viernes, 1 de mayo de 2015

THE BON SCOTT BAND+BESOS DE PERRO-BOVEDA-BCN-24-ABR-2015


Cualquier efeméride que se precie merece una sonada celebración, así que para conmemorar el segundo aniversario de la Sala Bóveda de la Ciudad Condal la gente de Trhuman producciones organizó un buen sarao contando con dos de las mejores bandas tributo de la escena local catalana. Para abrir boca e ir calentando motores contaríamos con la presencia de Besos De Perro, que nos ofrecerían un extenso repertorio basado en los himnos de una de las bandas más queridas y carismáticas del rock nacional, los navarros Marea. Mientras que los encargados de poner la guinda al pastel y cerrar la noche por todo lo alto serían una de las formaciones más veteranas si hablamos de bandas tributo en nuestro país, The Bon Scott Band. Aunque sendas bandas ofrecieron dos shows realmente notables, lo cierto es que el auténtico protagonista de la cita fue la audiencia, y es que una sala prácticamente llena fue el mejor marco para una noche de fiesta diversión, cervezas y, ante todo, mucho rock n´roll.

 Con exquisita puntualidad saltaban sobre las tablas de un Bóveda que desde primera hora ya registraba un magnifico ambiente  los chicos de Besos de Perro. El que suscribe puede decir que tuvo la suerte de seguir los primeros pasos en tierras catalanas de la formación capitaneada por el carismático kutxi Romero, y siendo fiel a la realidad hay que decir que estos chicos lo bordan, y no me estoy refiriendo únicamente a que Besos De Perro sepan reproducir con total fidelidad las composiciones del combo navarro en directo, sino porque gracias a su vocalista David Cols consiguen transmitir el buen rollo que se respira durante sus descargas. Viendo al personal que copaba las primeras filas resultaba obvio que el quinteto tenía mucho terreno ganado, pero obviamente tuvieron que emplearse a fondo para meterse en el bolsillo a una audiencia exigente.

Con un sonido compacto y muy potente el concierto se abría con una mirada hacia los primeros tiempos de la formación de Berriozar, atacando durante los primeros compases del show temas por todos conocidos como "Romance De José Etxailarena", un coreadísimo "Alfileres", los aires furtivos de "A Caballo" y "Trasegando", con los que la formación catalana dejaba una magnífica impresión, consiguiendo arrancar una cerrada ovación y más de una sonrisa entre los asistentes.

Con un look muy similar al del propio Kutxi, ataviado con un sombrero y luciendo una frondosa barba, David se convirtió en el auténtico maestro de ceremonias, alentando al público y ofreciéndonos jocosos y divertidos comentarios entre tema y tema. Con una audiencia ya muy metida en el  show y con muchas ganas de pasarlo bien  el recorrido por el extenso catálogo de Marea proseguía con trallazos del calibre de "Barniz", "A La Mierda La Primavera", otra de las que convirtió la sala en un verdadera despiporre, "La Rueca", o esa descorazonadora pieza que lleva por título "Ciudad De Los Gitanos".

Durante sus noventa minutos de show Besos De Perro demostraron tablas y experiencia, no en vano la formación lleva paseando su tributo por toda la península desde principios de 2013, de modo que el quinteto mostró mucha soltura y dinamismo a la hora de atacar himnos de la primera época como "Duerme Conmigo" o una celebradísima "El Perro Verde", con la que conseguían que la gente se sumara a la hora de corear sus estribillos. 

A lo largo de todo el show fueron constantes los comentarios entre la audiencia al respecto de  que los chicos clavaban las composiciones del combo navarro, así que podría decirse que el quinteto pasó su revalida con nota al atacar piezas como "María Canta Saetas" o "Como El Viento De Poniente".

Aunque a priori puede parecer fácil ganarse a la audiencia con un set de versiones, lo cierto es que hacerlo con los fans de una banda con tanto tirón como Marea no es tarea fácil, pero Besos de Perro consiguieron dejar una magnífica impresión entre todos los presentes, de modo que fueron constantes las demandas para que siguieran tocando. 

Como colofón definitivo para su actuación el quinteto optó por "Entre Hormigones", "En Tu agujero" y "Marea", con la que pusieron a toda el personal en cuclillas para hacernos saltar en un arrollador sprint final. En resumen, que los chicos de Besos De Perro nos hicieron disfrutar al máximo reviviendo algunos de los mejores momentos de la discografía de  una de las formaciones más queridas de la  actual escena nacional.

Tras recobrar el aliento llegaba el momento de afrontar el plato fuerte de la noche, la actuación de The Bon Scott Band. Bandas tributo en nuestro país hay muchas, pero si echamos la vista los barceloneses fueron la primera que alcanzó una cierta repercusión a mediados de la década de los noventa. Y es que tal y como recordó su vocalista, Jordi Vázquez, la formación lleva 17 años atacando sobre los escenarios el material facturado por los hermanos Young. Debo admitir que para el que suscribe uno de los principales alicientes de cara a este show era ver al guitarrista de '77, Lg Valeta en su papel de Angus Young, ya que siempre me ha parecido que es uno de los guitarristas que mejor revive el “feeling”, la intensidad y la vitalidad del mítico guitarrista en escena. Como no podía ser de otra forma, no faltó el característico uniforme de colegial, con gorra y corbata incluidos, ni el espectacular derroche físico que nos ofreció el guitarrista, moviéndose en escena como si estuviera totalmente poseído.

A escasamente un mes de la visita de la legendaria banda australiana había muchas ganas de volver a escuchar algunas de sus piezas más emblemáticas, de modo que la encarga de protagonizar un adrenalítico y explosivo arranque fue la descomunal "Riff Raff", que nos presentaba a una banda en plena forma, derrochando tablas, simpatía y actitud. Pese a que, como comentaba anteriormente, el blanco de todas las miradas fue Lg Valeta, el resto de sus compañeros rayaron a un excelente nivel. Especialmente brillante me pareció la actuación de Jordi quien demostró que no ha perdido esa toque macarra y vacilón  a la hora de presentar e  imprimir  garra a piezas como "Black In Black", que servían para caldear aún más los ánimos de una audiencia completamente desatada.

Después de dedicarnos las primeras palabras de la noche y tras manifestar su preocupación porque Lg no consiguiera contenerse sobre el escenario llegaba el momento de centrar su mirada en el material que grabará el tristemente desaparecido Bon Scott, recurriendo a dos gemas como "Hell Ain't A Bad Place To Be" y la descomunal " Walk All Over You", primera licencia que se permitieron hacia el emblemático "Highway To Hell", y que acabaría convirtiéndose en la excusa perfecta para ponernos a todos a cantar su adictivo estribillo.

El paso al material facturado a comienzos de la década de los ochenta por Brian Johnson llegaría de la mano de un infeccioso "Shoot To Thrill", para acto seguido retornar a la primera época de la formación australiana, rescatando del baúl de los recuerdos "Dirty Deeds Done Dirt Cheap", y una aclamadísima "T.N.T.", con Lg paseándose desafiante por el filo del escenario mientras no dejaba de provocar al personal para acabar deleitándonos con un bizarro final que dio con las rodillas del guitarrista en el escenario. Con un calor bochornoso en el local, la temperatura siguió en aumento, al igual que nuestras ganas de disfrutar y pasarlo en grande, al proponernos el incontestable riff que conduciría  "If You Want Blood (You Got It)", que sería la elegida para marcar el Ecuador de un show que continuaba en clara progresión ascendente.

El repertorio que nos ofreció The Bon Scott Band fue un delicioso recorrido por lo que podríamos denominar la mejor época del quinteto australiano, concentrándose en el material publicado hasta "The Razors Edge" de 1990, de modo que no podía faltar la socarronería  contenida en esa seductora y provocativa "Sin City", que acabaría convirtiéndose en la antesala perfecta para que la batería de Tony nos adentrase en "Thunderstruck", que con la gente apoyando al máximo en los coros junto a Israel y Jordi se convertiría en uno de los puntos culminantes de la velada. Tras recibir, una vez más, el reconocimiento de toda la sala era el propio Lg el encargado de adentrarnos en una incendiaria versión de “High Voltage”, que Jordi aprovecharía para hacernos cantar y  presentarnos al resto de  sus compañeros. Como era previsible el momento cumbre llegaría cuando Jordi presentó al guitarrista,  momento que este aprovechó para pasearse por el local mientras no dejaba de castigar su instrumento.

La invitación a la fiesta y el despiporre quedaría definitivamente sellada con “ You Shook Me All NIght Long”, que sería la que nos adentraría en la recta final, proponiéndonos un “sprint” definitivo que estaría protagonizado por piezas como el chispeante “Let There Be Rock”, todo un derroche de caña, actitud y entrega, que provocó que  Lg tuviera que cambiar su instrumento a mitad de canción al romper una de sus cuerdas, y , como no, “Hells Bells”, tras la que el quinteto abandonó por primera vez el escenario acompañado de  una rotunda ovación. Aunque el tiempo se nos echaba encima The Bon Scott Band regresarían sobre las tablas para finiquitar su fantástica actuación regalándonos  dos piezas básicas dentro del reportorio de la banda australiana, un celebradísimo “Highway To Hell”, que volvió a elevar al máximo la temperatura en el local, con el personal cantando su hímnico estribillo, para dejar paso a “Whole Lotta Roise”, que con su aire macarra y desenfadado pondría el colofón definitivo a la velada.




TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ

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