martes, 14 de octubre de 2025

PRIMAL FEAR+ELEINE-SALAMANDRA-L´HOSPITALET DE LLOBREGAT-BCN-3-OCT-2025

 


Guardianes y custodios de la auténtica doctrina heavy metalera, -tanto en su sonido como en lo estético-, Primal Fear irrumpieron con fuerza en la escena europea en un momento en que muchos huían despavoridos al escuchar el término: “Heavy Metal”. Desde entonces la banda no ha dejado de publicar trabajos en los que de forma periódica e incondicional han ido renovando sus “votos metaleros”. Los que hemos venido siguiendo su trayectoria durante todos estos años sabemos que esperar del combo germano: unos trabajos en estudio sin fisuras, ni sorpresas, en los que el protagonista indiscutible es el heavy metal, más o menos melódico; con mayor o menor carga épica, pero auténtico heavy metal al fin y al cabo. Y, por supuesto, unos directos en los que la banda demuestra su apuesta decidida e inquebrantable  por una manera de hacer y entender el heavy metal.

Viéndolo con perspectiva quizás Primal Fear hayan sido una de las formaciones  que más veces ha pisado los escenarios de nuestro país. Sin embargo, eso no parece haber enfriado la ganas de verles de unos incondicionales que, una vez más, volvieron a responder masivamente a su llamada. El motivo de su regreso era presentar en sociedad algunas de las composiciones de su más reciente esfuerzo “Domination”, amén de repasar algunos de sus himnos más clásicos y laureados. El enclave escogido fue el Salamandra de L’ Hospitalet de Llobregat. Para amenizarnos la espera antes del desembarco del combo alemán contaríamos con la presencia de Eleine, una formación que ha visto crecer exponencialmente su fama y sus seguidores en los últimos meses..



El combo sueco que desde hace más de una década lideran el guitarrista Rikard Ekberg y la vocalista Madeleine Liljestam regresaba a los escenarios de la capital barcelonesa tras su reciente y exitoso paso liderando su propio espectáculo a finales del pasado mes de Abril. Consolidados como uno de los valores emergentes dentro de la escena del metal sinfónico europeo, el combo de Landskrona se presentaba con un nuevo EP bajo el brazo: “We Stand United”, que lanzaron a principios del pasado mes de Septiembre. Sin embargo, tanto el espectáculo que ofrecieron como el repertorio fueron bastante similares al de su mencionada última visita. Al igual que ya sucediera entonces, la banda se presentó con una alineación de cuarteto, completando su line-up con el guitarrista Victor Jonasson y el batería Kevin Werder, con lo que no tuvieron el apoyo de un bajista, y eso fue algo que acabó repercutiendo en que en algunos momentos su sonido estuviera algo falto de pegada y rotundidad. En cualquier caso, Eleine se mostraron compactos, rotundos y como una máquina imparable, enganchando al respetable  desde que abrieran fuego desplegando la rotunda ferocidad de “Enemies”.


Aunque el cuarteto dispuso de un escenario bastante reducido, -la batería de Primal Fear ocupó bastante espacio-, tanto Madeleine, -que lució una pinta de lo más metalera-, como el resto de sus compañeros se mostraron de lo más enérgicos y animados, haciendo headbanging incansablemente mientras se alzaban unas columnas de humo cada vez que llegaba el momento de atacar el estribillo de   “Never Forget”, que fue la primera mirada que se permitieron a lo que hasta el momento ha sido su último largo de estudio: “We Shall Remain”. Me sorprendió muy positivamente la respuesta de un público que animó al máximo y que parecía conocerse al dedillo temas como “Ava Of Death”, que servía para que el cuarteto desplegara su vertiente más épica.


Por supuesto que los suecos supieron jugar con la baza de ser unos viejos conocidos para los habituales de los escenarios de la capital catalana. En poco tiempo hemos tenido ocasiones de verles junto a Sonata Artica, Pain, y en solitario, y eso se notó en la complicidad del respetable  a la hora de tomar partido en zarpazos rotundos y de clara ascendencia metalera como “As I Breathe”. Resulta innegable que el centro de  todas las miradas es Mrs. Liljestam. No obstante, la sonriente frontwoman no tuvo reparos a la hora de abandonar el escenario durante algunos pasajes  para dejar que su “socio”, el guitarrista Rikard Ekberg, fuera quien se encargara de darle la replica con sus voces rasgadas en temas como el hímnico y matador “We Are Legion”, cuyo estribillo llegó acompañado de los cuernos del personal.


Tras haber firmando un arranque intenso, rotundo y explosivo, que sirvió para que los suecos captaran la atención de quienes todavía no les conocían, llegaba el momento de cambiar de registro, flanqueándonos el camino hacia las atmósferas más intimistas de “War Das Alles”, que arrancaba con la batería marcando el paso mientras Madeleine, plantada en el centro del escenario, abría los brazos en jarra. No tardarían mucho en recuperar la potencia y el ritmo vertiginoso que marcó toda su descarga, ya que precedida de una cuenta hasta cuatro arrancaba “Where Your Rotting Corpse Lie (W.Y.R.C.L.), contando nuevamente con las columnas de humo mientras la vocalista nos espetaba  sus tonalidades más agudas.


Bien entrada la segunda mitad del show, y con el personal ya totalmente metido en su descarga, era un buen momento para presentarnos su nuevo material. De modo que el encargado  de representar a su más reciente EP fue precisamente el tema que les presta título: “We Stand United”, que volvía a plasmar la hermandad con un público que alzó los puños para entonar su hímnico estribillo mientras Madeleine salía a escena ondeando una bandera con el nombre de la banda. La elegida para proponernos otro rotundo cambio de ritmo fue la inquietante y fugaz  “Vemod”, que modo de introducción nos adentraba en  “All Shall Burn”, contando en esta ocasión durante el arranque con las voces limpias de Rikard Ekberg.


Aclamados por un entusiasta público, que vivió intensamente la descarga, el combo sueco encaraba el sprint final de su descarga  con “We Shall Remain”, una de las piezas que mejor plasman esa dualidad entre contundencia metalera y estribillos altamente melódicos y pegadizos que tanto definen y moldean su propuesta. A tenor de la respuesta del público: Eleine gustaron, y mucho. Hace apenas unos meses los suecos ya nos dejaron unas muy buenas sensaciones, así que esta gira acompañando a unos pesos pesados como son Primal Fear debe hacer que la banda escale posiciones dentro de la escena europea, postulándoles como uno de los nombres imprescindibles de cara a  los festivales del próximo verano.



Lo han denostado a lo largo de las últimas tres décadas, Primal Fear son  garantía de calidad y éxito en sus descargas. No obstante, en esta ocasión los germanos presentaban novedades en su alineación, contando con el concurso del batería André Hilgers y la guitarrista zurda italiana Thalìa Bellazecca. Sin embargo, el tiempo no pasa en balde y pese a las buenas críticas que ha recibido  su más reciente “Domination”, que veía la luz a finales del pasado mes de septiembre, he de reconocer que un servidor tenía muchas ganas de volver a verles sobre las tablas, y más cuando esta gira europea representaba la vuelta a los escenarios del “capitán general” de la nave: Mr. Mat Sinner, quien ha estado una larga temporada de reposo recuperándose de unos serios problemas de salud. Quizás fue ese aspecto lo que más me impactó de la descarga de Primal Fear, ver a un Mat Sinner bastante estático y en algunos momentos un tanto errático; que se sentó en un par de ocasiones en la

tarima de la batería entre tema y tema, y que durante el show se fue hidratando con una bebida energética. Pero sin duda, la mejor noticia fue verle sobre las tablas junto a sus compañeros.


Por lo demás, la banda presentó un escenario como en ellos suele ser habitual: sobrio, -sin grandes alardes-, contando con un gran telón de fondo y sendas pancartas laterales, -con elementos de su última portada-, entre las que se ubicó el vistoso kit de batería de André Hilgers. Tampoco faltaron un par de pequeñas tarimas colocadas a los lados y, por supuesto, unas columnas de humo que fueron apareciendo en muchos de los temas que sonaron a lo largo del show. Evidentemente, uno de los grandes centros de atención fue su frontman, Ralf Scheepers, quien hizo gala de una fantástica forma física, exhibiendo músculo. En cuanto a su estado vocal, he de reconocer que le noté bastante más cauto que en anteriores visitas a la hora de estirar sus cuerdas vocales, hasta el punto que le noté un tanto reservón en algunos momentos, ya que vimos como en repetidas ocasiones alzaba   su micro al aire para dejar que fuéramos nosotros los que entonáramos algunos de esos estribillos que, por derecho propio, se han convertido en himnos clásicos para cualquier seguidor del heavy metal que se precie.


Precedidos de una larga introducción, los músicos del combo alemán fueron tomando posiciones para dar el pistoletazo de salida a la velada con una pieza de su última entrega discográfica: “Destroyer”. El último en aparecer en escena, andando de forma parsimoniosa, fue el hercúleo  vocalista dando cuenta de un tema potente, pero no explosivo, que le permitía ir calentando las cuerdas vocales mientras el personal empezaba a involucrarse a la hora de levantar los puños cada vez que llegaba el momento de atacar su estribillo. Y es que precisamente esa fue la tónica del show de unos Primal Fear que fueron dejando caer himno tras himno para hacer que el público cantara como si fuera un miembro más de la banda. De los cortes de “Domination”, que incluyeron en su repertorio de esta noche, uno de los que  mejor acogida obtuvo fue “I Am The Primal Fear”, dejando patente que el tema  ha calado hondo entre sus más devotos incondicionales.


Tras recibir la cálida ovación de un público que les acogió con los brazos abiertos, y que celebró intensamente la vuelta de los alemanes a los escenarios de la Ciudad Condal, -agasajando al quinteto con los clásicos cánticos “futboleros”, que hicieron que Scheepers esbozara una amplia sonrisa de satisfacción y Sinner nos regalara una cómplice mueca-, llegaba el momento de proponernos una primera mirada al pasado. Si el arranque fue intenso, en cuanto a nivel de  complicidad entre banda y público, la sala se vino literalmente abajo cuando ambos guitarristas se subieron sobre las plataformas para adentrarnos de lleno en “Final Embrace”, que se zanjaba con Scheepers tirando de agudos mientras el personal alzaba los puños al aire para firmar  el primer momento destacado de la velada. Los germanos habían alcanzado ya su velocidad de crucero. Así que con la audiencia deseosa de participar en el show era un buen momento para que todos uniéramos nuestras gargantas para entonar esa melodía que se ha convertido en imprescindible en todos los conciertos de la banda, la del icónico “Nuclear Fire”, que servía para que ambos “hachas” presentaran sus credenciales en un vibrante duelo que se zanjó con Scheepers  tirando del carro para protagonizar una épica recta final.


A estas alturas del show el ambiente estaba ya muy caldeado. De modo que para aplacar, aunque fuera mínimamente, los ánimos del personal la banda nos propuso los tempos más marcados y rítmicos de la pieza que prestaba título a lo que  fue su sexta entrega de estudio,- que en este 2025 conmemora su vigésimo aniversario-, “Seven Seals”, que servía para que Sinner, Thalìa y Scheepers empastaran sus voces antes de que los colchones de teclados pregrabados hicieran  que el personal acompañara con palmas. Tocaba volver al presente, a repasar el material de “Domination”, y para ello que mejor que confiar en la garra y la pegada de uno de los temas de los que han grabado vídeo-clip: “The Hunter”, que arrancaba con el personal haciendo suya su coreable melodía para dejar que poco a poco fuera ganando en fuerza e intensidad. Esta segunda incursión en su material más reciente se zanjaría con la interpretación del uptempo “Tears Of Fire”, que fue la  excusa perfecta para que la banda volviera a sacar a relucir esa vertiente épica y melódica a partes iguales que tanto gusta a sus incondicionales.



Nuevamente el personal volvería a aclamar a la banda durante los prolegómenos de “King Of Madness”, que fue otra de las que coreamos siguiendo las indicaciones de un sonriente Scheepers, que en todo momento se erigió como el perfecto maestro de ceremonias. Muchos fueron los momentos en los que la banda cedió parte importante de protagonismo para que el público participara activamente. Sin embargo, como era lógico y previsible, algunos de los momentos más intensos y emocionantes de la velada llegaron cuando el quinteto  pisó el acelerador, dejando que Magnus Karlsson y Bellazecca se encargaran de liderar el devastador ataque que supuso “The End Is Near”. Precisamente fue el guitarrista sueco  quien asumió todo el protagonismo durante la breve instrumental “Hallucinations”, mientras Thalìa se encargaba de la rítmica y Sinner acompañaba  el tema sentado sobre la tarima de la batería.


Fusionado con el tema anterior arrancaba de forma lenta y muy medida “Fighting The Darkness”, para poco ir tomando altura a la vez que expandía su manto melódico para acabar recabando una cerrada ovación. La explosión del público fue total cuando la banda atacó el mítico “Chainbreaker”, una pieza de puro y genuino heavy metal que marcó su presentación dentro de la escena europea en la segunda mitad de la década de los noventa, y para cuya presentación, tras un brindis, Sinner presentó a Mr. Scheepers como: “The Voice Of Metal”. Estábamos entrando en la recta final del show, y era el momento de recurrir a la artillería pesada. Así que “Metal Is Forever”, su rotunda declaración de intenciones, fue la elegida para dar munición al personal para que no dejara de agitar  la cabeza mientas elevaba sus cuernos al aire a la hora de entonar su hímnico, y ya mítico, estribillo.


Tras ser agasajados, una vez más, con la cánticos  y los vítores del respetable, la banda al completo se posicionó sentada sobre la tarima de la batería para ofrecernos una sentida y emotiva versión en formato acústico de “Hands Of Time”, con los indiscutibles líderes de la formación germana repartiéndose las tareas vocales. Sin embargo, estaba claro que Primal Fear iban a poner toda la carne en el asador para finiquitar la velada por todo lo alto. Así que para poner el recinto literalmente patas arriba, los germanos nos propusieron otra mirada a lo que fueron sus primeros años  dando buena cuenta de la coreable y potente “Running in The Dust”.


Como siempre, Primal Fear cumplieron con su cita con los fans catalanes y nos dejaron con un buen sabor de boca. Sin embargo, un servidor se quedó con la agridulce sensación de que pese a ver un buen show, la banda no está atravesando su mejor momento. Y es que ver a un Mat Sinner renqueante y a un Ralf Scheepers que empieza a medirse y dosificarse para no flaquear en la parte final del show, fue la constatación definitiva de que en algunos momentos empieza a faltarles algo de frescura y espontaneidad. Y es que el tiempo pasa para todos. En cualquier caso, los alemanes siguen siendo una institución indiscutible dentro del heavy metal europeo.





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