sábado, 18 de junio de 2016

69 VALVULAS+AERIAL BLACKED+MOTTO PERPETUO-SALAMANDRA 2-BCN-11-JUN-2016



Siempre he pensado que la mejor forma de testar el estado de salud de nuestra escena es acercarse cualquier  fin de semana a una sala  y presenciar la descarga de esas bandas que siguen invirtiendo tiempo, trabajo y esfuerzo en dar a conocer su trabajo. En esta ocasión, los protagonistas de esta velada de Sábado en la Sala 2 del Salamandra eran 69 Válvulas, quienes recientemente publicaban su debut “180”, un trabajo que destaca por la pegada de sus composiciones, la frescura de sus estribillos y, sobre todo, la peculiar voz de su vocalista Romà Vila y la excelente labor a las seis cuerdas de Is, consiguiendo dar a  cada tema un toque especial y característico. Pese a ser esta su noche el cuarteto no acudiría solo a la cita, ya que para acompañarles contarían con el concurso de los mataronense Aerial Blacked, que continúan sumando fechas a su “Breaking Stones Tour”, mientras que los elegidos para romper el hielo y abrir la velada serían, curiosamente, la banda más veterana de las tres que integraban el cartel, Motto Perpetuo.

Con algo de retraso sobre el horario inicialmente previsto saltaban a escena vestidos de riguroso negro y acompañados de una intrigante introducción los miembros de Motto Perpetuo. Liderados por una simpática y sonriente Mireia Farré, el cuarteto se dedicó durante los primeros compases del show a repasar algunos de los mejores momentos de su debut “Perpetual Time”, que vio a la luz hace ya unos años, concretamente en 2009. De modo que no faltarían andanadas de corte  power metalero como “Angels Memories” o las pinceladas góticas contenidas en “False Madness”, que servían para poner de manifiesto las tablas y la veteranía del cuarteto.

Sin duda uno de los principales activos de Motto Perpetuo es el tándem que forman Mireia Farré y el guitarrista y alma-matter de la formación Jordi Fernández, ya que mientras que la vocalista es la encargada de poner el toque de elegancia y distinción con un registro potente y de corte operístico, el “hacha” es quien se encarga de imprimir fuerza y personalidad a las composiciones, alternando pasajes de alto octanaje metálico con desarrollos neo-clásicos. Tal y como nos comentó Mireia la banda ha estado un tiempo fuera de circulación, pero esto no quiere significar que hayan dejado de trabajar en el local de ensayo, así que durante su presentación aprovecharon para estrenar  algunas de las composiciones que formaran parte de su próximo trabajo. 

“Fight On Fire”, fue la primera novedad de la noche, y rápidamente pudimos observar que la banda, pese a no desmarcarse de lo propuesto en su debut,  ha profundizado en su faceta mas sinfónica, mezclando de forma solvente la luminosidad de sus estribillos y la rotundidad de unos pasajes instrumentales compactos y precisos. Con una ambientación completamente diferentes llegaría el momento de “On The Edge”, que tal y como nos comentó  Mireia pasa por ser el tema más oscuro que han escrito hasta el momento, y para el que la vocalista dejó de lado su habitual sonrisa para concentrarse en una dramática interpretación.

Curiosamente, el momento más flojo de su actuación llegaría con la versión “The Best” de Tina Turner, que personalmente no me acabó de convencer, ya que note a Mireia algo forzada al tratar de rasgar en exceso su registro. Afortunadamente, la banda no tardaría en volver a la buena senda, apostando por recabar la complicidad de la audiencia durante “Summer Storm”, con la que volvían a ofrecernos otra demostración de clasicismo powermetalero.

Antes de encarar la recta final del show el cuarteto todavía tendría tiempo de solicitar nuestra colaboración para formar parte de la campaña de crowdfunding que en breve iniciaran y que servirá para sufragar los gastos de su nuevo trabajo. El broche definitivo para una descarga cargada de intensidad y magia estaría reservada para la pegadiza “The Word´s I Didn´t Told You”, y la final “Inmortal Wings”.

En la variedad está el gusto, o eso dicen… Así que tras dejarnos imbuir por el torbellino power/ sinfónico que nos propusieron  Motto Perpetuo llegaba el momento de cambiar radicalmente de registro y adentrarnos en la propuesta ambigua y heterogénea que nos ofrecían  Aerial Blacked. Y es que si algo caracteriza el sonido de la formación mataronense es la amplitud de miras, ya que lejos de encerrarse o dejarse encasillar  dentro de un estilo determinado, el cuarteto sabe como  moverse a la perfección por diferentes registros, explayándose con soltura y determinación por territorios tan a priori dispares como son el metal alternativo, el hard  rock tradicional, o los pasajes progresivos, aunque sin renunciar nunca a una potencia descomunal, que en algunos momentos  llega a ser casi fronteriza con el thrash metal.

Con mucha fuerza y muy motivados el cuarteto saltaba a escena con el cuchillo entre los dientes dispuesto a aprovechar al máximo su tiempo para captar nuevos adeptos a su causa. Liderados por su vocalista y guitarrista Héctor la banda no tuvo ningún tipo de problemas para conectar con una audiencia que les fue afín y que parecía conocer sus composiciones al dedillo,  de modo que la noche arrancaba de la mejor manera gracias a la conexión que el cuarteto supo crear con sus seguidores al pisar el acelerador a fondo en temas como “The Edge Of Death”. La encargada de hacernos recuperar el aliento tras un arranque verdaderamente imparable sería “Kenyon”, que con su densidad melódica servía para que el cuarteto se adentrara en tesituras  más groovies.

El encargado de hacer que el show volviera a recobrar su trepidante ritmo sería el primer single de “Breaking Stones”, “The Radar”, un puñetazo directo y certero  con el que el cuarteto volvía a poner las cartas sobre la mesa apostando por un tema mordaz y salvaje, con Héctor rasgando sus cuerdas vocales mientras sus compañeros se dedicaban a machacar sus instrumentos para contagiar a una audiencia cada vez más participativa. Aunque sin duda fue el vocalista quien se llevó la mayoría de las miradas, con su actitud salvaje y sus excelentes formas como frontman, lo cierto es que gran parte del peso de la banda recayó sobre su batería Gustavo, quien nos ofreció todo un recital, alternando acometidas salvajes con pasajes más densos y cadenciosos, tal y como sucedió a lo largo de “Queens Of Nowhere”, que nos mostraba la facerta más alternativa del cuarteto.

Pese a que el grueso del repertorio estuvo centrado en el material de su primer largo, los mataronenses no quisieron dejarse en el tintero algún guiño hacia el material contenido en su anterior Ep de 2013, de modo que no faltaría la rabia desatada contenida en el macarra e irreverente “Fucking Machine”, que se convertiría en la antesala perfecta para una fantástica versión del clásico de Guns N Roses “You Could Be Mine”, que no hacia más que calentar los ánimos en una sala de lo mas animada.

Para sacar a relucir su vertiente  más corrosiva y cercana al punk la formación optaría por la bronca pieza que cierra su trabajo “Gasoline” y la combativa “Rebellion”, mientras que la elegida para cerrar su descarga, con Héctor dejando a un lado su guitarra para concentrarse en su papel de frontman, optarían por toda una declaración de intenciones como fue “Rock & Pain”. Tablas, calidad y, sobre todo, actitud. Aerial Blacked son una bomba de relojería en directo, yo si fuera tú no dejaría pasar la oportunidad de verles en directo.

Tras un vertiginoso cambio de equipo todo parecía preparado para que los protagonistas de la velada, 69 Válvulas,  tomaran el escenario para presentar en sociedad las composiciones de su trabajo “180”. Ante una sala expectante, repleta de conocidos y amigos, el cuarteto apareció tomaba posiciones  motivado y dispuesto a dejar una magnifica impresión entre los que se acercaron a verles, de modo que la encargada de abrir fuego fue “Si No Te Vuelvo A Ver”, una magnifica elección para arrancar el show ya que durante su desarrollo pudimos ver muchos de los elementos que marcan la propuesta de los catalanes: una base rítmica compacta y muy marcada, un vocalista con un timbre personal y muy característico, unas buenos estribillos corales y, como no, un guitarrista hábil y técnico  que nos ofreció todo un recital a la hora de atacar su instrumento.

Desafortunadamente, a diferencia de lo que sucediera durante las actuaciones de Mutto Perpetuo y Aerial Blacked, el sonido no acompañó al cuarteto, por lo que tuvieron que lidiar con algunos problemillas técnicos durante la primera parte del show. Pese a ello, 69 Válvulas no se desanimaron y siguieron  desgranando algunos de los mejores temas de su debut, dejando unas fantásticas sensaciones al recurrir a su faceta más heavy metalera en temas como el que abre el disco ,“Dogma”, que servía para que Romà nos obsequiara con  una colección de  agudos.  También tendría ocasión el vocalista de mostrarnos sus buenas formas como frontman durante los prolegómenos del melódico medio tiempo “Jungla De Cristal”, en la que pondría a todos los presentes a dar palmas acompañando su emotivo desarrollo.

El cambio de tercio llegaría en la extensa introducción que serviría como preámbulo del cachondo “Pescadero”, del que Romà nos desgranó su historia mientras su compañero el bajista Fonx, aprovechaba para maquearse y lucir en escena el uniforme de pescadero (delantal, gorro y guantes incluidos). Como no podía ser de otra manera la pieza fue una de las mas celebradas y coreadas de la noche, demostrando que tiene visos de convertirse en una pieza clave  en sus directos. El retorno sobre la sonoridad más habitual del cuarteto estaría marcada por los potentes riffs de “Sobre Un Duende”, con la que la banda volvía a pisar el acelerador al máximo.

Para encarar la recta final del show su bajista volvería a caracterizarse nuevamente, escogiendo en esta ocasión unos cuernos al mas puro estilo Angus Young para atacar “Súcubo”. La última ocasión de cantar junto a Romà estaría reservada para los rotundos estribillos del adictivo “Pisa Fuerte”, que se convertiría en otro de los momentos álgidos del show. Lamentablemente los retrasos acumulados acabaron obligando a la banda a tener que acortar su repertorio, con lo que se quedaron fuera algunos temas que debían haber sonado. Pero antes de dar por concluida su descarga todavía nos presentarían un cover, concretamente una versión convenientemente roquerizada  de “Superstitious”, que significaría la guinda perfecta para una velada que sirvió para poner de manifiesto que nuestras bandas siguen trabajando duramente para sacar la cabeza de los locales de ensayo  y tocar en directo… aunque muchas veces parece que el público lo ignore.




TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ

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