Sin embargo, antes de la publicación del disco la banda se embarcó en una gira en la que aprovecharon para ofrecernos algún suculento bocado de su nuevo material junto a un exhaustivo repaso a sus cuatro décadas de andadura bajo la denominación de “40th Anniversary Tour 2024-25”. Precisamente es uno de estos conciertos, concretamente el celebrado el pasado 23 de Noviembre de 2024 en el Adidas Arena de Paris,- meses antes de la salida del mencionado “Parasomnia”-, lo que vamos a encontrar en este “Quarantième: Live à Paris”. Seguramente Dream Theater sea una de la formaciones que más documentadas tiene sus diferentes giras, ya que además de varios discos oficiales en vivo, también existen una buena retahíla de bootlegs con una buena calidad de sonido. Como comentaba anteriormente, si la vuelta de Portnoy era una noticia deseada por muchos, no lo era menos que el quinteto volviera a la carretera, dándonos la oportunidad de disfrutar de la madurez de una banda en la que parece que ha vuelto a reinar la armonía y la hermandad,- el propio LaBrie presenta al batería como “un hermano de diferente madre”-, dejando patente que han quedado atrás las desavenencias y los malos rollos. Además, nos encontramos con unos instrumentistas que a nivel individual parecen estar todos a un excelente nivel, siendo lamentablemente el eslabón más débil de la cadena el vocalista canadiense. Ojo, con esto no quiero decir que LaBrie no cumpla con su cometido, ni mucho menos. Lo que pasa es que resulta realmente difícil poner su labor al nivel de las excelsas aportaciones que han plasmado el resto de sus compañeros.
Hablando de lo que es el sonido del disco, lo primero que llama la atención es su nitidez, permitiendo al oyente disfrutar de cada instrumento hasta zambullirse de lleno en la interpretación de cada una de las piezas que conforman el repertorio, trasladándonos al recinto para hacernos sentir como si estuviéramos allí presentes, siendo testigos de primera mano de cada cambio, cada desarrollo, cada increscendo, cada estribillo y, por extensión, de cada matiz y detalle del que están salpicadas las composiciones del quinteto. Otro detalle a destacar es la cordialidad y cercanía con la que Mr. LaBrie se dirige al público francés, y no lo digo porque se alargue mucho en las presentaciones, sino porque, mostrándose bastante comedido en ese aspecto, ejerce como el perfecto anfitrión y maestro de ceremonias, consiguiendo transmitir al público la sensación de estar siendo participe de una velada verdaderamente especial.
Cuando uno se enfrenta a un disco en directo que busca resumir cuatro décadas de trayectoria, entran en juego las impresiones, los recuerdos y las vivencias personales del oyente. Así que para un servidor el arranque con “Metropolis Pt.1”, resulta absolutamente demoledor, además de por su propia calidad, porque fue una de las primeras composiciones que escuché del combo americano, ya que también abría aquel ya mítico “Live At Marquee”(1993), combinando de forma magistral e incontestable: virtuosismo, potencia y ese ingenio para abordar diferentes cambios de ritmo sin que el tema pierda continuidad. A lo largo de su dilata trayectoria la banda ha mostrado diferentes caras y aristas, tanto a nivel compositivo como a nivel de sonido. En una primera aproximación lo primero que llama la atención del oyente es la pegada y el músculo que la banda exhibe en temas como “The Mirror”, en el que la rudeza inicial de los riffs de John Petrucci se encargará de flanquearnos el paso hacia ese laberíntico desarrollo que nos permitirá comprobar como LaBrie tiene que esforzarse al máximo para sacar adelante sus exigentes líneas vocales; la camaleónica “Panic Attack”, que nos brinda unos vibrantes duelos entre Petrucci y Jordan Rudess; y la netamente metalera “As I Am”, que es una de las escogidas para representar “Train Of Thought”(2003).
Otro aspecto importante que la banda ha recuperado con la vuelta del carismático batería lo encontramos en el aspecto vocal, ya que tripleta que conforman LaBrie, Portnoy y Petrucci crea unas deliciosas armonías vocales que no hacen más que ponderar algunas de sus composiciones. Especialmente destacable me ha parecido su labor en temas como la exquisita “Hollow Years”, o en una tesitura diametralmente opuesta la más incisiva “Constant Motion”. Por supuesto tampoco faltan pasajes elegantes, cargados de sensibilidad y feeling, -plasmando algunas de sus más importantes influencias-, en temas como “Barstool Warrior”, que en este repaso por su longeva trayectoria pasa por ser el único y solitario recuerdo que se han permitido al material grabado junto a Mike Mangini.
Si hablamos de elegancia, no podemos obviar la majestuosidad de “Orchestral Overture”, que suena enlatada mientras se suceden diferentes imágenes que evocan las portadas de sus lanzamientos, sirviendo además para abrir el segundo tramo del show y como antesala para que la banda se centre en el presente dando buena cuenta del que en ese momento era su más reciente sencillo,- y adelanto de lo que sería su nueva entrega de estudio “Parasomina”-, “Night Terror”, reflejando los contrapesos perfectos entre melodía, virtuosismo y garra metalera. Obviamente, aunque cada cual tendrá su parte preferida, un servidor se queda con el último tramo de este segundo acto compuesto por la instrumental “Stream Of Consciousness”, con John Myung llevando la batuta en algunos de sus desarrollos más trepidantes; y el mágico despliegue que nos propone la banda durante la epopéyica “Octavarium”, un auténtico disfrute,- de más de veinte minutos de duración-, para cualquier melómano que se precie.
Para la tercera y última parte del show Dream Theater nos brindan la oportunidad de zambullirnos de lleno en la inquietante “Home”, con las palmas del público galo acompañado sus primeros compases para acabar dejándonos con un soberbio Petrucci jugando incansablemente con sus melodías de aromas arabescos; la emotiva “The Spirit Carries On”, con los teclados envolviendo a LaBrie mientras el público pone las luces de sus teléfonos al servicio del espectáculo; y la imprescindible “Pull Me Under”, que con el público dejándose notar con fuerza cierra esta épica noche, -según palabras del propio LaBrie-, por todo lo alto.
Al igual que ya sucediera en sus anteriores entregas en vivo, “Quarantième:Live à Paris”, me ha parecido una obra excelsa, de generoso minutaje, en la que Dream Theater han buscado capturar muchas de las sensaciones y emociones que despertaron a los que tuvieron ocasión de verles en esta gira conmemorativa de sus cuatro décadas de andadura, dejando a su vez un fiel testimonio para quienes, -como un servidor-, no tuvieron ocasión de verles en directo. Eso sí, como no podía ser de otra forma, pese a lo extenso del trabajo, se me han quedado fuera varios temas que personalmente considero innegociables a la hora de revisar la prolífica producción del combo neoyorquino. En cualquier caso, una obra imprescindible para cualquier seguidor de Dream Theater, que se presenta en diferentes formatos y contando además con la fantástica portada que ha creado Hugh Syme, repleta de guiños y detalles a lo que han sido los lanzamientos de la banda en todos estos años.
DISCOGRAFICA:INSIDEOUT MUSIC
Lista de Temas
- 1.Metropolis Pt. 1
- 2.Overture 1928
- 3.Strange Déjà Vu
- 4.The Mirror
- 5.Panic Attack
- 6.Barstool Warrior
- 7.Hollow Years
- 8.Constant Motion
- 9.As I Am
- 10.Orchestral Overture (instrumental)
- 11.Night Terror
- 12.Under a Glass Moon
- 13.This Is the Life
- 14.Vacant
- 15.Stream of Consciousness (instrumental)
- 16.Octavarium
- 17.Home
- 18.The Spirit Carries On
- 19.Pull Me Under

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