me atrevería a decir que hacia mucho, muchísimo, tiempo que la sala mediana del Razzmatazz no presentaba un “sold-out” para  acoger la descarga de una formación nacional. Como todos los presentes sabíamos la excusa para la descarga de esta noche era conmemorar el vigésimo aniversario de los madrileños, de hecho los propios Sober a través de las redes sociales se habían encargado de filtrar el posible repertorio, dejando entrever que lo de esta noche no sería un concierto al uso, sino más bien un detallado y exhaustivo repaso a toda su carrera, con lo que la convocatoria se convertía en una cita solo apta para iniciados.

Dejando a un lado el asunto del repertorio, llamaba la atención la producción escenográfica que portaba la formación, con sendas pantallas, a modo de columnas, enclavadas  una a cada lado de la batería, y un enorme logo luminoso situado tras la tarima del incombustible Manuel Reyes. Acompañados de un larga introducción los miembros del cuarteto fueron tomando posiciones para arrancar nuestro viaje con "Dos caras", que aunque no propició la explosión de euforia habitual en el inicio de sus descargas sí que supuso un emotivo guiño hacia el material contenido en su debut de 1997 "Torcidos", remontándonos a los tiempos en los que  todavía eran conocidos como Sober Stoned.

Con un Carlos estelar en su papel como maestro de ceremonias llegaba el momento de que la cosa fuera tomando velocidad y la elegida para provocar la primera explosión de júbilo entre la audiencia fue "Condenado", acompañada en las pantallas del proceso de multiplicación celular de un feto humano mientras el escenario se inundaba de un intensa luz verdosa. Cabe remarcar que a lo largo de todo el show las pantallas fueron ilustrando la mayoría de las composiciones que sonaron, como sucedería a lo largo de "La Prisión Del Placer", que fue amenizada por unas sugerentes imágenes que nos mostraban las siluetas de unas bailarinas contorneándose provocativamente. El primer momento álgido de la velada  llegaría con una coreadísima "Loco", con las luces recorriendo las cabezas de los presentes  mientras Carlos atravesaba  el escenario alentando al personal.

Tras cerrar el capítulo dedicado a su segundo trabajo "Morfología", era el propio frontman el encargado de anunciarnos el segmento dedicado a  "Shyntesis", siendo las escogidas para representar aquel trabajo publicado en 2001 las atmósferas introspectivas de "Versus", que fue recibida con palmas en el arranque para acabar dejándonos con la imagen de ambos hermanos copando el centro del escenario, y la etérea "Vacío", que nos arrastraría hasta el  monumental in-crescendo de su matador estribillo.

Viendo el recorrido que estaba siguiendo la velada todos sabíamos que el siguiente tramo del show sería el que nos transportaría a la época de mayor éxito comercial de la formación. De modo que toda la sala explotó al reconocer el aplastante riff de la pieza que sirvió como avanzadilla para su cuarto trabajo, "Díez años", con el que conseguían que la sala se viniera literalmente abajo creando un ambiente de complicidad y comunión total que tendría continuidad con temas como "Arrepentido", con el respetable erigiéndose como absoluto protagonista. Ante semejante colección de temas que se han acabado convirtiendo en auténticos clásicos para toda una generación de roqueros, la temperatura y el bochorno en la sala era asfixiante y la mejor forma de rematar esta suculenta trilogía fue la pieza que daba título al plástico editado en 2002,  "Paradÿsso".


Tras recibir una estruendosa ovación nuestro viaje a través del tiempo y el catálogo de la formación madrileña no se detendría, de modo que sería el propio Carlos quien se encargaría de dar el protagonismo que se merecía al siguiente corte de la noche, recurriendo para ello a una extensa presentación antes de que las pantallas empezaran a relampaguear como preámbulo perfecto para "La Nube", adentrándonos en el material de "Reddo". Con el logo de la banda ardiendo en las pantallas llegaba el momento del emocional "El Hombre De Hielo", que sería el que marcaría el cierre de este primer tramo de show.

Con la expectación palpándose en el ambiente una introducción propia del "spaghetti western" sería la encargada de devolver a la vida a Savia. Para ello saltaría a escena el bajista Jesús Pulido, mientras Carlos empuñaba la guitarra y recuperaba el sombrero de cowboy que ya usará en los conciertos de presentación de su debut "Insensible". Y es que precisamente sería este tema el escogido para dar el pistoletazo de salida a la primera ración del material de Savia. La nota curiosa fue la inclusión de Antonio Bernardini  junto a la tripleta formada por Carlos, Jesús y Manuel, (quien no abandonaría su puesto tras los tambores durante toda la velada). Tampoco quisieron dejarse en el tintero algunas composiciones incluidas en su segundo trabajo homónimo, del que rescataron piezas como "Derrotado", acompañada por unas impactantes imágenes bélicas, o la intimista "Agua Para Tu Sed", con las que ponían de manifiesto que estas canciones han resistido perfectamente el paso del tiempo y siguen conservando intacta la fuerza, el gancho y la emoción.

Una vez completado el primer pase de  Savia, era el propio Carlos el encargado de ceder el testigo a la banda capitaneada por  su hermano Jorge y el carismático vocalista Morti, Skizoo. Acompañados de una cálida bienvenida  la formación que ahora se completaba con Antonio  y el propio Jesús a las cuatro cuerdas apareció en escena dispuesta a ofrecernos  una buena muestra de su debut homónimo de 2005, enlazando de forma magistral "Solo Estas Tú", una celebradísima "Renuncia Al Sol", durante la que Morti hizo gala de su excelso carisma y de sus fantásticas facultades como “frontman”, movilizando y dirigiendo a toda la audiencia mientras escupía inmisericordemente sus intrincadas letras. Para poner el punto y seguido a esta primera tanda optarían por “Habrá Que Olvidar”.

El logo de Sober todavía oscurecido nos hacia presagiar que las sorpresas aún no habían terminado, así que nuevamente tendríamos a  Savia sobre las tablas, con Carlos en esta ocasión acompañado por su hermano para otra rotunda tripleta integrada por los rocosos riffs de "Inmortal", "Frágil", con los consistentes coros de un sonriente Jesús Pulido, -que hizo doblete con ambas formaciones-, para cerrar definitivamente el capítulo dedicado a Savia de la mano de "Sólido",  dejando tras de si a una audiencia totalmente desatada.


Haciendo gala de esa locura que tanto le aproxima a la genialidad, Morti regresaba sobre las tablas, acompañado de su característico gorro de lana y  tarareando la conocida melodía del " Inspector Gadget" para rápidamente poner la sala patas arriba al son de "Incerteza", "Algún Día", ilustrada por imágenes florales y unas rampantes luces rojizas que servirían para que el vocalista nos pusiera a todos a cantar su estribillo a capela tras concluir el tema, y como cierre definitivo un explosivo "Dame Aire", con Morti regalándonos algunos de sus imposibles contoneos  alrededor del pie de micro.


La vuelta sobre el material Sober estaría marcada por  la sentimental "Naufrago", con Carlos ataviado con una chupa de cuero y empuñando una guitarra acústica mientras era perfectamente flanqueado por Jesús Pulido y Morti, dando a la velada el punto emotivo necesario para encarar la recta final del show. Como era previsible este último tramo del espectáculo, con la formación al completo sobre las tablas, estuvo centrado en su etapa más reciente. Así que no faltaron a la cita de esta noche piezas como "Sombras", la explosión guitarrera contenida en la metálica "La Araña", convertida ya en todo un himno para sus incondicionales, o la introspectiva "Tic Tac", que volvió a contar nuevamente con el respaldo de una audiencia completamente extasiada.

Con casi tres horas de concierto a sus espaldas  sería el single " Blancanieve" el responsable de arrancar al respetable el último aliento antes de rematarnos definitivamente con "Encadenado". Para poner el broche de oro a la velada no podía faltar el emotivo recuerdo a los compañeros que se quedaron en el camino, el que fuera su batería Alberto Madrid y a su productor  Big Simon, antes de que toda la familia Sober/Savia/Skizoo tomara el escenario con un sentimental y celebradísimo "Y Serás Canción", que fue el encargado de  cerrar un concierto inolvidable para todos los seguidores de la formación madrileña

En resumen, más de tres horas de show y un espectáculo a la altura de las grandes bandas internacionales es lo que nos ofrecieron Sober a su paso por la Ciudad Condal. Tan sólo una vez en la vida se conmemoran dos décadas en activo,  así que los madrileños parecen decididos a poner toda la carne en el asador para celebrarlo por todo lo alto junto a sus incondicionales. Aunque a la salida pudieron escucharse algunas críticas sobre la estructura y el irregular ritmo del show, lo cierto es que fuimos testigos en primera persona de  un repaso fidedigno y cronológico a 20 años de trabajo, esfuerzo y superación.



TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:CARLOS OLIVER

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