domingo, 8 de noviembre de 2015

APOCALYPTICA+TRACER-APOLO-BCN-31-OCT-2015



En el amor por los instrumentos clásicos de cuerda y el metal, -especialmente por Metallica-, constituyen la génesis que dio vida a una de las formaciones más originales y reconocibles dentro de la escena europea, Apocalyptica. Casi dos décadas han transcurrido desde que cuatro jóvenes estudiantes de la academia de música clásica Sibelius se dieran a conocer al mundo con aquel sorpresivo "Plays Metallica by Four Cellos". Desde entonces los finlandeses han desarrollado una exitosa carrera, primero versioneando himnos metaleros, para posteriormente acabar facturando sus propias composiciones en trabajos cada vez más complejos y maduros. Con su décima obra de estudio bajo el brazo, "Shadowmaker", primera para la que han contado con un único vocalista, el americano Franky Perez, los finlandeses se presentaban ante una Sala Apolo abarrotada hasta la bandera, ratificando así que el metal no es únicamente una cuestión de guitarras.

Muchas, muchísimas ganas había de volver a disfrutar del directo de los chelistas de Helsinki, y la mejor prueba fue el magnífico ambiente que se respiraba en los aledaños de la sala, con una nutrida representación de incondicionales haciendo cola en la puerta para asegurarse una buena posición en las primeras filas. Pero antes de la salida a escena de los absolutos protagonista de la noche tendríamos ocasión de comprobar como sonaban en vivo  las composiciones del cuarto largo de los australianos Tracer, "Water For Thirsty Dogs".

Con algo de adelanto sobre el horario inicialmente previsto el trío capitaneado por el vocalista y guitarrista Michael Brown tomaba posiciones ante una expectante audiencia para presentarnos una colección de composiciones marchosas y melódicas, en las que se entremezclaron a la perfección el clasicismo roquero, -propio de las grandes bandas de los setenta-, y unos ásperos retazos de rock alternativo que nos trajeron  al recuerdo bandas como Soundgarden o sus compatriotas Silverchair.

Pese a presentarse con esa alineación clásica de power-trío, la banda de los hermanos Brown sonó compacta y muy enérgica, dejando unas fantásticas  sensaciones con la inmediatez que exhibieron en temas como "We' re Only Animals". Tampoco se dejarían en el tintero algún fugaz recuerdo a sus anteriores trabajos, mostrando su vertiente más alternativa en temas como el sinuoso "There' s A Man". Lejos de la habitual apatía a la que se ven sometidas algunas bandas invitadas, Tracer disfrutaron de una cálida acogida, contando con el apoyo de unas primeras filas bastante animadas y participativas.

Con una banda solvente y que se mostró muy cómoda sobre las tablas llegaba el momento de encarar el tramo final de su descarga, apostando  por una doble ración del material contenido en su última entrega "Water For Thirsty Dogs", recurriendo a los aromas de esencia stoner de "Astronaut Juggernaut", para dejar que fueran los mastodónticos riffs de "Us Against The World" los encargados de finiquitar su show.

Tras el habitual receso la audiencia aguardaba impaciente el inicio  del acto principal de la noche, la presentación de Apocalyptica. Sin duda la suspensión de su anterior visita, prevista para el pasado mes de abril, había conseguido aumentar la expectación de sus seguidores, algo que acabó propiciando que la sala presentara el aspecto de las grandes ocasiones, teniéndose que abrir la planta superior del recinto. Con el escenario sumido en la más absoluta oscuridad la tripleta de cuerda aparecía en  escena portando sus instrumentos para dar el pistoletazo de salida con “Reign Of Fear”, provocando el delirio del personal mientras nos poníamos en situación para  disfrutar de un espectáculo  diametralmente opuesto a lo que estamos acostumbrados. Pese a la voluminosidad de sus instrumentos los finlandeses se mostraron muy dinámicos en escena, haciendo headbanging y moviéndose sobre el escenario mientras inundaban el recinto con esa suculenta mezcla de música clásica y metal sinfónico. Tras romper el hielo con la primera representante de su ultima entrega “Shadowmaker”, y sin concedernos ni un segundo de tregua llegaba el momento de empezar a echar la vista atrás, recuperando piezas como  “Grace”, que fue acompañada con palmas durante el arranque, ratificando así la entrega y la devoción que los fans  profesan al combo finlandés.

Tras un arranque protagonizado por la grandilocuencia y la suntuosidad instrumental aparecía es escena el vocalista Franky Perez para dejar su registro en “I´m Not Jesus”, y lo cierto es que el cantante americano se mostró bastante lineal en esta primera intervención. Tampoco puede decirse que durante sus apariciones Perez se destapara como un frontman especialmente carismático, ya que, lejos de atraer sobre si todas las miradas, se limitó a prestar su voz a las composiciones. Algo más cómodo y resolutivo se mostraría en el novedoso “House Of Chains”, escorándose hacia el lado derecho del escenario mientras la tripleta Lötjönen, Toppinen, Kivilaakso se apoderaban de la zona central. Aunque como era previsible el repertorio de esta noche estuvo basado en sus covers más representativos y las composiciones de su más reciente entrega, también tendríamos ocasión de degustar piezas menos habituales como "Not Strong Enough", que quedó un tanto deslucida por la disparidad de registro entre Perez y Brent Smith, que fue quien se hizo cargo de las voces en su versión de estudio.

Pero sin duda la esencia clásica de los finlandeses, y en definitiva lo que más gusta a sus seguidores, llegaría  cuando los chelos recobraron todo el protagonismo y llenaron el auditorio  con su mágico y característico sonido para dar  un toque dramático y grandilocuente  a piezas clásicas como "Master Of Puppets", que nos dejaría  al batería Mikko Siren encaramándose a su kit para animar a una audiencia enfervorizada. Sin abandonar ese registro más thrasero llegaría el momento de "Inquisition Symphony ", que se convertiría en el primer guiño a su segundo trabajo, y a la mítica banda de los hermanos Cavalera. La última de este extenso segmento dedicado al pasado y a la nostalgia llegaría de manos de "Bittersweet", que sería la elegida para el retorno a  escena Franky Perez.

El tramo central de la descarga de los finlandeses estaría reservado para una nueva inmersión en su material más novedoso, proponiéndonos una camaleónica tripleta en la que se alternaron los aires hipnóticos de la instrumental "Riot Lights", los aromas más experimentales de la pieza que presta el título a su última placa " Shadowmaker", que llegó acompañada de un fantástico juego de luces y  unas vistosas proyecciones; y las ambientaciones más relajadas de ese delicada gema que es "Hole In My Soul". El contraste llegaría de la mano de una nueva ración de covers, siendo las escogidas  para encarar la recta final del show dos estandartes metaleros como  son "Refuse/Resist" y "Seek & Destroy".  Antes de abandonar el escenario por primera vez todavía tendríamos ocasión de escuchar el himno catalán y su particular interpretación del "In The Hall Of The Mountain King" del compositor noruego Edvard Grieg.

Pese a que la audiencia se mostró muy entregada y entusiasta durante todo el show, siguiendo con reverencial devoción las evoluciones de los músicos sobre las tablas, lo cierto es que uno de los momentos más memorables de la velada  llegaría con el arranque de los bises, cuando la gente estalló al reconocer los primeros compases de "I Don't Care". Mientras que de forma sorpresiva la encargada de poner el colofón definitivo a su  descarga sería la pieza que cierra su última entrega "Dead Man' s Eye".

Con Apocalyptica no existe termino medio: o los amas o los odias.  Y a tenor de la fantástica acogida que recibieron en la Ciudad Condal diría que los chelistas finlandeses, dos décadas después de su apabullante debut, continúan creciendo y rompiendo moldes y estereotipos para conseguir llegar en cada una de sus visitas a una audiencia más amplia y heterogénea.


TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:CARLOS OLIVER

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