jueves, 13 de agosto de 2015

LEYENDAS DEL ROCK-VILLENA-5-AGO-2015


Como viene siendo habitual en las ediciones de los últimos años, aunque el festival oficialmente arrancaba el Jueves, para los lugareños, los más madrugadores y los más fiesteros, la organización había dispuesto una primera jornada de bienvenida en la que tomarían parte para calentar el ambiente bandas como  Oker, The Storm, Sepultura, Rosendo y los autoproclamados Dioses del metal Gigatron. Pese al intenso calor que acompañó a esta primera jornada festivalera, lo cierto es que la afluencia de publico fue masiva, alcanzado su mejor registro durante la descarga del mítico guitarrista de Carabanchel, Rosendo Mercado.


OKER

Pero antes de la llegada del mítico compositor de temas emblemáticos dentro del rock nacional como “Maneras De Vivir” o “El Tren”, tendríamos tiempo de deleitarnos con la descarga de una joven banda que esta dando mucho que hablar en los últimos tiempos, los madrileños Oker que serían los encargados de abrir esta décima edición del Leyendas del Rock con su debut oficial en el festival. Para cualquiera que haya escuchado los trabajos de la formación madrileña resulta evidente su apuesta decidida por un heavy metal marchoso y adictivo, en el que destacan sus pegadizos estribillos, esas pinceladas netamente ochenteras y la labor de su vocalista Xina.

Pese al intenso calor de media tarde lo cierto es que los chicos de Oker no tuvieron ninguna clase de dificultad para conectar con una audiencia cada vez más numerosa y animada que lejos de aplatanarse se mostró muy participativa, dando mordiente y vitalidad a temas como la inicial “Culpable”, o el vacilón “Burlando a La Muerte”. El nuevo guitarrista de la banda Alberto Marcos se mostró perfectamente integrado con el resto de sus compañeros, consiguiendo que piezas clásicas en su repertorio como “Dale Caña”, sonaran con la misma intensidad y frescura que habitualmente.

Para calentar aún mas nuestra gargantas los madrileños nos ofrecerían los contagiosos estribillos contenidos en piezas de corte hímnico como “Heavy Metal”, que a modo de declaración de intenciones hacia que las primeras filas alzaran sus puños al aire, “Oker” y, puestos a hablar de declaraciones de intenciones no podía faltar tampoco la rugosidad metálica contenida en “Rebeldes De Acero”. En resumen, la actuación de Oker resultó una excelente manera de dar el pistoletazo de salida a esta décima elección del Leyendas del Rock, gracias a la garra y la entrega de una banda que pese a su juventud tiene sus miras puestas en el clasicismo metalero de la década de los ochenta.

THE STORM

Tras la tormenta de watios y heavy metal que nos ofrecieron Oker los encargados de tomar el testigo serían The Storm. Pertenecientes a otra generación, la formación sevillana regresaba al escenario del Leyendas después de cinco años para proponerse un detallado recorrido a través de su hard rock salpicado de elegancia, buenas melodías y esos característico toques de teclados herederos de la mejor escuela Purple/Rainbow.

Aunque las composiciones de la formación andaluza no era excesivamente conocidas entre la audiencia, mayoritariamente muy joven, lo cierto es que The Storm demostraron una calidad y una actitud verdaderamente envidiables dejando unas magnificas sensaciones al atacar piezas clásicas en su repertorio como “I Don´t Know” o “It´s All Right”, dos singles que llegaron a aterrizar en su época en las listas de éxitos anglosajonas.

Pero no se dedicaron únicamente The Storm a descargar todo su repertorio en la lengua de Sheakespeare, durante su actuación también hubo tiempo para su versión del “Concierto de Aranjuez”, el melódico  “El Día De la Tormenta” o “Señor Del Viento”. Aunque personalmente debo reconocer que los temas que más me gustaron dentro de la actuación del combo andaluz fueron gemas como “Crazy Machone” o “Women Mine”, que fueron convenientemente arregladas con los omnipresentes teclados.

Calidad, clasicismo y unas excelentes composiciones fue lo que nos ofrecieron los míticos The Storm, una banda que durante su época gozó de un éxito moderado y que ahora regresan no sólo para reivindicarse como pioneros de un estilo, sino para demostrar que sus actuales composiciones tienen suficiente potencia y calidad para competir con las bandas que nos llegan desde más de nuestras fronteras.


SEPULTURA

Los brasileños Sepultura son una de esas formaciones que gozan del beneplácito y el cariño de la audiencia española. Aunque para muchos la banda lleva  años inmersa en un lento declive, concretamente desde la salida de su  ex vocalista Max Cavalera,  lo cierto es que es que desde que Andres Kisser comanda los destinos de los brasileños el cuarteto ha asumido una nueva personalidad con el vocalista Derrick Green al frente. Si nos centramos en el repertorio que nos ofreció el combo de Belo Horizonte consistió en un detallado repaso a sus treinta años de historia, proponiéndonos un exhaustivo recorrido a través de   algunos de los mejores momentos de su longeva discografía.

Como una auténtico vendaval las huestes comandadas por Andreas Kisser llegaron dispuestas a arrasar con todo a su paso, de modo que para abrir la batalla los brasileños optaron por ofrecernos la primera mirada a su glorioso pasado de manos de “Troops Of Doom”, que les servía para romper el hielo y empezar a estrechar los lazos de unión con un público devoto y de lo más participativo. Aunque el sonido fue bueno en líneas generales, lo cierto es que sonaron bastante más potentes temas de su última etapa como “kairos”, ya que cuando la banda atacaba temas de la época de Max como “Propaganda”, se perdía algo de contundencia, ya que cuando Andreas se centraba en los solos los temas sonaban algo vacíos y faltos de fuerza.

Pese a ello, esa falta de contundencia a causa de la ausencia de una segunda guitarra se vio totalmente subsanada por la entrega que los fans ofrecieron en temas legendarios como “Dead Embryonic Cells”, o un coreadísimo “Inner Self”, que servían como representación de los días de más éxito de la formación brasileña durante la década de los noventa. Constantes fueron los pogos y los moshpit durante su descarga, y aunque cabe remarcar que Derrick Green no cuenta con el mismo carisma que su antecesor, lo cierto es que el vocalista de color supo como conectar con sus incondicionales. Además su compañero a las seis cuerdas, Andreas Kisser, también ejerció como frontman en la presentación de algunos de los temas, como sucedió durante los prolegómenos de un imponente “Territory”, que se convirtió en el primer punto culminante de la noche, o  en el hímnico “Sepultura Under My Skin”, que aunó las voces de todos los presentes para dar forma a su aplastante estribillo.

Pese a ser considerados como una de las piedras angulares del thrash metal durante su descarga los brasileños también tuvieron ocasión de desempolvar algunas piezas que tienen un abrasivo filo hardcore, de modo que no faltaron las violentas acometidas contenidas en piezas como la certera “Choke” o la devastadora y amenazante “Cut-Throat”, con las que conseguían mantener el nivel de intensidad entre una audiencia que no paraba de botar intensamente. Con algo menos de euforia sería recibida “The Vatican”. Pero la cosa rápidamente repuntaría cuando para el sprint final la banda echo mano de otra retahíla de clásicos indiscutibles de su carrera,  entrelazando de forma consecutiva trallazos del calibre de “Refuse/Resis”, junto a una buena ración de “covers” compuesta por “Policia”, cantada por el propio Andreas, y “Orgasmatron”, de Motörhead. Para finiquitar definitivamente esta primera parte del show los brasileños nos asolarían con el inevitable “Arise”, que desataba la locura entre las primeras filas.

No se hicieron de rogar en exceso para su retorno sobre las tablas, así que  acompañados del apoyo percusivo de Green, -que se empleó a fondo en esta faceta a lo largo de todo el show-, el cuarteto regresaba dispuesto a ofrecernos una última muestra de su imparable potencial, recurriendo para ello a un celebradísimo “Ratamahatta”, que nos conducía directamente a los tiempos del icónico “Roots”. Con la gente completamente entregada y sin movernos de ese mismo trabajo, que marcó el final de una era para los brasileños, llegaba el momento del adiós definitivo de mano de ese himno generacional en el que se ha convertido “Roots Bloody Roots”.

Para muchos los brasileños nunca llegaran a alcanzar el nivel que tuvieron durante la primera mitad de la década de los noventa. Ahora, con Derrick Green al frente, la banda ya no es ese animal salvaje e implacable capaz de devorar a cualquiera. Pero en cualquier caso, los sepultura del siglo XXI son una buena formación con tablas y experiencia  que lucha por mantenerse en el presente sin dejar completamente de lado su pasado.


ROSENDO

Sería muy difícil, por no decir imposible, el poder entender el rock en nuestro país sin un personaje como el mítico Rosendo Mercado. Precursor del denominado rock urbano durante los primeros años de la transición el guitarrista de Carabanchel prestó su voz y su guitarra para dar enjundia a uno de los nombres más clásicos y añorados de nuestro rock, los inmortales Leño. Pero cuando esta aventura llegó a su fin Rosendo decidió embarcarse en una carrera en solitario que ha proseguido hasta nuestros días.

Incombustible, el veterano guitarrista con alma de poeta urbano ha dejado tras de sí una innumerable colección de himnos y álbumes en los que a su manera y con su peculiar sentido del humor ha ido retratando la sociedad española a lo largo de las ultimas tres décadas. Además de su inseparable guitarra, Rosendo hace ya tiempo que decidió contar con los servicios del bajista Rafa J. Vegas y el batería Mariano Montero, apostando por la crudeza y la inmediatez del formato trío, tanto para la grabación de sus discos como para sus directos. Curiosamente, fue la descarga del carismático Rosendo la que más afluencia de público congregó  durante esta primera jornada del festival, demostrando que ese blues con alma roquera, ácido y crítico a partes iguales sigue siendo el mejor reclamo para sus incondicionales.

Como si no pasara el tiempo por él, Rosendo se mostró en plena forma desgranando con total convicción algunos de los temas más emblemáticos de su longeva carrera en solitario, concediendo un papel destacado a las piezas contenidas en sus últimos trabajos, dando el arranque a su show con cortes como “Atajo de Cobayas”, “¿De Que Vas?”, “Amaina Tempestad” o “Corazón”.

Pese a su veteranía Rosendo parece tener muy bien estudiado el ritmo y el feeling que debe mantener en todo momento. Así que al igual que sucediera en su reciente descarga en el Rock Fest de Barcelona, el guitarrista rápidamente alcanzó su velocidad de crucero proponiéndonos a continuación una sucesión de temas compuesta por la marchosa “Date Por Disimulao” y  “Muela La Muela”. Pero indudablemente el primer punto álgido de la velada llegaría con la mítica composición que el guitarrista de Carabanchel escribiera para su anterior formación Leño “El Tren”, que provocaba la explosión de jubilo de un público que tarareo la letra con auténtica devoción.

Las aguas volverían a su cauce al abordar nuevamente temas de su propia cosecha como “Hasta de Perfil”, “Vergüenza Torera” o ese ácido e incisivo “Por Meter Entre Mis Cosas La Nariz”. Como siempre sucede en cada una de sus descargas tampoco faltaría el homenaje a su queridísimo barrio de Carabanchel de manos de “El Ganador”, que acabaría siendo la antesala perfecta para una nueva colección de clásicos como “Flojos de Pantalón”, un celebradísimo “Pan De Higo” y “Agradecido”, que convertían el recinto en una verdadera fiesta, antes de dejar paso al mítico himno de Leño “Maneras De Vivir”. Pero no sería este tema el encargado de finiquitar una buena descarga del mítico Rosendo, ya que la encargada de poner la guinda de oro al show sería “Navegando A Muerte”, con toda la banda despidiéndose emocionada desde el centro del escenario mientras recogían el calor  y el cariño de todos sus incondicionales.


GIGATRON

¿Qué se puede decir de Charly Glamour y sus muchachos? Gigatron son un caso aparte dentro del panorama roquero nacional. Con ellos no hay medias tintas o los amas o los odias. Para muchos no dejan de ser una broma de mal gusto que no hacen más que ridiculizar algunas de las piezas más legendarias de nuestro estilo. Mientras que para otros son una excelente excusa para divertirse y despotricar mientras se le da una vuelta de tuerca y se le cambia la letra a algunos de los himnos más importantes y reconocibles del heavy metal.

Dejando a un lado estas apreciaciones, lo cierto es que Gigatron son una buena banda, tocan con convicción y tienen al frente a un “frontman” con desparpajo y carisma, capaz de poner a cantar a todos los presentes cualquier chorrada que se le pase por la cabeza. A pesar de ser una hora ya bastante intempestiva, lo cierto es que Gigatron contaron con una buena representación de incondicionales, siendo visibles entre la muchedumbre espadas y hachas que no hacían más que ambientar y dar colorido al recinto de cara al inminente desembarco de los autoproclamados  “Dioses Del Metal”.

En plan épico, el cuarteto tomaba las tablas del escenario del Leyendas para demostrar que están aquí para quedarse. Descarados, intensos y provocativos Gigatron nos ofrecieron un buen rato de locura musical y una inagotable sucesión de risas y carcajadas, dando inicio al recital con la oda que encierra “Warrior Of The Barrio”, que era la elegida para abrir fuego. Como siempre Charlie Glamour se mostró mordaz e implacable, explayándose a gusto en sus ácidos discursos entre tema y tema, disparando sin compasión contra pijos, políticos y toda esa chusma que tanto odian. Amparándose en la hermandad metálica no faltaron a lo largo de su show piezas como “Banderas De Roña”, o ese descomunal “El Barco De Colegas”, que provocaba que la gente se pusiera a saltar poseída por su contagioso ritmo y su espíritu festivo.

Sin dejar que el ánimo de los presentes decayese la siguiente en hacer acto de presencia sería “La Tierra Del Rock”, que volvería a aunar las voces de todos los presentes para dar colorido a la noche. Pero evidentemente los temas que mejor funcionaron fueron esas piezas clásicas que se han convertido en santo y seña de su carrera y que les identifican como estrellas indiscutibles del metal en nuestro país. Así que el recinto se vendría literalmente abajo cuando la banda atacó su mega-single “Caballón”. Pero por si la audiencia no había tenido suficiente, el momento que todos habíamos estado esperando llegaría como “Te Peto El Cacas”, el trallazo que una banda sueca “hurto” a nuestros héroes para convertirlo en un clásico del hard rock más pijo y amariconado.

Recogiendo entre tema y tema el fervor del publico y su apoyo incondicional llegaba el momento de seguir navegando por su glorioso pasado, siendo la escogida para que todo el mundo levantara sus brazos al aire otra vieja favorita “Grábame El De Slayer”, que en esta ocasión contó con un inicio mas dulce y relajado. De los temas de su último lanzamiento no faltarían a su cita ese áspero y roquero “Apocalipsis Molón”; que servía para ratificar la excelente acogida que ha tenido la ultima entrega de los Dioses del Metal.

Para poner el broche definitivo a la noche y a esta primera jornada del festival optarían por “El Barbero de Vallekas”, la inclemente “Heavy Hasta La Muerte”, convertida ya en todo un himno para los incondicionales de la formación y la intratable “Rebeldes de Cuero”.




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