sábado, 1 de agosto de 2015

ROCK FEST BCN-24-JUL-2015




HAMLET

Tras unas valiosas y siempre insuficientes horas de descanso, el mismo marco nos aguardaba para inaugurar esta segunda jornada del Rock Fest. Pero a diferencia de lo que sucediera el día anterior, en esta ocasión, el inicio de las actuaciones se adelantaba a las 13 horas, con lo que tras comer algo e hidratarnos convenientemente  de cara a la larga maratón que teníamos por delante nos disponíamos a tomar posiciones para presenciar el directo de una banda que nunca defrauda, Hamlet. Los madrileños han demostrado a lo largo de toda su carrera que su directo es sinónimo de  entrega y contundencia, poco importa si en el marco de una  sala o en algún gran festival, ya que  Molly y sus muchachos siempre están a la altura.

Empleándose a fondo, como viene siendo habitual en ellos, el quinteto nos daba los buenos días con una de sus piezas más conocidas “Irracional”, invitándonos a desfasar al máximo desde los primeros compases del show. Aunque la hora elegida para su descarga era muy temprana,  los fans de Hamlet no desaprovecharon la ocasión para volver a revivir la intensidad de “Egoísmo”, que nos dejaría a  un Molly completamente desatado recorriendo el escenario incansablemente. En cuanto al concurso de su nuevo guitarrista Ken HC cumplió con creces su cometido y mostró una química perfecta con su socio Luis Tárraga. Y es que  quizás Ken no tenga la presencia escénica de Alberto Marín pero ha conseguido que el grupo no se resiente tras su marcha.

Mordaces e incisivos Hamlet no nos ofrecieron ni un segundo de tregua y temas como “Muérdesela” o “Limítate”, se convirtieron en la herramienta perfecta para ponernos a todos a hacer headbanging siguiendo sus imparables riffs. La sorpresa del show llegaría con “Antes y Después” de su disco  “Insomnio” que nos ofrecía un pequeño oasis de melodía dentro de un repertorio plagado de trallazos certeros e incontestables.

Tampoco dejarían pasar la oportunidad de  presentarnos un par de cortes de su ultimo trabajo “La Ira”, del que nos ofrecerían el tema de adelanto “Imperfección” y “Mi Religión”, ambos muy bien acogidos y que para nada desentonaron con el resto de las elegidas para el show. Muy agradecidos por nuestra presencia y nuestra entrega Hamlet optaron por poner la guinda a su descarga con  dos himnos dentro su longeva trayectoria  “Tu Medicina” y un brutal y coreadísimo “J.F.”, con Molly volviendo a bajar del escenario para establecer contacto físico con los incondicionales de las primeras filas y acabar surfeando de espaldas sobre nuestras cabezas mientras no dejaba de cantar. Suma y sigue, para Hamlet no hay horarios ni lugares, su hábitat natural es el directo y lo demuestran cada vez que se suben a un escenario.

ENTOMBED A.D.

Como suele suceder en todos los festivales, los cambios de ultima hora hicieron que los chicos de Hatebreed y Entombed A.D. cambiaran el horario de su actuación, dejándonos la actuación de L.G. Petrov y sus compinches a primerísima hora de la tarde. Así que tras la clase de contundencia y agresividad que nos habían ofrecido los madrileños Hamlet el escenario se preparaba para recibir una autentica tormenta de watios, velocidad y death metal. No hacia mucho que los suecos habían pisado nuestros escenarios presentando su último trabajo Back To The Front.


Pese al sorpresivo cambio de nombre el quinteto sigue conservando intacto el instinto asesino que ya atesoraban bajo su anterior denominación, Entombed, y de hecho su repertorio estuvo centrado en sus temas clásicos dejando como único resquicio al presente la inicial “Pandemonic Rage” y “Second To None”. Como una locomotora desbocada los suecos fueron descargando su artillería pesada ante una audiencia muy animada y receptiva que no dudó en montar pogos y “circle-pits”, a lo largo de piezas como “I For An Eye” y “Revel In Flesh”.

Con las mangueras rociando a las primeras filas el show de los suecos fue una constante vorágine de viejas favoritas para todos los amantes del death metal clásico, pese a que durante algún periodo la banda diera un mayor dinamismo a sus composiciones, así que no se quedarían fuera trallazos como “Eyemaster” del impactante “Wolverine Blues” y rocosa “Stranger Aeons”.

Pero obviamente los momentos más candentes y devastadores llegarían cuando nos adentramos en la densidad abrasadora de “Out Of Hand” o el mítico e icónico “Left Hand Path”, que fueron recibidos con autentico fervor por los incondicionales del quinteto. Para la recta final se reservaron la oscuridad seminal con rugido desgarrador de Petrov incluido en el arranque de “Supposed To Rot”, y la desquiciante “Serpent Speech”. Nuevo nombre, misma actitud e idéntica entrega, los suecos siguen pisando con paso firme dando continuidad a una carrera que se alarga ya casi tres décadas.

AXXIS

Ilustres veteranos de la escena europea Axxis pertenecen a ese amplio elenco de bandas que pese a haber facturado unos fantásticos trabajos a lo largo de toda su carrera  nunca han acabado de despegar y recoger los frutos a su trabajo, teniendo que conformarse con jugar siempre en la “segunda división”. Asiduos visitantes de nuestros escenarios los alemanes han conseguido a lo largo de los años hacerse con un público fiel y entregado, que les apoya y conoce al dedillo cada una de sus composiciones. Acogidos calurosamente  por una parroquia devota y expectante los germanos daban el pistoletazo de salida a su actuación con el marchoso “Kingdom Of The Night II”, proponiéndonos una primera ronda de estribillos hímnicos y pegadizos, de esos que resultan ideales para corear en el marco de un gran festival.

Y es que el veterano combo alemán nos propuso durante su descarga  el cocktail perfecto entre velocidad power metalera, elegancia hard roquera y unas líneas vocales adictivas al máximo, tal y como dejaron patente a lo largo del majestuoso “Tales Of Glory Island”, que hacia subir el nivel de intensidad del show con su trepidante cabalgada. El cambio de registro llegaría con su primer recuerdo al material de la década de los noventa, concretamente a su tercer trabajo “The Big Thrill” del que rescatarían  el marchoso “Little War”, que recabaría el apoyo de muchos de los presentes sumándose a su estribillo.

Muy simpático y sonriente Bernhard Weiß no vaciló a la hora de tirar de chuleta para intentar dirigirse al público tanto en castellano como en catalán, consiguiendo recabar la aprobación de todos los presentes. Uno de los mayores alicientes de la actuación del combo germano fue la elección del repertorio, proponiéndonos una colección de canciones en las que el público tendría un protagonismo destacado,  haciéndonos cantar en repetidas ocasiones, tal y como sucedió a lo largo de “Heavy Rain”.

Especialmente compactas sonaron las composiciones de su último plástico “Kingdom Of The Night II”, del que me sorprendieron muy gratamente “Living In A Dream”, una composición que tiene visos de permanecer por mucho tiempo en su repertorio, y el roquero “Hall Of Fame”. La anécdota de la actuación llegaría cuando Bernhard invitó a un niño a subir al escenario, y éste demostró una facilidad pasmosa para los instrumentos de percusión, algo que desconcertó al propio vocalista y provocó el jolgorio generalizado. En compañía de Jon, el improvisado percusionista de apoyo, la banda interpretó una elegante versión acústica de  “Touch The Rainbow”.

Sin abandonar el material de su trabajo de 1990 “II”, llegaría el momento de que los teclados de Harry Öllers, el otro miembro fundador de la banda, nos adentrara en “Little Look Back”, para que acto seguido todos volviéramos a aunar nuestra voces en el hímnico  “Living In A World”. La guitarra de Marco Wriedt se erigiría como la auténtica protagonista de la vespertina descarga de los germanos, dando mordiente y velocidad a la final  “Kingdom Of The Night”, con la que Axxis se despedían definitivamente tras ratificar que son una banda con pasado pero que todavía tienen cosas que decir.

BRUJERIA

Siempre envueltos en el misterio Brujeria era una de esas bandas que un servidor nunca había visto en directo, así que su presentación en esta segunda edición del Rock Fest Bcn representaba la excusa perfecta para zanjar una vieja cuenta pendiente. Aunque personalmente debo reconocer que después de sus dos primeros trabajos creo que han ido perdiendo fuelle progresivamente, lo cierto es que en se presentaron con una alineación de autentico lujo, contando entre sus filas con Shane Embury, Nick Barker y Jeff Walker entre otros, además del legendario Juan El Brujo. Además el vocalista contaría con la colaboración de otro vocalista y de una srta, Pititis, con vestimenta típica mexicana amenizando algunas de sus composiciones.

Tirando de su material más clásico y “underground” su descarga arrancaba provocando los primeros pogos con “Raza Odiada (Pito Wilson)” y “Colas De Rata”, que hacían que entre el movimiento de las primeras filas y el asfixiante calor el ambiente fuera absolutamente infernal. Sin duda el hecho de que Juan hablara en español ayudó a que la banda conectara con la audiencia, consiguiendo que piezas como “La Migra”, fueran acompañadas con los coros de muchos de los presentes.

También aprovecharían su tiempo para estrenar algún tema que formara parte de su próximo trabajo, concretamente “Angel De La Frontera”, que parece retornar a sus primeras estructuras aunque con un tempo algo más pesado y machacón. Punzantes e irreverentes los mexicanos no dudaron en sacar a escena machetes  en temas como “Escuadrón De La Muerte”, y de hacer mención al delicado problema del narcotráfico en su país en “Consejos de Narcos”.

Para poner la puntilla a su show nada menos que una nueva muestra del material que les dio a conocer entre los seguidores del metal extremo durante la década de los noventa con “Matando Güeros”. Y antes de marcharse definitivamente y mientras sus compañeros recogían su equipo Juan nos canto su particular versión del “Macarena”, con bases pregrabadas y cuyo estribillo, curiosamente, fue uno de los mas celebrados. Buena actuación de los mexicanos, pero debo reconocer que me esperaba algo más de su puesta en escena y su show, y evidentemente eché en falta ese gran tema que es “El Patron”.

NUCLEAR ASSAULT

Los encargados de tomar el relevo serían los legendarios thrashers Nuclear Assault. Comandados por el desgarbado e incombustible Dan Liker el cuarteto neoyorquino se presentaba en Can Zam  dispuesto a ofrecernos una buena muestra de su nuevo EP  “Pounder”, que les ha servido como excusa para presentar alguna nueva composición, -después de diez años de silencio-, en este “Final Assault”, que si no cambian las cosas está llamado a ser el último tour de la mítica formación.

Desafortunadamente el paso de los años ha hecho mella en algunos de los componentes del cuarteto y a día de hoy la formación se muestra bastante más sobriaa y estática que antaña, algo que resta algo de espectacularidad a su presentación. Lo que si que no ha cambiado es la rabia y la electricidad con la que siguen sonando bombazos clásicos como “Rise From The Ashes”, que era la encargada de darnos la bienvenida a su show, o “Brainwashed”, ambas extraídas de su trabajo de 1988 “Survive”.

Pero como siempre ha sucedido en las descarga de los americanos la diversión y el desmadre estaban garantizados, así que tirando galones Dan Liker sería el encargada de ejercer como maestro de ceremonias para invitarnos a tomar parte en los contagiosos coros de “#F”. La mordiente y la velocidad endemoniada no remitirían y la encargada de seguir revolucionando a una audiencia que estaba pasándolo en grande sería “New Song”, cimentada sobre la poderosa pegada del batería Glenn Evans.

Aunque nunca fueron un dejado de virtudes técnicas, lo cierto es que el cuarteto consiguió disfruto de un sonido bastante aceptable, aunque cabe resaltar que piezas como “Critical Mass”, o un celebradísimo “Game Over”, se vieron ligeramente empañados por los constantes problemas técnicos en la guitarra de Eric Burke.

Pese a mostrarse algo estático en su posición John Connelly cumplió con creces su labor como solista, firmando momentos verdaderamente delirantes, como el duo que se marco junto al bajista a lo largo de “Butt Fuck”, que hacia que los pogos y el mosh fueran incesantes. Y es que la descarga de los neoyorquinos siguió una clara trayectoria ascendente y buena muestra de ello fue el jolgorio que montaron entre las primeras filas al descargar piezas como “Sin” o “Betrayal”.

Aunque su descarga estuvo protagonizada por su material más clásico y corrosivo, no quisieron dejarse en el tintero alguna pincelada de su mas reciente Ep, así que rescataron para la ocasión, y de manera consecutiva la cachonda , “Analog Man In A Digital World” y “Died In Your Arms”. El contraste más absoluto entre presente y pasado lo pondrían las primerizas y humeantes “My America” y “Hang The Pope…”, que acabarían dejando paso a la fugaz y  supersónica “Lesbians”,

La descarga del combo americano estaba tocando a su fin, pero antes de despedirse definitivamente todavía tendrían tiempo de dar el golpe de gracia a su show con la pieza que cerraba su devastador “Handle With Care” de 1989 “Trail Of Tears” y la pieza que abre y titula su último Ep “Pounder”. No creo que los americanos estén en el mejor momento de su carrera, pero lo cierto es que siguen atesorando un potencial verdaderamente imparable, pese a los problemas vocales de un sacrificado John Connelly que lo dió todo para sacar la descarga adelante.

DESTRUCTION

Bastión indiscutible del thrash metal europeo y integrantes del Teutonic thrash Metal,  el carismático Schmier y sus muchachos aterrizaban tras la descarga de Nucluar Assault dispuesto a dejar una buena muestra del potencial imparable de una banda cuya vida se prolonga ya más de tres décadas. Aunque a la hora prevista el sol todavía brillaba con fuerza sobre Can  Zam, la formación Lörrach apareció en escena con su habitual indumentaria de combate dispuesta a ofrecernos un duro correctivo para nuestras castigadas cervicales.

No había nuevas composiciones que presentar, ya que para encontrar el último lanzamiento del trío nos tenemos que remontar a 2012 “Spiritual Genecide”, de modo que la descarga de los germanos se presentaba como una oportunidad única para volver a disfrutar intensamente de algunas de las composiciones que les dieron la popularidad a mediados de la década de los ochenta. Ante un publico en el que se entremezclaban juventud y veteranís, los thrashers alemanes abrían la descarga con la alocada carrera contenida en el devastador “Curse Of The Gods”, asentando las bases de lo que seria una actuación repleta de fuerza, pegada y unos riffs eléctricos y matadores.

No habría tregua durante sus sesenta minutos de actuación, así que uno tras otro se fueron alternando himnos como el mesiánico “Thrash Til Death” o el imparable “Nailed To The Cross”, ambas perteneciente a su trabajo de 2001 “The Antichrist” y que contaron con el apoyo incondicional de un publico que se entregó al máximo a la hora de acompañar en sus humeantes estribillos. Tampoco faltarían esas gemas repletas de actitud y esencia típicamente ochentera, que tanto gusta a los incondicionales de la banda, en temas como “Mad Butcher”, que nos dejaría la estampa de un Schmier absolutamente imparable que no ha perdido ni un ápice de su personalidad y entrega a la hora de dirigirse a sus incondicionales.

Tampoco faltarían algunas composiciones más recientes como “Armageddonizer”, rescatada de su “Day Of Reckoning” o “Carnivore” , que pese a no tener el mismo arraigo entre sus incondicionales permitieron que el show conservara su vivaz intensidad. Pero obviamente la palma se la llevarían esos primeros himnos que se convirtieron en santo y seña de la formación, de modo que la respuesta fue absolutamente imparable cuando el trío se embarco en la oscura y chirriante “death Trap”, la demoledora “Bestial Invasion”, para acabar finiquitando su actuación con “The Butcher Strikes Back”.

Tras la cancelación de su pasada gira por nuestro país había muchas ganas de ver en que estado de forma estaban los germanos, y lo cierto es que Schmier y sus chichos demostraron que han perdido el filo matador y asesino que siempre les ha caracterizado. No creo que la banda tarde mucho tiempo en editar un nuevo trabajo, así que esperemos que en breve los tengamos por aquí liderando su propio espectáculo y presentándonos un puñado de nuevas composiciones.

POWERWOLF

Avalados por algo más de una década de historia Powerwolf son una de aquellas bandas que a base de trabajo y girar constantemente están consiguiendo hacerse  con un nombre y una excelente reputación dentro del circuito europeo. Poco conocidos en nuestro país, la presente resultaba una excelente oportunidad para que los chicos capitaneados por Attila Dorn se dieran a conocer ante el gran publico en nuestro país.

Respaldados por un sonido potente y nítido y por un escenario engalanado especialmente para la ocasión como si fuera un templo religioso, los miembros de Powerwolf saltaron a escena con sus ropajes y sus habituales maquillaje sorprendiendo a los que todavía no les conocían. No tardaron mucho en captar la atención de muchos curiosos que viendo su efectiva puesta en escena no dudaron en aproximarse al escenario para seguir de cerca su descarga. Pese a que debo reconocer que sus discos me resultan un tanto planos y lineales, lo cierto es que la banda gana muchos enteros en directo, y la mejor prueba nos la ofrecieron con el impactante arranque protagonizado “Sanctified With Dynamite” y “Coleus Sanctus”, rescatada de su “Preachers Of The Night”, que les servían para darse a conocer a una audiencia muy atenta y expectante.

Durante su trayectoria la banda ha facturado hasta seis trabajo, por lo que el repertorio que nos ofrecieron fue muy variado y heterogéneo, proponiéndonos escalas en algunos de los mejores momentos de su carrera, dejando que temas novedosos como “Army Of The Night”, gozaran de un lugar de privilegio dentro del repertorio. Más atrás en el tiempo nos conducirían temas cachondos e irreverentes como “Resurrection By Erection”, que sería la primera representante de  su trabajo de 2009 “Bible Of The Beast”.

El retorno sobre su material más reciente estaría marcado por las poderosas acometidas contenidas en “Armata Strigoi”. Pero sin duda uno de los momentos cumbre de su actuación llegaría acompañada de “Werewolves Of Armenia”, con la que conseguían conectar plenamente con gran  parte de la audiencia. Aprovechando el excelente clima creado la siguiente en hacer acto de presencia sería la pieza que titula su ultima obra “Blessed &Possessed”, para acabar dejando paso a la seminal “We Drink Your Blood”.

La recta final de la descarga del combo rumano-alemán estaría protagonizada por la monumental “In The Name Of God (Deus Vult)”. Mientras que el bis estaría reservado para “Lupus Dei”, con el que se despidieron definitivamente con la certeza de haber conseguido un buen botín en forma de nuevos adeptos a su causa. 

ANGELES DEL INFIERNO

Historia viva de nuestro Heavy metal Ángeles Del Infierno regresaban a tierras  catalanas, después de un largo periodo, para reencontrarse con toda una generación de metaleros que anhelan tararear con más asiduidad algunos de sus grandes himnos, ya que la actividad de la banda lleva muchos años centrada en el continente americano. Desafortunadamente, tan emotivo reencuentro acabó viéndose  empañado por un sonido deficiente que nos impidió disfrutar de la banda en todo su esplendor.

Acompañados de una banda absolutamente imparable, contando con el concurso de tres guitarristas, los incombustibles Juan Gallardo y el guitarrista Robert Álvarez demostraron encontrarse en un fantástico estado de forma. En cuanto al repertorio obviamente no faltaron sus grandes hits de la década de los ochenta. El arranque del show estaría marcado por “Sombras En La Oscuridad”, provocando que la gente se aproximara al escenario mientras que las pantallas nos ofrecían una constante exposición  de imágenes apocalípticas. Pese a tener que lidiar con constantes problemas de sonido la formación al completo ofreció una excelente actitud, me gustó mucho la entrega y la garra que transmitieron todos los miembros de la banda en escena, lo que propició que temas como “Rocker” acabaran calando en  una audiencia deseosa de su dosis de heavy metal clásico.

Tras una doble ración de  su debut de 1984 “Pacto Con El Diablo”, momento para adentrarnos en “Diabólica”, del que precisamente este 2015 se cumple su trigésimo aniversario, para ofrecernos “Prisionero”. Precedida de una extensa introducción de teclados llegaría el momento de “Sombras En La Oscuridad”, con Juan recorriendo el escenario para ir sumando adhesiones a la hora de corear su monumental estribillo, para acabar convirtiéndose en uno de los momentos más vibrantes de su actuación.

Y es que aunque la banda no se ha mostrado especialmente prolífica a lo largo de los años, lo cierto es que pueden presumir de tener unos temas que han calado muy profundamente dentro de la primera generación de metaleros patrios, tal y como quedo demostrado con la acogida que recibieron temas más sosegados como “Pensando En Ti”, o el sentimental “Si Tú No Estas Aquí”, que servían para relajar mínimamente los ánimos del personal.

Tras una cerrada ovación era la base rítmica la encargada de anunciarnos el inconfundible paso de “Con Las Botas Puestas” provocando la explosión de un público que se desgallitó a la hora de corear su potente estribillo. Aunque la banda no tuvo ningún recuerdo hacia su ultimo trabajo publicado en 2003 “Todos Somos Ángeles”, si que quisieron rescatar el tema que prestaba el título a su quinta entrega “A Cara O Cruz”, que convertida en todo un clásico gozó de un lugar estelar en el repertorio.

Intentando sobreponerse a todas las adversidades Ángeles del Infierno echaron el resto en un final verdaderamente demencial, haciéndonos disfrutar al máximo con “Fuera De La Ley” y el mítico “666”, con las pantallas mostrando el numero de la bestia dentro de un pentagrama. El momento de la épica llegaría con el up tempo  “Al Otro Lado Del Silencio”. Mientras que el ultimo vuelo de los Ángeles estaría reservado para un monumental “Maldito Sea Tu Nombre”. Debo admitir que tenia muchas ganas de ver el directo de Ángeles del Infierno y aunque me gustó mucho su descarga creo que fueron victimas de uno de los peores sonidos del festival.

HELLOWEEN

Curiosamente mientras muchos se dedican a alimentar los rumores que indican que esa “anhelada” reunión de su  “line-up” clásico podría tomar forma en cualquier momento, la formación alemana parece plenamente centrada en su actual encarnación, y recientemente ponía en circulación su nuevo trabajo “My God-Given Right”, un plástico que ha supuesto un repunte con respecto al material de sus ultimas entregas, ratificando que los de Hamburgo aún tienen cosas que decir. Con una buena base de fans en nuestro país Helloween siempre han sido una de las bandas de referencia dentro del power-metal , especialmente gracias a la aportación que supusieron las dos partes del mítico “Keeper Of The Seven Keys”, así que a diferencia de lo que sucediera durante el show de sus compatriotas Scorpions, Michael Weikath y sus muchachos tenían claro lo que tenían que ofrecer a sus seguidores.

Con un único motivo escénico que recordaba la portada de su último trabajo los músicos fueron tomando posiciones acompañados de “Walls Of Jericho”, para rápidamente adentrarse en un trepidante “Eagle Fly Free”. Aunque durante los primeros compases del show el sonido fue algo irregular, poco a poco la situación se fue normalizando, permitiéndonos disfrutar de los agudos de Andi Deris. Me gustó la actitud de Michael Weikath, al que en esta ocasión observe más dinámico y participativo, permitiéndose incluso alguna pose de cara a los fotógrafos durante los primeros temas. Con el personal completamente desatado el segundo bombazo de la noche llegaría con “Dr. Stein”, completando una dupla de apertura verdaderamente imparable.

Habiendo colmado nuestras ansias de material verdaderamente clásico llegaba el momento de dar un poco de cancha al material contenido en su última obra, de la que interpretaron “My God-Given Right”, que sorpresivamente fue fantásticamente acogida por una audiencia que acompañó con palmas el tema,  e incluso coreó algunas de las partes siguiendo las instrucciones de un Deris siempre activo y sonriente. Y es que el vocalista se ha convertido en el nexo de unión perfecto entre banda y público, ya que además de ser un excelente “front-man” tiene la gracia de presentar los temas en ese castellano tan suyo. “Waiting For The Thunder”, sería la elegida para representar a su anterior trabajo “Straight Out Of Hell”, dejándonos la estampa de un elegantísimo Sascha Gerstner exprimiendo al máximo su instrumento. El segundo y último guiño que tendrían hacía su ultima obra estaría protagonizado por “Lost In America”, que volvería a levantar el animo de una audiencia completamente entregada a los germanos.

A diferencia de lo que sucediera en anteriores ocasiones esta vez si que me pareció ver a unos Helloween compactos y entregados, remando todas a una. Y aunque la mayoría de las miradas se las repartieron Andi Deris y Michael Weikath, lo cierto que es que el auténtico motor del quinteto sobre las tablas sigue siendo el hiperactivo bajista Markus Grosskopf que sin perder la sonrisa no dejó de aporrear su instrumento mientras buscaba la complicidad de las primeras filas. El primer momento de relax llegaría a lo largo de “If I Could Fly”, con un Deris en estado de gracia marcándose una brillantísima interpretación. Pero tras la exhibición del vocalista llegaba el momento de que nosotros calentáramos nuestras gargantas, siendo la elegida “Power”. Durante el tema Andi dividió el aforo en dos partes para hacernos cantar el estribillo en repetidas ocasiones, convirtiendo el recinto en una autentica fiesta.

Pero no sería esta la única licencia que se permitieron con respecto a su material facturado durante la década de los noventa, ya que lo que vino después fue un suculento desarrollo en el que la banda fundió a la perfección el clasicismo metalero del mítico “Halloween”, la melodía contagiosa de “Sole Survivor”, rescatada del primer álbum que Andi grabó con la banda “Master Of The Rings”, los estribillos de “I Can”, la agresividad de “Are You Metal?” y la majestuosidad de “Keeper Of The Seven Keys”, proponiéndonos un extenso medley  en el que quedarían plasmadas  las múltiples facetas de una formación con más de tres décadas de historia.

No se harían de rogar en exceso para su vuelta sobre el escenario, así que  aclamados con autentica devoción por una audiencia que parecía dispuesta a darlo todo cuando reconoció el riff de “Future World” la banda se mostró absolutamente imparable. La puntilla definitiva llegaría con “I Want Out”, provocando el delirio colectivo. Triunfantes y ovacionados como héroes,  Helloween abandonaron el escenario del Rock Fest con la certeza de haber firmado una de sus mejores actuaciones en tierras catalanas de los últimos años.

TWISTED SISTER

Después de su accidentada actuación del pasado año, Twisted Sister eran otra de las bandas que repetía aparición en esta segunda edición del Rock Fest. Además la presente significaría, casi ton toda seguridad, la ultima oportunidad de ver sobre nuestros escenarios a Dee Snider y compañía, ya que la presente gira significa el adiós definitivo de la banda tras el reciente fallecimiento del batería A.J. Pero. Para cubrir su puesto de cara a este postrero periplo de despedida los míticos roqueros americanos contarían con los servicios del pluriempleado y carismático Mike Portnoy.

Pese a lo emotivo de la presentación de Twisted Sister, lo cierto es que el combo americano supo, como suele ser habitual en ellos, meterse rápidamente a la audiencia en el bolsillo, convirtiendo el recinto en una autentica fiesta con todo el mundo coreando entusiasmado cualquiera de sus mordaces estribillos. Y es que tener al frente con el carisma y la personalidad de Dee Snider es todo una garantía de éxito, aunque su explosivo temperamento estuvo a punto de ocasionarle un altercado con los “pipas” de Europe que entorpecieron el normal desarrollo del show de los americanos, lo que les valió la reprimenda del vocalista que se acercó a ellos para espetarles un lacónico: “This is my fucking show”.

Como no podía ser de otra forma su repertorio fue una imparable sucesión de hits, haciendo especial hincapié en viejas favoritas de la gente, de modo que durante su actuación hubo tiempo para cantar temas como “What You Don´t Know (Sure Can Hurt You)”, em mítico “The Kids Are Back”, celebrado al máximo por las primeras filas y que se convirtió en el primer momento especialmente vibrante del show, y un icónico “Stay Hungry”, con un Dee perfecto en su papel de frontman animando incansablemente al respetable.

Sin abandonar el material de su trabajo de 1984 “Stay Hungry”, el reorrido por los mejores momentos de su discografía haría escala en temas como “The Beast”, durante la que hubo unas sentidas palabras de homenaje para el fallecido batería, lo que provocó la ovación cerrada del público. Más atrás en el tiempo nos conducirían con la serpeteante y adictiva “Shoot ´Em Down”, que nos acabaría conduciendo sobre esa declaración de intenciones que fue “You Can´t Stop Rock N´Roll”.

Electricidad, diversión y una banda en estado de gracia y por la que parece que no pasan los años es lo que nos deparó el show de Twisted Sister. Y es que a dia de hoy resulta absolutamente incontestable el fervor épico que despiertan entre sus seguidores piezas míticas como “Under The Blade”. A diferencia de lo que sucediera en su visita del año anterior, en esta ocasión el repertorio estuvo mucho más equilibrado permitiéndonos recuperar piezas como “ I Am (I´m Me)”. Pero sin duda el momento más delirante de la noche, y casi me atrevería a decir de todo el festival, llegaría con el aplastante “We ´re Not Gonna Take  It”, para la que Sneider nuevamente nos hizo cambiar la letra por aquello de “huevos con aceite”. En resumen, diversión y buen rollo es lo que desprendió el quinteto americano sobre las tablas.

El cambio de tercio llegaría con la ambientación más oscura y lúgubre de “The Fire Still Burns”, que nos ayudó a recuperar el aliento de cara a un explosivo tramo final en el que los americanos darían su mejor versión con temas clásico de su “Stay Hungry”, como “The Price”, el emblemático “Burn In Hell”, toda una lección de heacy metal ochentero, y como no “I Wanna Rock” que a modo de declaración de intenciones ponía el broche final a esta primera parte del show. No se hicieron de rogar en exceso y acompañados de los canticos de la audiencia regresarían para rubricar su descarga con “S.M.F.”. Ya lo comentó el propio vocalista a lo largo del show. Esta es su ultima gira y no tienen previsto hacer como Scorpions, de modo que el ultimo capitulo de los ´Sister en tierras españolas se saldó con un rotundo éxito.

EUROPE

Poco importa que Europe hayan mostrado signos de una madurez incontestable desde que publicaran en 2004 “Start From The Dark”, ni que la banda haya visitado en diferentes ocasiones nuestro país haciendo gala de una madurez propia de una banda veterana como son ellos, ya que para la gran mayoría del publico los suecos siempre serán esos jovenzuelos con sonrisa profiden que encandilaron a medio mundo con canciones como “The Final Countdown”, o “Carrie”. Conscientes de ellos Joey Tempest y sus muchachos siguen tocando en todos sus conciertos algunos de estos himnos clásicos de la década de los ochenta, pero sin perder de vista el material su material más reciente. En esta ocasión el motivo de su visita era presentar su ultima entrega “War Of Kings”, un trabajo duro y oscuro con el que los suecos parecen dispuestos a fundir clasicismo hard roquero y ese sentimiento épico propio del heavy metal.

Precisamente sería una doble ración del mencionado ultimo trabajo de la banda la encargada de abrir fuego con el intenso “War Of Kings” y “Hole In My Pocket”, dejando ante nuestros ojos una banda repleta de calidad y veteranía con un Joey Tempest al frente que no ha perdido su feeling a la hora de dirigirse a sus seguidores. Tras “colarnos” un par de temas nuevos, que por cierto dejaron bastante indiferentes a la gran mayoría de los allí reunidos, el primer momento de jubilo llegaría con la primera concesión a su material clásico de la década de los ochenta de manos  de un coreadísimo “Superstitious”, que hacia cantar intensamente al respetable mientras Jhon Norun nos daba muestras de que sigue siendo un maestro de las seis cuerdas.

Sin duda la actuación de los suecos estuvo repleta de contrastes, pero no tanto por la calidad de sus composiciones, sino por la efusividad con la que fueron recibidas muchas de ellas. Y es que piezas de esta segunda etapa de su carrera como “Last Look At Eden” o el novedoso y oscuro “The Second Day”, pasaron prácticamente desapercibidas si las comparamos con el terremoto que supusieron cortes clásicos dentro de su discografía como “Scream Of Anger”.

Pese a ello los suecos son conscientes de que muchos de  los que les han seguido desde sus comienzos y que se han mantenido fieles a la evolución de la banda querían escuchar algunos temas nuevos, de modo que no faltaron el jugoso y hardroquero “Nothin´To Ya”, que personalmente fueron de los que más me gustaron, antes de volver la mirada atrás para rescatar perlas del pasado como “Ready Or Not”, o “Sign Of Times”, que hacían que el nivel de intensidad se elevara notablemente entre las primeras filas. 

Para el sprint final de su actuación se reservarían “The Beast”, el inevitable “Rock The Night”, que supuso un nuevo punto de inflexión dentro del show con todo el mundo cantando siguiendo las indicaciones de un sonriente Tempest. Antes de provocar la hilaridad total del respetable todavía habría tiempo para “Days Of Rock  N´Roll”, mientras que la locura definitiva se desataría con el hímnico “The Final Countdown”. 

HATEBREED

Tras esa doble ración de clasicismo hard roquero de manos de dos nombres legendarios como Twisted Sister y Europe, los encargados de poner un poco de pimienta a la velada de esta segunda jornada serian los chicos de Hatebreed. Aunque muchos fueron los que decidieron abandonar el recinto, lo cierto es que para los amantes de los sonidos más cafres y contundentes la descarga del combo americano se presentaba como el preámbulo perfecto para la descarga de los thrashers Annihilator.

Y es que la combinación entre metal abrasivo, Groove, thrash e incluso elementos hardcore constituyó un poderoso cocktail para levantar el ánimo de una parroquia que empezaba a acusar el cansancio tras dos largas jornadas de actuaciones. Como un cohete y haciendo gala de una actitud completamente arrolladora  Jamey Jasta y sus chicos salieron dispuestos a destrozarlo todo a su paso, dejando una fantásticas sensaciones con temas corrosivos e hirientes como “Become The Fuse“, “As Diehard As They Come” o “Live For This”.

Sin duda los americanos fueron los encargados de rubricar una de las actuaciones más eléctricas y vibrantes, y buena muestra de ello fueron los numerosos pits que se montaron al atacar piezas como “Honor Neves Dies” o “Teir It Down”. Por si alguien se había atrevido a poner en duda sus raíces más netamente metálicas, no faltarían durante la recta final del show un jugoso guiño a los maestros Slayer, con un apabullante “Ghost Of War”, para acto seguido darnos el golpe de gracia definitivo con “Perseverance”, “I Will Be Heard” o el implacable y enérgico “Destroy  Everything”.

ANNIHILATOR

Mucho han cambiado las cosas en el seno de Annhilator desde la cancelación de su  último show en Barcelona a causa de un inoportuno accidente de tráfico. Sin ir más lejos su líder , Jeff Watters, ha vuelto a retomar las funciones como vocalista tras la inesperada salida de David Padden. Además, para la grabación de su nuevo trabajo “Suicide Society”, el guitarrista canadiense ha vuelto a reclutar a un viejo conocido el bajista Cam Dixon, que ya militara en la banda a mitad de la década de los noventa. Mientras que el elegido para completar el tándem guitarrístico junto a Watter ha sido  Aaron Homma.

Pese a la altas horas de la madrugada y a las precipitaciones durante el concierto de Europe mucha gente no quiso perderse el desembarco de los canadienses en tierras catalanas, y aunque al igual que sucediera con los suecos, el agua volvió a hacer acto de presencia, lo cierto es que no sirvió para echar a perder una descarga varadamente destacable, durante la que Watters demostró que tras dos décadas que no ejercer como vocalista sigue conservando intacta la potencia y la personalidad de su registro.

Además de este nuevo “line-up” la banda tenia también nuevos temas  que presentar, ya que su próximo trabajo “Suicide Society” se pondrá a la venta el próximo mes de Septiembre, de modo que la actuación de esta noche representaba una excelente oportunidad para testar el potencial de algunas de sus composiciones. Precisamente sería la que presta su nombre al plástico la pieza encargada de arrancar el show, dejándonos un sonido irregular y una entrega absoluta por parte de unas primeras filas que se mostraron completamente volcadas desde los primeros compases del show.

Como un engranaje perfectamente engranado estos renovados Annihilator  dejaron unas excelentes sensaciones entre sus incondicionales, y más cuando la banda se abalanzó sobre zarpazos tan ardientes e incisivos como “No Way Out”, rescatada de su anterior referencia “Feast”. La segunda muestra de su próximo trabajo llegaría de manos de “Creepin´Again” que, pese a ser completamente desconocida para la gran mayoría,  recibió una notable acogida. Pero sin duda los momentos más calientes de la actuación de Annihilator llegarían cuando la banda empezó a desempolvar su colección de clásicos thrasheros y humeantes.

El elegido para abrir el capítulo dedicado a la nostalgia llevando  al éxtasis a sus más fervientes seguidores sería el delirante “King Of The Kill”, mientras que el escogido para que Watters nos obsequiara con una notable lección de virtuosismo y buen gusto sería la pieza que daba título al álbum que la banda grabó junto al vocalista Aaron Randall,  “Set The World On Fire”. Pero como si del despertar de la bestia se tratase fue  a partir de este punto cuando  Watters se centró en su material más letal y destructivo, recurriendo a la potencia imparable del primerizo “W.T.Y.D.”,  consiguiendo revivir a una audiencia exhausta y empapada.

No levantarían el pie del acelerador y con Watters comandando las operaciones  con mano de hierro llegaría el momento de hacer una nueva incursión  en “King Of The Kill”, para hacernos rugir intensamente con los machacantes estribillos de “Second To None”. Mientras que la encargada de cerrar la primera parte del show sería la inevitable “Alison Hell”.
Para seguir colmando las ansias de los más clásicos también habría espacio en el inicio de los bises para una trepidante versión de “Phantasmagoria”. Con la gente coreando el nombre de la banda llegaría el momento de finiquitar la descarga, recurriendo a la pieza que ya servía como cierre a sus directos del pasado año “Human Insecticide”. La tenacidad y el espíritu de superación de Jeff Watters parecen no tener limites. Más de tres décadas después de su formación el músico de Ottawa parece decidido a inaugurar otra etapa triunfal dentro del seno de Annihilator.





TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:CARLOS OLIVER





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