Hacía bastante tiempo que los milaneses no se dejaban caer por aquí. Así que para acompañarles a celebrar tan señalada efeméride sus seguidores se reunieron en la Lennon´s Club de L´Hospitalet de Llobregat. Además, como aperitivo antes de que el trío quemara el local, contaríamos con la presencia de Los Males Del Mundo, quienes aprovecharon para dar un exhaustivo repaso a lo que hasta el momento ha sido su último lanzamiento discográfico: “Descent Towards Death”. Aunque la propuesta de los bonaerenses poco tenía que ver con la de los cabezas de cartel de esta gélida noche de viernes, lo cierto es que el combo que encabezan Cristian Yans y Dany Tee, se plantó en el pequeño escenario de la Lennon´s dispuesto a brindarnos una buena ración de furia black metalera, apostando por una contundencia y una densidad sonora que no dejó indiferente a nadie, y es que composiciones extensas, complejas y repletas de cambios de ritmo como la inicial “Falling Into Nothing” y “The Silent Agony”, fueron la perfecta carta de presentación para quienes todavía no les conocían.
Me gustó la actitud y la personalidad que destilaron, mostrándose rotundos y absolutamente implacables. Especialmente reseñables me pareció su frontman, Dany Tee, manteniéndose aferrado a su pie de micro mientras nos espetaba las agonizantes líneas vocales que marcaron “Nothing But A Lie”. Sin embargo, aunque su descarga estuvo marcada por la rotundidad y la voracidad de unos riffs que sonaron amenazantes y absolutamente implacables en cortes como la final “The Heavy Burden”, el quinteto también mostró una vertiente más melódica durante algunos de los pasajes contenidos en “Eternal Circle Of Vain Efforts”. En definitiva, buena descarga de una banda que supo desplegar sobre el escenario una propuesta personal, cañera y potente, dejando patente que de cara a futuros lanzamientos tienen diferentes caminos por los que encauzar su sonido.
Siempre resulta toda una experiencia enfrentarse al directo de una banda mítica. De aquellas que quizás nunca llegaron a despuntar, en cuanto a ventas y popularidad se refiere, pero que parece que con el paso del tiempo su nombre se ha puesto en valor, perteneciendo ahora a ese selecto elenco de nombres ilustres y de culto dentro de la escena metalera.
Tras un ágil cambio de equipo todo parecía estar preparado para la descarga de Bulldozer. He de admitir que tenía muchas reservas en torno a cómo sonaría en directo el combo italiano. Y lo cierto es que mis temores resultaron totalmente infundados, ya que Bulldozer sonaron absolutamente arrolladores, con una sonido en la guitarra de Andy Panigada crudo, afilado y totalmente hiriente junto a una sección rítmica que les propulsó para acabar firmando una descarga brillante, sin fisuras y que tuvo varios momentos de desmadre absoluto: con un público que protagonizó pogos de lo más animados y tumultuosos. Pero sin duda si algo destacaría fue la puesta en escena, -luciendo su habitual indumentaria y haciendo gala de su particular sentido del humor a la hora de dirigirse al público-, de su carismático frontman, AC Wild, quien ejerció como el perfecto maestro de ceremonias durante la “liturgia metalera” que nos ofreció el combo italiano.
Por supuesto que tanto su demoledor sonido de bajo como la propia estampa de AC Wild, -luciendo bigote y largas patillas-, sirvió para que más de uno se acordara de las huestes que lideraba el irrepetible Lemmy Mr. Kilmister. No obstante, sería terriblemente injusto decir que los italianos son simplemente una copia de los británicos, y es que esta noche también tuvimos ocasión de sumergirnos de lleno en los tempos más serpenteantes y pantanosos de “The Great Deceiver” y “Fallen Angel”. Sin embargo, ellos mismos se mostraron orgullosos de ser discípulos del gran Lemmy ya que cerraron su descarga con una versión del clásico “Overkill”.
Actitud, velocidad, decibelios y, lo dicho, mucha macarreria es lo que ofrecieron Bulldozer a una “parroquia” que se mostró cada vez más animada y entusiasta, siendo parte imprescindible del show a la hora de corear con el puño en alto estribillos tan rotundos y pegadizos como los de viejos himnos como “Cut Throat”, “Whisky Time”, que puso el local patas arriba; y “Ride Hard-Die Fast”. Por supuesto que ante tanto desparrame y diversión el trío también tuvo tiempo de mostrarse crítico e incisivo en temas como el inapelable “Sex Symbol’s Bullshit”.
Pese a que la banda en esta gira está celebrando sus cuatro décadas de andadura, todos sus seguidores saben que su etapa más prolífica fue la ochentera. Así que en ese periodo estuvo centrado su repertorio de esta noche, con lo que no faltaron piezas como “The Cave”, la speedica y aniquiladora “Never Relax!” y “The Final Separation”. Discípulos irreductibles y aventajados de una forma muy especial de entender y vivir el metal más potente, salvaje, rápido y aniquilador, Bulldozer dejaron claro sobre las tablas que no están dispuestos a cambiar. ¡Esperemos que así sea! Genio y figura.




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