viernes, 22 de febrero de 2019

OBSCURA+FALLUJAH+ALLEGAEON+FIRST FRAGMENT-BOVEDA-BCN-14-FEB-2019



Afortunadamente cada vez resulta  más frecuente  encontrarnos que las salas de nuestro país forman parte del itinerario de gira de algunos tours que hasta hace relativamente poco tiempo  sería imposible imaginar que tuviéramos ocasión de ver por estos lares. Quizás por ello es también cada vez más habitual que los seguidores se movilicen, -pese a que la cita de esta noche estuviera programada para la tarde  noche de un jueves-, para disfrutar en primera persona de un atractivo cartel repleto  de potencia, técnica y brutalidad. Los protagonistas indiscutibles de la velada fueron Obscura, una banda que ha ido haciéndose un hueco dentro de la escena internacional  a base de discos rotundos e imaginativos, pero sobretodo ofreciendo unos directos crudos y convincentes, que les han permitido ampliar su base de seguidores en cada una de sus giras. “Diluvium”, su quinto  trabajo, publicado a mediados del pasado  año, representaba la excusa perfecta para retornar a los escenarios de la capital catalana, y como compañeros de viaje  la banda que capitanea Steffen Kummerer contaría con el respaldo  de Fallujah, Allegaeon y First Fragment.

Aunque el inicio de las actuaciones estaba previsto para una hora muy temprana, las 19 horas, una buena representación de seguidores no quiso perderse la descarga de los encargados de abrir la velada. Lo primero que llamó nuestra atención al acceder al recinto fue el reducido  espacio del que dispondrían First Fragment, ya que su kit de batería estaba montado justo delante del de Obscura. Pese a ello, esto no pareció importar a un combo canadiense que salió dispuesto a sacar el máximo partido a su escueto  tiempo sobre las tablas,  ofreciéndonos un detallado repaso a las composiciones de su primer largo  “Dasein”, que vio la luz  en mayo de  2016.

Pese a que la mayoría no teníamos muchas referencias de la formación de Longueuil, lo cierto es que únicamente precisamos escuchar los instantes iniciales de “Le Serment De Tsion”, para percatarnos de  que la banda que lidera el virtuoso guitarrista Phil  Tougas venía con la firme intención de ofrecernos  una sucesión de alardes técnicos ejecutados a velocidad de vértigo, poniendo especial hincapié en la parte instrumental para dejar que los registros del vocalista David AB quedaran relegados a un estudiado segundo plano. Y, precisamente, ese creo que fue el principal hándicap de su descarga, ya que el no tener un frontman que se encargará de establecer una estrecha relación con el público acabó lastrando, -junto al embarullado sonido-, su descarga, pese a las efectivas líneas de corte jazzero que incluyeron antes de las humeantes andanadas que marcaron temas como  “Voracité (Apothéose, partie 1)”.

Aunque como comentaba anteriormente el repertorio de los canadienses estuvo centrado en el material de ópera prima, Tougas y sus secuaces no quisieron dejar pasar la ocasión de probar en vivo alguna   de las composiciones que formara parte de su nueva obra, y que según nos comentó llevará por título “Soif Brulante”. Pero sin duda uno de los momentos más vibrantes de su presentación llegó con el derroche de intensidad y virtuosismo que supuso “Gula”, que nos sorprendía con el trepidante duelo que nos ofrecieron el propio Tougas y el bajista zurdo Dominic “Forest” Lapointe.

Para cerrar este primer acto de la noche First Fragment optaron por sacar a relucir su faceta más corrosiva y visceral, recurriendo para ello a la apabullante “Paradoxal Subjugation”, tras la que se marcharon dejándonos con  la sensación de  que con un mejor sonido y un frontman algo más comunicativo y dinámico  su presentación podría haber dado mucho más de si.

Si en su anterior visita de  hace menos de un año Allegaeon ya sorprendieron a más de uno con la descomunal pegada y los aromas melódicos  que destila   su técnico death metal, en esta ocasión sorprendía que los americanos estuvieran nuevamente en la carretera cuando su nuevo trabajo “Apoptosis” no verá la luz hasta mediados del próximo mes de Abril. En cualquier caso, el combo de Denver acabó recogiendo esta noche parte de lo que sembró en su anterior visita abriendo para Ne Obliviscaris, ya que fueron recibidos con absoluto entusiasmo por unos seguidores que se entregaron al máximo y lo dieron todo desde que aparecieron en escena para proponernos esa combinación de brutalidad y melodía que fue la inicial “All Hail Science”.

A diferencia de lo que sucediera durante la descarga de los encargados de abrir fuego esta noche, First Fragment, el sonido del que dispusieron Allegaeon fue bastante más nítido y equilibrado, permitiéndonos disfrutar en todo su esplendor del selecto gusto del quinteto por las intrincadas estructuras y los sorpresivos e inesperados cambios de ritmo que nos propuso el siempre explosivo Brandon Park, que se mostró como un auténtico titán tras su kit a la hora de  atacar temas como “Gray Matter Mechanics- Apassionata Ex Machinea”.

Tras haber dado el pistoletazo de salida con una doble ración de material extraído de “Proponent For Sentience”, era un buen momento para echar la vista atrás, concretamente hasta su anterior “Elements Of The Infinite” (2014) para dejar que su implacable frontman, Riley McShane, nos anunciara que había llegado el momento de dejarse llevar por la locura, dando paso a  ese vendaval sonoro que lleva por título “Gravimetric Time Dilation”. Nuestro viaje por su tercer largo prosiguió con el delirante duelo que protagonizaron Greg  Burgess y Michael Stancel a lo largo de “1618”, que servía como excusa para que los alocados bailes y el pogo no se detuvieran en los aledaños del escenario.

Correspondiendo a la fantástica acogida que les había tributado el público barcelonés, el quinteto de Denver no quiso desaprovechar la ocasión de presentar una de las composiciones que formara parte de su nueva entrega, “Stellar Tidal Disruption”, dejando patente que en lo esencial su propuesta va a seguir conservando su esencia, aunque según parece van a incluir algunos elementos que darán a sus temas  un aire más vanguardista. La última bala que la banda se había reservado para finiquitar definitivamente el show  fue “Behold (God I Am)”, tras la que se marcharon acompañados de una cálida y rotunda ovación. Ahora esperemos que Allegaeon no tarden en regresar liderando su propio espectáculo para presentar “Apoptosis”.


No lo iban a tener  nada fácil los chicos de Fallujah tras la arrolladora descarga que nos acababan de brindar Allagaeon. Así que el combo de San Francisco estaba obligado a ofrecer su mejor versión para conseguir  que el ambiente siguiera caldeándose de cara a lo que todavía estaba por llegar. Aunque he de reconocer que nunca he sido un gran seguidor de la formación californiana, debo admitir  que tenía mucha curiosidad por ver en acción a su nuevo frontman Antonio Palermo.

Sorpresivamente, al igual que hicieran las dos bandas que les precedieron, Fallujah también optaron por presentar un par de temas que formaran parte de lo que será su nuevo trabajo “Undying Light”, que verá la luz a mediados del próximo mes de Marzo bajo los auspicios de la discográfica Nuclear Blast. Quizás el tocar material con el que sus seguidores no estaban todavía familiarizados fue uno de los motivos por los que me dio la impresión de que a la gente le costó entrar en el show. Además, creo que tampoco les ayudó el ser la única banda de las cuatro que conformaban el cartel de esta noche que esquinaba su propuesta hacia derroteros más “core”.

Pero, fuera como fuere, la banda apareció en escena con una excelente actitud, con muchas ganas, y dispuesta a dejarse la piel sobre el escenario dando motivos a los más animados para que formaran los primeros pogos durante la inicial “Carved From Stone”. Desafortunadamente la euforia inicial acabó desvaneciéndose rápidamente, ya que la siguiente en sonar fue una de sus nuevas composiciones “Ultraviolet”, un tema directo y certero, pero que sin la participación de un respetable  que desconocía la letra quedó algo descafeinado. Además vi a Palermo  algo tímido y distante, moviéndose bien por el escenario pero sin apenas interactuar con las primeras filas a la hora de atacar temas como “Adrenaline”.

Curiosamente una de las composiciones que mejor funcionó  fue “Sapphire”, ya que contó con el apoyo del respetable durante los pasajes más envolventes y melódicos. Pese a que  a la gente le costó mucho entrar el show de los californianos, a medida que fue avanzando su presentación las primeras filas se fueron animando, dando un poco de calor y colorido a los explosivos cambios de ritmo de “Abandon”, con la que fusionaban de forma solvente violentos  riffs y   desarrollos más melódicos y envolventes.

El ritmo de su presentación volvería a resentirse notablemente durante “Last Light”, otra de las composiciones que formara parte de su nueva entrega, y que pasó bastante desapercibida. Afortunadamente el quinteto volvió a tomar el pulso del  show gracias al rotundo dinamismo  que destiló la tripleta que conformaron “Scar Queen”, que nos hacia cambiar el paso con sus angustiosas ambientaciones; “Amber Gaze”, que nos invitaba a  transitar por sus etéreas y volátiles melodías; para acabar dejando paso al que  seguramente fue el mejor corte de su descarga “The Void Alone”. En definitiva, irregular descarga de unos Fallujah a los que creo que todavía les hace falta algo de rodaje para acabar de consolidar a su nuevo frontman.

Tras una previa que estuvo amenizada por una buena representación de las tendencias extremas que se practican al otro lado del Atlántico,  para rubricar esta velada dedicada a la técnica puesta al servicio de las sonoridades más crudas y extremas contaríamos con la presencia de Obscura. Desde que dieran sus primeros pasos como banda en los primeros años de este tercer milenio su líder Steffen Kummerer ha convertido a la formación alemana en un referente indiscutible para todos los seguidores del género. Así que tras haber girado incansablemente durante los últimos años el cuarteto de Munich aterrizaba en la Ciudad Condal para presentar su quinta entrega “Diluvium”.

Pese a las limitaciones escénicas propias de una sala como Bóveda, lo cierto es que Obscura portaron un gran telón de fondo, y cuatro maquinas de humo que no dejaron de funcionar durante toda la noche, haciendo acto de presencia en todos los temas que interpretaron a lo largo del show. Si hablamos del repertorio escogido cabe remarcar que estuvo muy centrado en las composiciones  de sus dos ultimas entregas, el mencionado “Diluvium”, y su aclamado  “Akróasis”, que fue el que dio el espaldarazo definitivo a su carrera en 2016.

En cuanto al sonido pese a no ser perfecto, si que estuvo a  mejor nivel que durante las descargas previas, con lo que tuvimos ocasión de deleitarnos con los fantásticos ejercicios instrumentales que el cuarteto nos brindó en temas como la inicial “Emergent Evolution”. Además en el apartado vocal Steffen Kummerer se mostró de lo más seguro y convincente, poniendo de manifiesto el porque fue el elegido para calzarse las botas del tristemente desaparecido Chuck Schuldiner en algunos tours de Death To All.

Desde los primeros compases del show tuvimos ocasión de ver en acción a una banda compacta y muy compenetrada, que no tuvo ninguna dificultad para conectar con el público  y ganarse el favor de unos seguidores que no vacilaron a la hora de alzar sus cuernos al aire para acompañar los humeantes desarrollos de
“Sermon Of The Seven Suns”, que era la escogida para realizar una primera incursión en su cuarta entrega de 2016.

La respuesta del personal no pudo ser más efusiva, de modo que con la totalidad de la sala coreando el nombre de la banda, mientras los músicos se encaramaban sobre unas pequeñas tarimas que había repartidas a lo largo del escenario, daba el pistoletazo de salida la composición que presta título a su más reciente entrega discográfica “Diluvium”, que nos dejaba alucinados con esas pinceladas  progresivas  que corrieron por cuenta del bajista Linus Klausenitzer. Evidentemente, teniendo en cuenta la respuesta del respetable el frontman alemán no quiso dejar pasar la ocasión de agradecernos nuestra presencia, amén de recordarnos su anterior visita a la ciudad como parte del Knights Of Metal durante el speech que sirvió como preámbulo para el demoledor “Akróasis”, que nos dejaba con otro excelente  ejercicio de virtuosismo del guitarrista Rafael Trujillo.

Con la tripleta de cuerda inmóvil, las columnas de humo volverían a hacer acto de presencia mientras a través del P.A. resonaban los acordes acústicos pregrabados que marcaron el inicio  del tema de apertura de su tercer largo, “Septuagint”, que era la escogida para que el frontman hiciera gala de sus registros más desgarradores y agresivos. El retorno sobre la actualidad de la banda llegó de manos de la dupla que conformaron el escueto pasaje instrumental “A Last Farewell”, y la despiadada “Mortification Of The Vulgar Sun”, que se zanjaba con el respetable aclamando a la banda como si fueran auténticos héroes.

Viendo la respuesta de sus  entregados incondicionales  Steffen anunció que esta primera vez como cabezas de cartel no sería la última en la capital catalana. Es más durante los prolegómenos de “Incarnated”, -primer guiño que se permitieron a su segundo largo “Cosmogenesis”-, el frontman prometió que no tardarían en regresar para acabar recibiendo la cerrada ovación de unos seguidores que lo estaban pasando en grande. La escogida para encarar la recta final del show fue “Ode To The Sun”, que nos dejaba con una exhibición de fuerza, técnica,  y pegada del percusionista Sebastian  Lanser.

El momento de que todos los músicos recibieran su merecido reconocimiento llegó durante las presentaciones que precedieron a “Perpetual Infinity”. Mientras que el recuerdo a las bandas que les habían precedido esta noche llegó justo antes de que el cuarteto nos volara definitivamente la cabeza con las cambiantes estructuras y los devastadores riffs de “An Epilogue To Infinity”.

Tras un rápido paso por los camerinos, los alemanes no tardaron  en regresar a escena para volver a empuñar los  instrumentos y  rematar definitivamente la velada con el que para muchos es su composición más redonda y completa hasta la fecha:  “The Anticosmic Overload”, que era la elegida para cerrar la velada por todo lo alto. Aunque quizás el sonido no acabó de estar al nivel que a muchos nos hubiera gustado, -algo embarullado durante varios tramos del show-, lo cierto es que Obscura volvieron a demostrar el porque son una de las bandas con más proyección dentro del death metal técnico.



TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:CARLOS OLIVER

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