Hace menos de dos años, concretamente en diciembre de 2023, BABYMETAL llegaban a Barcelona para sorpresa de muchos convertidos ya en un fenómeno de masas dentro del público occidental. Sin ir más lejos consiguieron llenar hasta la bandera el que muchos consideramos como el templo de la música en directo en la ciudad condal: la sala grande del Razzmatazz. Sin embargo, aquella exitosa visita, no estuvo exenta de controversia y polémica, ya que muchos se quejaron, no sin razón, de que la propuesta del combo nipón poco tenía que ver con los tradicionales arquetipos del Metal. Pues bien, sobreponiéndose a todo eso, Babymetal regresaban a la capital catalana antes de publicar lo que será su nuevo trabajo “Metal Forth”, que verá la luz a mediados del próximo mes de Junio. Nada extraño si tenemos en cuenta que varios de los temas que incluirá ya se han convertido en verdaderos himnos para sus fieles incondicionales. Para su reencuentro con sus seguidores catalanes BABYMETAL optaron por trasladar su espectáculo a un recinto de mayor aforo y al aire libre, siendo el enclave escogido la Plaza Mayor del Poble Espanyol en la Montaña Olímpica de Montjuic, lo que hacía prever que tendríamos ocasión de disfrutar de una producción escénica más vistosa, ambiciosa y llamativa que en su última visita.
Por supuesto, no fue una sorpresa. Los que ya acudimos a la anterior convocatoria de la formación tokiota pudimos apreciar lo variopinto que es el público que arrastran. Así que entre los asistentes pudimos ver a público de todas las edades, desde niños bastante pequeños, -con los oídos convenientemente protegidos y acompañados por sus padres-, grupos de adolescentes, parejas de mediana edad, e incluso rockeros veteranos. En cuanto a los gustos musicales de los mismos, pues más o menos igual. Había gente que llegaba atraída por su propuesta, otros que denotaban con su indumentaria su fascinación por la cultura japonesa y, por supuesto, una importante representación de la parroquia rockera, aunque en honor a la verdad hay que recalcar que bastante más discreta que en su anterior visita. Quizá lo más llamativo fue la presencia de ese público colorista y afín a certámenes y espectáculos como Eurovisión, y es que para dar el pistoletazo de salida a esta agradable tarde/noche primaveral contaríamos con la presencia de Bambie Thug, quien representó a Irlanda en ese certamen el pasado 2024. Mientras que para amenizarnos la espera justo antes de la aparición de las indiscutibles estrellas de la noche tendríamos ocasión de presenciar la descarga de Moriah Rose Pereira, o lo que es lo mismo: Poppy.
La popularidad y el tirón que han alcanzado BABYMETAL, dejando a un lado gustos y preferencias personales, resulta absolutamente incontestable. Y ver la larga cola que aguardaba impaciente a que se abrieran las puertas del recinto fue la mejor prueba para rubricar el notable calado que han conseguido. He de reconocer que un servidor no tenía muchas referencias previas sobre la artista encargada de abrir el show, Bambie Thug. Así que la mejor opción era plantarse frente al escenario con mentalidad abierta. Lo primero que me gustaría destacar de su show es que me parece que su propuesta poco tiene que ver con el pop, el rock, y ni mucho menos con el metal. Y es que lo más afín a lo que podíamos denominar como nuestra música, fue la tipografía del logo que presidió el escenario, ya que parecía el de una banda de death metal.
Musicalmente hablando la propuesta de Bambie Thug me pareció muy ecléctica y de difícil clasificación. Salió a escena luciendo una llamativa indumentaria y acompañada de dos bailarines, con lo que no contó con una banda de apoyo de músicos como tal, así que toda la música que escuchamos a lo largo de su show fue “enlatada”. Es más, diría que varías de las líneas vocales que pudimos escuchar estuvieron también disparadas. Y es que su punto fuerte, y lo más llamativo de su presentación, fueron los bailes y las coreografías que marcaron temas como el discotequero “Hex So Heavy” y “Egregore”; en la que aunque fuera disparado pudimos escuchar un rotundo riff de guitarra.
Sin embargo, pese al desconocimiento de un servidor en lo que ella misma denomina como ouija-pop, he de reconocer que la irlandesa supo conectar con unas primeras filas que saltaron y bailaron siguiendo los rapeos que marcaron temas como “Careless”. También hubo tiempo para que los más animados saltaran y movieran los pies siguiendo los ritmos más netamente discotequeros de “Redrum Rave”. El momento más aplaudido de su descarga llegaría durante la parte final del show cuando Bambie Thug exhibió con orgullo la bandera palestina en una mano mientras que en la otra sostenía la del Orgullo Trans. En definitiva, para los seguidores del rock, podríamos decir que la tarde no empezó de la mejor forma posible. Sin embargo, creo que Bambie Thug dejó unas buenas sensaciones entre unos seguidores que disfrutaron intensamente de su hit eurovisivo “Doomsday Blue”.
La elegida para protagonizar el segundo acto de la noche fue la americana Poppy, a quien podríamos tildar como una artista totalmente contemporánea, ya que alcanzó reconocimiento y notoriedad a través de Youtube, para posteriormente desarrollar una carrera discográfica en la que en sus diferentes entregas ha fusionado pop, rock, ska, y las sonoridades electrónicas, lo que le ha valido para ser nominada en un par de ocasiones para los prestigiosos premios Grammy. Así que no me sorprendió que su presencia hubiera suscitado una gran expectación entre gran parte del personal que a esa hora de la tarde aguardaba impaciente su llegada.
En cuanto a su puesta en escena fue diametralmente opuesta a la de Bambie Thug, ya que Poppy se presentó acompañada de una banda de músicos enmascarados. Como montaje escénico aparte de la gran pantalla trasera con el logo de Poppy que estuvo presidiendo todo el show, también contaría con unas altísimas columnas de humo que se encargaron de potenciar algunos de los pasajes más rotundos y cañeros de su presentación. En cuanto a lo que fue el repertorio consistió en un recorrido por algunos de los momentos más destacados de su carrera, buscando en todo momento la complicidad de un público que no se cortó a la hora de participar en temas como la inicial “Have You Had Enough?”.
Fue durante la descarga de Poppy cuando empezó a funcionar el vistoso juego de luces que luego podríamos disfrutar durante la descarga del combo nipón. Así que piezas como su particular adaptación del “V.A.N”, de sus compatriotas Bad Omens sirvieron para que la vocalista desplegara todo su potencial junto a unas rotundas pinceladas de rock industrial. Derrochando carisma y magnetismo, Poppy no tuvo dificultades para meterse en el bolsillo a un público que no se cortó a la hora de seguir sus indicaciones, agitando los brazos durante “The Cost Of Giving Up”. Por supuesto que no faltaron algunas de sus llamativas puestas en escena, y es que fue durante la interpretación de “Scary Mask”, cuando la vocalista lució una extravagante mascara.
Sin duda fue una de las imágenes de la descarga de Poppy, y es que durante el tema “I Disagree”, pudimos ver a gran parte de los presentes moviendo los brazos hacia delante con la palma de la mano extendida creando una espectacular estampa dentro de una Plaza Mayor del Poble Espanyol que estas alturas de la tarde estaba ya bastante concurrida y animada. Para encarar lo que fue el tramo final de su presentación Poppy y sus muchachos optaron por volver a recurrir a la simbiosis entre sonoridades electrónicas, atmósferas bucólicas y riffs aplastantes que marcaron la inclasificable “Concrete”. Mientras que el remate definitivo corrió por cuenta de los ritmos saltarines e implacables “No Way Out”.
Tras la descarga de Poppy, la espera se hizo larga.Tuvimos que esperar más de lo habitual en estos casos. Así que el retraso, convenientemente amenizado con temas que podemos considerar ya clásicos de bandas como Rammstein, Korn, Linkin Park o System Of A Down, hizo crecer, aún más si cabe, la expectación entre unos seguidores que aguardaban impacientes la aparición sobre las tablas de BABYMETAL. Ya tuvimos ocasión de comprobarlo en su anterior visita. La banda que lidera Su-Metal concede un importante protagonismo a lo que es su puesta en escena. Así que esta noche no faltaron: impactantes proyecciones, los invitados virtuales que aportaron su granito de arena en algunos de los temas que sonaron, muchas imágenes del público presente, y en especial de los más pequeños. En esencia, ese fue también parte del espectáculo que pudimos disfrutar en su anterior visita.
Sin embargo, esta noche, en un escenario más grande todo fue más vistoso y llamativo: desde los bailes de las chicas, pasando por las altísimas columnas de humo que se alzaron imponentes en la parte frontal del escenario, las fuentes de chispas, la pirotecnia y, por supuesto, las lanzas de fuego que sirvieron para conferir unas mayores cuotas de epicidad a algunos de los momentos más cañeros y vibrantes del show. Y es que casi todos los presentes al finalizar el concierto comentaban que el espectáculo había sido brillante a nivel visual. No obstante, donde no hubo unanimidad fue a la hora de valorar la calidad del sonido, ya que mientras muchos se mostraban encantados, a otros nos pareció que todo sonó un poco saturado e incluso, por momentos, demasiado embarullado, perdiéndose muchos matices y detalles.
Desde siempre las descargas de BABYMETAL han sido como un ceremonial para sus entregados incondicionales. O tal vez debería decir como una especie de película, o viaje fantástico, en el que el público acaba asumiendo un papel más que destacado. No hubo sorpresas. Una vez más, el show arrancó con una extensa introducción que nos ponía en situación de lo que estaba por llegar. El desembarco de la banda se produjo con la pegada de un clásico incontestable como es “BABYMETAL DEATH”; que desató la locura entre el respetable, haciendo que prácticamente fuera imperceptible la voz de Su-metal. De lo que no perdimos detalle desde los compases iniciales del show fue de los diferentes bailes y coreografías que nos brindaron Su-metal, Moametal y Momometal en piezas como “Megitsune”, moviéndose, por un escenario que quedo teñido de rojo, como si fueran espectros ante la atenta mirada de sus devotos incondicionales.
Para gran parte de los presentes el principal reclamo de BABYMETAL, como no podía ser de otra forma, fue su puesta en escena y, porque no decirlo, la vistosidad de los bailes que nos ofrecieron las chicas. Sin embargo, eso no debe empañar el desempeño de los músicos que les acompañan. Quizá, al estar a los lados del escenario, -obviamente gran parte del mismo, y en especial toda la zona central, quedó reservada para ellas-, hizo que la tripleta instrumental acabara pasando algo desapercibida. Sin embargo, la rotundidad y pegada de sus sección rítmica, así como la violencia sonora de sus fulgurantes riffs resultaron absolutamente imprescindibles para que la banda sonara con esa contundencia que acabó propiciando que temas como “PA PA YA!!”, con la pantalla rodeada de fuego mientras las chicas agitaban un pañuelo, se convirtiera en el primer gran momento de la noche. Tras firmar un arranque fulgurante, en el que la banda supo crear una química especial con sus enfervorizados seguidores, llegaba el momento de que estos fueran quienes dieran la entrada al siguiente tema de la noche. Y es que, como si fuera un ritual, unos destellos de luz blanca se encargaron de espolear al respetable para que entonara “BxMxC”, al tiempo que en la pantalla se combinaban caracteres nipones y latinos.
Con las chicas fuera de escena, los instrumentistas fueron quienes se encargaron de sostener los siguientes minutos del show brindándonos la oportunidad de disfrutar de sus excelentes habilidades. Acto seguido, Su-metal regresaba a escena para saludar al personal y prepararnos para lo que estaba por llegar. “METALLI!!”, fue otro de los momentos álgidos de la velada, con unas primeras filas absolutamente desatadas, para alcanzar el punto culminante cuando a través de la pantalla apareció Tom Morello, -ataviado con una resplandeciente camisa blanca-, para rematar el tema por todo lo alto. Fue durante este tramo central del show cuando BABYMETAL centraron el objetivo en presentarnos algunos de los temas que formaran parte de lo que será su próxima entrega discográfica “Metal Forth”. Sus raíces más potentes y netamente metaleras quedarían plasmadas en “Kon! Kon!”, protagonizando uno de los momentos más vibrantes y oscuros del show, con el fuego, las columnas de humo y las chispas volviendo a hacer acto de presencia al encarar la banda su demencial recta final.
Con el escenario sumido en la más absoluta penumbra, la gran pantalla trasera volvería a reclamar nuestra atención al relatarnos la historia,- a modo de preámbulo-, que se encargó de flanquearnos el paso hacia “Song 3”, que arrancaba con el público gritando a su manera los números en japonés y que servía para que la banda siguiera desplegando su faceta más potente y aguerrida. Varios fueron los momentos a lo largo del show en los que el público asumió un papel fundamental, y es que fue durante “Headbangeeeeerrrrr!!!!!”, cuando la banda prescindió casi por completo de los efectos escénicos para dejar que sus seguidores cantaran como si no hubiera mañana su aplastante estribillo mientras en la gran pantalla trasera aparecían imágenes de los fans más jóvenes que había en el recinto.
Con el ambiente caldeado al máximo, y contando con el respaldo y la entrega de sus seguidores, BABYMETAL se disponían a encarar la recta final del show confiando para ello en uno de sus éxitos más celebrados y coreados. Así que llegaba el momento de abandonarse a la diversión y al baile dando buena cuenta de “RATATATA”, que arrancaba acompañado de las palmas de todos los presentes y que contó, ademas de con unas vistosas fuentes de chispas y las altísimas lanzas de fuego, con la presencia en la gran pantalla trasera de los chicos de Electric Callboy. Con la banda absolutamente desatada, machacando inmisericordemente sus instrumentos arrancaba “Gimme Chocolate!!”, antes de ponernos a todos a botar mientras coreábamos su adictivo estribillo para poner el punto y seguido al show.
Para su retorno sobre las tablas BABYMETAL se reservaron otra de sus últimas composiciones, concretamente el tema que han grabado junto a Poppy, “From Me To U”, y he de admitir que acabó convirtiéndose en una de las decepciones de la noche. Y no lo digo porque el tema no gustara a su parroquia, -que prácticamente enloqueció al reconocerlo-, si no porque muchos esperaban la presencia de la americana, como ha sucedido en varios shows de la presenta gira, aunque finalmente tuvimos que conformarnos con escuchar su “voz enlatada”. Nuevamente, acompañada de las palmas de sus devotos seguidores arrancaba “KARATE”, que se convertía en la excusa perfecta para aunar nuestras gargantas mientras el recinto se inundaban de teléfonos que querían capturar lo que fue la recta final del tema con todo el recinto saltando. El momento más épico de la noche llegaría en las postrimerías del show con “Road Of Resistance”; que arrancaba con las chicas blandiendo banderas con el logo de la banda antes de que el escenario se quedará a oscuras para que, mientras crecía la expectación del personal, ellas fueran tomando posiciones para deleitarnos con la última de sus vistosas coreografías, en esta ocasión acompañadas por una generosa ración de fuego que sirvió para rubricar un espectacular show.
¿Es la propuesta de bandas como BABYMETAL el futuro para el Metal? Sinceramente, creo que no. Sin embargo, viendo el tirón y la reacción de sus fans a su paso por Barcelona, no me cabe la menor duda de que, -al igual que hicieran otras bandas en el pasado-, pueden ser la puerta de entrada al estilo para una nueva hornada de seguidores.
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