Además de ser una de la más celebradas, la reunificación de Helloween en 2017, aunando presente y pasado, fue todo un acontecimiento. He de admitir que un servidor era de los que albergada sus recelos a la hora de ver como encararían el trabajo de estudio con “tanto gallo en el mismo gallinero”, y más teniendo en cuenta que tanto los propios Helloween, como Gamma Ray, como la carrera en solitario de Michael Kiske no llevaban una buena dinámica en los últimos tiempos. Desde que la maquinaria de la banda se puso en marcha no han parado, alternando exitosas giras con diferentes lanzamientos, ya fueran singles, discos en directo, recopilatorios, o, por supuesto, ese trabajo homónimo que tanta expectación suscitó y que, -visto con el prisma que da el paso del tiempo-, sin ser un mal trabajo no llegó a colmar plenamente las expectativas de unos seguidores que en muchos casos esperábamos una piedra angular dentro del heavy metal, el power, o, en definitiva: “una obra definitiva”. Sea como fuera, “Helloween” sirvió para seguir agrandando tanto el catálogo como la leyenda de “Las Calabazas de Hamburgo”; quienes ,-de forma indiscutible y merecida-, pasaban a formar parte del Olimpo del Heavy Metal, liderando giras en pabellones y colocando su nombre en los puestos de privilegio de los principales festivales del Viejo Continente.