viernes, 2 de mayo de 2025

AVALANCH+EDER PULLHAMMER-REDSTAR-VALLS-26-ABR-2025

 


Parece que nos estamos acostumbrando a ser testigos de como las bandas que marcaron nuestra juventud celebran sus aniversarios. Sin embargo, eso no tiene que impedirnos poner en valor el trabajo, la constancia y el sacrificio de unos artistas que han batallado, como es en el caso que nos ocupa Alberto Rionda, durante más de tres décadas liderando a un nombre que se ha acabado convirtiendo en mítico e imprescindible a la hora de hablar del heavy metal en nuestro país. Muchos han sido los músicos que han acompañado al virtuoso guitarrista ovetense a lo largo de esta larga travesía dejando su impronta en el sonido y la personalidad de Avalanch. Pero indudablemente lo que más ha marcado el sonido de la banda, provocando encendidos debates entre sus incondicionales, han sido los diferentes vocalistas que han estado al frente, todos ellos con sus defectos y sus virtudes. Por supuesto que cada cual tendrá sus preferencias personales, pero lo que nadie puede negar es que todos ellos han sido imprescindibles para convertir el nombre y el legado del combo asturiano en legendario.

Indudablemente cualquier seguidor de Avalanch podría fantasear con una gira en la que pudieran compartir escenario algunos de los músicos más importantes que han marcado la trayectoria de la banda. Pero no nos engañemos, eso sería muy difícil por motivos obvios. Sin embargo, para alegría de todos sus seguidores para esta gira “XXX Aniversario”, el combo asturiano está contando con dos vocalistas: José Pardial, que representa el presente y el futuro de la banda; y Ramón Lage con quien Rionda y sus acompañantes recuerdan una etapa muy concreta de lo que ha sido su andadura. Sin duda el planteamiento para el show de esta noche era muy atractivo, así que un buen número de seguidores decidieron dejar aparcado el clásico del fútbol nacional, aunque en juego estuviera la Copa Del Rey, para acudir a la sala RedStar de Valls, Tarragona.

Para ir calentando motores antes del desembarco de Mr. Rionda y sus acólitos tendríamos ocasión de disfrutar del directo de Eder Pullhammer, quienes aprovecharon la ocasión para presentar su más reciente lanzamiento “De Frente”. Aunque cuando salieron a escena la sala no estaba todavía muy concurrida, entre los presentes había una buena representación de seguidores y amigos de la banda que tararearon sus temas y arroparon al quinteto valenciano para que acabara rubricando una buena presentación.


En cuanto a su estilo podríamos catalogarlo como metal melódico, ya que en su propuesta pudimos apreciar tintes de heavy metal clásico, algunas pinceladas power, como las contenidas en la inicial “Triunfo “, diferentes matices de corte hard rockero, y todo ello conveniente aderezado por unos rotundos y certeros coros que sirvieron para dar empaque y punch a los pegadizos estribillos que marcaron temas como “Pobre Lorena”.

Aunque el concepto de Eder Pullhammer gira en torno a la figura del guitarrista y principal compositor Diego Arbal y el vocalista Rafa Navarro, lo cierto es que me llamaron la atención las aptitudes de su bajista, Jesús Parejo, quien dejó buena cuenta de sus habilidades durante los compases iniciales de “Noche Tras Noche”, antes de que los más animados acabaran participando con el puño en alto a la hora de corear su acelerado estribillo. Habiendo conectado ya con gran parte de los presentes, los valencianos no levantaron el pie del acelerador, ya que sin concedernos tiempo para recuperar el aliento nos invitaron a sumergirnos de lleno en “Tu Vida”.

No tardarían mucho en cambiar de registro, así que tras marcarse un arranque muy marchoso y enérgico llegaba el momento de recabar la participación de todos los presentes para dar una ambientación especial a su adaptación, en clave de intenso uptempo, de “La Llorona” de Chavela Vargas que cerraba su EP homónimo de 2021. Las guitarras más potentes y los desarrollos más dinámicos no tardarían en regresar de la mano de “Escapar”. Acto seguido llegaría el momento de recobrar mínimamente el aliento con los aromas más relajados que la banda nos brindó durante el binomio que conformaron “El Día Llegará” y “Dime”.

A estas alturas del show estaba claro que tanto el público como la propia banda tenían ganas de marcha, de diversión y, en definitiva, de metal. Así que Diego nos anunció la colaboración de un gran amigo de la banda, Jaime, del grupo valenciano de hardcore punk, Gumo, que fue quien se encargó de imprimir un plus de contundencia al sumar a la propuesta de la banda unos registros más rasgados y agresivos al tema que presta título a su más reciente largo: “De Frente”. Tras semejante derroche de garra y contundencia tocaba calmar mínimamente los ánimos del personal, de modo que Diego y Rafa serían los que se encargaron de poner al personal a mover los brazos de izquierda a derecha durante la emotiva “Nuestra Revolución”.

Encarando la recta final del show llegaba una de las composiciones que tanto los miembros del combo valenciano como sus propios seguidores tienen en mayor estima: “El Último Aliento”, la pieza que grabaron junto a José Andrea, que como no podía ser de otra forma fue de las que mejor acogida obtuvo. Mientras que la elegida para cerrar su descarga por todo lo alto fue la power metalera “Mi Batalla”, el tema que grabaron junto al frontman de “sus queridos” Saratoga, Tete Novoa, tras el que se marcharon acompañados de una cálida ovación y dejando unas buenas sensaciones entre los presentes.


Una vez concluida la descarga del combo valenciano el escenario de la sala RedStar se preparaba para acoger el show de las estrellas de la noche: Avalanch, quienes disfrutaron de una gran pantalla trasera, -en parte oculta tras el set de batería de su más reciente incorporación Bjorn Mendizábal-, donde pudimos contemplar diferentes proyecciones e imágenes de algunos de sus vídeo-clips, y sendas pancartas laterales que nos recordaban la efeméride que serviría como “leitmotiv” para su descarga de esta noche. Precisamente, ese fue un detalle que me sorprendió y me gustaría comentar. Pese a que la gran mayoría de los asistentes tenían una idea aproximada del espectáculo que iban a presenciar, entre los asistentes había quien se enteró dentro del recinto, y minutos antes del inicio del show, de que esta noche al frente del combo que capitanea Alberto Rionda íbamos a tener a dos vocalistas: José Pardial y Ramón Lage.

En cuanto a lo que fue la estructura del show podríamos decir que se estuvo dividido en tres partes bien diferenciadas. La primera, en la que fue José Pardial quien llevó las riendas repasando un par de temas de lo que hasta el momento ha sido el último trabajo de estudio de la banda: “El Dilema De Los Dioses”, un par cortes de la “etapa Victor García”, y un guiño a la propia “etapa Lage”. La segunda, quizás la más emotiva y especial para muchos de los presentes, con Ramón Lage volviendo a interpretar algunos de los temas que grabó. Y una tercera, la más interesante y rotunda, con ambos vocalistas juntos en escena repartiéndose las tareas vocales para dar una nueva dimensión a varios de los himnos imprescindibles y fundamentales de la carrera del combo asturiano. Otro detalle a destacar fue el buen rollo que se palpó en todo momento, no solo entre ambos vocalistas, -que intercambiaron mensajes de admiración y respeto-, sino entre todos los miembros de la banda. Y sin duda, para los más morbosos, en el recuerdo quedará el emotivo abrazo que se dieron Alberto Rionda y Ramón Lage, dejando patente que las diferencias y los malos rollos entre ellos son ya parte del pasado.

Tras una emocionante introducción, y precedida de una alocución, irrumpía la guitarra de Alberto Rionda para anunciarnos que la velada arrancaba con “Horizonte Eterno”. No tardaría mucho en comparecer José Pardial para, -tras regalarnos un grito descomunal-, ponerse al frente de sus compañeros y llevarnos a través del carrusel de emociones de un tema inicial que contó con los coros de un Manuel Ramil, -que se mostró discreto y efectivo desde su esquina parapetado tras sus teclados- y el bajista Nando Campos, que no perdió su amplia sonrisa durante todo el show. No abandonaríamos lo que ha sido la última etapa de la banda, ya que tras la primera ráfaga de aplausos, a modo de cálida bienvenida, el quinteto se adentró de lleno en los vibrantes increscendos de “El Dilema De Los Dioses”, que nos tocaba la fibra con la descomunal interpretación de Pardial, -que se mostró absolutamente intratable, combinando fuerza, sensibilidad y potencia-, y con la primera muestra de distinción y elegancia de un Alberto Rionda que, pese a no asumir el rol de líder, fue quien dirigió las operaciones.

Por supuesto que la noche iba a estar llena de miradas al pasado. A lo largo de estas tres décadas Avalanch han grabado un montón de temas que se han acabado convirtiendo en clásicos para todos sus seguidores. De modo que la primera mirada al pasado no tardaría en llegar en forma de “Lilith”, que nos dejaba la estampa del vocalista madrileño clavando las rodillas en el escenario para conceder unas mayores cuotas de dramatismo a su fantástica interpretación mientras la guitarra de Rionda nos mostraba su vertiente más punzante y agresiva. Para muchos de los presentes, “El Ángel Caído” además de ser uno de los trabajos fundamentales del metal en nuestro país, marcó un punto de inflexión en la carrera de Avalanch. Así que como era previsible “Delirios De Grandeza”, fue la responsable de poner, por primera vez, el recinto patas arriba, con todo el personal levantando los puños para corear el inicio del tema antes de adentrarnos en su cabalgada netamente powermetalera, poniéndonos a más de uno los pelos de punta al pensar que han pasado casi 25 años desde que se publicó.


En comunión perfecta con sus seguidores, Pardial se encargó de hacernos calentar la garganta para que todos entonáramos junto a él “Xana”, con el que la banda continuaba navegando por el material que formó parte de lo que fue su cuarto largo. A lo largo de la velada Avalanch se permitieron un único y solitario recuerdo al material contenido en “El Secreto”. Sin embargo, el personal coreó con pasión y total entrega el pegadizo estribillo de “La Flor En El Hielo”, dejando patente que el disco que grabaron con Isra Ramos ha calado hondo entre sus incondicionales, aunque he de reconocer que Pardial ha conseguido hacer suyo el tema dándole un toque muy personal.

Tras unos segundos de silencio, -en los que las carreras se sucedieron para poder cambiar rápidamente la caja del kit de batería de Bjorn Mendizábal-, arrancaba, de la misma forma que se inició el concierto, la segunda parte del show: con Alberto Rionda avanzándonos el riff de “Lucero”, que llegaba acompañada de las proyecciones de unas montañas nevadas, y que servía para que Ramón Lage realizase su triunfal entrada, dejando claro que su registro sigue sonando igual de potente y personal que antaño. No lo voy a negar, para un servidor fue realmente emocionante volver a ver juntos sobre el escenario a Rionda y Lage, y es que creo que cualquier seguidor de Avalanch que se precie no podría resistirse ante la intensidad melódica que la banda desplegó en la siempre emotiva “Niño” y “Hoy Te He Vuelto A Recordar”.

Me gustó mucho como Lage, -al que vimos cómodo y totalmente integrado con el resto de sus compañeros-, encaró su parte del show, mostrándose certero y en todo momento muy arropado por un público que le aclamó en diversas ocasiones a lo largo de la velada. Precisamente, una de ellas fue durante la presentación de “Mil Motivos”, que obligó a cortar el speech del frontman antes de sumergirnos de lleno en esa sonoridad tan especial y de esencias nórdicas, combinando la elegancia de los teclados, la potencia guitarrera y un estribillo absolutamente imparable que apareció proyectado en la pantalla trasera mientras la gente lo cantaba con el puño en alto sin dejar de saltar. Por supuesto que también tuvimos ocasión de reafirmar nuestra fe en el rock, en los músicos, en la propia banda..., con un “Aún Respiro”, que sonó intenso, potente y con una guitarra absolutamente matadora.

Evidentemente tanto Pardial como Lage acabaron convirtiéndose en protagonistas del show. Sin embargo, todos sabíamos que el gran artífice, y “El Capitán General”que porta los galones y lleva los destinos de la nave asturiana es Alberto Rionda. Así que, como no podía ser de otra forma, el virtuoso guitarrista también tuvo ocasión de darse su particular baño de masas al quedarse solo en escena para tras un desarrollo solista recabar el apoyo y el cariño de sus seguidores. Sin duda fue uno de los momentos mágicos e inolvidables de la velada. Y es que Ramón y Alberto se quedaron solos en escena para entre ambos “hacer patria”, dándonos la oportunidad de escuchar en vivo el tema que abría el recopilatorio “Un Paso Más”, poniéndonos los pelos de punta con su adaptación de la nana tradicional asturiana “Agora Non”, para posteriormente acabar fundiéndose en un emocionante abrazo. Este mano a mano tendría continuidad durante la emocional “Alborada”, tras la que los dos se marcharon dejando el escenario desierto y al personal absolutamente expectante.

Tras un breve impás aparecía en su esquina Manuel Ramil mientras que la parte central era ocupada por Pardial, -que apareció luciendo una tejana clara y el pelo suelto-, para entre ambos brindarnos todo el dramatismo y la intensidad de “Vientos Del Sur”, que fue la escogida para proponernos una primera incursión en el ya mítico “Llanto De Un Héroe”. Tras recabar la ovación del respetable, por fin había llegado el momento que muchos habíamos estado esperando, que era mi más ni menos que ver a ambos vocalistas juntos en escena. Así que tras dedicarse palabras de admiración mutuas, llegaba el momento de mostrar todo su potencial, y para ello que mejor que hacer subir el nivel de excitación del respetable con “Otra Vida”, que arrancaba con Ramón llevando las riendas para luego acabar aunando fuerzas ante el regocijo de un respetable que estaba disfrutando al máximo del espectáculo.

La fórmula se invertiría, ya que fue Pardial quien se encargó de marcarse las estrofas iniciales de “Baal” mientras que fue el vocalista ovetense el que, desde la parte trasera del escenario, se encargó de darle la réplica abordando los registros más rasgados y cañeros. Con ambos vocalistas frente a frente, intercambiando pasos pugilísticos, arrancaba otro de esos momentos que nos cautivó: “Pies De Barro”, que nos invitaba a emocionarnos con sus rotundos increscendos y la musicalidad de su apabullante estribillo antes de zanjarse por todo lo alto con un grito desgarrador de Ramón. Para poner el punto y seguido a su vibrante descarga el combo asturiano nos dio argumentos para que todos botáramos incansablemente mientras coreábamos ese clásico imprescindible que es el imbatible “Alas De Cristal”, que a punto estuvo de irse al traste a causa de un inoportuno problema en la guitarra de Rionda, aunque afortunadamente sus compañeros pudieron salvarla tirando de tablas y profesionalidad.

No tardaría mucho el, ahora, sexteto en regresar sobre el escenario para rubricar definitivamente la velada con una nueva mirada a lo que fue “El Hijo Pródigo”, del que precisamente en este 2025 se cumple su vigésimo aniversario, mostrando nuevamente la faceta más visceral y cañera de la banda al dar buena cuenta de “Lágrimas Negras”, con Ramón llevando las riendas. Mientras que, como no podía ser de otra forma, la elegida para finiquitar el show fue la power metalera “Torquemada”, que nos dejaba a Pardial haciéndose cargo de los registros más exigentes mientras Ramón aporreaba los platos de la batería en un final épico y absolutamente brutal.

He de reconocerlo. Siendo seguidor de Avalanch desde los tiempos de “Llanto De Un Héroe”, y habiendo seguido toda su trayectoria, el planteamiento de esta gira “XXX Aniversario” me parecía, a priori, muy atractivo. Quizás por ello mis expectativas eran muy altas. Y lo cierto, es que no me duelen prendas a la hora de reconocer que la banda estuvo a un nivel excelso. Fueron más de dos horas de show, en el que pudimos volver a recordar algunos de esos himnos que a muchos, además de marcarnos, nos han acompañado durante casi media vida, y cantados por dos de las mejores voces dentro de la escena nacional.




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