lunes, 9 de octubre de 2023

BURNING WITCHES+PEOPLE AS MACHINES+MIKE ZAGORA-RAZZMATAZZ 2-BCN-29-SEP-2023



La búsqueda continúa. Mientras los más pesimistas se empañan en matar y enterrar definitivamente el heavy metal clásico debido a la longevidad de las bandas que lo pusieron en un lugar de privilegiado dentro de la industria, otros seguimos apostando por los nuevos valores, por esas bandas que están llamadas a tomar el relevo. Quizás no lleguemos a verles nunca llenar recintos tan grandes como a esos nombres que a todos se nos vienen a la cabeza. Pero lo que está claro es que mientras sigan existiendo bandas como Burning Witches la llama del heavy metal continuara ardiendo. El combo suizo se ha convertido en los últimos años en habitual de nuestros escenarios, ya sea en festivales o en salas. Sin ir mÁs lejos recuerdo que hace poco más de un año tuvimos ocasión de verles en la sala Bóveda de la Ciudad Condal junto a las thrashers brasileñas de Nervosa.

Sin embargo, en esta ocasión la acción se trasladó hasta la sala mediana del Razzmatazz, aunque cabe remarcar que el aforo del local fue reducido a la mitad por unas cortinas. Como acompañantes para esta nueva visita en tierras catalanas las metaleras suizas contaron con otra banda que hace menos de un año nos visitó dejándonos una grata impresión: los chicos de People As Machines, quienes con novedades en su line-up ratificaron las buenas sensaciones que nos dejaron en la Sala Sidecar, y sorprendieron muy positivamente a quienes todavía no les conocían. Mientras que para dar el pistoletazo de salida a esta velada de heavy metal contaríamos con el concurso del virtuoso guitarrista Mike Zágora, quien acompañado de una banda sólida, y con músicos muy jóvenes, nos brindó una escueta, pero competente, sesión de metal progresivo instrumental.


Con puntualidad británica aparecía en escena el encargado de dar el pistoletazo del salida a la velada Mike Zágora. Aunque seguramente a muchos no les suene su nombre el guitarrista es un prestigioso profesor y actualmente es el jefe de estudios de la Heavy Rock School de Barcelona. Para su presentación Mr. Zágora y sus acompañantes no dispusieron de mucho tiempo, poco más de media hora, pero consiguieron hacer las delicias de gran parte de los presentes, y especialmente de aquellos que gustan de los pasajes progresivos y de las experimentaciones guitarreras. Temas extensos, repletos de cambios de ritmo, virajes estilísticos, atmósferas y ambientaciones es lo que nos propuso el cuarteto desde que arrancaron su set con “Obsoletto Bombolett”.

El eclecticismo y la apertura de miras a la hora de transitar diferentes caminos musicales dentro del rock y el metal fue una constante a lo largo del show, dejando que las sonoridades de temas como “Passion For The Silver Funky Alíen”, nos adentraran en tesituras de corte funk. Y es que aunque el centro de todas ls mirada fue Mike, lo cierto es que sus compañeros, especialmente su teclista Pau, gozaron de su parcela de protagonismo.

Sin duda, la sorpresa de su descarga llegó en el ecuador del show cuando el cuarteto se marcó una versión del “Erotomania” del mítico “Awake”. El colofón definitivo para la descarga de Mike Zágora y sus muchachos corrió por cuenta de “Expected Dream”, zanjando el show con una buena dosis de virtuosismo guitarrero y un amplio catálogo de poses a lo guitar-hero. Quizás la propuesta de Mike Zágora no acabará de casar con los parámetros más netamente metaleros que nos brindaron sus compañeros de cartel. Pero lo cierto es que siempre resulta una delicia ver a un guitarrista y compositor que derrocha tablas y talento.


Tras un ágil cambio de equipo les tocaba el turno a unos viejos conocidos de los seguidores del underground metalero barcelonés: People As Machines. Y es que algunos de nosotros ya tuvimos ocasión de verles junto a los prometedores Astray Valley en Septiembre del pasado año en la céntrica Sala Sidecar. En esta ocasión para completar su alineación la formación austro-mexicana contaría con el concurso de la vocalista Celia Barloz de Strangers, quien por cierto se mostró muy cómoda sobre el escenario, tanto vocalmente como a la hora de ejercer de frontwoman.

Pero sin duda el peso de la propuesta de People As Machines recayó sobre el bajista Uri y el guitarrista Chucho Calavera. Me gustó mucho ver el crecimiento y la progresión que la banda ha experimentando en el último año, ya que pese a que no me acabó de convencer el sonido, especialmente el de la batería, lo cierto es que trallazos como “Iron Storms”, sonaron de lo más compactos y certeros.

Evidentemente el respetable no estaba muy familiarizado con el material People As Machines. Sin embargo, el cuarteto no vaciló a la hora de ofrecer argumentos para que los más animados ejercitaran las cervicales siguiendo el trepidante ritmo de la powermetalera “Run For Your Life”. Otro detalle a destacar fue la ejecución de Chucho en temas como “Falling”, que con esos rotundos cambios de intensidad se acabó convirtiendo en uno de los momentos más destacados de su presentación.

Otro detalle a destacar fue la variedad estilística que propusieron People As Machines, pasando de tesituras netamente metaleras a algunas pinceladas más rockeras, e incluso algún retazo de metal progresivo, tal y como dejaron plasmado en “Voices”. A diferencia de lo que sucediera en su anterior visita en esta ocasión la vocalista de la banda si ejerció como frontwoman. Y eso se notó en la garra con la que sonaron piezas como “Again”, con la que consiguieron contar con el apoyo de las primeras filas. Mientras que la escogida para poner el punto y final a su descarga fue “Simple Rebel”. Si hace poco más de un año me pareció que People As Machines, eran una banda con buenos mimbres pero a la que le faltaban horas de vuelo. En esta ocasión he de reconocer que su crecimiento como banda ha sido exponencial. Además, me encantó ver al frente una frontwoman que transmitió tanta fuerza y garra como Celia Barloz.


En poco menos de una década Burning Witches han conseguido posicionar su nombre entre los valores emergentes dentro de la escena metálica europea. Pese a los cambios en su line-up la formación de Brugg ha conseguido apuntalar su identidad a base de trabajo duro, tanto en estudio como en directo, y es que su actividad ha sido frenética en estos últimos años. Ni siquiera la baja maternal de la guitarrista Larissa Ernest ha detenido los planes en directo de la banda que ha cubierto la vacante con la guitarrista americana Courtney Cox, (The Iron Maidens). Hacia apenas un par de meses, -en la última edición del Leyendas Del Rock-, ya tuvimos ocasión de ver cómo se las gasta en directo el combo suizo. Así que esta noche de viernes, que marcaba el inicio de las fechas en nuestro país, tuvimos ocasión de presenciar el directo de una banda que funciona como un tiro sobre el escenario.

Aparecieron en escena con un poco de retraso sobre el horario inicialmente previsto, algo que hizo crecer la expectación entre el respetable. Además contaron como decorado con un gran telón que reproducía la portada de su más reciente entrega discográfica “The Dark Tower”, que publicaron a principios del pasado mes de Mayo, y sendas pancartas laterales. Como si de una estampida se tratase la banda apareció en escena dispuesta a conquistar al público, dando caña y haciendo headbanging incansablemente desde que abrieran fuego, tras una larga introducción, con la pieza que abre su último redondo “Unleash The Beast”. Me gustó mucho su sonido nítido y potente. Y también ese cuidado juego de luces, -algo poco habitual en los conciertos que habitualmente vemos en la sala mediana del Razzmatazz-, que ayudó a que pudiéramos seguir a la perfección las evoluciones de las chicas sobre las tablas.

Habiendo el roto del hielo, y siendo merecedoras de la primera gran ovación de la noche, Burning Witches apretaron todavía un poco más los dientes, pisando a fondo el pedal de acelerador, para hacer que el nivel de conexión con unas primeras filas que a estas alturas del show estaban ya más que animadas fuera total durante la celebradísima “Wings Of Steel”, que fue el primer guiño que se permitieron a lo que fue su tercer largo de 2020, y primero que grabaron con Laura Guldemond, “Dance With The Devil”.

Precisamente la vocalista de Países Bajos fue uno de los indiscutibles motores de la banda, moviéndose por todo el escenario, sin perder la sonrisa, mientras buscaba el apoyo del personal al atacar temas como el hímnico “We Stand As One”, que nos dejaba la estampa de gran parte de los presentes levantando los puños al aire para rubricar la perfecta sintonía con el combo suizo. Una nueva mirada sobre su obra de 2020, serviría como excusa para flanquearnos el paso hasta “Lucid Nightmare”, que servía para dejar patente que la banda sabe combinar a la perfección velocidad y melodía sin perder, en ningún momento, esa vena clásicamente metalera que impregna todas sus composiciones.


Como asiduas a nuestros escenarios que son, no faltaron los agradecimientos por el apoyo prestado durante todos estos años antes de dejar que la portentosa batería de Lala Frischknecht nos volara la cabeza durante los compases iniciales de “Evil Witch”, que fue la elegida para dar un volantazo al show y regresar sobre su actualidad discográfica mientras la incombustible Laura movía al personal al más puro estilo Doro. Algo más comedida, aunque no falta de pegada, sonó otra de las nuevas “The Dark Tower”, que nos hacía cambiar el paso gracias a la pegada de esas guitarras con tintes oscuros y mistéricos.

Superado el ecuador del show tocaba mirar nuevamente al pasado, a lo que fueron algunos de sus primeros hits, y fue precisamente “Hexehammer”, la que volvió a levantar el ánimo de las primeras filas. Encarando la recta final del show tuvimos ocasión de escuchar la apabullante “World On Fire”, uno de los temas que grabó junto a la banda Mrs. Cox, todo un puñetazo de auténtico heavy metal que hizo que más de uno levantáramos los cuernos mientras coreábamos su pegadizo estribillo marca de la casa.

Tras este tema, y de forma bastante sorprendente, la banda se perdía por primera vez entre bambalinas. Afortunadamente, no tardaron mucho en regresar para dar el pistoletazo de salida a los bises con la primeriza “Burning Witches”, desatando la euforia entre los más devotos. Mientras que la despedida definitiva llegó con “Dance With The Devil”. No os voy a engañar. Me gustó mucho la descarga de unas Burning Witches que creo están viviendo su mejor momento como banda. Sin embargo, me quedé con la sensación de que una banda que está llamada a ser de las importantes dentro del panorama europeo, no puede permitirse el lujo de presentarse en una plaza como Barcelona como cabezas de cartel y ofrecer un repertorio de festival veraniego. Esperemos que tomen nota y que de cara a próximas giras extiendan la duración de su show hasta los 80 o 90 minutos, ya que con 5 largos a sus espaldas y contando con una sólida base de seguidores se nos quedaron bastantes temas en el tintero.



TEXTO:ALFONSO DIAZ

FOTOS:ALFREDO  RODRIGUEZ




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